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jul17

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Zu: Yo Soy Vibración de la Historia

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YO: Hoy me levanté pensando en qué más puedes sacar de la imagen de este Árbol de la Vida más allá de las raíces. Y entonces fui a desayunar, y sin pedirlo, una mujer me llenó el plato de patatas enormes. 


SOY: Y te las comiste.


YO: Obvio… Pero ahí entendí el tema de hoy. Lo más interesante, es que mientras las comía pensaba: ¿qué se puede sacar de una patata? Además de almidón… 


SOY: Oh, muchas cosas… Ni te imaginas. 


YO: Pues… Dime. 


SOY: No, primero dime tú. ¿Cómo te sientes?


YO: Pf… me siento raro, agotado… Con sueño todo el tiempo, con una melancolía extraña y sintiéndome extrañamente cada día más solo y apartado de todo el mundo. 


SOY: Las cosas están cambiando y exigen que lo externo se modifique para que puedas encontrar tu lugar. Si no mueves el entorno, si no lo reacomodas y permanece siempre igual, entonces nunca encontrarás tu forma, y tomarás la que determiné el entorno. 


YO: ¿Como el agua que se moldea según su contenedor?


SOY: O tal vez sería más comprensible con la patata. En la tierra, la patata puede expandirse, crecer y mover la tierra abriéndose camino para tomar su forma, pero si haces crecer una patata dentro de un recipiente pequeño como un frasco, entonces la forma del frasco condicionará los límites y forma de la patata, que dejará de ser ella misma para ser un reflejo de su entorno. 


YO: Oh, entiendo…


SOY: Para dar el siguiente paso, necesitas apartarte de tu entorno, y por ello, las condiciones se dan para que así sea. 


YO: Pero, es feo, horrible… 


SOY: Nunca obtendrás una gran transformación del inconsciente de manera lineal y programada. ¿Cómo sacas afuera lo que no sabes que tienes dentro? Es mediante la presión externa que se libera lo escondido. Y eso duele, genera traumas, es como un parto en que hay una separación. Como una madre que siente la presión de un hijo que no conoce, pujando por nacer, y en el parto siente que pierde una parte de sí misma. 


YO: Depresión posparto. 


SOY: Exacto. Allí aparecen sentimientos encontrados, una alegría por el inicio de una nueva vida, al mismo tiempo de sentir un vacío por una pérdida interior. Al mismo tiempo que se celebra un nacimiento, se realiza el duelo de una muerte. Y tú, estás tan apegado a ese útero, que sólo la presión es capaz de liberar lo que se esconde en tu inconsciente. Como todo humano, te ves inmerso en el momento de la tensión del nacer, y eso es algo que debes realizar solo. El momento de la trascendencia. 


YO: Pero… No me gusta estar mal, alejado de las personas que amo… 


SOY: A veces la belleza de un paisaje sólo se  puede apreciar desde lejos. 


YO: Entiendo… Aunque duele. 


SOY: ¿”Aunque”? No. Duele. Simplemente acéptalo. Duele. Jode. Da rabia, ira. Admite estar enfadado. 


YO: Lo estoy… El enfado es lo único que me mantiene fuera de la depresión. 


SOY: Porque es una fuerza interna tratando de salir de la profundidad, abriéndose paso ante la presión del ambiente. Pero debes admitir que la presión no es ejercida desde afuera. 


YO: ¿No?


SOY: Claro que no. La razón por la que sientes presión en tu entorno es porque tú creces. Si la patata nunca creciera, jamás sentiría la presión del suelo a su alrededor… Pero debido a que se expande, lo que antes sólo le cobijaba, ahora le presiona, y ello duele. Es natural. La culpa no es de nadie, ni tuya por expandirte, ni del suelo por contenerte. Es una reacción natural. 


YO: Entonces se supone que ante lo que me duele, ¿debo permanecer distante?


SOY: No exactamente así. Debes enfrentarlo, pero primero debes alejarte para contemplar la imagen general. El paisaje. Has sembrado cosas muy grandes, y el terreno es demasiado amplio para cultivarlo con las herramientas que dispones. Tienes que buscar más, ver desde otro punto de vista. Replantear el cultivo, los métodos. 


YO: Siento que en este mes me he retirado, como si hubiese estado más alejado que nunca de todo el mundo… 


SOY: Debes guardarte, preservar… 


YO: Pero, no quiero llegar así al Polo Norte… Debería llegar en paz, en alegría… Plenitud. 


SOY: Expectativas. Todas expectativas del cómo. ¿Quién te ha dicho que debes llegar allí feliz como si de eso dependiera todo? 


YO: Nadie…


SOY: Deja de pensar en el cómo deberían ser las cosas y acepta cómo son, para dejar de controlar tu destino, y cumplirlo de una vez por todas. Suelta las expectativas, las creencias. Déjate morir. Construye la tumba que te corresponde. 


YO: ¿Tumba?


SOY: Así es. Ayer has honrado a tus muertos, has reconocido las raíces por sus acciones, ahora, debes contemplar las tumbas y construir la tuya para dar así los nutrientes a quienes brotarán de ti. Por ello, todo este proceso te está llevando a un duelo incesante. 


YO: Mi propia muerte… Estoy construyendo mi propia tumba. 


SOY: Oh sí. Estás cavando tu fosa, para que puedan así reconocer tu tumba. Cuando la patata se ensancha, se hincha, levanta la tierra que le oprime, dejando una colina pequeña, parecida a una tumba. La palabra tumba proviene del griego “tymbos”, que significa montículo, una colina de tierra que en la antigüedad marcaba la presencia de un muerto. La palabra latina para esto era “tumulus” (túmulo), del verbo “tumere”, que significa “hincharse”, algo proveniente del indoeuropeo “teuë” (hinchado), que dio en latín el término “tüuer” y de allí “tuber”. En latín, una “pequeña hinchazón” se dice “tuberculus” (tubérculo).   


YO: Oh… los tubérculos. Patata, zanahoria, remolacha, rábano, yuca, jengibre, nabo, boniato…


SOY: Un tubérculo es una protuberancia de la raíz que se ensancha, con el fin de acumular reservas de minerales, agua, azúcares, sales, algunos conocidos como hidratos de carbono y almidón, en el caso de escasez o sequía. Las mismas comienzan a hincharse hasta ocupar espacios prominentes, que levantan el terreno. A veces, el tubérculo es la misma raíz, como en el caso de la zanahoria, o en otros casos, son formaciones laterales más allá de las raíces, como es el caso de la patata y el boniato. Algunos árboles poseen tubérculos, que son formaciones del estilo nodal, que se extienden por el terreno convirtiéndose en potenciales brotes para nuevos árboles. Los tubérculos elevan el terreno cuando se hinchan, y por ello a los antiguos les recuerda la idea de las tumbas de sus muertos, como si cada patata fuese un sarcófago. 


YO: Uf… Viéndolo así ahora me da un poco de cosa comerlo. 


SOY: En cierta forma todos devoramos a nuestros muertos a través de las emociones y acciones en nuestra vida. Ellos nutren la savia, impulsan a las hojas y flores a crecer.  


YO: La muerte da vida… 


SOY: Por ello, es necesario morir, dejarse morir, para poder nacer, y así vivir. En términos conceptuales, implica dejar morir una parte de uno mismo, hacer un duelo, reconocer ese dolor, de perder lo que uno ama, y comprender así qué es lo que está por encima de todo lo vivido, de cada experiencia. 


YO: Es decir, que al experimentar la muerte en vida, podemos reconocer lo que realmente valoramos de lo que tenemos, y convertir todo lo demás en abono… 


SOY: Eso implica cada una de las relaciones que poseemos. Por ello, debes dejarte morir. Por ello, las semanas más importantes de este año, desaparecerás, para que cada uno realice un duelo capaz de regenerar la idea de sí mismos en este camino de la vida. Y al hacerlo, aquello que permanece enterrado, se convertirá en los nutrientes para tu expansión. Cada uno de los tubérculos que se esconden en tu pasado, que se ocultan, representan informaciones dormidas en tu inconsciente que determinan la dirección en la que te mueves, aspectos que van más allá de ti, y que diseñan lo que ves de ti. En los tubérculos encuentras la fuerza para alzarte. Ahora bien, cada experiencia de dolor, cada situación inorgánica es reservada y acumulada en estos tubérculos, por lo que los mismos a veces pasan a ser quistes, tumores, si no tienen un uso concreto, un propósito. 


YO: Tuberculosis… 


SOY: Afección pulmonar provocada por un bacilo (bacteria) que infecta áreas respiratorias y se extiende a otros órganos creando nodos que obstaculizan la respiración, provocando tos, fiebre, y la aparición de tubérculos a partir de los tejidos internos que obstaculizan el correcto funcionamiento del organismo. El cuerpo permite el asentamiento de esta bacteria por la resonancia con la ira dentro de sí, por no sentir alegría en su vida. Tiene la sensación de estar olvidado, abandonado, desea guardar para sí solo a la gente a quien ama. Puede ser que su egoísmo le lleve a estar celoso de lo que poseen los demás y se siente “víctima”, con rencor hacía el resto del mundo, buscando vengarse de él, lo cual viene conectado a la sensación de pérdida de territorio, de invasión del mismo… ¿Sientes esto?


YO: Sí… Son emociones que siento…


SOY: Historias viejas de tus ancestros. Padres que han engañado a sus hijos, tu abuelo mintiendo sobre la casa, diciendo que era vuestra cuando no lo era. Su padre mintiéndole a él sobre la herencia de la misma. Tu tatarabuelo engañando a su hijo. Rabia acumulada por un territorio invadido, una casa apropiada. Víctima de lo que los otros poseen y tú no. 


YO: Oh… Ya veo… 


SOY: Los tubérculos acumulan emociones, historias, traumas, se hacen bolas que siguen acumulando generación tras generación, haciendo que los muertos pesen más que los vivos. 


YO: Pero en algún momento, nosotros también estamos acumulando… 


SOY: Así es. La necesidad personal en tu presente recrea estas situaciones y sigue acumulando, creando nuevos nódulos. 


YO: ¿Cómo se pasa de que los tubérculos sean algo negativo para el desarrollo, a que sean parte de él. 


SOY: Recurriendo a los potenciales que los mismos esconden. Y para ello, tendremos que recurrir a los tubérculos más famosos del Árbol de la Vida. 


YO: ¿Cuáles?


SOY: El Sefirot. En la Kabalah hebrea, se dibujan 10 principios divinos como nodos o tubérculos del árbol de sabiduría universal que llaman Sefirot. Integrando los potenciales de este Sefirot, puedes obtener los nutrientes de los tubérculos. 


YO: Creí que representan a los mundos y dimensiones de la consciencia, como los diferentes reinos de los cielos. 


SOY: Igual que en muchas religiones, los cielos se dividen en distintos estados, y a lo largo de ellos, sus habitantes entregan dones a los vivos. Sin embargo, estas historias no son más que analogías para describir un sendero psicológico. Podemos utilizar dos de los grandes árboles de la existencia en donde sus mundos poseen los tubérculos como herramientas de iluminación. 


YO: En la cultura hebrea, supongo que es el Sefirot, y en la cultura nórdica, supongo que es Yggdrasil. 


SOY: Si tomamos a Yggdrasil, veremos que este gran árbol está dividido en 9 Reinos. Desde sus raíces más oscuras, Niflheim (el hogar de las tinieblas y el terror), Helheim (el hogar de los muertos), Svartalfaheim (hogar de los elfos oscuros y los enanos), Jötunheim (hogar de los gigantes), Midgard (hogar de los humanos), Vanaheim (hogar de los elementales y dioses de la naturaleza), Alfheim (hogar de los elfos de luz), Asgard (hogar de los dioses) y Muspelheim (hogar primordial del fuego). Y partiendo de éste, podríamos agregar un décimo llamado Ginnungagap (hogar del vacío, de donde emergen todas las cosas). Este árbol contiene 24 frutos repartidos por los reinos, y uno más proveniente de Ginnungagap, representando al vacío mismo y toda posibilidad. Los 24 frutos o tubérculos que acumulan tanto lo positivo como lo negativo, útil para el desarrollo del árbol, son llamados como “runas”. 


YO: Oh… Las runas son potenciales… 


SOY: Suelen verse como herramientas de lectura de suerte, pero en realidad, son atributos a despertar en uno mismo. La runa Fehu simboliza la prosperidad, potencial de emprender, pero así también como reflexionar. La runa Jera es la recompensa por la labor, el inicio de nuevas cosas, así también como las dificultades en la tarea. La runa Wunjo, es la renovación interior, la evolución en sí misma, la celebración de vida, aunque también representa las enfermedades y la búsqueda de solucionar situaciones que nos detienen. La runa Mannaz habla de decisiones, la convicción, pero también habla de la lucha personal. La runa Naudhiz recuerda que nada es perfecto, es el reconocimiento de los fallos y la perseverancia para seguir avanzando. La runa Kano es el avance propiamente, la seguridad al caminar, que nos invita a salir de los apegos y estructuras que nos retienen. La runa Hagalaz es la transformación, recuerda la importancia del cambio, y nos muestra nuestras resistencias. La runa Berkana es la estabilidad, la familia, la casa, el amor, y a su vez, nos recuerda que para mantenerlo no hay que aferrarse a ello. La runa Tyr habla de la acción, de ponerse firme ante la vida, así como nos recuerda tener cuidado en todo aquello que nos lanzamos, a ser prudentes. La runa Isa es la firmeza, la confianza en uno mismo, por lo que nos recuerda estar firmes en nuestro eje ante las circunstancias adversas. La runa Gebo es la de las relaciones, el amor, la entrega de unos a los otros. La runa Raidho es el viaje, la retirada, el movimiento, y habla de tomar distancia de las cosas para analizar antes de actuar. La runa Thurizaz es un nuevo inicio, el fin de un ciclo y el comienzo de otro, pero nos recuerda tener los pies sobre la tierra, ser realista y tener coraje. La runa Ehwaz es el impulso que nos lleva a enfrentar las adversidades, manteniendo el respeto, ya que nos recuerda que a pesar de los cambios inesperados, todo siempre tiene un propósito. La runa Ansuz habla de creatividad y la capacidad de confiar en lo que eres capaz de hacer, recordándonos que a pesar de dicha confianza, no debemos autoengañarnos. La runa Perdhro es la prosperidad, el buen augurio, pero nos recuerda que es necesario superar los sentimientos de insatisfacción. Ser sincero. La runa Dagaz habla de integración, libertad y madurez, sostener el foco en las cosas que buscamos realizar. La runa Eihwaz es la solidez, el equilibrio necesario para obtener todo resultado esperado. La runa Algiz nos recuerda la importancia de decir no, de poner límites. La runa Othila habla de actuar diferente, buscar nuevas formas, modos, invita a la flexibilidad. La runa Sowelo, es la voluntad, la capacidad de manifestar, la gran energía creadora. La runa Laguz es la satisfacción, el eje con uno mismo y el entorno, es la seguridad en uno mismo, pero nos recuerda que es necesario a veces abrirse a recibir consejos. La runa Inguz nos lanza a realizar nuevos proyectos, habla de la gestación, de un nuevo orden en la vida, buscando la unidad. La runa Uruz es la capacidad creativa y la sexualidad, la capacidad de traer la mente a la materia, y para ello nos recuerda encontrar un equilibrio en esta energía vital. Y como dije, la número 25, o la runa 0, es la de Wotan-Odín, el principio y el fin, la aceptación de las cosas como son, sin expectativas. Todo es como es. 



YO: Son enseñanzas y herramientas para atravesar el árbol. 


SOY: Cada uno de estos 10 Reinos de Yggdrasil nos lleva a comprender la necesidad de los sitios más oscuros hasta aquellos más lumínicos de nuestro inconsciente, que guían lo que somos, y que, al usarlos con agudeza, podemos ser dueños de nuestros destinos. 


YO: Y ¿qué pasa con el Sefirot?


SOY: Ah… Aquí vamos. Los 10 Reinos del Árbol Hebreo son Kéther, Jojmá, Biná, Jesed, Geburá, Tiferet, Netsaj, Hod, Yesod y Malkhut. Y sus frutos, son las 22 letras del alfabeto hebreo. 


YO: ¿Qué significan estos tubérculos?


SOY: Kéther significa Corona, potencial puro de donde emanan todas las cosas. Inicio de la creación, voluntad primera de la existencia, potencial del ser. Jojmá significa Sabiduría, por lo tanto, el inicio de la mente, la idea, el pensamiento. Es la intuición que entrega las capacidades artísticas. Biná es el Entendimiento, por lo tanto el conocimiento y la razón, quien estructura y delimita las partes de la sabiduría creativa. Jesed es la Misericordia, relacionado a la incondicionalidad, la compasión, la bondad de estar al servicio desde el corazón. Geburá es el Poder, el Heroísmo. Representa la fuerza, el juicio, el discernimiento. Tiferet es la Belleza, el orden de las cosas, la energía divina manifestada en los mundos, es la unidad y balance entre las fuerzas compasivas de Jesed y la severidad de Geburá, femenino y masculino en uno. Netsaj es la Victoria relacionada a los sentimientos y las emociones, a la sensibilidad. Hod es el Esplendor, relacionado a la majestuosidad y la alabanza. Yesod es la Fundación, que determina las leyes, los principios, las bases sobre las cuales se manifiestan los mundos. Y por último Malkhut es el Reino, donde todos los atributos del árbol se ponen a prueba, se integran, manifestados en la experiencia de quien reina su propia vida. 


YO: Y la idea es poder integrar los nutrientes acumulados por estos tubérculos, para sacarlos a la luz como estos atributos. 


SOY: Y sus herramientas serán las verdades que emerjan de ti, del inconsciente que guarda el poder escondido en sus receptáculos. Así puedes activar sus frutos. Alef, el Maestro Universal, es la meditación y viaje al mundo interno donde lo divino y lo humano se unen. Beith, la Morada Eterna, donde la sensibilidad del alma es envuelta por un cuerpo que nos invita a expandir a vivir desde la contemplación interna. Guimel, el Pastor, quien viaja por el mundo y elige su destino entre lo bueno y lo malo, a ser flexible en la experiencia. Daleth, la Gran Puerta, el retorno a la esencia más allá del ego, invita a la humildad. Hei, Aliento de Vida, es la expresión, creatividad, manifestación desde el verbo divino hasta lo material. Vav, el Mediador Divino, que vela por la unidad y conexión entre todas las cosas, cielo y tierra, femenino y masculino, materia y espíritu. Zayin, la Acción de Gracia, es la liberación de todos los apegos del pasado que nos atan, para dejar al alma expandirse. Jeth, Fuerza Motivadora, impulsa al cambio, la transformación, lleva a la energía revitalizante. Tet, Poder Profundo, es la revisión y reflexión de las acciones, meditación que otorga un nuevo sentido. Yod, la Mano de Dios, es el poder del infinito que habita todas las cosas. Kaf, el Cuerpo de Resurrección, es la energía que nos lleva a la acción, pasando de lo espiritual a lo físico, la manifestación divina. Lamed, Palabra de Amor, el poder del corazón que muestra la belleza de la vida, que inspira a la existencia. Mem, la Gran Madre, la tejedora de todas las realidades, con infinito amor incondicional que une todas las cosas, fuente de sabiduría. Nun, Guardián de la Obra, impulsa a crecer desenmascarando al ego, llevando a la templanza del ser. Samej, el Escudo de Luz, es el infinito, lo perpetuo, la confianza y el refugio en uno mismo. Ayin, el Ojo de Dios, es la providencia, la visión infinita, la contemplación espiritual. Pei, el Verbo Creador, el don de la comunicación, de la vibración convirtiéndose en materia. Tzade, el Andrógino, es la igualdad, la unidad de las fuerzas en balance. Qof, Sol de Medianoche, omnipresencia, la capacidad de hallar la luz en las más oscuras de las sombras. Reish, la Riqueza de Corazón, es la depuración de todo patrón mental, dejando libre el potencial del alma. Shin, el Fuego Divino, es la transmutación y el equilibrio entre las fuerzas de lo inmutable, lo potencial y lo cambiante. Tav, Estrella de la Verdad, el discernimiento que impulsa a encontrar el correcto camino de evolución. 


YO: Todos estos potenciales de mí mismo se encuentran acumulados en los tubérculos de mi historia… 


SOY: Y para encontrarles, debes dejarte morir, ser absorbido por ellos para reencontrarte con estos potenciales dentro de ti. Pues en tu interior viven estas fuerzas, que has estado construyendo a lo largo de cada semana de 10 días en este año. A, Ä, E, I, Ï, Y, O, U, Ü y H… Corona, Tercer Ojo, Laríngeo, Corazón, Plexo, Sacro, Raíz, Rodillas, Tobillos y Toroide, y todos los datos que conllevan cada uno de los temas hablados en sus días correspondientes, son los nutrientes que has acumulado en estos diez tubérculos, como reservas para nutrir tu ser a lo largo de cada proceso que realices en tu vida. Para mantener vivo tu Árbol de la Vida.    


YO: Cada paso… Cada historia… Vibra en mí. 


SOY: Y puedes recurrir a ella cada vez que sientas morir, para poder obtener de ella los nutrientes que te elevan. Conóceles, y cuando llegue el momento sabrás cómo y para qué usarles. 


YO: Cada uno de estos reinos, de estas letras, representan a alguien en mi vida. 


SOY: Así es… cada individuo en la historia tanto pasada como presente, son reflejos de estos reinos, hogares y potenciales, de estas herramientas, y contienen en ellos lo que necesitas. A veces, han acumulado cosas que te dañan, pero sabiendo su lugar y potencial, puedes revertir su contenido. Tan sólo reconóceles, toma consciencia de que nutren tu existencia, y aprenderás a saber qué tomar de ellos en cada momento. 


YO: Me dejo morir bajo la tierra ahora… Agotado de todo esto, abierto a nutrirme de lo que mis muertos pueden darle a mis vivos, y construir un nuevo Árbol. 


SOY: Expandido por los vínculos de la Historia, crecerá un Bosque lleno de Futuro.

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EN BREVE

CÓDIGO

Código del día: ERA ACUARIO= Esta es la era que da la vuelta completa hasta nuestra actualidad. Entre los años 21620 y 23760 a.C., la era de Acuario fue la llegada de aquellos que modificarían a los primeros humanos para ser quienes son hoy, trayendo la innovación a nuestra especie, determinando un camino nuevo nunca antes recorrido, el de la conciencia. Entre el año 2020 y 4110 aproximadamente, se dará la Era de Acuario en la que estamos ya ingresando, la cual traerá otra vez un ciclo de innovación que nos catapultará a un tiempo superador en la conciencia planetaria.
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