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Ña: Yo Soy la Expansión de la Mente

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YO: Hoy comenzamos el mes dedicado a la Constelación de Escorpio. En el preconcepto que tenemos de este signo, solemos catalogar a los escorpianos como personas oscuras, sexuales, con una intensidad aplastante, en cierta forma manipuladores, y fervientes enemigos que saben encontrar las debilidades de los demás para presionar dónde más duele. ¿Esto es así o es una percepción?


SOY: Todo es una percepción. La constelación de Escorpio antes era conocido como el Águila, quien tenía el poder de los cielos, de verlo todo, pero que por su soberbia, fue expulsada de los cielos para habitar bajo la Tierra, en la presión del lodo, en lo profundo de los océanos. Su castigo sería dejar de fluir en los aires para enterrarse bajo las aguas sucias y la presión del mundo. Allí el águila se convirtió en Escorpión, sentenciado a vivir arrastrándose por los suelos. Dime, ¿cuál es el mayor don del águila?


YO: La visión, poder ver todo desde lo alto con claridad.


SOY: Pues su visión, capaz de hacerle ver a kilómetros de distancia todas las formas del mundo, tuvo que adaptarse a ver en las sombras, en la oscuridad más densa, a ver más allá de las formas, en su interior y a través de ellas. Su nuevo ambiente sólo perfeccionó su capacidad de ver, ya no desde la luz, sino desde las sombras, aquello que para los demás suele ser invisible. Su castigo, en realidad, se convirtió en su fortaleza. En tanto los demás veían las formas del mundo a su alrededor, el escorpión tendría la habilidad de ver a través de ellos, de sus sombras. La capacidad de contemplación del águila convirtió a su debilidad en su máxima habilidad. ¿Recuerdas las tres grandes esferas que interactúan en la Mente Universal?


YO: Sí, el consciente, el inconsciente y el subconsciente.


SOY: Pues, vuelve a imaginar que el Subconsciente es el océano, el inconsciente son sus corrientes frías y cálidas, y el consciente es ese ser nadando en el mar. Ahora bien, el consciente es el que tiene un propósito, el que mira al horizonte y se pone un objetivo, el que sabe a dónde se dirige, utiliza las corrientes a su favor para moverse a través del subconsciente, pero desconoce lo que es el océano, pues es demasiado grande y le hace perder el foco de su objetivo. Imagina al nadador como a ese águila que desde los cielos veía todo el horizonte del mar, pero desconocía lo que había por debajo. Al sumergirse a los abismos, de repente se convierte en el océano, deja de ver un sólo punto a kilómetros a la distancia, y ahora simplemente siente los kilómetros en cada parte de su piel. El escorpión descubrió que mediante el Subconsciente puede llegar mucho más lejos, y en todas las direcciones, puede sentir todo lo que sucede en él.


YO: Desde el subconsciente deja de ser un simple punto nadando en una dirección y se convierte en el océano…


SOY: Así contempla todo a través de las sombras. Desde las profundidades. Para Escorpio, el espíritu ya no vuela por los cielos, en la corona, sobre la cabeza, sino que se expande por los fondos abismales del subconsciente, en los pies, piernas y genitales, en la parte más densa y oscura del ser, donde puede sentirlo todo.


YO: Por ello da la impresión de que los escorpianos miran a través de ti, analizando tu alma, llegando a lo más profundo de ella.


SOY: Las personas suelen esconder en las sombras todo aquello que les produce inseguridad, miedo, vergüenza, dolor. Todos los traumas, lo negado, es escondido en las sombras por incapacidad de enfrentarse a ello, de mirarle a los ojos y trabajarlo. El humano es un ser construido en la historia a través del miedo. El subconsciente esconde todas las cosas que no queremos enfrentar, que dejamos para otro momento, que hemos heredado y desconocemos; es el baúl que no queremos abrir. En lo más profundo del alma, se esconden informaciones que nos harían perder la personalidad, lo que hemos construido, pues allí no existe un destino, no existe nadie que diga dónde ir, allí todo está mezclado, sin sentido, y es fácil perderse. El miedo hace que los humanos se vuelvan cómodos, siguiendo a otros, creando líderes, maestros, personajes que nos digan qué hacer y cómo, que nos protejan, que nos hagan sentir parte, pues estar solos implicaría tener que oír esas voces que yacen en la sombra de nuestro ser. Producen incomodidad, muestran lo que no queremos ver, confunden. Obsequian inseguridad. Allí está la locura, perder el eje, olvidarse de quién uno es, allí está lo que tememos ver de nosotros mismos.


YO: Y enfrentarle es la Noche oscura del Alma.


SOY: Caer en las propias fauces de la sombra, entre todo aquello que estuvimos negando durante siglos. El gran problema que tienen los humanos, es que proyectando lo bueno de Dios en el Sol, en el cosmos, en los cielos, se alejan del centro de todas las cosas, en el núcleo del mundo. Y como hemos hablado, lo externo es la experimentación, la expansión, donde descubro de lo que soy capaz. Sin embargo, luego debo volver al centro, a lo que verdaderamente soy, a lo profundo de la existencia, donde me encuentro con el Soy, con la verdad, y el único camino para lograrlo es bajar de las nubes, poner los pies firmes sobre la realidad creada, e ir hacia el centro, a lo profundo. Allí, en búsqueda del punto neutro de todas las cosas, atraviesas la presión del mundo, te embarras, ingresas a las sombrías cavernas de la tierra, donde debes enfrentarte a las sombras diabólicas del mundo, la distorsión, y atravesarlas, hasta reconocer que son tus proyecciones. Y ahí, pues, enfrentas tus propias creaciones, temores, oscuridades, la crisis del ser, la noche del alma, y al atravesarles también, encuentras el centro. El humano considera la libertad sentirse volando en las nubes, expandirse hacia el cosmos donde no se siente presión, pero sin embargo, eres preso de la gravedad. La falsa sensación de libertad al expandirse les vuelve esclavos de volver una y otra vez de mundos con gran fuerza de gravedad. Pero en el centro, todas las fuerzas se neutralizan. Todas las fuerzas son iguales a 0. ¿Recuerdas? Cuanto mayor es la presión, más crisis y más vives tu sombra, más cerca te encuentras de la neutralidad, en el punto que les origina, donde ya no puedes sentir presión, pues eres el centro de todas las cosas.


YO: Y es Escorpio quien nos muestra ese camino…


SOY: Allí radica la clave de este mes que comenzamos a enfrentar. ¿Estamos dispuestos a ir hacia lo profundo? ¿No atreveremos a tocar fondo? ¿Tenemos la voluntad de atravesar la noche oscura del Alma? “Profundidad” viene del latín “habilidad de ir hacia lo hondo”.


YO: Recuerdo que me dijiste que el Espíritu es un ser o aspecto que no busca ser espiritual, pues es absurdo buscar ser lo que ya se es. El espíritu busca experimentar lo que puede hacer, lo que es capaz de crear. Por ello la mente espiritual busca nacer, descender al lodo, pues la flor de loto sólo florece en el barro. Sin nacimiento, experiencia, sin la presión del mundo y la vida, el espíritu no comprende, no aprende, no evoluciona.


SOY: Para poder florecer, será necesario que extendamos profundas raíces, que nos ensuciemos las manos yendo a lo Profundo. Hoy, el chakra corona deja de brillar como un sol, y se contrae como el núcleo de un mundo, atravesando el calor aplastante del magma, hasta convertirse en el centro de hierro de la Tierra. El chakra lumínico, se volverá sombra y profunda oscuridad. La habilidad de escorpio es recordarnos que la alquimia está en la capacidad de convertir el veneno en un medicina. Todos tenemos veneno en nuestro interior, todos estamos contaminados por las sombras distorsionadas que hemos ocultado en el interior de nuestros cuerpos y almas por milenios. Lo paradójico es que es ese mismo veneno es la clave de la sanación. Negarlo nos hace vivir atrapados en sus toxinas. La habilidad escorpiana es ir a lo profundo, contemplar el veneno, y ser capaz de convertirle en la medicina que sane el alma. Recuerda que en indoeuropeo, el concepto “ser capaz” se dice “magh”, origen de la palabra “magia”. Este mes nos recordará que todos somos Magos, es decir, que todos somos capaces, pero para ello, debemos saber utilizar las artes de la magia, es decir, ver en la oscuridad, utilizarla, atravesarla.


YO: ¿Por qué el atributo de este mes es el Desear…? Diciendo “Yo Deseo”. ¿Qué es el Deseo?


SOY: “Desear” viene del latín “de” y “Sedere”, que simplemente quiere decir: “estar sentado”. Sentarse, a su vez, viene de “Sedentare”, que da origen a la palabra sedentario, es decir, que habita en un solo lugar. El deseo, pues, es el atributo de sentir la comodidad de quedarse en un mismo lugar, del ocio, del placer e sentir, la libido de permanecer en el placer constante. Los chakras más inferiores nos hablan de territorialidad, igual que los animales orinan y defecan marcando territorio, usamos las mismas partes del cuerpo para asentarnos en un terreno. Las hormonas sexuales se impregnan en los elementos naturales, como una huella digital. Ir a lo profundo es llegar al centro donde todo converge, permaneciendo fijo, en la contemplación. Escorpio habla, pues, de permanecer en la sombra, de sentir y contemplar, encontrar la comodidad en lo que nos suele hacer sentir incómodos.


YO: ¿Esto implica que hablaremos de temas que nos incomodarán, verdad?


SOY: Sí. Si queréis encontrar el eje del Ser, es inevitable encontrar primero la comodidad en lo que nos desespera.


YO: Eso es algo muy escorpiano, el humor negro u oscuro, como suele decirse, lo relacionado a la muerte, a lo incómodo, a los temas tabú, a lo espiritista. En el mundo de la consciencia, se suele entender a esta energía escorpiana como la medicina que nos hace espirituales y meditativos, que nos conecta con la magia, lo ancestral, lo ceremonial. Pero sin embargo, hay un recelo a enfrentarse a las sombras, a lo demoníaco, a lo oscuro, a las sombras del alma, a los deseos más ocultos del subconsciente.


SOY: Porque desconocen aún que las sombras son las creadoras de la materia, y que la única forma de ir al origen es a través de las sombras. Enfrentarse a ellas es sumergirse en el subconsciente que contiene todas las cosas. Ir más allá del miedo, de la sombra, del prejuicio, de la falsa espiritualidad pintada de colores rosas. Es menester que este mes filtremos nuestras almas, es fundamental que este mes enfrentemos las sombras más oscuras, la locura, la esquizofrenia, los deseos más depravados y retorcidos que se ocultan en sus cuerpos, los traumas más dolorosos, los rencores, odios y llantos acumulados. Es momento de embarrarse, de ensuciarse, pues quien quiere plantar un nuevo árbol y sembrar una semilla de consciencia, debe cavar un pozo en la tierra, ensuciar sus manos de lodo, oler y manosear el abono, recoger los gusanos, admirar lo oscuro del humus terrestre. Cuanto más negra es la tierra, más fértil será para nuestro árbol y sus frutos.


YO: Será un mes difícil…


SOY: Sólo si te resistes. ¿Tienes miedo a ver las sombras que cubren tu esencia?


YO: Me he enfrentado varias veces a ellas, no temo ir a las profundidades ya, pero mi falta de miedo no me ha hecho sentirme superior a las sombras, sino que aprendí a honrarlas y respetarlas. Algo que me gustaría ayudar a otros a ver. Tengo casi todos mis planetas importantes de mi carta natal en Casa 8, la casa de Escorpio, así que para mí es un terreno natural, que me ha permitido tener el don de la espiritualidad, de la canalización, de ir a lo profundo sin negar mis sombras, sino disfrutando de ellas.


SOY: Así, cuando manifestemos el Deseo del Ser, podremos convertir su concepto de ociosidad en la habilidad de encontrar nuestro lugar, sentados donde pertenecemos…


YO: En el Yo Soy. Manifiesto, pues, mi Deseo de sumergirme en las Profundidades del Subconsciente, para encontrar así la liberación de mi alma, de los venenos que yo mismo me he creado.


SOY: Yo Soy el Águila Espiritual que se lanza al vacío. Yo Soy el Escorpión que se convierte en ese vacío.


YO: Para dejar de ver las apariencias, y ver a través de las formas.


SOY: Yo Soy Profundidad…


YO: Y desde ella, encontraré la verdad de quien Soy.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

GENERACIÓN: la séptima ley del universo es que todo tiene la habilidad de generar realidades. Todos somos creadores, y en nuestro ser tenemos el motor necesario para manisfestar realidades, pues somos seres divinos hechos materia, somos proyecciones del Universo, y por lo tanto, creadores natos. somos inevitables productos de la polaridad.
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