top of page

169°

ene19

Creer

Tobillos

🦶

😄

🐐

Emocional

Yo Uso

Bü: Yo Soy Hogar de los aprendices

BLOG

octahedron crystal sogutwiefertig_edited.png

SOY: ¿En qué depositas tus expectativas? ¿En qué crees? ¿Qué te mueve? ¿Es real lo que te moviliza?


YO: Uhum… Me lo pregunto, y tal vez sea extraño de responder. A veces creemos que tenemos las cosas claras, porque simplemente vamos en esa dirección y no nos cuestionamos por qué… ¿A dónde me lleva lo que hago? O sea… ¿Qué me impulsa a ir en esa dirección?


SOY: Empieza por contarme sobre tu camino de vida.


YO: Bueno… Mi Yo, es decir, mi personalidad, tiene una necesidad constante de pensar en lo social. Si me pongo a pensar en lo que proyecto a mi futuro, es la política social, la revolución de sistemas, la educación social, de individuos conscientes que vivan armónicos en la Tierra. El camino que elegí para lograrlo es la espiritualidad, es decir, es lo que me sale naturalmente. Así como algunos aportan a su misión planetaria desde la música, o la arquitectura, o el arte, o la medicina, la ciencia, el deporte, mi herramienta es mi espiritualidad. Es mi atributo, es algo natural que no debo forzar, que me es inherente al ser. Mi objetivo no es la espiritualidad, mi misión no es la iluminación, ni busco convertirme en un maestro espiritual. Ya me considero espiritual, es mi naturalidad, mi camino, pero no mi objetivo. Lo que proyecto delante de mí es lo social, lo político, el mejorar las vidas de las personas, pero no por las formas, sino por la esencia.


SOY: La política del ser…


YO: Algo así, sí.


SOY: Y, ¿de dónde viene esto?


YO: Bueno, surge de dos caminos diferentes. Por un lado, la memoria de mi alma, y por el otro, la memoria de mi cuerpo.


SOY: ¿Cuál es la memoria de tu alma?


YO: Cuando cumplí 12 años, empecé a recordar todo lo que había pasado antes de nacer, pero el primer recuerdo que tuve fue de mí mismo, como mujer, junto a mi marido, frente a la Gran Esfinge, pero como un enorme León rojizo, sin cara humana, rodeada de hermosos templos y plantas más atrás. Mi nombre era Shiw, y mi marido, Sobek, y reconocí que ese tiempo fue hace 12000 años atrás, en un país llamado Khem, en el actual Egipto, colonia de la famosa Atlántida. En esa época, pertenecía a una de las 12 Familias Azules, descendientes de los Atlantes, y como mujer en un matriarcado, estaba en los círculos de mujeres que gobernaban cíclicamente las regiones de África. Tenía a gran parte del pueblo a mi cargo, como hijos e hijas, y me sentía responsable de lo que decidiera por ellos. Los videntes, astrónomos y maestros habían anunciado que nuestro tiempo estaba pronto a terminar, y que sería imposible reunir al pueblo nuevamente en una red hasta pasados los reflejos del espejo, es decir, 12000 años adelante, en la Era de Acuario, opuesta a nuestra Era de Leo. Con 12 años, al recordar esto, sentí la responsabilidad de una líder de aquel momento, tratando de unir a su pueblo, de que no se pierdan en la caída de la civilización. Tratando de que no olviden… Esto condicionó mi vida. Me hizo sentir que fue mi responsabilidad el que las cosas no hayan funcionado durante mi tiempo, durante el periodo de mi familia, y sentí que debía volver a unirlos a todos, hacer que recuerden. Me sentí responsable de no saber cómo cuidarles, cómo impedir lo que la historia anunciaba… Viví esta vida recordándome como Shiw, y tratando de buscar las formas de reconstruir aquella civilización, ese pueblo, esa sociedad en red otra vez. Mis guías me dicen siempre: “no puedes construir una sociedad sin individuos conscientes, es primordial preparar al ser, no las formas.”  Por esto creo que en esta vida la espiritualidad me es innata, porque es la única forma de preparar a un ser desde lo profundo, no forzarlo a la modificación de sistemas si su ser sigue nutriendo los viejos.


SOY: ¿Y el cuerpo?


YO: Nací en Argentina. ¿Qué más se puede decir? Jeje. Argentina es un país de Cáncer, pues su independencia fue un 9 de Julio, su Ascendente es Libra, y su Luna se encontraba en oposición al Sol, en Capricornio. Es un país Madre, que ve a su pueblo como a sus hijos que debe cuidar de todo, y no les permite ser libres, emanciparse, les controla bajo su techo haciéndoles creer que es amor de madre. Y sus hijos están enamorados, dependientes de ella. Pero su ascendente recuerda que vivimos en máscaras, decorando cosas que no son ciertas y que terminamos creyéndolas verdad sólo porque parecen ideas bonitas, a la vez de que hace que la Madre y sus Hijos se peleen, en constante búsqueda de un equilibrio que nunca llega. Y esto es por su Luna, Capricorniana, que marca el esfuerzo, la insatisfacción, el que nunca sea suficiente, las crisis constantes que nos llevan a un estado de incapacidad emocional para gestionar el crecimiento y desarrollo, por estar en oposición a la emoción del grupo, la familia de nuestro Sol en Cáncer. Somos una familia distópica. Y eso se refleja en todos los ámbitos. Nací escuchando sobre crisis económicas, peleas del pueblo y el gobierno, luchas sociales, pero no de esas que marcan la historia, sino de esas que parecen moscas en la cara o mosquitos en la noche, esas que se convierten más en una estática repetitiva e insoportable. Al crecer en un entorno de inestabilidad constante, la sensación fue la de pensar: tengo que ayudar a este país, este país necesita un cambio de raíz, desde su fundación, necesita un cambio estructural pero sobre todo esencial. Y nunca se ha ido de mi cabeza el volver a Argentina a buscar la forma de generar ese cambio. Pero para hacerlo debía soltar la idea de la madre. Si hay algo que la mayoría de los Argentinos hacen, es criticar todo del país, pero cuando se van de él emigrando, suelen comparar las cosas del mundo con lo bueno de Argentina, diciendo que no hay nada como ser argentino (típica reacción de ascendente en Libra), eso es lo que nos hace tan insoportables a los ojos del mundo en una conversación, la dicotomía constante, que odia y ama a la madre, una suerte de tragedia italiana en que nadie tolera a la madre, pero todos se desviven por ella (Cáncer). He oído a tantos decir: “eres argentino, vuelve, habla castellano”, o “orgullo argentino”, cosas así, y la verdad es que cuanto menos me siento argentino, más puedo ver formas de ayudar al país en que nací. Liberándome de la creencia de la Madre.


SOY: Y sin embargo, como has dicho, a tu madre es lo que más te cuesta soltar…


YO: …Acabas de darme con un palo en la nuca.


SOY: Gracias por reconocerlo.


YO: Es verdad… Es algo que, está ahí, es como, un código… No entiendo…


SOY: Es una creencia.


YO: Una creencia…


SOY: Todo en el mundo es una creencia. ¿Cuando piensas en el término creencia, qué te viene a la mente?


YO: Precisamente, la mente. Creer es algo que piensas, que tienes en tu cabeza. Un patrón.


SOY: Vamos al origen de todas las cosas. Nuevamente, la mente es un todo sin punto de referencia alguna. Por ello, decide doblarse a sí mismo para observar lo que es, y de esta manera crear la correspondencia. La misma genera el concepto de polaridad y causa-efecto en aquel mismo instante. Y la razón por la cual es posible ver las dos opciones reflejadas es por la vibración y el ritmo, que permiten la generación de algo nuevo. Cuantas más veces se multiplique, se divida, lo que antes era un todo, comienza a constituirse en partes, es decir, fractales de sí mismo. Estos fractales empiezan a crear un entramado, una red que llamamos Matriz, generando la idea del útero creador, donde todo surge. Y la matriz protege a la semilla de la creación. Por lo tanto, la misma matriz se dispone a cuidar, lo que llamamos “patrón”. Madre y Padre, Matriz y Patrón, son la esencia creadora. Mientras la matriz es una red de patrones, los patrones son las partes de una matriz. Y cada patrón surge de la correspondencia de la mente, de un punto de vista diferente de la idea original. Así, la mente se vuelve idea, la idea pensamiento; pero cuantos más pensamientos hay, empiezan a distorsionarse respecto de la idea original, y llega un momento en que la única forma de percibir la imagen verdadera es mediante la Fe. La Fe representa la confianza de que lo que percibo es parte de una verdad que no puedo ver por estar distorsionada. Así, a mayor doblamiento del tiempo y espacio, la fe es la única forma de guiarte por un entramado complejo del cual no puedes ver su origen puro, y de esta manera, lo que antes llamabas pensamientos, pasan a ser mecanismos de fe, algo que llamas “creencia”. La fe no tiene que ver con la espiritualidad, por más que hoy la relaciones con la religión. La fe tiene que ver con dicha confianza en algo. Un científico por ejemplo, tiene fe en que lo que busca sea así, pero se dedica a seguir los patrones hasta encontrar la matriz y dar sentido a lo que percibía, en tanto un religioso no busca en esa experimentación sino que confía ciegamente, esperando que la respuesta llegue a él o ella en lugar de buscarla por prueba y error. Ambas son creencias de fe. Una creencia, pues, es un entramado de pensamientos confiados en que son parte de la idea original.


YO: ¿Un ejemplo?


SOY: Tomas una bicicleta por primera vez en tu vida y te decides a andar en ella. Tienes fe de que saldrás andando como los mejores pues has visto cómo se hace. Pero en la primera vez que pedaleas, te caes. Aún así, al saber que hay mucha gente que lo hace bien, tienes la fe de que puedes seguir intentándolo hasta que te salga como a los mejores. Pero cada vez que te caigas, irás creando un camino de experiencia que se registrará en ti, y que te repetirá: “tengo fe en que puedo hacerlo mejor, pero creo que voy a caerme de nuevo”. La diferencia entre tener fe y creer radica en la experiencia. La Fe es una expectativa a futuro que te impulsa a lo desconocido, la Creencia es un patrón de experiencia conocido que te protege desde el pasado en tu camino de Fe.


YO: Ahora lo entiendo.


SOY: Ambos están relacionados, pero son extremos de una línea temporal de acción. Sigamos. Ahora bien, has descrito que la creencia radica en el mundo del pensamiento, cuando en realidad, la misma surge de la experiencia registrada en tus células. Los humanos colocan la Fe en el corazón, y la Creencia en el cerebro. Pero, ¿qué pasa si te dijera que es al revés?


YO: Me romperías una creencia.


SOY: Jeje, pues vamos a ello, con mucho gusto. La palabra Fe proviene del indoeuropeo “bheidh”, que significa lealtad, confianza, asesorar, es decir, que depende del asesorar (del latín: sentarse a hablar) en la ley (del latín: leal) y así convencer al otro de lo dicho (del latín: confiar). La Fe, pues, implica una actitud mental de convencimiento, de debate, de ajustar una ley, de conversar para entender lo que significa. Fe es fiarse, es oír una palabra tan convincente que suene lógica aunque no tenga las pruebas para demostrarlo. Por ende, nace de la percepción de una idea, de la capacidad de imaginación.


YO: Wow, entiendo… Por esto se le llama “tener Fe en la palabra de Dios”, es la palabra escrita, la ley, el discurso poético e imaginario a lo que se le tiene Fe… No al hecho en sí, o al origen y la verdad, sino a lo discursivo…


SOY: Así es. Ahora vayamos a la Creencia. Creer viene del latín “credere”, que a su vez proviene de dos conceptos indoeuropeos: “kerd” (corazón) y “dhe” (poner). En inglés, “Believe” (creer) o “belief” (creencia) proviene del indoeuropeo “leuph” (amor) y el verbo “be” (ser), es decir, que “believe” significa “estar enamorado”.


YO: “Poner en el Corazón”… “Vivir desde el Corazón”.


SOY: Cuando pasas de la etapa de la Fe, de la confianza en las cosas que no ves, de las expectativas de lo que será, tienes la experiencia de lo vivido, de lo sentido ahora no por tu mente, sino por los sentidos que nutren a tu mente. Lo percibes por el tacto, gusto, olfato, vista y oído, lo registras en tu células, y pasa a formar parte de tu cuerpo, y el centro de tu cuerpo, el que nutre la consciencia orgánica, es tu corazón. Una creencia, pues, no vive en tu cabeza, sino en el latido de tu corazón. Y dime… ¿quién ha creado tu corazón? ¿De quién fue el primer latido que oíste?


YO: Mi madre…


SOY: Por ello todos creen en su madre, por ello la base de toda creencia cultural y social, religiosa espiritual, social, política, emocional, familiar; todo nace del corazón de la madre, de creer en ella… Por ello los mamíferos están vinculados a la madre más que al padre, y viven sus vidas ligados o tratando de desligarse de ella. La Madre es un fractal de la Matriz Cósmica de la Mente Universal. Representa la idea, y es en sí todas tus creencias, pues es quien te ha creado. Por ello el primer vínculo de creación y creencia es la madre, luego la cultura, luego una nación, luego la madre Tierra, y luego la madre Cósmica, y allí te reencuentras con la Matriz de la Red. Toda tu vida está condicionada por la creencia en la Madre…


YO: La Madre Universal es la gran Biblioteca del Akáshico, de donde obtuve mis primeros recuerdos… La Madre Tierra es la que me llamó con su latido a vivir en este mundo… Me convertí en una madre en este mundo para experimentar lo que se siente ser creadora, y me volví madre de un pueblo para saber lo que es conectar una red de individuos… La Madre Red Planetaria diseñó mi camino, y debo mi vida a ella. La Madre Nación Argentina unió las madres Italia y España para hacerme nacer, y mi Madre Claudia me dio la vida. Mi mamá es el resumen de todas las madres a las que le debo mi existencia hacia el pasado y hacia el futuro…


SOY: Así es como ves la Creencia fundamentada en el concepto de la Madre, y el porqué tienes Fe hacia el futuro en seguir intentándolo a través de ella, de la Red, de la Madre Tierra, de la Matriz.


YO: Mi madre es como la bicicleta, de la cual dijiste: a pesar de que me caiga muchas veces, sé que si lo intento una y otra vez, llegaré muy lejos. La clave está, pues en liberarme de la idea de la caída, no de la madre.


SOY: Jejeje, lo vas entendiendo. No es cuestión de soltar a la madre, de dejar ir la creencia, es cuestión de comprender que la creencia es lo que te guía hacia lo que tu mente imagina. Las madres viven todas en tu corazón, ahora son parte de tu latido, son tu creencia.


YO: Entonces, “eliminar creencias”, ¿qué sería?


SOY: Una irresponsabilidad.


YO: Pero… Hay creencias que no nos permiten avanzar, que nos mantienen atrapados…


SOY: No es culpa de la casa, que no encuentres la llave… ¿Acaso romperías las puertas y ventanas para salir de una casa por el simple hecho de no buscar las llaves?


YO: Supongo que no…


SOY: Los humanos creen que si hay un muro hay que romperlo, si hay una barrera hay que tirarla abajo. Ese pensamiento revolucionario es lo que los hace involucionar en lugar de evolucionar. Si cada vez que la Naturaleza decidiera que es tiempo de transformarse en algo nuevo, tuviera que eliminar todo lo anterior desde 0 para volver a comenzar, hoy seguirías siendo una bacteria en el océano. Es debido a los patrones de creencias que sigues vida tras vida construyendo futuro, sumando herramientas, mejorando las formas en que haces lo que haces, y ciertos códigos te recuerdan las experiencias que has tenido para llegar hasta aquí. Los patrones te guían, te protegen. Las estructuras están allí para algo. Que no seas consciente de por qué, no les quita importancia, que no seas responsable de ellos no los hace una carga. Todo depende de tu perspectiva, de tu estado de consciencia. Cada paso que das, es un escalón hacia tu propio ser, todos llevan a ti, al centro, a tu corazón, pero sin los escalones de tus creencias, tus patrones, nunca llegarías, pues no encontrarías el camino, y si te pierdes es porque te has enredado en ellos, olvidando cómo subir la escalera al centro de tu ser, creyendo que debes llegar a lo alto, cuando no hay nada allí…


YO: Gracias por mostrarme esto, hace que la relación con mi pasado y mi futuro se libere en función de mi relación con mi madre y las madres en mi presente…


SOY: Recuerda… Recuerda… Recuerda…


YO: Volver al Corazón…


SOY: Allí están las respuestas, las llaves que abren las puertas del Hogar… Están allí, en el baúl de tus Creencias.


YO: Yo Soy la Llave de mi Hogar… Yo Creo en mí.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

HIDRÓGENO= Todo el espacio universal está constituido por las bases fundamentales de la manifestación y la geometría, lo que llamamos “átomos” (del griego: sin división). Los más abundantes en el universo, alrededor del 90%, son los del hidrógeno (H), siendo a su vez el de mayor cantidad en el mundo visible y físico en un 75%. Significando “Generador de Agua”, es quien porta la información de la conciencia del cosmos, la memoria y registro de todo lo que fuimos, somos y seremos.
ankh ready4.png

(1/12)

bottom of page