SOY: ¿Tienes un problema y lo sabes, verdad?

YO: ¿Sólo uno? Jeje…

SOY: Bueno, hay distintos tipos de problemas. Existen aquellos que heredamos, aquellos de los que no somos conscientes, aquellos que nos impone el contexto y aquellos que elegimos. Normalmente tú estás repleto de problemas que elegiste.

YO: Eso es verdad. O sea, yo sé que podría vivir muy tranquilo, pero siempre creo más cosas cada vez más grandes y más complejas que hacen prácticamente imposible mi tranquilidad y que me traen problemas que yo elegí, sí.

SOY: El tema de hoy nos lleva a hablar de dos problemas que se unen en uno solo en tu vida, dos caras de una misma moneda que se unen en la palabra “conexión”.

YO: Define problema.

SOY: Como ya lo definimos una vez, problema es aquello que haz lanzado hacia delante con fuerza y a lo que te enfrentarás hasta que vuelvas a llegar a él (“pro”= delante, y “balléin”= lanzar con fuerza).

YO: ¿Qué es lo que he lanzado?

SOY: Tu voluntad de conectar a un mundo que está separado.

YO: Claro… Ese es un problema grande…

SOY: Y vivir tú separado del mundo.

YO: …¿Cómo?

SOY: ¿No es eso una hermosa paradoja?

YO: ¿A qué te refieres?

SOY: A tu adicción al teléfono.

YO: Uish… ¿Sólo mía?

SOY: Siempre habrá tiempo para juzgar a los demás, pero, me gustaría primero que te juzgues a ti mismo.

YO: Vale… Ok. Sí. Tengo un problema… Soy adicto al teléfono.

SOY: Cada vez que te sientas a escribir, cada mitad de frase que escribes e incluso antes de llegar a una “coma” o un “punto”, echas una mirada al teléfono, aunque nada esté pasando allí.

YO: Ahora que lo dices, lo noto más. Es verdad.

SOY: Dime… ¿Por qué lo haces?

YO: Bueno, podría darte todo tipo de explicaciones, pero seguro las usarás en mi contra.

SOY: ¿Y eso te molesta?

YO: Un poco…

SOY: ¿Ves? Ahí me has dado la razón de tu adicción. Negación. Querer evadir el hablarlo para no reconocer el conflicto desde sus raíces. Mira, esto no es un juicio, es una observación, y sabemos que el teléfono no es negativo, el problema no está en usarlo, sino en tratar de entender por qué lo usas.

YO: Bueno, está bien. Vamos a ello. Desde que estoy en Egipto lo he usado más que nunca, estoy todo el día con el teléfono, incluso a veces hasta en la ducha. Escucho videos, o hablo o converso con muchos a la vez. Leo todos los comentarios de las redes sociales, chequeo los mails, busco cosas, miro series… Y la razón es porque la mayor parte del tiempo, tanto aquí en Egipto como en mis viajes, estoy solo. Estoy solo en el mundo, y en el teléfono me siento acompañado, pues hablo con los amigos que no están presentes. O sea, si la tecnología me da la opción de comunicarme con quienes no puedo ver en mucho tiempo como si estuviesen ahí conmigo, ¿qué problema hay?

SOY: Hacer lo mismo que cuando sí hay amigos presentes.

YO: Bueno… 

SOY: Admítelo. 

YO: Bueno, sí, es verdad. Ahí ya no tengo una explicación lógica. Se me escapa de las manos.

SOY: Podríamos hablar de varias razones, pero vamos a la más fácil de describir: la lógica biológica. El cerebro es un procesador de datos, es como un músculo ávido de información constante, procesando cada nueva información como si fuera dulces en la boca de un niño. Los datos, sonidos, colores, son el azúcar de las neuronas. A mayor cantidad de datos, mayor estímulo, y por lo tanto, mayor capacidad de procesamiento. El cerebro no es felxible, es mecánico; y por lo tanto, donde encuentre mecanismos de repetición que le entreguen datos, encontrará su comodidad y tratará de repetirlo buscando más y más, cosechando información. Cuantos más dulces comas, el cuerpo producirá mayor cantidad de insulina para captar los azúcares. Por lo tanto, en lugar de saciarte, sólo haces que el cuerpo necesite más. Lo mismo pasa con las sinapsis: a mayor cantidad de datos le entregas, más busca saciar a la cantidad de neuronas que generan conexión dentro de ti administrando datos. Esto hace que necesites una constante fuente de datos cambiantes dentro de un marco mecánico.

YO: El deslizar la pantalla.

SOY: Los diseñadores de las plataformas saben sobre este funcionamiento básico del cerebro, y por ello lo utilizan en los sistemas, como Instagram, Facebook, Tik Tok, YouTube, Netflix, entre tantos otros.

YO: Es un sinfin de datos mecánicos, automatizados…

SOY: Y aquí es donde se produce la dependencia. Las sinapsis generan descargas eléctricas, pulsos, que hacen reaccionar a las hormonas para promover la movilidad del cuerpo a generar acciones mecánicas que casi no controlas, como mirar el teléfono. Esos pulsos se traducen en emociones, y se genera así una necesidad emocional de llenar vacíos de datos cuando no estás mirando la pantalla. La sensación es “falta de conexión”, y sin embargo, es el exceso de conexión la que te desconecta y separa del mundo.

YO: Claro… Cuantos más datos busco en el teléfono, más desconectado estoy del mundo, más separado de la realidad…

SOY: Conectar viene de las palabras “com” (unidad) y “nectare” (atar, ligar, nexos), es decir, es la acción de unir nodos, nexos, atar cabos sueltos. La palabra Separar proviene de “së” (apartar una cosa de otra) y “parare” (detener). Es decir, que separar sería el acto de apartar las cosas para detenerlas donde se encuentran. Cuando conectas las cosas, unificas datos, pero cuando te llenas de datos, creas tantos nexos que impiden la vibración y flexibilidad del flujo de información, haciendo que la misma se detenga, se estanque.

YO: Wow… O sea, es como si en una guitarra, en lugar de tener sólo 6 clavijas para hacer sonar sus 6 cuerdas, agregara más clavijas a estas mismas 6 cuerdas, poniendo tantas a lo largo del mástil que llegaría un momento que las cuerdas no podrían sonar, no habría vibración.

SOY: Muy buena imagen. Se necesita descansos y distensión entre un dato y otro para que haya vibración. Por ello, a mayor conectividad, también mayor separación.

YO: Pero, si estamos en tiempos de redes, entrando en la era tecnológica de Acuario, y nuestro objetivo es crear una red de redes de consciencia, ¿no sería contraproducente tanta conectividad?

SOY: El problema no radica en la cantidad de conexiones, sino en la acumulación de las mismas. Siguiendo la imagen de la guitarra, la acumulación de conexión sería agregar 72 clavijas nuevas a las 6 cuerdas. Pero en términos de red de redes, sería ajustar 12 guitarras cada una con sus 6 clavijas, las cuales en conjunto, creen una canción.

YO: Claro… No querer absorber todo uno solo, sino hacer entre varios, delegando… Un exceso de conectividad en una sola persona genera separación. Es lo que vemos en el mundo, como me pasa a mí mismo… A mayor información, más división, a mayor aceptación de la diversidad, más grupos que aparecen y se separan en colectividades. Cuanto más humanos y unidos nos queremos volver para respetarnos los unos a los otros, acabando por generar más separación entre las partes e individuos.

SOY: Es la contraproducencia del positivismo. Es la Unidad que desune, es la conexión que separa, el grupo que divide.

YO: ¿Cómo conectarnos sin ser adictos a la conexión?

SOY: En el tiempo de las redes y las comunicaciones, el humano comenzará a fusionarse cada día más con la tecnología, y esto trae un aspecto positivo y uno negativo.

YO: ¿Qué es lo positivo de fusionarse a la tecnología?

SOY: El desarrollo inevitable, la expansión del pensamiento y las capacidades humanas. No es negativo, pues el humano también es parte de una tecnología, la tecnología biológica, que ha ido evolucionando por prueba y error, combinando organismos tecnológicos como bacterias, virus, células, hongos, que se han adaptado a nuestro interior mejorando la especie.

YO: Pero cuando escuchamos que nos quieren poner chips, eso es terrible, porque es un control horrible.

SOY: Allí radica el aspecto negativo. No hay avance sin voluntad, no hay avance desde la imposición. No se puede obligar a un individuo a ir por el camino que no desea. Este es el grave reto: la pérdida de la humanidad. Considerar a la tecnología como única solución, separándonos de la Tierra, a los unos de los otros, generando batallas innecesarias.

YO: ¿Cómo no perder esa humanidad?

SOY: Desarrollando la propia tecnología y conectividad interior. ¿No lo ves? Tú eres tu mayor teléfono, tu mayor wifi, tu mayor conexión, tu mejor tecnología. Conectarse a uno mismo, tener tus tiempos de silencio, de escuchar la riqueza interior, de utilizar la imaginación y las artes, es lo que desarrolla la tecnología natural. Jamás, jamás debes prohibir la tecnología o su uso, negar su utilidad; sino por el contrario, debes simplemente focalizarte en mejorar tu propia tecnología, crecer interiormente a la par de la externa. El reto humano es avanzar en la tecnología biológica, el desarrollo de su propio ser, al nivel de avance de la tecnología exterior.

YO: Una vez me reuní con una persona de la India, millonario espiritual, con quien hablé del proyecto YOSOY, y la intención de conectar las redes para armonizar la Tierra y la Humanidad. Y su respuesta me dejó desconcertado. Me dijo: eso será obsoleto, porque el desarrollo interior es muy lento, y lo que la gente realmente busca es la felicidad, nada más. Y toda experiencia de bienestar y espiritualidad proviene de una reacción química a nivel glandular. Teniendo un chip que pueda regular tus hormonas, tranquilamente podrías ser feliz siempre, y no habría conflictos en la Tierra, ese es nuestro objetivo”. Me pareció horrible, y me fui.

SOY: ¿Por qué te pareció horrible?

YO: Me pareció falto de humanidad.

SOY: ¿Qué es ser humano?

YO: Bueno… Es ser una entidad capaz de conectarse desde su ser, desde sus emociones, de ser creador, aventurero, alguien que colabora desde su naturaleza… No porque se lo diga un pulso eléctrico de un chip.

SOY: ¿En qué difiere un chip que envía una señal eléctrica a una glándula, de la señal eléctrica que tu cerebro envía a la misma glándula?

YO: …Que una es exterior y la otra interior.

SOY: Si el resultado es el mismo, el fin es el mismo, ¿en qué difieren?

YO: No sé…

SOY: Difieren simplemente en el factor de la consciencia. El resto, es lo mismo. Una población que busca sobrevivir y ser feliz, es inconsciente, pues se basa en las necesidades básicas como único fin, la vida eterna como idea de verdadera victoria. Sin embargo, son todas ideas animales. La consciencia de uno mismo, la autopoiesis, de la que hemos hablado, es la única diferenciación entre un proceso biológico y uno tecnológico. Si te enfrentas a un pueblo que busca conectarse desde la necesidad, encontrarás un mundo conectadamente separado, pero feliz. Si te enfrentas a un pueblo que busca ser la propia conexión por el simple hecho de ser, de experimentar y gozar la existencia, encontrarás un mundo conectado a la consciencia, creador. Y ser consciente o no, no depende de ti, sino de la voluntad de cada uno. Ambos caminos son lógicos, pues aquellos que no buscan la consciencia pueden adquirir el chip y ser felices: ¿por qué les impedirías ser felices? ¿Sólo porque tu ideología no te lo permite? ¿No estarías siendo como todas las ideologías que criticas?

YO: Claro… Entiendo, no puedo luchar contra algo que yo considero bueno para otros cuando los otros no lo consideran bueno para ellos…

SOY: Por ello, tu rol es conectarte a ti mismo, crear mejores sinapsis expandiéndote a otros que buscan lo mismo, creando redes que faciliten al mundo descubrir su infinito poder creador de redes evolutivas, sin impedir a los inconscientes encontrar la anhelada felicidad que buscan. Aún así sean controlados, es su elección. Tú sólo puedes velar por los que desean vivir despiertos y libres.

YO: Y ¿qué hay de ayudar a los que no saben que están presos de esa conectividad falsa?

SOY: No los puedes sacar de su verdad, sólo mostrarles la tuya, y ellos decidirán.

YO: Entiendo…

SOY: Pero primero, debes ser libre tú mismo de ese control que el mundo impone sobre ti. Has venido a conectar las redes, pero no podrás hacerlo si las mismas redes que utilizarás te mantienen preso, quitándote los espacios de conectarte contigo mismo. El exceso de información es contraproducente a una mente flexible: saber más no te hace sabio.

YO: ¿Qué me hace sabio?

SOY: Ser tú mismo.

YO: YO SOY.