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DHa: Yo Soy Esencia Divina

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YO: Sistemas. Si algo caracteriza a Capricornio es la planificación de sistemas, la estructuración de patrones en forma casi arquitectónica. Podríamos decir que los huesos, fundamentos, articulaciones del pensamiento Capricorniano son los Sistemas Sociales. Recuerdo que en el año 2011, allá por Septiembre, comencé un camino por las provincias occidentales de Argentina: Salta, La Rioja, Mendoza y Río Negro, bajando los Andes hacia el Sur. Todo ello preparando la energía del territorio para el Encuentro 11:11 en Noviembre de ese mismo año en Capilla del Monte. Cuando llegué a Mendoza, me dirigí al Aconcagua, a la base, y me senté frente a la montaña en el Lago Espejo, aunque el mismo estaba cubierto de nieve aún. Medité mirando fijamente la montaña, y un ser apareció, una voz femenina cuya voz sólo he oído unas pocas veces más en mi vida. Dijo que su nombre era Intaka, una de las voces de Isidris, una ciudad interna de los Andes. Su tarea es guiar a las nuevas generaciones de esa tierra, para construir un mundo más consciente. Pregunté qué era lo que debía hacer para lograrlo, para hacer posible que la consciencia se eleve. Y su respuesta me desconcertó: “Une arquitectos y odontólogos, biólogos y economistas, científicos y religiosos, músicos y médicos, educadores e ingenieros… Y cuando estén unidos, recuérdales quiénes son, y cuando sean, tendrán el poder del ser.” ¿El poder del Ser?, pregunté. Y su voz susurrando me dijo: “…Ontocracia…”.


SOY: Del griego “On-, Ontós” (participio del verbo “eimí”: ser), es decir, que describe la cualidad de ser: “ente”, “entidad”). Y del griego “Kratos” (poder). Onto-kratos, Ontocracia, es “el Poder del Ser”.


YO: Entendí en ese momento que la finalidad de lo que hacía no tenía que ver con la espiritualidad, sino que lo espiritual era un camino interno para construir un ser coherente que se manifieste como ciudadano responsable. Y entonces me mostró la lógica de todo: la fractalidad universal. Solemos llamar a las partes de una sociedad como “Organismos Sociales” o “Sistemas”. También nos referimos al pueblo como “Cuerpo Social”. Un país, pues, es como un cuerpo físico, y sus sistemas son los órganos. Me dijo que uno de los grandes conflictos humanos es que viven la realidad desde la utopía, es decir, desde el mundo de las ideas. “A veces parece que los seres de otras dimensiones tenemos más noción de la Tierra que aquellos que la habitan día a día”, me dijo. Probablemente por la ley de correspondencia y polaridad, los de la materia solemos proyectarnos en lo sutil como objetivo, y los sutiles se proyectan a lo denso como camino. Así, los seres vivos nos movemos por conceptos idearios, y los seres celestiales se mueven por voluntades manifestadas. Esto funcionaría si en lugar de poner expectativas, fuéramos conscientes. Entonces me dijo la clave: “Pasar de la Ideología a la Biología”. Vivir aquí y ahora es un concepto real, no espiritual, más aún si contemplamos que “espiritual” significa “aquel que tiene la cualidad de respirar”. Todos los que respiramos, buscamos al espíritu en las ideas, en las utopías (“u-“: negación, y “topós”: lugar), es decir un lugar inexistente, sin fundamentos. Sin embargo, el espíritu está en los pulmones y bronquios, en el corazón que distribuye el oxígeno, en las venas y arterias. Y la misma acción de respirar es la que nutre las células y todo el sistema nervioso. Somos el espíritu, el espíritu no es una idea, es biológico. Por ello dijo, que en la interacción de distintas áreas de conocimiento, se encontrará lo orgánico. Un cuerpo no tiene presidente, no tiene jerarquía, es una estructura interconectada de organismos autoreferenciados. El éxito de la evolución no es un sistema jerarquizado ni representativo, ello ha fracasado siempre en la historia de la Tierra. Las plantas, los insectos, los hongos, los animales, toda la naturaleza funciona orgánicamente, y la sociedad humana, creyéndose superior, buscó estructuras inorgánicas que no hacen más que convertirse en un cáncer regenerativo, una y otra vez. Esto me hizo entender que mi tarea, mi misión, propósito, no son la espiritualidad. Es recordar la cualidad innata de lo espiritual en lo humano, recordándonos que somos células en un cuerpo, y que si nos autorreferenciamos, lograremos construir un cuerpo real, un cuerpo biológico, la más avanzada tecnología que jamás se haya podido inventar en el universo. Y este era el momento, pues un cuerpo funciona por redes, tejidos, y este es el tiempo de las Redes. Y por ello, era necesario volver a conectar la Red Consciente.


SOY: Lógico. Entonces… Para lograrlo, hay que respirar profundo, y conectarse al espíritu… Y para hacerlo, hay que atravesar el primer sistema humano que rodea a la Idea: la Religión.


YO: Uno de los temas más complicados, pues es de los primeros sistemas generados en la cultura humana, y de los más difíciles de trascender. ¿Por qué?


SOY: Vayamos a los por qué. ¿Te acuerdas de aquel homínido que se puso de pie tomado de un árbol en el bosque, mirando al horizonte para divisar el siguiente árbol en la sabana?


YO: Sí…


SOY: Por su experiencia en el bosque, sabía que los árboles dan frutos, y esto generó una creencia. Pero cuando el bosque dejó de dar frutos, necesitó lanzarse a la búsqueda de nuevos árboles. En su creencia existía la idea de que posiblemente, en otro bosque, encontraría frutos, y esto le llevó a comunicarse con otros que opinaban lo mismo aún sin saber si sería así. Despertaron, pues, el sentido de la Fe. La Fe, la confianza, en que había algo más allá del horizonte. Y su necesidad les llevó a moverse, avanzar, y cada día esperaban poder encontrar ese árbol con sus frutos. Así nació el concepto de Esperanza, la cualidad de la espera. En la tradición, los homínidos comenzaron a compartir la idea de que más allá del horizonte, había un árbol que tenía frutos para todos, y su esperanza y fe crecieron en la búsqueda de aquel Árbol. Todos, humanos y animales, podían nutrirse de sus ramas y raíces, era una idea alucinante que movilizó a los primeros humanos a poblar todo el mundo, buscando aquel famoso árbol del que todos hablaban. Le llamaban “el Árbol de la Vida”. Pero nunca nadie le encontró. Entonces, un día, uno de ellos miró a los cielos, y vio las estrellas, y cómo las mismas parecían colgar de algo, de una conexión invisible, entonces, con su imaginación, pensó: “¿Y si ese árbol no está en la Tierra? ¿Y si las estrellas son los frutos de ese Árbol Cósmico?”. Entonces empezaron a ver los Cielos. Y entendieron que había 6 ramas y 6 raíces, y que a lo largo de ellas, el Sol y la Luna danzaban en un orden específico. Pudieron medir los ciclos, y manejaron el Tiempo. Ahora sabían lo que vendría, sabían qué esperar, y aprendieron a prepararse para el invierno mucho antes de que llegue, a construir sabiendo las necesidades de cada momento. Y entendieron que este árbol les estaba entregando otro tipo de fruto: el Conocimiento. Así le llamaron Árbol del Conocimiento. Decían que todos éramos semillas de este árbol divino. Las Semillas se activaban a la luz de la Luna, y florecían a la luz del Sol. A la noche, le llamaron la Madre que gesta la semilla en el útero de la tierra fértil, y al día le llamaron el Padre que guía a expandirse por el territorio. La Fe y la Esperanza fueron depositadas en el Cielo y las semillas de agua que venían de él en forma de lluvia. Así el agua se volvió vehículo de la vida espiritual. Donde hubiera un oasis, un pozo de agua fresca, sería un lugar sagrado. Y los pueblos en desarrollo comenzaron a proteger estos pozos de agua fresca y pura, construyendo templos a su alrededor, cuidando el agua que provenía del cielo y que permanecía en la tierra. Las estrellas enviaban su luz a la materia…


YO: “Ater Tumti”… El Cielo en la Tierra…


SOY: Los pueblos rodeaban los aljibes, y compartían el agua en comunidad. Se bañaban en ella para volverse divinos, dándose los baños de luz. Defendían el agua, la luz hecha materia. Todos estaban unidos, conectados al agua y a la vida que emanaba de ella. Los chamanes y sabios homo sapiens-sapiens, describían las cualidades divinas del Árbol de la Vida y sus aguas internas, de las estrellas, el sol y la luna, y durante todo el periodo del Holoceno (desde hace 12000 años hasta hoy), se fueron desarrollando distintas formas de contar sus atributos. Cada nuevo chamán descubría algo nuevo al beber de sus aguas y comer de sus frutos, y narraba su iluminación a los grupos. Las historias de los sabios generaban sed espiritual en los pobladores que venían a ellos a pedir consejo, hambrientos de conocimiento. Y esto fue bueno, pues fortaleció a los individuos, pues les hacía pertenecer en común unión. Todos dándose los mismos baños, compartiendo las mismas afirmaciones de sabiduría, repitiendo palabras de conocimiento mediante el canto, oraciones que se volvieron mantras. El Verbo les unía, una y otra vez en comunión, les “Religaba”.


YO: Así surge la religión…


SOY:  Religión viene del latín “Re” (volver a repetir, una y otra vez, intensamente) y “Ligare” (unir, atar, amarrar). Piensa en el contexto ancestral. Ser individuos sueltos por el mundo era igual a muerte. Un ser sólo no podía sobrevivir, necesitaba estar unido al clan, a la familia, al grupo o manada. La única forma de permanecer era en comunión, ligados, atados unos a otros. Por esto, cada cierta cantidad de días, el grupo debía unirse bajo una ceremonia, en que el chamán les “volvía a unir”, para que el grupo fuera fuerte y permaneciera unido. “Ceremonia” es un nombre etrusco, que celebra la cosecha, momento en que se obtiene el Cereal, la semilla, nombre originado de la diosa de la agricultura, Ceres, honrada en la ciudad romana Caere, donde todos los ritos se llevaban a cabo, lo cual la convertía en la única, único altar (del latín “monium”: único, uno). Toda ceremonia surge de épocas del año relacionadas al campo, a la vida, la siembra, la cosecha, la comida, mediante solsticios, equinoccios, fases lunares y ciclos solares.


YO: ¿Y cómo surgen las religiones que poseemos hoy?


SOY: Tras siglos de repetición, cada chamán o sabio empezó a narrar la historia de una forma específica. No es lo mismo comer en Siberia que en Egipto, en el Amazonas o en India. En Siberia y el norte Europeo, el frío cubre todo durante 6 meses, y las tierras no son tan fértiles, por lo que es necesario cazar y ahorrar la sangre. Así, no son las semillas lo que se honra, sino la sangre y los animales con cuernos como ciervos y venados, o las garras de los osos. En el Nilo, todo depende de las crecidas que hacen al río fértil, y por ello sus ceremonias se relacionan al agua. En el Amazonas la comida abunda, y por lo tanto los pequeños grupos funcionan bien, sin necesidad de defender recursos, se mantienen en tribus utilizando todos los recursos de las plantas, imitando a los animales de poder. En India, la extensa y abrupta geografía dividió los terrenos fértiles en muchas opciones de alimentación, y cada alimento se relacionaba a una divinidad, lo contrario al Tibet, donde la paz y lentitud por la falta de oxígeno hacía que las personas debieran ralentizarse y meditar, respirar llevándoles al interior. Según la geografía y el clima, los chamanes adaptaron la interpretación del gran Árbol de la Vida. Hasta que llegó el momento de la expansión humana, y las culturas se volvieron a encontrar, aunque muchas de ellas se enfrentaron. Empezó a haber muchas visiones diferentes, y los chamanes empezaron a debatir sobre qué historia era la mejor o más acertada. Esto hizo que la interpretación sea más importante que la información. Y desde ese momento, surgieron los relatos, los discursos, los textos sagrados, los dogmas. La intención era demostrar que lo que decían era la verdad, la única verdad, y se empezó a reglamentar la unidad de los pobladores en leyes espirituales, una serie de normativas religiosas. De repente, lo escrito era más importante que lo sentido, el discurso era más importante que la verdad. El pueblo dejó de mirar al cielo y empezó a guiarse por los sacerdotes, quienes más que intérpretes del cosmos, se volvieron juglares de lo dogmático.


YO: ¿Qué es un dogma?


SOY: Una opinión. Del griego “dokein” (opinar). Pero esta opinión fue enseñada, mostrada como verdad, lo cual dio origen a “dokto”, que genera palabras como “doctrina”, “doctor”, “docente”.


YO: La opinión se volvió una enseñanza, y dejó de ser una lectura para volverse una ley, transformando a la religión en un sistema cerrado.


SOY: Todo humano necesita comer. Y la necesidad de alimento para el cuerpo generó la necesidad de nutrir el alma. Mientras el Árbol de la Vida nutría los cuerpos, el Árbol del Conocimiento nutría el alma y los espíritus. Todas las religiones del mundo surgen de las raíces y frutos de un árbol.


YO: Yggdrasil para los nórdicos, Sefirot para los hebreos, Árbol del Edén para los cristianos, el Baobab de los africanos, el Roble celta, Ceibo para los mayas, el Fresno a los griegos, la Higuera para los budistas, y tantos otros…


SOY: Y de ellos… Surge Dios, pues entendieron que el árbol florece por la Luz, y el día se llamaba “dyew”, origen de la palabra “Dios”. La idea de que la luz desciende al Árbol haciendo florecer la Vida, hizo pensar que algún día Dios podía nacer, en la consciencia de las personas, o encarnado en sí mismo. Y surgieron las tradiciones del Mesías, de los Profetas. Así, los pobladores dejaron de seguir los conceptos de la naturaleza, y empezaron a diseñar la Utopía Divina del Iluminado, del mesías, el salvador. Los voceros de los profetas empezaron a expandir el mensaje, a planificar esta idea, diciendo que si no se sumaban a la palabra estarían perdidos, y crearon la idea del infierno como contraparte a quien no siguiera los pasos del dogma. Y por miedo, hambre e inseguridad, o por obligación imperial, el pueblo naturalizó esta visión haciéndola propia.


YO: Algo que empezó como una forma de comprender y unir familias, acabó por ser una imposición ideológica distorsionada de la idea original.


SOY: Las religiones son un espejismo del universo, de cómo el Uno se fragmentó distorsionado en millones.


YO: Esto significa que cada ser existente es como una religión en sí mismo.


SOY: Míralo de esta forma. Todo es Uno, hay un único ser existente, que empieza a dividirse, creando la luz y la sombra, día y noche, y de ello se ramifica como las ramas y raíces de un árbol, en galaxias, estrellas, planetas… Y cada mundo o sol es un fractal del todo que religa átomos por la gravedad, a formar parte de un núcleo autorreferenciado. Pero a su vez, sigue fragmentándose en minerales, vegetales, animales y seres conscientes o inteligentes como el humano. Que se distribuyen en nuevos grupos llamados especies, y éstos en grupos llamados culturas, y a su vez dentro hay clanes, que incorporan familias, atravesados por necesidades que los religan. Y cada individuo a su vez es un cúmulo de células religadas entre sí creando un organismo, un cuerpo de órganos, cada uno de los cuales es único, ligando células y moléculas que le componen. Y cada átomo religa partículas… Y así sucesivamente al microcosmos.


YO: Todo es una religión…


SOY: Y todo es uno volviendo a la unidad a través de la distorsión. El problema no son las religiones, el problema es creer que son la verdad.


YO: O sea que, si todas las religiones aceptasen que son formas de llegar a Dios, al Uno, podríamos seguir teniendo religiones sin que nos afecte…


SOY: ¿Qué es un jardín con la misma flor?


YO: Un monocultivo. Jeje…


SOY: Exactamente. Para que un jardín no sea monotemático y aburrido, es preciso que haya muchos colores y formas. Si te gustan las rosas, eso no implica que los lirios, las margaritas, amapolas y lilas deban ser descartadas o eliminadas. Que reconozcas la perfección en una flor que se abre buscando la luz del sol, no resta importancia a todas las otras que hacen lo mismo. Un Jardín vivo está compuesto de muchas flores, muchas formas de ver la Luz, no hay una sola. Diversos diseños, colores, estructuras, abriéndose en distintos tiempos, algunas a la mañana, otras a la tarde, otras a la noche. Pero todas son flores nutriendo y embelleciendo la vida. El problema de las religiones es creer que el jardín debe tener una sola flor, debe ser monocromática, y ¿sabes en qué convierte una flor como esa?


YO: ¿En qué?

 

SOY: Una plaga.


YO: Hoy vivimos con varias plagas que ahogan a otras especies de flores…


SOY: Porque han olvidado lo más importante que debe hacer una flor: buscar la Luz, no impedir que los otros la encuentren o forzarles a que lo hagan a su manera.


YO: Es como si el Girasol o la Margarita forzasen al Baobab o Dama de Noche a florecer al mediodía cuando ambas florecen en la noche…


SOY: Su flor moriría, y perderíamos una visión hermosa e importando, el brillo de estas flores durante la noche captando la más sutil de las luces.


YO: ¿Cómo trascender la religión y poder convivir con todas ellas?


SOY: Por un lado, es necesario que se comprenda que la religión no es mala, lo malo es creer que es la única poseedora de la verdad. Es fundamental recordar que son caminos a entender y recibir la luz en un jardín variado, y que la diversidad floral nutre el suelo, el monocultivo destroza la Tierra, es la diversidad la que nutre el suelo y le hace fértil como el Amazonas. Los religiosos deben recordar esa premisa, y así las religiones serán útiles a la evolución en lugar de un conflicto. Y los antirreligiosos deben recordar que al creer tener la verdad por sobre las religiones, están haciendo exactamente lo mismo. Recuerda, es la luz lo que busca una flor.


YO: Y la flor de Loto florece al llegar la noche…


SOY: Porque es la flor que te recuerda que el mayor brillo de todos es cuando encuentras la Luz en tu Interior.


YO: Yo florezco como el Loto, gozando del fértil jardín en que me encuentro, y amando incondicionalmente a cada flor libre, gozo de la existencia y la divinidad aquí en la Tierra.


SOY: “Convierte la Fe en Sabiduría, y la Esperanza en Responsabilidad”.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

OXIGENO= éste es el tercer elemento básico de la creación y el más importante para la vida en nuestro mundo, es decir, el más presente en la atmósfera. El proceso químico realizado en el mundo vegetal durante la fotosíntesis, descarta el oxígeno (O), el cual es utilizado por el resto de los seres vivos para el proceso de respiración y circulación, convirtiendo nutrientes en energía. Relacionado así al elemento Aire, es el que nos conecta a todos a en un vínculo único.
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