top of page

344°

jul13

Hojas

Corazón

🫀

😄

🦀

Emocional

Yo Siento

Zi: Yo Soy Vibración del Corazón

BLOG

octahedron crystal sogutwiefertig_edited.png

YO: Tras nuestra charla de ayer pude soltar muchas cosas… Me sentí más liviano, y hoy dormí ininterrumpidamente.


SOY: Estás dejando caer aquellas historias emocionales que pesan en ti, y lo que proyectas de ellas en el futuro.


YO: Sí. ¿Sabes qué me di cuenta?


SOY: ¿Qué?


YO: Que me gusta sufrir. Encuentro placer en el sufrimiento. Mi cerebro lo encuentra casi excitante.


SOY: Interesante. ¿Cómo has llegado a esta conclusión?


YO: Bueno, creo que es algo que le pasa a muchos humanos. Ayer miraba una serie, un romance de ficción pero que refleja muchos romances de la vida real, con sus conflictos. Me di cuenta que me encantan esos momentos románticos y hermosos en que las cosas van perfectas, pero, también me di cuenta de que no las puedo sentir reales o románticas si no hay secretos y ocultismo en ellas. Es decir, la historia era de dos chicos de muy diferentes clases sociales; uno se descubre gay, el otro ya sabía, pero deben mantenerse en las sombras para que nadie sepa, pues era algo prohibido en cierta forma. Es decir, los chicos y las chicas tenían su vida romántica normal, excitante pero predecible, nada que ocultar. En cambio, cuando se trataba de ellos, todo era más intenso…


SOY: Por la tensión justamente… Del entorno.


YO: Sí, era como si lo prohibido fuese mucho más excitante. Y, entonces, en eso prohibido hay muchos problemas, conflictos, que llevan a ambos a sentirse mal, alejarse, pelear, habiendo fuerzas externas que los quieren separar… Y me di cuenta de que cuando más tensión hay, más placer siento en la historia de amor… Y pude ver en retrospectiva que las personas de las que más me he enamorado en la vida, estaban rodeadas de una niebla de sufrimiento y prohibiciones, lo que me hacía quererles más aún. Y estoy seguro que esto no sólo me pasa a mí, sino la mayoría de las historias de amor no tendrían este tipo de conflictos ni habría series, libros y películas que llenan nuestras vidas con estos contenidos… Somos nosotros que pedimos este tipo de historias, y aunque sabemos que podemos ver otra cosa, elegimos esto que nos deja con un sabor agridulce de angustia y amor.


SOY: Aha…


YO: Entonces, ¿por qué, si conscientemente pedimos ser felices, inconscientemente nos da placer el sufrimiento?


SOY: Buen punto. El otro día te expliqué, que los sensores del cerebro para recibir las señales externas son los mismos para identificar el placer que el dolor, y esto se debe a que ambos son extremos de una misma escala. Si habláramos de música, podríamos interpretar que las octavas más graves producen placer y las más agudas producen dolor, pero son las mismas notas en el mismo orden. Tanto uno como el otro generan un colapso nervioso general, en que todos los nervios reaccionan tensionándose. Y esto está relacionado al proceso hormonal. Recuerda que cada emoción que sientes es una reacción química sobre tus células y nervios. Cuando realizas una acción que implica actividad intensa se segrega adrenalina desde las Suprarrenales, llenando el torrente sanguíneo de este cocktail químico que impulsa al cuerpo a tensionarse para que los músculos reaccionen al entorno. Esto sucede tanto cuando te asustas y debes correr con urgencia, así como cuando tienes sexo. El cuerpo se pone alerta pues está realizando una actividad que no es común o cotidiana. La mezcla de hormonas produce una dilatación mayor del corazón para que la sangre fluya a mayor velocidad, alterando el ritmo cardíaco, lo que incentiva al movimiento, la acción, al elevar la temperatura de los músculos. Una sobreoxigenación pone al cerebro en estado de alerta máxima a todo lo que pueda percibir, y los sentidos se agudizan. Todo esto relacionado tanto en momentos de escape de un depredador, o estar atento para encontrar la pareja de reproducción. En ambos casos, tras la actividad intensa, se segrega serotonina para calmar el cuerpo, controlando la actividad, produciendo relajación. En el caso de los mamíferos, además se segrega endorfina, lo que fortalece el vínculo con el otro. Esta mirada frívola si se quiere, es lo que genera la base del amor entre las personas, pues los individuos, al sentir esta hormona, sienten calma y placer sólo ante la presencia del otro, lo cual fortalece a los grupos, que mediante el amor y la estima, se mantienen unidos. Así, la reacción de reproducción es más poderosa cuando se siente amor que cuando no se siente.


YO: Muy frívolo, sí… Pero entiendo.


SOY: Bien, entonces, como habrás visto, el cuerpo es muy básico en este sentido. El problema comienza cuando ponemos mente, cultura, tradición, expectativas. Cuando imaginamos cosas que al cuerpo no le están pasando. Cuando ponemos límites mentales como “prohibición”. En la naturaleza, nada está prohibido, lo prohibido es simplemente un peso recibido con antelación, impuesto por algo que me impide moverme, actuar. Viene de “pro” (delante, más allá) y “habere” (tener, sujetar), es decir, tener o sujetar algo más allá de lo que se puede. en una palabra: Contenerse. Esta idea nace con la moral, pero la biología no lo entiende. Para la biología todo es casi binario: escaparse o enfrentar, quedarse o irse, atacar o huir. En esa visión simple, la naturaleza nos prepara para ser víctima o victimario, para ser presa o depredador. Por ello, durante millones de años, nuestro cuerpo se programó para sentir placer o dolor, en tanto las circunstancias lo ameritan. Ahora bien, al llegar la prohibición como concepto moral y no biológico, el cerebro interpreta lo prohibido como una amenaza, como algo que puede depredarme, convertirme en víctima, pero la moral prohíbe cosas que para la biología son normales, como el sexo en diversas formas, entre muchas otras cosas. Por ello, el cerebro no comprende qué es lo que realmente debe sentir, si placer o sufrimiento, y por lo tanto, nos hace sentir ambas a la vez.


YO: Por ello nos gusta tanto lo prohibido, encontramos placer en las cosas que pueden dañarnos…


SOY: Así es. Para la naturaleza es fácil: o tienes o no tienes, pero tenerlo delante y no poder sujetarlo, hace que el cerebro colapse, llevando a una extraña excitación ante el peligro. Esto hace que, a diferencia del resto de los seres vivos, los humanos guarden enormes cantidades de sensaciones y emociones en el inconsciente, ocultos por ser prohibidos.


YO: Uf… Esto es lo que genera todas las parafilias…


SOY: Una parafilia es un instinto de placer invertido, es decir, cuando algo produce un placer que no tiene lógica para la consciencia. Hay filias aceptadas en ciertas culturas (como el Fetichismo, placer por objetos inanimados, y el Parcialismo, placer por objetos animados que no son los genitales, como los pies; también la Gerontofilia, placer por los ancianos, y la Knismolagnia, el placer sexual por las cosquillas), otras que se dejan en las sombras a gusto de cada uno (como el Masoquismo, el placer por recibir agresiones de todo tipo, y el Sadismo, placer por generar esas agresiones; así también como el Urofilia y Coprofilia, placer por el orín y las heces; y la Asfixiofilia, peligroso placer por asfixiar o ser asfixiado), y otras prohibidas por la ley (como la Pedofilia, placer por los menores de 14 años, la Zoofilia, placer por los animales, la Necrofilia, placer por los muertos, y Voyeurismo, placer por espiar a otros, y dentro de ellas, la más sutil: el Exhibicionismo). Estos comportamientos surgen debido a sensaciones encontradas en el cerebro en relación a sufrimientos, traumas de la infancia, prohibiciones erráticas de su entorno, condiciones de crecimiento. La represión de ser y sentir, puede acabar generando parafilias, por un mal manejo de la energía emocional que se recibe y se da. Algunas parafilias son catalogadas de tal manera debido a la moralidad de un pueblo, pues lo que para un país o cultura puede ser normal, para otro puede ser un acto prohibido, así como para ciertos países africanos, la tradición de acostarse con niñas o niños menores de edad es una costumbre que se utilizaba para asegurarse la virginidad de los mismos en la reproducción, lo que llevó a matrimonios con niñas, algo que ciertas culturas ven como natural, mientras que las mismas culturas ven la homosexualidad como una parafilia o algo prohibido.


YO: Siempre depende de dónde uno lo mire. Pero, debería poder llegarse a un consenso… No?


SOY: Desde luego, pero eso sucederá en una civilización global, hoy podemos comenzar a pensar en esos consensos, pero juzgar el pasado no tiene sentido, pues los contextos son distintos para cada grupo histórico.


YO: Entiendo…


SOY: Ahora bien, estos placeres ocultos, todos se engloban por el placer a lo prohibido, a aquello que puede hacernos sufrir, pues las reacciones químicas son las mismas, y por ello, en menor o mayor medida, a todos los humanos les producen más placer las historias difíciles que las fáciles. Por ello uno se enamora de lo complicado. Cada individuo en niveles diferentes.


YO: Sí, me pasa que, cuando las cosas son muy fáciles, no logro encontrar placer en ellas…


SOY: Y por ello buscas complicarlas. ¿No?


YO: Sí… Es verdad… Complico las cosas sólo por placer. Sin conflicto no me siento vivo…


SOY: Esto se produce hormonalmente, pues la acción se da cuando sientes estas emociones internas que te impulsan, si no hay un contexto que te fuerce a producir estas hormonas, entonces no accionarás. Por ello nos movilizan las historias que nos hacen sufrir, que nos dan angustia. Por ello nos victimizamos.


YO: Victimizarse, pues, es un mecanismo de placer…


SOY: Así es, porque sentimos que la energía se vuelca sobre nosotros. Vivir en un drama constante, genera una sensación agradable en el cuerpo que le hace buscar nuevas situaciones dramáticas. Al victimizarse uno recibe amor, atención, y a veces críticas, pero, atención al fin. Cuando las miradas y pensamientos se vuelcan sobre ti, se produce un cierto placer.


YO: Sí, lo reconozco, es algo que me pasa, en que al victimizarme siento que gano energía, que recibo amor… Esto es muy enfermizo…


SOY: Es simplemente una reacción típica de los datos ocultos en el inconsciente. Como dijimos, lo prohibido es aquello retenido, contenido, aquello que no puede soltarse, que es una carga. ¿Cuántas cosas prohibidas viven en ti?


YO: Muchas… Siento muchas cosas que me limitan, que no me dejan sentir amor, y en lugar de buscar otras, sigo esforzándome por estar en esa circunstancia… ¿Cómo se sale de esta situación de buscar situaciones de sufrimiento para sentir placer?


SOY: Mira, si prohibir significa que se tiene algo más allá de nuestro poder, debes comprender qué es lo que se tiene, en primer lugar. “Habere”, tener, poseer, es la acumulación de emociones que no me permito soltar. Que inundan el corazón de una peligrosa excitación. ¿Cómo sueltas lo que tienes en el corazón?


YO: Dando…


SOY: Y por lo tanto así puedes Recibir algo nuevo. Dar y Recibir. Lo que posees está en tus manos, lo que retienes en tu inconsciente, se escribe en tus palmas.


YO: ¿Las líneas?


SOY: Podríamos decir que, culturalmente se consideran a las líneas de las manos como la lectura de los registros del pasado y del futuro. Aunque, en realidad, son sólo registros de datos probables. Cada línea en tu mano es como un trazo que las células dejan impreso donde puede leerse las informaciones de probabilidad registradas en el inconsciente. Sentimientos, intenciones, traumas, potencialidades, todo lo que hace al ser existir como tal. Con tus manos realizas todo en tu vida, sientes todo, por ellas recibes del mundo y das al mundo. En ellas, pues, retienes lo que das y recibes, como información para toda la eternidad. En ellas se registra todo lo que pasa como dolor y placer y que habita tu inconsciente, y es por ellas, haciendo, que puedes liberarle.


YO: ¿Cómo?


SOY: Tus manos son como las hojas de un árbol. Mira las hojas de las plantas, y verás las mismas líneas, los nervios que se expanden a lo largo del limbo, nutriendo a la hoja y recibiendo de ella. Las hojas son las antenas de una planta, que cumplen una doble función: dar y recibir. Reciben la luz del Sol, para realizar la fotosíntesis, es decir, sintetizar la luz, en que la energía solar, fotónica, genera una reacción química que permite transformar la materia inorgánica (dióxido de carbono) en materia orgánica (azúcares). Esto es posible gracias a la clorofila, un pigmento sensible que existe en las hojas y algunas bacterias, que les permite metabolizar la luz. La clorofila es la que da el color verde a las plantas, ya que al procesar los fotones, lo hace captándolos en cierta longitud de onda, alrededor de los 500 nanómetros. La luz atrapada por la planta permite crear los carbohidratos necesarios para nutrir los frutos y las semillas, para lo cual toma agua (H2O) por las raíces y dióxido de carbono (CO2) por las hojas, convirtiéndolo en alimento, glucosa (carbohidrato: obteniendo del agua el hidrógeno y el carbono del dióxido) liberando el oxígeno restante al ambiente, el cual será utilizado por los animales para generar su propia energía. Recibir y Dar…


YO: Las manos de los árboles…


SOY: Cada hoja es, pues, una experiencia, una historia, una realización y acción, todas buscando energía en el mundo, y entregándola nuevamente en una forma trascendental. Todo lo que la planta recibe, es entregado al mundo completamente en forma de fruto, semilla y oxígeno. Las hojas son el Corazón del Árbol. Y un corazón prohibido, no puede dar ni recibir. Las plantas encuentran la manera de hacerlo, produciendo cosas positivas para el mundo. Toma lo que hace sufrir al mundo: azufre, dióxido de carbono, rayos solares, y lo convierte en vida, en alimento, en oxígeno.


YO: Toma lo que nos mata y lo transforma en vida… Es hermoso. Toma el sufrimiento y el dolor y los convierte en amor y placer.


SOY: Es el Corazón libre, que sólo puede recibir en su entrega. Me preguntas cómo haces para salir del sufrimiento… Y te respondo, no puedes salir del sufrimiento, no puedes salir de él. Sólo puedes transformarlo. Esa es la fotosíntesis del ser. Tomar todo aquello que retienes en tus manos inconscientes, oculto en el dolor y el sufrimiento, y hacer con ello algo útil para el mundo. Convertir el dolor en placer. Convertir una historia triste en un cuento o una canción, transformar una oscura emoción en una obra de arte; utilizar un trauma horrible como ejemplo para la sanación de otros. El sol que te quema es la materia prima del fruto que te refresca. El dióxido de carbono que te asfixia es la fuente de la energía de tu acción. El agua que te ahoga es el origen del aire que respiras.


YO: …Es tomar eso que me hace daño, y convertirlo en placer mediante mi capacidad creativa…


SOY: Siempre necesitarás la emoción del sufrimiento para reconocer que tienes algo que transformar en ti. No puedes salirte de esta sensación natural, sólo puedes reconocerla como fuente de tu acción transformadora. Las plantas no dejan de realizar fotosíntesis, cada día hay sol, y cada día harán su función, pues no habrá frutos ni semillas sin rayos y químicos tóxicos. Pero sí hacen algo que tú te prohíbes hacer.


YO: ¿Qué?


SOY: Soltar. Las mismas hojas que realizan este proceso de transformación, se dejan caer después de haber completado su misión. El Árbol deja ir las memorias, suelta lo que ya no le es productivo, lo que ya no le genera nada. Sin temor, deja ir y suelta relaciones, situaciones, experiencias, vínculos, emociones. Suelta a su corazón marchito, se permite ser libre de lo que contiene, para poder resurgir como nuevo en un ciclo trascendental. ¿Dejarás caer tus hojas?


YO: Soltar, dejar ir, es lo más difícil… Pues el cuerpo y el alma se acostumbran a sufrir por placer, convirtiéndose en un círculo vicioso difícil de soltar… Nos mantiene presos. Yo mismo siento que me cuesta soltar las historias escritas en la experiencia de mis manos.


SOY: Mira las palmas de tus manos, respira las memorias que salen de ella y todo lo que han hecho en la existencia. Reconoce que eres capaz de crear algo nuevo a partir de todo ello, y cuando lo hagas, déjalo ir. Suelta el resultado de tu acción, y permítete renovarte, comenzando de nuevo.


YO: Lo que entiendo con esto es que… Me dices de plasmar algo en el plano físico que me ayude a transformar eso que está dentro en algo real, y luego soltarlo… No quedármelo…


SOY: Toma tu angustia inconsciente, píntala en un cuadro, y luego véndelo o regálalo. De cualquier forma, habrás transformado la información en algo nuevo.


YO: Uhum… Entiendo el ejemplo.


SOY: Esto es algo que realizarás toda tu vida, no te apresures a querer resolver algo que es cíclico. Tarde o temprano llegará el momento en que realmente puedas soltar y crear algo nuevo mediante un libre dar y recibir.


YO: Desde mi corazón, me permito crear. Libero mi inconsciente en cada latido…


SOY: Toma las hojas en blanco y traza las líneas, escribiendo las historias que has de soltar, pinta sus caminos y escribe los versos que te liberarán. Narra en las hojas de este libro existencial, la historia que has de olvidar para poder recordar.


YO: Escribo mi verdad oculta en las hojas de mi vida…


SOY: Resonando en la Vibración de tu Corazón.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

ERA LIBRA= entre los años 13020 y 15170 a.C. aproximadamente, la constelación de Libra marcó la historia del orígen de la Atlántida y el fin de la llamada Lemuria, es decir, las colonias de Mu, del océano índico y Pacífico. En este periodo se desarrollaron los humanos tal y como los conocemos, la cultura y el lenguaje que determinaría el pensamiento de las próximas civilizaciones.
ankh ready4.png

(8/12)

bottom of page