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Yo Soy el Centro

Plexo

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Yo Puedo

Mï: Yo Soy el Portal del Ser

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YO: Hoy me hice esta pregunta en la pirámide… ¿Por qué debo ser el centro de todo esto?


SOY: ¿Y a qué conclusión llegaste?


YO: Bueno… Hace 5 años, aquí mismo, los maestros me dijeron que debía trabajar el Yo Soy, e interpreto que la mejor manera de hacerlo es desde un Yo, es decir, que muchos se reflejen en uno.


SOY: Todo círculo posee un centro, toda esfera posee un núcleo.


YO: Sí, lo sé, todas las aristas convergen en un nodo, todas las historias tienen un origen… Sin embargo, hay algo que no termino de aceptar de esto.


SOY: ¿Qué?


YO: Ser el centro de atención… Que todos me observen a mí.


SOY: Pero elegiste nacer bajo el signo de Leo, ser un león, el centro, el rey, para poder sobrellevarlo. ¿Cuál es el problema entonces?


YO: Justamente eso, el Ego. Para llegar al YOSOY uno debe primero atravesar su ego, y todos sus aspectos y aristas. El mismo concepto posee el Yo, yo soy yo, mi personalidad. Es una gran responsabilidad hablar del Yo Soy de cada uno pero aún así ser el que todos observan, como ejemplo, tal vez…


SOY: ¿Sabes cuál es tu verdadero miedo?


YO: ¿Cuál…?


SOY: El Complejo Mesiánico.


YO: Evidentemente es parte de ello. En la historia, siempre se ha buscado un enviado, alguien especial a quien seguir, en quien confiar y depositar las esperanzas de un mundo mejor. Y como dijiste, al ser mamíferos, buscamos eso incluso por naturaleza, siempre necesitamos referentes. Pero a su vez, los referentes son destruidos, apaleados con miles de argumentos, destrozados por quienes les observan. Les convierten en mártires. Los humanos no tienen puntos medios. Y no quiero ser eso. Es mucha expectativa sobre mí.


SOY: No puedes controlar lo que los demás proyectan sobre ti. Sólo puedes controlar lo que tú crees de ti. ¿Qué crees de ti? ¿Has sido enviado?


YO: He sido enviado, sí, por mí mismo,  y por muchos aspectos de mí en diferentes dimensiones.


SOY: Entonces, eres un mesías. Si vamos a la etimología de la palabra, Mesía significa “Ungido”, proviene de la tradición de bendecir al nuevo rey con aceite consagrado en su frente y cabeza. Es decir, es un sinónimo de ser Elegido, Señalado. Entonces, es sólo una cuestión semántica o lingüística: Si tú te elegiste, tú eres tu propio Mesías.


YO: Sí, pero no es así a nivel social y cultural.


SOY: ¿Sabes cuál es el gran conflicto de lo social y lo cultural? Que esperan siempre ser salvados por alguien, pero cuando esas opciones aparecen, les desprestigian pues no creen que alguien pueda salvarlos. Una paradoja, verdad? Pero es una paradoja sagrada. Pues si realmente alguien viniera a salvarlos, jamás nadie aprendería que es capaz de salvarse a sí mismo. Jamás nadie descubriría que tiene el poder en sí mismo para cambiar su mundo. Todos somos el centro de algo, incluso aquellos que creen estar solos. Todos tenemos un entorno en el que nos movemos, y un entorno que se mueve por nosotros. Si todos somos reflejos de un centro, entonces, por ley de fractales, todos somos el centro de nuestro propio universo, y si a esa proyección del centro hacia afuera le llamamos camino, viaje, esto significa que muy en nuestro interior, todos fuimos enviados a recorrer este camino. Es decir, que todos fuimos “Enviados”. Y si todos fuimos enviados, todos tenemos en nuestro interior la fuerza y capacidad de ser los salvadores de nuestro propio mundo, de nuestro día. Todos somos nuestro propio Mesías.


YO: Algunos entonces se han enviado a sí mismos para cumplir una misión que ayude a todo el mundo, otros a un mundo más pequeño, otros tal vez a su familia, o amigos, o tal vez algún animal, o bosque, o tal vez una relación… Todos entonces somos “salvadores”.


SOY: Todos somos reflejos, cada uno es el centro de un nuevo cosmos, es el alfa y el omega de su propia realidad. ¿Recuerdas el mensaje que te dieron en el Anillo de Brodgar?


YO: “No te coloques junto a las otras piedras del círculo, pues tu lugar es el centro, acepta el lugar que te corresponde”.


SOY: Acepta que esta es tu historia, y que es tu responsabilidad. Sé ejemplo de estar en el centro. Claro que eres un mesías, como lo son todos, cada persona de este mundo es un mesías esperando despertar, el cristo vive en cada uno de ellos, de ti, de todos por igual. No es más importante la Secuoya que el Musgo, ambos cumplen la misma función, ambos traen la luz a la materia, y ambos incondicionalmente entregan oxígeno a los seres vivos. Lo demás son solo formas. Tal vez la secuoya tenga una perspectiva mucho más amplia del bosque, pero el musgo se extiende por mucho más territorio que la secuoya. El musgo busca trepar por la secuoya, tomándola como un eje, pero no considera que su vida sólo pasa por ella, pues sabe bien que es la luz lo que le da vida. El musgo que sólo cree en la secuoya como camino a la iluminación, es un musgo que se secará tarde o temprano. ¿Entiendes?


YO: Creo que sí…


SOY: Entonces, ¿la secuoya debe dejar de serlo para conformar al musgo? ¿El musgo debe esforzarse para ser como la secuoya?


YO: No, cada uno debe ser lo que debe ser.


SOY: El bosque funciona por el intercambio, por las redes. Las ramas y raíces se interconectan, las especies se unen y funcionan como un solo organismo, y aún así, cada uno está firme en sí mismo. No teme ser quien es, pues sabe que debe existir para que las cosas pasen.


YO: Debe ser el centro para que haya un círculo.


SOY: Si no hay centro, los nodos se dispersan, no tiene  sentido, no encuentran la referencia para convertirse en su propio círculo, expresar su propia creación. Tú sólo temes que te odien por ser quien eres… Y sabes bien de dónde viene…


YO: Sí, ayer lo vi… Mientras meditaba, mientras guiaba la alineación, la parte del cuerpo que sentí que me molestaba era el páncreas, la emoción que sentí en mis manos era el vacío del sin sentido, y la idea que se pasó por mi cabeza fue la de la calvicie. Cuando les puse delante de mi corazón y dije: “dadle un sentido a las 3”, enseguida vi a mi abuelo, Héctor. Mi abuelo fue calvo desde los 20 años casi, y yo siempre tuve miedo de ser calvo como él. Durante toda su vida, él vivió en un sin sentido, y murió a los 52 años de diabetes… Páncreas. Con el tiempo entendí que la diabetes era la falta de amor que tuvo en toda su vida. Él fue el sobreviviente de unos 5 abortos forzados de su madre por parte de mi bisabuelo. Nunca lo quiso. El médico le salvó la vida. Su único eje era su madre, que murió a los 52 años. Él siempre quiso morirse a la misma edad que su madre, y en ese vacío, dejó de tomar su medicina, y se dejó morir, en un suave suicidio, a los 52 años, como él quería.


SOY: ¿Y qué te hizo entender esto?


YO: Que tengo miedo a no ser amado. A perder el sentido de mi vida, y que nada valga la pena.


SOY: Y… Dime… Esa emoción te pertenece?


YO: …Bueno, es una herencia, de mi abuelo… Pero, es suya.


SOY: Entonces… Si no es tuya, es una proyección de tu pasado, del círculo. ¿Qué pasaría si decides salirte del círculo, y dirigirte al centro?


YO: Sería yo, yo daría sentido a mi vida y no viviría por los demás.


SOY: El plexo… El páncreas. Todos vivimos en relación y simbiosis con los demás. Somos el bosque, todos estamos interconectados, círculos dentro de círculos, infinitamente, cada uno con una función, pero todos compartiendo la idea de que no somos sin los otros. Y eso es verdad, pero hemos proyectado mucha importancia en meras proyecciones. Depositas un peso demasiado grande en lo que otros proyectan sobre ti, cuando eres tú quien proyecta a los demás. Utilizas la emoción de tu abuelo como una forma de escapar de la responsabilidad de vivir. Perder el pelo, una expresión de estar estresado, de perder la conexión con la vida. Eres muy amado, pero, ¿tú te amas?


YO: Cada día aprendo a amarme más.


SOY: Me alegro. Porque ese es el mayor amor que puedas recibir. El amor de los otros es sólo un reflejo de tu capacidad de amarte. Entrégale a tu abuelo el amor que no pudo darse a sí mismo, y la forma en que lo harás es amándote a ti como él no logró hacerlo consigo mismo.


YO: Ego… Ir a mí mismo. ¿Pero eso no me desconecta de los otros? Es justamente lo que todos temen, lo que temo, pensar sólo en mí, ser egocéntrico por dedicarme a mí.


SOY: Los demás son meros reflejos de ti, si te amas a ti, amarás a los otros como si fueras tú mismo. No puedes entregar un amor que no tienes. “Sólo el Amor los hará libres”. ¿Recuerdas? La idea del Yo y de los Otros no existe en realidad, pues no hay separación alguna. Estar al servicio del prójimo sin antes haber estado a tu propio servicio, es no entregar nada más que vacío. Amar a los otros sin amarte a ti mismo antes es lo más hipócrita que puedas hacer. No salvarás a nadie si no te salvas a ti mismo. Y por lo tanto, no despertarás en los otros la capacidad de verse a sí mismos como Mesías si tú no te aceptas como tal.


YO: El complejo mesiánico… Cobra otro sentido. La sociedad busca cambios, busca transformar, pero teme hacerlo, y cuando otros se lanzan a hacerlo, les adjudican un rol egoico y mesiánico. Pero sólo es porque no pueden aceptar que la única forma de transformar el mundo es transformándose a sí mismos, lanzándose a hacer el camino propio, y que, la única forma de cambiar el mundo real es creyendo que pueden hacerlo.


SOY: Es de tontos pensar que uno puede cambiar el mundo sin creer que puede hacerlo antes. La ilusión, la locura, la voluntad. ¿De qué vale hacer todo si el sentido no se lo doy yo? ¿Cómo puedo marcar la diferencia, si no soy diferente? ¿Cómo puedo dar un mensaje sin ser mensajero? ¿Cómo puedo hacer creer si yo no creo en mí?


YO: Lo que me dices, es que, si todo es parte de una idea, ¿qué más da lo que piensen de mí, lo que otros hayan proyectado en mí? Yo debo creerme capaz de hacer todo. Si creo que conectando la red cambiaré el mundo, debo hacerlo, si recuerdo haber sido enviado, debo actuar con la responsabilidad de haberlo sido, y liberarme de las proyecciones heredadas por la familia y la sociedad.


SOY: Una sociedad que busca ser diferente y critica lo diferente, es una sociedad enferma. Una familia que busca amor y no entrega amor, es una familia enferma. Un ser que busca ser y teme ser es un ser enfermo.


YO: Debo trascender el miedo a ser quien elegí ser, y amarme tal cual creo en mí.


SOY: Las proyecciones externas sólo te muestran lo que tú mismo proyectas. Sé coherente, y recibirás coherencia. Ahora, ámate, y libera a tu abuelo de su pesar, y a tu ser de su incredulidad.


YO: El mensaje es creer que puedes ser el centro, que todos somos enviados, que todos vinimos a salvar nuestra partecita del mundo, y que sólo posicionándonos en nuestro centro lo lograremos.


SOY: Recuerda hoy a aquel que marca el camino que todos han de transitar…


YO: ¿Hoy? Benjamín Solari Parravicini, el profeta argentino; es su cumpleaños, y me llamó la atención que sea justo en el día portal del YOSOY.


SOY: Es tiempo, caminante… Es tiempo de ir a las playas argentadas, donde el nuevo faro iluminará el mundo en la hora 12.


YO: Debemos creer, pues, en que hemos venido todos juntos a un plan, a marcar la diferencia.


SOY: El círculo comienza a cerrarse…


YO: Y el YOSOY es el Centro.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

CONTEMPLACIÓN (EXPERIMENTACIÓN): Así, llega el momento de observación en medio de la experiencia, de reconocer lo que siente, piensa, lo que le genera cada acto, cada movimiento, cada actitud. el instante de la reflexión.
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