YO: Y una vez que he llegado a lo más profundo del pozo depresivo…

SOY: Sientes la presión del mundo sobre ti. El humano es un ser que ha nacido bajo presión: la concepción sucede por la presión de un cuerpo penetrando al otro, el desarrollo y gestación se producen ante la presión de los órganos y el empuje del cuerpo abriéndose lugar, el nacimiento sucede por la presión del cuerpo materno, el parto es un momento de gran presión, los pulmones sienten la presión del aire al ingresar por primera vez, en tanto la presión sanguínea empieza a bombear sangre a todos los extremos del cuerpo. La presión de la ropa, la presión de los brazos de la madre y el padre. La presión intestinal, y la presión que debe realizar para las primeras evacuaciones. La presión de la luz en la retina de los ojos, la presión atmosférica ante los mínimos cambios de clima, la presión de la temperatura en la piel, la presión de la gravedad que presiona al cuerpo sobre la superficie de la Tierra. La presión de la miradas, la presión del llanto. La presión del alimento ingresando por el esófago. Y en tanto va creciendo, la presión de los padres para que coma bien, para que termine lo que está en el plato. La presión para que hable y diga sus primeras palabras y dé sus primeros pasos. La presión para que se comporte, recibiendo los primeros regaños y castigos. La presión para sociabilizar, para ir a la escuela, la presión de aprender, de estudiar, de comportarse. La presión hormonal, la presión del crecimiento que se siente en los huesos y músculos. La presión de enamorarse, la presión de la burla que conlleva toda presión psicológica y emocional. La presión de cumplir con los mandatos de la familia, con las normas de la sociedad y la cultura. La presión inconsciente de encajar en el mundo, de ser aceptado, la presión de aprobar un examen, de terminar los estudios, de encontrar una carrera universitaria, la presión de hacerse mayor, de tener responsabilidades. La presión de sobrevivir mes a mes, la presión de un trabajo y un horario, de ser el mejor. La presión del mundo que espera que seas lo que han propuesto para ti, y la presión propia, interna, que puja para que seas como los demás esperan. Y allí encuentras la presión de tu ser, que te dice en la moralidad lo que está bien y lo que está mal, y te presiona para ser la mejor versión de ti. La presión que uno mismo se otorga en sus expectativas y creencias. Y allí, la presión de la crisis financiera, la crisis emocional, la crisis existencial. Entonces encuentras la presión del alma buscando la libertad, la presión que te lleva al hundimiento, a la depresión, y en el fondo encuentras la presión del espíritu que te puja a irradiar tu luz, y comienza la presión del camino interior, el camino espiritual. Y allí descubres la presión de la misión, de tener un propósito, la presión de cumplir con un bien mayor y común, para los demás y para el planeta. Sientes la presión mesiánica, la presión de la existencia, y entonces te das cuenta que estás presionado por el espacio y tus limitaciones, presionado por el tiempo que comprime tu ser desgastándolo, presionado por la gravedad de la Luna y los planetas, presionado por el Universo. Y cuando encuentras al Cosmos, te sientes presionado por la búsqueda de la coherencia, de la armonía, de tu divinidad… Y un día, toda esa presión se convierte en un momento de epifanía, donde todas las presiones que has vivido paso a paso antes, se sienten todas juntas, y allí sientes la presión de toda la Existencia misma, y esa presión es tal que lo único que puedes sentir…

YO: …Es nada. Vacío.

SOY: Libertad. ¿Cuántas veces lo hemos dicho?

YO: “La suma de todas las fuerzas es igual a 0”. 

SOY: La vida es un constante camino de presiones de todos los tipos. El Camino de la existencia es un camino de presiones. Es tu perspectiva la que decidirá verlo como una muerte o un nacimiento.  No hay nadie afuera que ejerza presión sobre ti, eres tú mismo presionándote a sacar lo mejor de ti. Y los que no logran ver esto, desfallecen, perecen en el camino, se reciclan…

YO: Muchas veces estuve a punto de caer en ello. Cuando tenía 16 años y empecé a recordar todo, mi mente adolescente no podía procesar lo que veía, la responsabilidad de cosas que hoy ni deberían afectarme, el universo mismo, un peso demasiado grande sobre mí que no entendía… Y la presión era incalculable, me costaba hasta respirar, y a veces incluso me olvidaba de hacerlo. Algunas veces pensé en quitarme la vida para terminar con la presión…

SOY: Suicidarte.

YO: Sí, lo he pensado. Liberar la tensión, acabar con todo de una vez por todas. Todo el sufrimiento de recordar tantas muertes, de recordar tantas personas amadas que ya no existían, de recordar cosas terribles que me habían hecho y que yo había hecho, de recordar mi misión y sentir demasiada responsabilidad que un niño no podía comprender… Vivir situaciones esquizoides, de ver seres, entidades, extraterrestres, creí que estaba volviéndome loco, y que nadie me escucharía, que sería imposible transmitir todo esto de una forma coherente, prefería morir, terminarlo. Suicidarse parecía la opción…

SOY: ¿Y por qué no lo hiciste?

YO: Por varias razones. Una, no soportaría dejar a aquellos que hoy amo en la desidia y sufrimiento por una decisión egoísta. Otra, no tenía suficiente valor como para hacer algo que exige demasiada valentía. Y por otro lado, recordaba lo que pasa después…

SOY: ¿Después de qué?

YO: De cuando uno muere, y sobre todo, un suicida. La presión no se acaba, sólo se libera la tensión física, de las presiones biológicas, pero no se terminan las presiones psicológicas, las mismas allí se liberan, tienen rienda suelta. Lo que antes controlaba el hígado, el bazo, la vesícula, los riñones, ahora es libre en la mente sin límites de la Cuarta Dimensión. Los pesares, presiones, ideas, preconceptos, emociones que sentía antes, ahora se vuelven realidad en la mente cuando antes eran absorbidos por la materia y reciclados. Es verdad que uno puede salir de esa situación, pero conlleva mucho esfuerzo y tiempo, nada que ver con superar una emoción en la materia.

SOY: Un suicida vive la presión de la dimensión sin tiempo, vive la presión de su propio pensamiento repitiéndose una y otra vez. No existe el infierno para el suicida, su infierno es su propia mente. Y si logra cambiar el pensamiento, podrá liberarse. Pero debe reconocer la presión, debe comprender que sólo él o ella lo está generando.

YO: Sí… Lo sé, es una trampa mental que uno mismo se crea. Por eso, cuando recuerdo cómo es todo en la cuarta dimensión, me digo a mí mismo: el suicidio no es el escape. Pues requiere valentía en la materia, pero es una solución de débiles en los planos mentales y emocionales. Por esto nunca llegué a concluirlo. La mayor presión que uno se pone está en la mente, no en la vida.

SOY: Cambia tu mente y cambiarás tu vida.

YO: Sip… Sin embargo, lo que dices es verdad, es intenso ver cómo todo es una constante presión, desde que nacemos hasta que morimos… Pensarlo así es agotador. El Universo fue creado para presionarnos… ¿Por qué?

SOY: Hemos hablado de esto alguna vez. La energía se expande en el Universo, pero en su expansión lo único que busca es contraerse. El interior busca expandirse al exterior, y el exterior busca volver al interior. Esta puja constante genera el latido constante de la creación Universal. Positivo y Negativo no se apartan el uno del otro, sino que se contraen, se atraen, buscan unirse para complementar una visión global de las cosas. Como en un imán, son las fuerzas opuestas que buscan la unión y generan la energía. Así el Universo manifiesta, genera realidades, mediante energías que se expanden entanto paradójicamente buscan reconectarse. Esto hace que las ondas se vuelvan partículas, acumulación de vibraciones, y que las partículas se vuelvan átomos, y éstos moléculas, y éstas químicos, y éstos organismos, y éstos seres inorgánicos o seres orgánicos, y éstos en seres vivos. Es la expansión del universo la que permite la diversidad de entidades, pero es la contracción la que ordena las partículas para conformar seres individuales. Los átomos de hidrógeno, nitrógeno, oxígeno y carbono se comprimen para encontrar orden. Su fuerza de presión les moldea en distintas entidades, formaciones, organismos, generando evolución. Desde el núcleo de una estrella en cualquier galaxia, hasta la criatura más sutil en cualquier superficie planetaria, los mismos átomos sólo han encontrado una forma de orden basada en la presión que sienten de la gravedad. Un ser en la superficie de un mundo con la temperatura y atmósfera adecuada, permitirá que el carbono se ordene de tal manera que permitirá el desarrollo, evolución y la creación de tejidos inteligentes que intercambian energía y datos. Pero cuanta más presión sienta, estando en la corteza terrestre, o en el magma, o en el núcleo, la cantidad de atmósferas comprimirá las moléculas de carbono, haciendo que lo que antes era un músculo pase a ser hueso, de hueso a piedra, de piedra a cristal y de cristal a diamante.

YO: El diamante es la misma molécula de carbono que compone nuestros cuerpos pero bajo muchísima más presión.

SOY: Todo ser vivo tiene la habilidad de volverse mineral bajo mucha presión.

YO: Me recuerda a los cuerpos hallados en Pompeya, Italia, cuerpos que fueron calcinados por la erupción del Vesubio, bajo mucha presión de roca fundida, que petrificó a los pobladores dejándolos por la eternidad dispuestos en la misma posición con la que fueron alcanzados por la explosión. Es casi una metáfora a cómo una persona bajo mucha presión en la vida debe sentirse, petrificada, rigidizada ante creencias, actitudes, formas de ser y de sentir, atrapadas en la cristalización de la presión…

SOY: El Universo, desde su estado molecular, busca la presión con un único objetivo: descubrir el potencial. Las personas descubren de lo que son capaces ante gran presión en la vida. Aquellos que toman la presión como una muestra de lo que pueden sacar de sí, florecen, igual que una semilla brota en la presión de la tierra, igual que la más bella montaña emerge por la presión de las placas, igual que un niño nace por la presión del cuerpo femenino, igual que un diamante brilla por la presión del magma. Crecer duele, suelen decir. Tal vez por ello en español las palabras adolescente y adolecer suelen parecerse tanto y a la vez se relacionan tanto a pesar de que uno se refiera al acto de crecer y el otro al acto de sufrir un dolor.

YO: Cuando nos damos cuenta de las cosas, duele, se siente el peso sobre nuestros hombros, pero luego una liberación, como si la misma presión me liberase…

SOY: Es el momento del vacío, de la presión máxima. Allí surge la adrenalina, que lo puede con todo, en ese momento en que has tocado el fondo y sientes toda la presión, surge la fuerza expansiva. Como te decía, el Universo, desde su Vacío, propone la presión como una forma de mostrar nuestras cualidades, pues la presión de lo negativo y lo positivo es lo que genera realidades. El Cosmos sólo sigue patrones de poner los positivo y negativo bajo gran presión, y así verse capaz de manifestar el potencial del espíritu, su esencia divina. Por ello brillas tras las crisis, por ello descubres tu fuerza interior ante el conflicto, por ello te iluminas tras el martirio, por ello te expandes tras haberte contraído.

YO: ¿Es necesario entonces sentir presión?

SOY: Claro que lo es. Lo que no es necesario es sufrir. Eso es una elección. El sufrimiento es un estado mental, difícil de gestionar, pues los cuerpos y creencias han basado su desarrollo en el sufrimiento y se ha encarnado en la forma de evolucionar humana. Sin embargo, el sufrir es “estar bajo el hierro”, sentir la presión desde la inconsciencia de cómo he llegado allí. El sufrimiento es la presión del inconsciente, del que desconoce las razones de este peso y busca librarse de él sin consciencia del propósito, sólo saciar su comodidad y apariencia de felicidad. Cuando pones consciencia a la presión, no hay sufrimiento, sólo hay adrenalina, morfina y endorfina.

YO: Entiendo… Y la consciencia es dar un sentido, un propósito a dicha presión. Saber que todo lo que vivo y me presiona tiene un rol de formación sobre mi persona, sobre la herramienta del Ser.

SOY: Por ello, no temas a la presión, simplemente sé consciente de que es el universo tratando de que tu carbono se vuelva diamante.

YO: Yo Soy un Diamante en forma de Humano…

SOY: Y la presión del cosmos te llevará al vacío del universo donde podrás verle brillar, encendiendo la fuerza de lo que eres, de tu poder manifestante y creador. Toma todo aquello que te presiona y únelo en ti, y recuerda que eres una semilla, que bajo la presión del mundo, espera convertirse en un gigantesco árbol.