YO: Ayer durante la transmisión especial que hicimos, pasaron cosas increíbles. Con motivo del tema de la Bipolaridad, decidimos representar el tango de Piazzola: “Balada para un Loco”, vistiéndonos irregularmente, y escenificando una historia improvisada, que, más allá de unas mínimas indicaciones al principio, jamás tuvo como objetivo durar toda la hora, y convertirse en una especie de constelación de emociones erráticas.

SOY: Libertad de expresión.

YO: Sí. Nos sentimos libres, y debido a esto surgieron cosas asombrosas, en que la improvisación artística de los chicos, me permitió narrar la explicación sobre este tópico. Se sintió fluido, cómo todo nos llevó de la expresión a la explicación y de allí a la alineación.

SOY: De la misma forma que el universo se adapta, mediante el caos. Toma aquello irregular para darle sentido y ordenarlo en un patrón requerido.

YO: Sí, eso es lo que me gusta de este tipo de acciones, que ordenan el caos, dándole lógica. Aunque no todos lo ven así. Muchas personas, siguen mirando la escenografía y no ven el mensaje de la obra.

SOY: Es la diferencia entre arte y entretenimiento.

YO: ¿Cuál sería?

SOY: El Arte es la capacidad de tomar una realidad y transformarla en otra, mostrando una acción mutable que propone belleza, armonía y contenido capaz de nutrir a quien lo realiza y quien lo recibe. Por el otro lado, Entretenimiento es tener algo que hacer entre otras cosas. Es un espacio de distención donde el contenido no es lo importante, sino que lo es la capacidad de relajación en la contemplación, donde no es necesario ir a lo profundo, sino que es algo que separa dos momentos de atención, algo que está entre lo profundo, como un mero conector de distensión. Muchas personas viven su vida de esta manera, pues es mucho más sencillo no profundizar y quedarse en la información superficial que es propia de una vida basada en creencias y preconceptos.

YO: O sea que una persona que vive desde el Arte va a lo profundo… ¿Eso? Pero, hay mucha gente que se dedica al arte y es muy superficial, y a veces el arte se ha fundido con el entretenimiento…

SOY: En el principio de los tiempos humanos, el Arte estaba relacionado a las capacidades más profundas de un ser, que le permitía contar su rico mundo interno, trasmitir conocimiento, expresar el espíritu. Las diferentes artes de las que ya hemos hablado, tenían la intención de amplificar la mente, la emoción y el cuerpo de las personas, volviéndonos más ricos, íntegros. Pero muchas de esas artes, de esas visiones profundas del mundo interno proyectado en el externo, acabaron por convertirse en identificativos de un pueblo, lo que les permitía reconocerse entre ellos y distinguirse de otros. Así, ciertos colores, vestimentas, palabras, construcciones, tradiciones, pasaron a ser emblemas de reconocimiento, y el arte se volvió una forma de unir, de conectar a los grupos. Esto hizo que las fuentes artísticas se volvieran herramientas sociales, cultura y religión, leyes, normas, moralidad. Surgen las naciones y con ellas los nacionalismos, y de allí, la identificación de grupos en relación a formas de hacer en la vida y ver el mundo. El arte pasó a ser un patrón, una ley de vida, dejando de ser creatividad, para ser fundamento de la estructura sobre la cual se sostienen las sociedades. Cuando el arte se sacude, cuando busca levantarse y mutar como su naturaleza indica, los cimientos sociales tambalean, llevando a momentos de inestabilidad sistemática, que pone en riesgo al statu quo, aunque promueve la evolución. Salirse del lugar hace que a los cuerdos del sistema, los movilizantes y manifestantes parezcan locos, y tratan de opacar el arte que de ellos emerge. Así es como ves al arte como principal arma en una dictadura, como fundamento de toda revolución, la primera voz en querer ser callada por aquellos que tratan de mantener el orden según sus tradiciones. Estados y Religiones, así como los Clanes, suelen buscar mantener una idea constante de lo que debe ser, para no perder la estabilidad, y si algo rompe con dichos esquemas preestablecidos, enseguida apuntarán su dedo índice hacia el “culpable”, en la crítica que discierne “lo que está bien de lo que está mal”.

YO: Esto es lo que he visto muchas veces, muchas personas juzgando cómo me visto, qué como, si tengo cara cansada, si dije una mala palabra, y alegan que por ser imagen pública debería actuar como ellos esperan para que encaje en sus patrones. Hoy leí a alguien que le molestó que me pusiera una camisa y un gorro  porque “no era espiritual de mi parte”, ya que según sus estándares, alguien espiritual debería ser austero, humilde, y rapado como un monje tibetano. De hecho, eso fue lo que puso… Entonces me pregunto, ¿hasta qué punto se tiene razón en esto o realmente yo no lo estoy haciendo bien por ponerme un sombrero que me gusta?

SOY: Jejeje, las Apariencias. Debido a que la cultura convirtió al arte en tradición, lo diferente dejó de ser arte para convertirse en una mera distensión ilógica que relajase la mente, como ver cuadros, hacer exposiciones, ir a la moda en el diseño, competir en las obras teatrales por la mejor originalidad, hacer libros de contenidos nulos, películas de risa o llanto sin mensaje, programas de televisión en general. Lo diferente dejó de ser visto como lo que transforma, para convertirse en un mero nexo de mente en blanco donde el individuo deja de participar para convertirse en un mero espectador vacío. Así, se pierde más tiempo en las apariencias de las cosas, y las mismas se vuelven sinónimos de sus contenidos. El humano deja de profundizar, y si ve una cruz, enseguida ve cristianismo, cuando tal vez habla de solsticios y equinoccios, ve espiritualidad en una túnica, o iluminación en un monje tibetano. Comienza a juzgar el contenido simplemente por las apariencias, pues dejó de profundizar para vivir en la superficie. Es más fácil y ágil interpretar algo por cómo luce que dedicarle el tiempo de conocerle y entenderlo.

YO: Claro… Lo veo claro.

SOY: Así surge el entretenimiento, el cual deja de ser simplemente el tiempo que se tiene de dispersión entre una cosa y otra, para convertirse en una forma de ver el mundo, y los individuos juzgan las realidades como si se tratase de puntuar con estrellitas el contenido de una plataforma como Netflix. Comienzan, pues, a ser guiados por las apariencias más que por el contenido, y creen sólo en lo que ven.

YO: ¿Qué son las apariencias?

SOY: Viene de la palabra “Par”, que significa un igual, parecer. Con el prefijo “ad” (hacia), surge “Aparecer”, que es dirigirse hacia lo que es semejante. La apariencia habla de la cualidad de un ser para semejarse a otro. Esto es un término útil en el desarrollo evolutivo, pues así muchos seres han sobrevivido, aparentando ser partes de un árbol, o parecidos a otros animales más peligrosos. Lo mismo sucede con ciertos depredadores que aparentan ser sus presas o el medio ambiente en que las mismas se mueven, atrayéndolas directamente hacia sus fauces. La idea de aparentar ser lo que no se es fue funcional al desarrollo, creando estas bipolaridades en un individuo, que proponen la opción de ser más de una cosa y adaptarse al medio. Sin embargo esto puedo ser utilizado en diversas áreas que más allá del desarrollo, proponen control, dominio, y todo tipo de ataques a los demás. 

YO: “Las Apariencias engañan”, suelen decir…

SOY: El lobo que se viste de oveja, y la oveja que se viste de lobo. El primero es el claro ejemplo de aquellos individuos que buscan obtener algo de los otros, y por ello se visten de sus pieles y tradiciones, con el objetivo de ser aceptado como igual aunque no lo sea en absoluto, y sus intenciones rocen lo macabro y maquiavélico. Por otro lado, la oveja vestida de lobo suele ser aquella persona que se hace la fuerte, que se mueve en espacios duros y grotescos, pero que en realidad lo hace para no ser dañada, cubriéndose de capas ajenas que le fortalecen en apariencia aunque por dentro se estén rompiendo, frágiles como el cristal.

YO: Claro… Como ese Heavy Metal que es un tierno y amoroso ser, comparado a un Espiritual de la New Age que es un manipulador dictatorial.

SOY: En un mundo superficial, las apariencias son ante todo la forma de comprender y asimilar el entorno, basándonos en los colores de piel, en las ropas, los gustos, los movimientos, las personas con las que uno se junta, las tradiciones que sigue. La misma herramienta que nos dio lugar en este mundo, es la que nos separa y destruye a la hora de construir algo nuevo y puro.

YO: Sí, he visto esto en el mundo de aquellos que esperan vivir en una realidad armónica, bella, espiritual, y sin embargo, existen los mismos prejuicios, juicios, condicionamientos, repitiendo patrones de las religiones de creer que su cielo o su forma de ver las cosas es la que vale, y la de los otros no.

SOY: Debes ponerte en el sitio del observador y reconocer qué cosas observas del mundo con el juicio de tus creencias y expectativas. Es importante que todos hagamos una autoobservación que nos permita reconocer a quiénes juzgamos. Porque estoy seguro que a muchos como a ti, os será fácil decir lo que otros señalan desde sus prejuicios, pero suele ser más difícil aceptar a aquello que nosotros señalamos. Te invito a hacer este ejercicio.

YO: ¿De reconocer a quiénes juzgo por las apariencias?

SOY: Exacto.

YO: Pues… Si lo pienso bien, a muchos. Me ha pasado por ejemplo que siempre que he ido a China la pasé muy mal, y en mi cerebro tengo un preconcepto con todo lo que se refiere a China en muchos aspectos en general.

SOY: ¿Te consideras racista?

YO: No, mentalmente no me considero racista, pero es verdad que a nivel cultural uno puede volverse sin querer. Nací en un entorno en el cual hasta mis 18 años nunca vi a alguien de piel negra, ni un asiático. Tuve muy poco contacto con otras etnias en toda mi infancia y adolescencia, e incluso en la edad adulta, nunca se dio un contexto de diversidad, no porque no quisiera, sino porque no pasó nunca. En este tema de las apariencias he visto gente pensar que hay que tener amigos de cada etnia para demostrar que somos integrativos, y ese comentario me parece mucho más racista que no tener amigos de otros colores, porque no puedo concebir que las amistades deban darse sólo por la apariencia. Y me ha pasado, sin embargo, caer en la generalización, en “meter a todos en la misma bolsa”, como hablar de “chinos” en lugar de aquellos que concretamente me afectaron. Supongo que es un tema cultural a trabajarse.

SOY: ¿Te consideras homofóbico?

YO: Sería absurdo…

SOY: No lo es. ¿Cuántos homosexuales son homofóbicos?

YO: Bueno… Claro… Es verdad, por el tema de “tener pluma”, ser afeminado, a veces he juzgado la exageración de algunos sobrepasando incluso lo femenino para exacerbar su condición natural… Me ha parecido innecesario.

SOY: Pero admites que ha sido un juicio.

YO: Sí…

SOY: ¿Eres propenso a la misoginia o la misandria? Es decir, el odio a la mujer o el odio al hombre.

YO: No, no me considero así, porque no veo tengo conflictos ni con uno ni con el otro en ningún sentido.

SOY: ¿A quiénes has juzgado por la apariencia?

YO: Uf… A muchos, en muchos ámbitos. Al principio tenía miedo de los Metaleros, los amantes del Heavy Metal, que me parecían diabólicos, hasta que mis mejores amigos eran Heavies, y mi visión sobre ellos cambió rotundamente. Antes tenía terror a los travestis y transexuales, pero sobre todo a los primeros, porque me producía inseguridad, me da miedo el maquillaje y las pelucas, no saber quién está realmente detrás. Pero con el tiempo pude superar ese miedo y ya no me afecta internamente, me di cuenta que era algo muy propio de mí. He juzgado mucho a las personas que son espirituales de la New Age, siendo que yo formo parte de ello en cierta forma, pues no tolero la falsa espiritualidad, los abrazos y amores sólo por el hecho de que “hay que ser amoroso para ser espiritual”. He tenido intolerancia en mi interior con ese tipo de personas. Así que sí, he juzgado y juzgo por las apariencias.

SOY: Y, ¿qué juzgas de tus propias apariencias?

YO: Muchas veces me juzgo por ser espiritual y canalizar, por más que me siento bien, me juzgo como errático, absurdo. También mi cuerpo, hasta los 21 no acepté realmente ser hombre, y desde ese momento nunca acepté mi cuerpo del todo, siempre tuve complejos con mostrar mi cuerpo, dándole mucha importancia a lo superficial, al cómo se ve.

SOY: ¿Has juzgado a los otros por hacer las cosas como las hacen?

YO: Como buen ascendente en capricornio, sí, siempre he pensado que podría hacer mejor lo que hacen otros… A pesar de ello, respeto siempre las formas y nunca, jamás públicamente diría a alguien cómo debe hacer lo suyo, porque sé que si tuviera que estar en mis manos me ocuparía yo, pero no lo está, no es mi tarea. Eso no quita que me haya reído incluso de las incapacidades de otros de hacer lo que hacen y el cómo lo hacen. Y ahora que lo pienso, es algo que me molesta mucho cuando me lo hacen a mí, la única diferencia es que yo no lo digo, que creo que es peor.

SOY: Bueno… Lo importante es darse cuenta, hablarlo, reconocer que el ego está dañado, y por ello daña. Reconoce que lo que vives es un reflejo de lo que eres. Y las apariencias dominarán tu vida si les das mucha importancia.

YO: ¿Debería darnos igual cómo lucen las cosas?

SOY: Oh, no, el cómo lucen nos ayuda a saber qué hacer con ello. Una fruta verde es incomible, horrible al sabor, casi tóxica, mientras que una madura es perfecta para el organismo, aunque cuando la ves marchita, será útil para el compost. La imagen, apariencia de dicha fruta, te permite identificar tres estadios útiles de la misma. Reconocer las apariencias ayuda a identificar los estados, pero no lo que es. Una fruta es una fruta, desde que florece hasta que es consumida para nutrir la semilla. Sin embargo sus estados mutables sirven para procesos diferentes. Las apariencias hablan de esos procesos, por ello, no puedes juzgar al ser o individuo por cómo luce, sólo puedes comprender su estado actual de acuerdo a su semejanza.

YO: Entiendo…

SOY: Así que, no juzgues al ser por sus apariencias, pero presta atención a las mismas, pues te indicarán lo que está sucediendo ahora.

YO: Las apariencias son lo primero que vemos en otro, que nos atrae o nos repele. ¿Cómo gestionarlo?

SOY: Esa es la energía sexual. El sexo son las divisiones, lo que nos separa y nos hace únicos, y son las apariencias físicas las primeras que atraen a complementar lo que nos falta o lo que podemos entregar.

YO: A mí me gustan los hombres, y tengo mis gustos específicos en relación a ellos. ¿Por qué soy atraído por esta apariencia y no otra?

SOY: Porque en esta vida tu mayor rol es el de ser la Red, ser la madre que contiene, y por ello necesitas la energía que te nutra, la que se mueve por la red, la masculina. Además, tu vacío está allí, la ausencia del padre por 27 años de tu vida, la muerte de tu padre hace 12000 años dándote la responsabilidad de un pueblo, y el rechazo y exilio impulsado por tu padre hace 900 años, ha construido la necesidad de buscar amor en los hombres, y en verte el padre que no has podido tener por miles de años. La búsqueda de alguien por las apariencias está relacionado a lo que tuvimos o nos falta, y que necesitamos completar. Tú ya has tenido suficiente presencia femenina en tu vida, y nunca han representado una falta, sino un complemento constante, lo que ha diseñado una integración con la apariencia de mujer mucho más profunda que con la del hombre.

YO: Oh, entiendo… Sí, tiene sentido.

SOY: Las apariencias nos atraen los unos a los otros despertando la energía sexual o asexual en función de los vacíos que debemos llenar o que preferimos rechazar, todo en relación a lo que nos hace sentir nutridos. Por ello, reconoce tu energía sexual en la búsqueda de las apariencias también.

YO: Siento un gran desajuste en ello. Siento que la energía sexual es algo que no he logrado sostener del todo en mi centro, como si, necesitara llenar un vacío, y por ello busco parejas con la apariencia de lo que no encuentro en mí, lo cual hace que siempre mis relaciones fracasen.

SOY: Porque debes redirigir dicha energía en pro de sostener tu propio ser, y no el de otros. Utiliza la energía sexual para la ascensión en lugar de la dispersión. Recuerda, la energía sexual es otro de esos grandes entretenimientos que una vez fue arte. Reconéctate con el arte del Sexo, trascendiendo el entretenimiento en él, y utiliza su energía para ir más allá de las apariencias. Parece que nada tenga que ver, y sin embargo, el aspecto sexual se relaciona a la piel, el órgano que cubre todo, y por lo tanto, el vestido que se ve, lo que aparenta. Manejando la energía sexual, liberando las represiones y las expectativas, yendo más allá del entretenimiento y volviéndolo arte, serás capaz de ir más allá de las apariencias, del buscar lo que falta, de rechazar o desear, ocultarse para ser aceptado o para tomar lo necesario, y así, podrás ser libre de lo que aparentas, para ser tú mismo. Además de que en la energía sexual se controlan muchas más personas que en otras áreas, siendo hoy uno de los principales motores del mundo: la venta de la apariencia sexual.

YO: Inesperado, pero extrañamente hace sentido. Me recuerda a esa frase que solemos usar en Argentina cuando alguien se encuentra demasiado quejoso, nervioso, juicioso y crítico con los demás, que es: “A esta persona le hace falta una buena sacudida (Sexual)”.

SOY: En el juicio de las apariencias, la frase se utiliza porque en el orgasmo se liberan dopamina y endorfina, que hacen que la persona se relaje y vea todo completamente diferente a como lo hacía estando en tensión. Pero no es necesario que otro “resuelva ese problema”, cuando uno mismo sabe dirigir la energía sexual propia, es capaz de trascender todo estado de tensión, y salirse de las apariencias al amarse a uno mismo.

YO: Pongo la intención de ser libre de parecer lo que no soy, y de juzgar las cosas que me parecen. Siendo dueño de mi propia energía creadora.

SOY: Aparentemente, estás en el camino de ser tú mismo.