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KKae: Yo Soy Canal entre Conciencias

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YO: Comencemos nuestro viaje por el cuerpo…


SOY: Nuestro viaje nos llevará por los sistemas del cuerpo, los tejidos que nos hacen ser lo que somos. Recuerda que “sistema” proviene del griego “syn” (con, conjunto), “histemi” (establecer, ponerse de pie) y “ma” (medio, herramienta), por lo que un sistema es un medio por el cual se establece un conjunto de cosas, es decir, un orden específico. Nuestros cuerpos, igual que todo en el Universo, son producto de una red de sistemas. Como hemos dicho, las redes son los mecanismos por los cuales se conecta la información en la mente universal, la red sináptica es el intercambio de datos en forma de pulsos electromagnéticos. Por resonancia, estos datos se agrupan creando paquetes de información a lo que llamamos “organismos”. Un órgano (del griego = instrumento), es un medio de trabajo por el cual se consigue un objetivo, como el martillo para clavar un clavo a la madera, o un cuchillo para cortar; instrumentos de cierta complejidad que ayudan a resolver temas diversos.


YO: O sea que nosotros llamamos “órganos” a las partes que componen un cuerpo físico, pero en realidad, la palabra puede definir muchas más cosas, como “organismo social”.


SOY: Sí, y también una galaxia puede ser considerada un organismo, o los climas de la Tierra. Son medios de desarrollo mediante redes de aspectos interconectados. Como dijimos ayer, la Mente universal se expresa saliendo de lo interno a lo externo debido a una intención, la cual comienza a generar Vibración, la cual en sus distintos estados de tensión genera Energía, y la misma produce Materia a partir de la unión de partículas energéticas en la conformación de un átomo. Ese átomo se complejiza en moléculas, en elementos químicos, compuestos, que acaban por desarrollar la base de la vida, y la contiene en una célula, que interactúa con otras volviéndose pluricelular, lo que le convierte en un organismo compuesto por la interacción de varios órganos. Así, los órganos son el mecanismo, instrumento, que le permite a la Mente Universal plasmarse en la materia, en la realidad, y vivir sus ideas. Por ello, los órganos producen reacciones químicas que tienen diversas funciones, todas para mantener el equilibrio, la armonía de aquella vibración en la materia, pero algunas tienen una función más específica y fundamental: ser portales entre la mente cósmica y sus atributos manifestados. En este caso, esos órganos se encargarán de generar hormonas, que producirán reacciones químicas en el cuerpo, impulsándolo a accionar, lo que genera movimiento, es decir, emoción. Y la emoción produce alteraciones en la consciencia, en el sistema nervioso del cuerpo, que le producen entendimiento, raciocinio, y de ello, le vuelve manifestador, comunicador, creador.


YO: Y así la mente del espíritu cósmico puede expresarse en el cuerpo universal, en esta realidad…


SOY: Así es. Y para hacerlo, utiliza su vibración para que la energía resuene y abra las puertas a la reacción química necesaria para que se plasme la idea. Podrías, tal vez, comprender cómo funciona esto mediante un prisma de cristal. Imagina que el espíritu divino, la mente, que es infinita, decide descubrir y experimentar uno de sus atributos, pero es incapaz de verlo por sí solo porque todo coexiste en él, como unidad. Ahora, llamaremos al espíritu como “luz blanca”, una luz que incorpora en sí todas las posibles vibraciones del universo, y por lo tanto, contiene en sí todas las frecuencias, los atributos de su ser. Pero si quieres ver uno de ellos, necesitarás de algo, una herramientas, que te permitan separar tus vibraciones en distintas ondas de frecuencia para poder identificar esas partes de ti. Para hacerlo necesitarás geometría, un patrón geométrico que, por tener diversas vetas, implicará obstáculos a la luz directa, y hará que los distintos tipos de frecuencia se fractalicen.


YO: El prisma de cristal… Como el famoso símbolo de Pink Floyd. Un cuarzo de cristal, al cual se somete un rayo de luz blanca, y que del otro lado puedes ver el arco iris…


SOY: Esa es la refracción de la luz ante moléculas que reflejan sus ondas fotónicas en distintas frecuencias, la más alta te hará ver violeta, la más baja te hará ver rojo.


YO: Los chakras…


SOY: Así es como aparecen. Son sintonías de un mismo ser que se fragmenta a sí mismo. Imagina que la luz pura, blanca, es la mente divina, el espíritu, y que tus órganos son esos prismas de cristal celular. Así, cuando el mismo ingresa a ti, sale fraccionado hacia delante como un arco iris.


YO: Oh, ahora lo veo claro.


SOY: El estado en que se encuentren esos órganos, harán que veas uno u otro color, más oscuro o brillante, según si su vibración es muy baja o muy alta. Puedes imaginar a tus órganos como vórtices, como torbellinos que absorben la luz pura de un plano y la fragmentan hacia fuera en luz refractada. Así puedes ver tus atributos. Ahora bien, descuidar estos prismas, haría que la luz no pueda atravesar correctamente, y se generaría una distorsión en la gama lumínica, que impediría que ese atributo se manifieste. Un estancamiento de la energía entrante, debido a un prisma opaco, sucio, roto, impediría que veas esa luz en ti.


YO: ¿Por qué pasaría eso?


SOY: El mal uso del cuerpo, o el maltrato al mismo, entre lo que recibes, vives, comes. Todo lo que genere estrés en tus órganos y glándulas. Traumas, miedos, peleas, hambre, mala alimentación, insomnio, conflictos, todo ello, a largo plazo, destruye la pureza de los prismas, que empiezan a contener o contraer el reflejo, generando enfermedades.


YO: ¿Cómo identifico esos problemas en mis prismas?


SOY: Primero debes conocerlos bien. Y al entender su función física, podrás comprender su función espiritual. El espíritu diseñó esta realidad para sus propósitos de expresión y creación, de realización de sí mismo, y cada uno de estos prismas, por lo tanto, tiene una función específica en tu camino espiritual y de desarrollo del ser.


YO: ¿Cuáles son estos prismas?


SOY: Las glándulas. La palabra viene de “glans”, que significa “bellota”, fruto del roble, encina y alcornoque, debido a la forma que estos órganos poseen, similar a las semillas del género “Quercus”. Sobre todo, existen ciertas glándulas principales que regulan las frecuencias del espíritu convirtiéndolas en atributos manifestados, y las mismas forman parte de una red llamada “Sistema Endocrino”.


YO: Oh, sí. Pineal, Hipófisis, Tiroides, Timo, Páncreas, Suprarrenales y Genitales. ¿Por qué se llama Endocrino?


SOY: La palabra viene del griego “endo” (interior, dentro) y “krinein” (separar, distinguir), y básicamente es el sistema que se refiere a la separación o distinción de los aspectos internos, que regulan cada uno de los otros órganos en sus funciones. Las glándulas endocrinas comandan hormonalmente las funciones de cada órgano, impulsando sus acciones mediante las reacciones químicas que producen las hormonas. Una mínima e ínfima cantidad de hormonas puede producir un gran cambio en la actitud de todo el cuerpo físico.


YO: ¿Cómo entender cada una de ellas?


SOY: Vamos en primer lugar a localizarlas en nuestro cuerpo, luego comprender cuál es su función, y así poder entender lo que nos genera su funcionalidad o sus conflictos.


YO: Perfecto. Empezamos por arriba, pues: Glándula Pineal.


SOY: La Pineal es llamada así debido a su forma semejante a la semilla de un Pino, una piña. El pino fue siempre considerado un árbol sagrado debido a que su conformación apunta en espiral hacia los cielos, considerándolo un árbol de ascensión a lo divino. Sus semillas, ordenadas de igual manera en una bella y perfecta espiral áurea doble, muestran la sacralidad de esta especie, además de ser fuente de energía para animales y humanos durante el invierno, tanto como comida en los piñones, así como fuego en la estructura que les contiene. En muchas culturas puedes ver decoraciones con forma de piñas en templos sagrados representando esta conexión. La Pineal está localizada en el centro del encéfalo (Cerebro), colocada en un hueco sobre el epitálamo, una parte del diencéfalo (conformada por el tálamo y el hipotálamo). El diencéfalo se encuentra exactamente en el centro de la cabeza, y tiene la función de procesar toda la información sensitiva, emocional, la memoria y los movimientos en relación a las mismas. La Pineal no es más grande que  un grano de arroz, y regula el ciclo de sueño y vigilia mediante la secreción de la hormona “melatonina”, segregada ante el aumento de oscuridad, ya que la presencia de luz calma su producción, constituyendo así a la glándula que regula nuestro ciclo de 24 horas; y no sólo regula el sueño, sino que despierta o apaga cada función biológica, sobre todo regulando el ritmo cardíaco y la reproducción. Debido al hecho de que se trata de una glándula fotosensible, es capaz de captar más de 700 colores, frecuencias de la luz, lo cual la convierte en la glándula receptora de todas las informaciones proveniente de los planos lumínicos. Así permite la conexión directa con el Universo, con la Divinidad y el espíritu. La glándula vibra constantemente, y regula el estado de resonancia de un ser. Al recibir los datos de luz, es a su vez puerta a los pensamientos infinitos del cosmos, y debido a esto, es la glándula de cuya activación depende nuestra forma de ver y percibir el mundo. Funciona como una luz interior, capaz de ser un ojo interno que no sólo recibe luz sino que la emite, y por ello, una glándula pineal completamente sobreexcitada puede ser vista como “Iluminación”, siendo la que consideramos Tercer Ojo.


YO: Como el halo de los Santos, de los maestros iluminados.


SOY: Sí. Los conflictos en esta glándula nos hablan de una mala gestión de nuestra capacidad de ver más allá, de comprender el mundo, de abrirnos a otros puntos de vista, de tener la mente cerrada a una sola forma de ver las cosas, creencias, tradiciones. Además, se relaciona al miedo de la percepción de otros planos, los traumas en relación a cosas que hemos visto y que negamos. Para corregir el prisma pineal es necesario dormir bastante, descansar, y realizar paseos donde puedas ver lejos, al horizonte, a largas distancias, así como, desde luego, la meditación y ejercicios oculares.


YO: La Glándula Hipófisis.


SOY: Muchas veces llamada Pituitaria, debido a un error de concepto de la época romana, en que se consideraba que esta glándula, ubicada justo detrás del entrecejo a la altura de la nariz y las sienes, era la que producía el moco nasal. “Pituita” significa moco en latín, y no creo que esta glándula merezca un nombre tan poco agraciado para lo que representa.


YO: Claro que no…


SOY: Hipófisis significa “debajo del crecimiento”, ya que la misma se encuentra debajo del Tálamo en oposición a la Pineal (llamada también Epífisis= encima del crecimiento). La misma se ubica contenida en un hueco del hueso esfenoides, espacio comúnmente llamado “silla turca”, la cual es el Trono donde se asienta el Rey, por ello, esta glándula se relaciona con la Corona, quien dirige al resto del reino físico. La Hipófisis no mide más de 12 milímetros, es decir, algo más que un grano de arroz, y su forma se asemeja a las gónadas genitales. Esta glándula es la encargada de regular el funcionamiento de todas las demás, administra el proceso de la homeostasis, es decir, del funcionamiento armónico del cuerpo, es como el rey en el trono que controla su reino. Por ello, regula el crecimiento, los niveles de vitalidad impulsando la fortaleza, la producción de vello y cabello, por lo tanto la carga y descarga electromagnética del cuerpo; lo que despierta los atributos y dones espirituales y artísticos, la inspiración divina. Y como rey que es, dictamina la ética, la moral, la filosofía de un individuo. Los problemas en este prisma pueden observarse en personas críticas, insatisfechas, muy estructuradas, con grandes incoherencias y gigantismos en el ego y las ideas. Reactivar esta glándula es posible mediante la vibración, sonidos con el paladar, el canto, resonancia de sonidos fuertes o nasales que hagan vibrar la silla turca, en lo más alto y profundo de la parte superior del paladar, por lo que masajes con la lengua en esta zona podrían a su vez estimular esta glándula de la misma manera que estimular los genitales en el acto sexual. Al hacerlo, puede encenderse el empoderamiento, la capacidad de ejecutar las ideas, de guiarse por los propios pensamientos, siendo flexible y conciliativo, abriendo caminos hacia delante.


YO: La Tiroides…


SOY: Su nombre proviene del griego “thyreos” (escudo) y “eidos” (forma), o sea, que tiene forma de escudo. La misma se ubica en la garganta, rodeando la tráquea por debajo de las cuerdas vocales. La misma es como un puente de comunicación que filtra las señales de la Hipófisis al resto del cuerpo. Básicamente, la Hipófisis envía sus señales para incentivar a la Tiroides a que regule y comunique los impulsos de las otras glándulas, y por ello, como un escudo, se dedica a proteger el exceso de funcionamiento de las glándulas inferiores del cuerpo. Su mayor acción en el cuerpo es promover el desarrollo y crecimiento. Así, sus hormonas (la tiroxina o T4, y la triyodotironina o T3), se encuentran presentes en todos los tejidos impulsando el metabolismo que permite la disolución de lípidos e hidratos de carbono, y el crecimiento de los tejidos regulando a su vez el calor corporal, como la generación y regeneración de células nerviosas. La tiroxina regula las temperaturas del cuerpo, e impulsa el crecimiento y tamaño del mismo. Debido a su papel de comunicadora entre los planos superiores de la Hipófisis y los inferiores del resto del cuerpo, regulando todo metabolismo, es el puente de comunicación que encarna el chakra Laríngeo o Garganta. Las rupturas del prisma se ven en los conflictos de comunicación, en enfermedades que afectan al desarrollo de un individuo, generando hipotiroidismo o hipertiroidismo, lo cual nos muestra nuestra capacidad de crecimiento interno, de aprender, de recibir o de ser incapaces de reconoces y aceptar el diálogo o nueva información. Se ve afectada por las cosas no dichas, por las mentiras, por la falta de comunicación y la negación a la evolución. Es la productora de energía, por lo que una baja en la energía del cuerpo se relaciona a un mal funcionamiento de la misma. Conflictos en esta glándula pueden llevar a la mala comunicación entre Hipófisis y Timo, con lo que vuelve a una persona incapaz de regular el equilibrio entre lo que piensa y siente. Genera un vacío de futuro, incapacidad de emprender nada nuevo. El desequilibrio produce exceso de fluidos no regulados, lo que exacerba la producción genital, descontrolando la sexualidad llevando a actos agresivos. Para regular esta glándula es importante producir calor mediante respiraciones bucales, cantos, masajes en el cuello y una cantidad regulada de consumo de yodo. Esto facilitará que el portal nos mantenga activos, enérgicos, con resistencia para vivir más y fuerza para emprender y aprender.


YO: El Timo, la glándula del corazón.


SOY: La misma se ubica por encima del órgano cardíaco, abrazándolo. El origen de su nombre proviene del indoeuropeo “dheu” que significa “humo, fuego”, y que dio origen a dos palabras griegas: thymós (energía vital) y thymus (tomillo). La relación entre energía y la planta se da en que el tomillo era utilizado para hacer fuego en las ceremonias antiguas, cuyo aroma revitalizaba dando vigor y poder a los presentes, quienes sentían su pecho ensancharse. La glándula tiene además la forma de la flor de tomillo, envolviendo al corazón por arriba. Su importancia es fundamental sobre todo en la primera etapa de la vida, ya que la misma se encarga de la formación de timocitos, las células T, que surgen en la médula y son formadas en el Timo para ser útiles en el sistema inmunológico. Básicamente, estas células generadas aquí son las que viajarán por la sangre en busca de invasores, capacitadas para captarlos e incorporarlos como registros de defensa. El Timo es el gran escudo glandular contra todos los males, y es la esperanza de vida de todos los humanos. Su predisposición a la defensa de todo el cuerpo sin excepción, le convierte en la glándula al servicio del conjunto, lo que le ubica en el lugar del Chakra Alto Corazón, aquella energía incondicional que nos propotciona seguridad, confianza, certeza, determinación, libertad, y fe. Por ello, si la misma no funciona regularmente, el miedo, la insatisfacción, la negatividad y la depresión serán claves que nos llevarán a bajar las defensas y enfermar más rápido. Por ello, la falta de amor, de abrazos, de cariño, de alegría y fuego interior apaga el sistema dejándolo indefenso. Para activarlo es necesario abrazos donde el pecho sienta el pecho del otro, el latido, a la vez que hacer cosas por amor a ayudar; sacar el pecho al frente al caminar, al sentarse, espalda recta, y suaves masajes en el esternón con golpecitos sutiles y cariñosos sobre el corazón. Esto encenderá la convicción, la confianza en uno mismo, el aliento de vida, la esperanza en el futuro.


YO: Páncreas, la glándula de la dulzura…


SOY: La misma proviene de un nombre un tanto desagradable, siendo “toda la carne cruda” (pán= todo, y kreas= carne cruda). Se ubica en la cavidad abdominal, entre el estómago y el hígado, conectada al duodeno. Su función es esencial en el cuerpo, en relación directa al sistema digestivo. La misma cumple dos funciones: endocrina (separa dentro) y exocrina (separa fuera). La endocrina se relaciona con su conocida función de segregar hormonas como la insulina, además de otras como glucagón, polipéptidos y somatostatina. En sí, la insulina es la que cumple la función más reconocida, que es diseminarse por el torrente sanguíneo en búsqueda de los azúcares, los cuales captura para llevarlos a las paredes celulares, donde los procesa para que sean absorbidos por las células, nutriéndolas. Esto lleva a que la misma controle el azúcar en sangre. Por su parte exocrina, envía jugos gástricos al duodeno, el cual recibe no sólo estos jugos del páncreas, sino también la bilis, los cuales en conjunto se dispondrán a disolver aquellas grasas y materiales más difíciles de corroer provenientes del estómago y el hígado. El duodeno es el puente por el cual el estómago envía lo digerido hacia los intestinos. El páncreas, por lo tanto, tiene una doble función en relación al proceso interno del ser así como al proceso externo, lo que lo convierte en la glándula de las relaciones, aquella que nutre al mundo interior a partir de sus vínculos con el mundo exterior. Una mala relación con el mundo externo y aquello que consumimos de él, puede generar desequilibrios en esta glándula, llevándonos a no poder procesar ciertas situaciones. Malas relaciones, personas con las que no terminamos de cerrar vínculos, cosas que nos tragamos en la vida y no podemos digerir, la falta de amor que nos lleva a una constante búsqueda de azúcares o relaciones vacías… Todo ello es un reflejo del prisma dañado, que nos vuelve cerrados, egoístas o egocéntricos, dependientes o manipuladores. Para calibrarlo, es necesario evaluar nuestra dependencias, cambiar nuestras formas de alimentación, realizar masajes circulares en la boca estomacal regularmente, y darnos cariño. Esto despertará nuestra capacidad de entrega, de equilibrio, de poder procesar mejor las informaciones del mundo, de tener relaciones y vínculos más armónicos y sin dependencias. Todo esto nos lleva al centro, al Plexo del ser.


YO: Ahora, las Suprarrenales, las glándulas del poder y la voluntad…


SOY: Las mismas se relacionan con el chakra Sacro, y a pesar de ello, se ubican casi a la misma altura que el páncreas, pero por detrás en la espalda, encima de los riñones. De allí proviene su nombre: del latín “Ad renis” (junto al riñón), aunque específicamente, al encontrarse encima, es normal conocerles como “Suprarrenales”. Su función es básicamente regular el estrés, tanto para relajar el cuerpo como activarlo ante alguna situación que requiere toda la atención y poder. En primer lugar, para retomar la homeostasis y regular el funcionamiento del cuerpo ante una situación de estrés, las suprarrenales producen cortisol, que activa los azúcares en el cuerpo relajando al mismo, llevándolo a un estado de saciedad. Por el otro lado, si es necesario reaccionar, las suprarrenales generarán la famosa hormona adrenalina, que pondrá al cuerpo en estado de alerta, impulsando la contracción muscular y la generación de energía destinada a la respuesta de estímulos externos. Un desajuste en este prisma puede llevarnos a perder la noción de dirección, del por qué hacemos lo que hacemos. Se ve la frustración, el desgano, la sensación de inutilidad, la pérdida de fuerza, y por lo tanto de deseo y voluntad. Un conflicto aquí nos lleva a la lucha, al combate, la guerra y la ira descontrolada, pánico, o en su opuesto, a la derrota, el miedo, la rendición, la sensación de estar perdido y equivocado. Podemos entender así, que estas glándulas son completamente duales, polares, que nos  hacen oscilar entre lo positivo y lo negativo incesantemente. El sacro se relaciona a lo creativo, a la manifestación; y por ello, para regularlo es necesario el ejercicio, el arte, todo tipo de manifestación de los sueños y deseos, de hacer lo que nos gusta, y de tomarnos los tiempos de relajación necesarios. Esto llevará a encender el fuego creador interno.


YO: Y por último, los Genitales.


SOY: También llamadas Gónadas, provienen del mismo origen: “gen”, significando nacimiento, surgimiento, generar algo, dar a luz. Tienen una doble función: la producción de células sexuales por medio de meiosis, que permiten el surgimiento de células de la vida (gametos), y por otro lado una función glandular en la producción de hormonas. En el hombre, las glándulas se llaman Testículos, y producirán la testosterona. En las mujeres las glándulas se llaman Ovarios, y producen la progesterona y estrógeno. En el proceso de la generación embrional, estas glándulas son iguales, y no es hasta que el organismo se define entre macho o hembra que tomarán posiciones diferentes. Los ovarios permanecerán dentro del cuerpo, unidas al útero mediante las trompas de Falopio; todo ello ubicado por encima de la vejiga, por debajo y detrás de los intestinos, conectado mediante el cuello vaginal hasta la vulva. La función de ovarios en relación a los gametos, es la formación de óvulos, células femeninas que permitirán la gestación en contacto con los espermatozoides. Mientras que en el macho, estas gónadas descenderán hacia el saco escrotal en la parte externa del cuerpo, protegiendo a temperatura ambiente los gametos producidos en los testículos, es decir, los espermatozoides. En el caso del macho, el equivalente al útero es la próstata, generadora de todos los azúcares y nutrientes que rodearán a los espermatozoides dándoles un espacio propicio de desarrollo, llamado semen, el cual se expedirá en la eyaculación mediante el conducto seminal hacia la uretra emergiendo por el glande, en la estructura muscular equivalente a la vagina que llamas pene.


YO: O sea que los órganos genitales masculinos son básicamente órganos femeninos que se han dado vuelta hacia afuera.


SOY: Sí. El macho producirá la testosterona, que activará todas las funciones reproductivas, que darán la fuerza, el vigor, los calores, incentivando a la erección, la estimulación, y segregando olores que atraigan a las hembras para reproducirse. En el caso de las hembras, sucederá lo mismo con el estrógeno, que producen el desarrollo de las células, la asimilación de proteínas, la absorción de grasas; y activan el apetito sexual, preparando el cuerpo para la reproducción, atrayendo con sus aromas al macho, y generando impulsos en el sistema cerebral del tálamo, que provoca cambios de humor.


YO: Esto es lo que sucede en los periodos de menstruación, ¿no?


SOY: Sí, cada 28 días, aunque la hormona encargada del desarrollo de este proceso es la progesterona, es decir, la que predispone al cuerpo para gestar, influyendo en el ciclo femenino, el desarrollo del útero, las mamas y endometrio. Tanto en el hombre como en la mujer, estas glándulas son reguladas o incentivadas por la Hipófisis, los genitales del cerebro, ya que es el espíritu quien pide descender a la materia. Un mal funcionamiento de estas glándulas implica una desconexión con el rey o reina del cuerpo, lo que produce miedo a la pérdida de poder, de control sobre lo material, sobre las necesidades básicas, vivir desde la idea de la pobreza, o la intención de ponerse sobre otros para obtener lo que necesito. Las gónadas son el anclaje del mundo espiritual, y un mal manejo de las mismas, tanto en exceso como en escasez, implicará una desconexión espiritual importante. Aunque parezca extraño, son los genitales los que regulan el apetito sexual, calmando al cuerpo mediante la producción de sus hormonas. Es necesario estimularlas para un buen funcionamiento de este prisma, mediante la masturbación y el orgasmo (con eyaculación al menos una vez a la semana para un buen estado genital), la sensibilidad del tacto y las caricias, así como meditaciones kundalini o yoga y tantra. Su regulación permitirá que haya fortaleza, claridad, determinación, autoestima, salud y felicidad, permitiéndonos ser realizadores, manifestadores.


YO: Interesante, entender cómo este sistema construye lo que somos, son las puertas del espíritu en la materia, y reconocerlas es fundamental para vivir una vida plena, aquí y ahora.


SOY: Son las principales cámaras sagradas del Templo que es tu cuerpo. Hónralas, conócelas, aprende sobre ellas, sobre los significados emocionales de cada una, sobre las enfermedades y sus significados, biodescodifica tu cuerpo, y comprende el templo que habitas. Abre las puertas de estas 7 cámaras principales, y deja al espíritu vivir en ti.


YO: Soy portal de la mente universal hecha materia…


SOY: Soy Canal de la Consciencia cósmica aquí y ahora.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

DIGESTIVO= para que la sangre pueda realizar esta función de distribución, debe recibir dichos nutrientes y elementos químicos, y la manera en que lo hace es a través del sistema Digestivo: “yo soy lo que como”. Incorporando desde la lengua, el esófago, estómago, páncreas, vesícula, hígado e intestinos delgado, todo lo que ingerimos es procesado y dividido en su mínima expresión con el objetivo de que el intestino grueso pueda absorber estos componentes y pasarlos al sistema circulatorio. Así, no sólo a nivel físico sino también emocional, este sistema es el encargado de procesar todo lo útil y pasar al excretor todo lo inútil.
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