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CHï: Yo Soy el Vacío del Ser

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SOY: Está incómodo, ¿verdad?


YO: Desde que empezó la semana del cuerpo físico, me siento muy incómodo, sí. Siento como si mi cuerpo estuviese en contra de todo lo que hago, como si, de repente, al darle voz, me estuviera pasando la factura de todo lo que he hecho a su costa. Uno normalmente no piensa en que la mente y la emoción arrastran a la materia en lugar de invitarla.


SOY: ¿Qué dice tu cuerpo?


YO: Que se siente atrapado, en una jaula que no le gusta. No le importa que el sitio donde esté pasando mi año tenga todo lo que necesito y me traten como a un rey, se siente incómodo por no tener aventura, por no viajar, por no poder moverse. Le explico que eso es algo que está pasando a todo el mundo… Y que es normal que nos sintamos así. Pero a su vez, lo que le preocupa es tener que estar tanto tiempo en Giza. Las memorias de mi cuerpo sobre este lugar son muy diferentes, y todo a lo que estaba acostumbrado está muerto. Aquí yo solía ser mujer, entonces ser un hombre le desconcierta, se siente desubicado. Aquí convivía con mi familia, todo el tiempo juntos; hijos, marido, hermanos, abuelos, padres, todos, como un clan, y ahora estoy solo. La lengua sonaba a música y poesía, y ahora suena a agresión y gritos desarmonizantes. El paisaje era verde, y ahora es desierto y polvo. Las construcciones eran de estilo minoicas, coloridas, estucadas de blanco, azul y rojo, y ahora todo es color piedra, erosionada por los miles de años. Mi cuerpo extraña comer pescados, pero este año no debo comer ningún animal, lo cual limita mi alimentación en un país que no es para nada vegetariano. Mi cuerpo está acostumbrado a hacer muchas cosas, como conducir, subir montaña, y ahora me siento en una cuna de cristal. Me aburro mucho. Demasiado para mi luna en Sagitario. A mi cuerpo no le gusta lo que estoy viviendo. Pero eso no implica que el resto de mi ser piense igual, es decir, no quiere decir que quiera irme de aquí. Sé que al escribir estas cosas muchos pueden pensar que estoy pidiendo a gritos irme, dejarlo todo, volver a casa. Pero la verdad es que yo no tengo casa. Mi casa es el Mundo. Mi familia está repartida en diversos países y ciudades. Ya no poseo un clan como antes, ahora es sólo mi madre. Pero más allá del aburrimiento que pueda sentir, mi sentido del deber es mucho mayor.


SOY: ¿Cuál es tu deber?


YO: Estar presente aquí, sostener lo que no pude sostener hace miles de años. Una Red Consciente con la que compartir lo que aprendí en las escuelas de Khem, dejar mis memorias en la Red, conectar el tejido planetario desde su centro aquí en Giza, habilitar la descarga de nueva información a la rejilla magnética del planeta en tanto los polos estén alineados entre sí. Todo ello es mucho más importante que el deseo de mi cuerpo de caminar por las montañas de Escocia o tomar un tren en Francia, o atravesar la Patagonia…


SOY: ¿Eso es lo que te gustaría hacer?


YO: Sí… Es lo que mi cuerpo quisiera…


SOY: ¿Sólo tu cuerpo?


YO: No… Todo mi ser. Una cosa es lo que uno debe hacer y otra lo que le gustaría hacer. Para que uno pueda disfrutar lo que le gusta, primero debe ser responsable con lo que debe realizar.


SOY: A no ser que lo que debas hacer es justamente lo que te gusta…


YO: Considero que eso es lo que siempre hago. Siempre hago lo que me gusta, nunca hago algo que no me gusta. Pero las circunstancias de este año son distintas.


SOY: Te criaste desde niño con la posibilidad y libertad de hacer y sentir siempre lo que te gusta… Más allá de las típicas obligaciones escolares, nunca tuviste un contexto de obligación, siempre fue… Fácil. Y esta es la primera vez que el contexto te exige que lo que te gusta sea una obligación. ¿Ves la rebeldía de tu cuerpo?


YO: Como un niño… Claro… Yo hago esto porque me gusta, pero de repente el contexto me obliga a hacerlo y allí me resiento.


SOY: Esta Cuarentena planetaria, esta pandemia, ha venido a eso: a mostrar lo dañado que estaba el subconsciente de todos. Uno podría echarle la culpa al virus, pero la verdad es que el virus sólo ha mostrado lo que estabais negando, cubriendo de placeres y cosas que “os gustan”. ¿Qué es el Gusto?


YO: Es uno de los sentidos. El que nos permite identificar los sabores de las cosas que vamos a ingerir, para diferenciar lo que es bueno de lo malo, lo venenoso de lo nutritivo…


SOY: Gusto, viene del indoeuropeo “geus”, que significa “probar”. En el caso del inglés, “Taste”, proviene del latín “taxare”, que significa “evaluar”. En ambos casos, expresan la intención de tomar una pizca de algo para saber si su sabor es el adecuado, o es comparable a algo conocido. De ahí que en inglés el verbo gustar (to like) se diga exactamente igual que el adverbio comparativo (como-like). Así uno adquiere conocimiento sobre las cosas que ingiere, lo que llamas en español “sabor” (“savor” en inglés), que proviene del latín “sapere”, es decir: saber, sabiduría.


YO: O sea que cuando decimos “me sabe bien” o “me sabe mal”, no sólo se refiere al gusto en sí, sino al conocimiento sobre un hecho. Que en tal caso sería “esto que ahora sé no es de mi agrado”. ¿Por qué está relacionado el Saber con el Sabor?


SOY: Hay una única razón por la que todo organismo vivo existe y ha evolucionado.


YO: ¿Cuál?


SOY: Comer. Las partículas intercambian cargas energéticas positivas y negativas, buscando equilibrio y ahorro (protones y electrones). Las mismas forman moléculas, que intercambiarán átomos. Pero algunas moléculas simplemente comenzarán a consumir los átomos de otras moléculas para poder expandirse y perfeccionarse. Así se generan organismos unicelulares que fagocitan moléculas. Y al crecer y complejizarse, estos organismos comienzan a fagocitarse entre ellos para obtener energía. De esta manera, al acumular tanta energía, empiezan a multiplicarse, creando organismos pluricelulares, lo cual les permite distribuir la energía y capacitar cada célula a cumplir una función específica en el procesamiento de la energía. Los organismos pluricelulares empiezan a desarrollar órganos, de los cuales uno de los primeros en formarse y más importantes será el sistema Digestivo. La función del sistema digestivo será tomar organismos complejos y desintegrarlos hasta llegar al nivel molecular nuevamente, para que aquellos átomos puedan seguir intercambiando.


YO: Nada ha cambiado, sólo la forma de aglomeración de moléculas y la interacción entre ellas…


SOY: Así es. Por más que el sistema Digestivo como tal no sea el primero en activarse en los fetos de los seres vivos, es su producto el que impulsa el primer latido del corazón. Pues el Corazón no late sin el pulso de contracción venosa que ejerce el plasma sanguíneo (originado en la médula ósea), pero energizado por los nutrientes y azúcares absorbidos por los intestinos. Todo el objetivo del sistema sanguíneo y cardíaco es llevar los nutrientes producidos por el sistema digestivo hacia cada célula del cuerpo. Allí se produce la energía, en el intercambio molecular. Esta es la inteligencia celular, que desarrolla organismos complejos para perfeccionar mecanismos y aumentar sus resultados. Pero todo lo que entra al cuerpo a generar nutrientes, a saciar la energía, a cubrir los vacíos, a energizar al ser, a hacerle sentir pleno y en equilibrio, debe ser comprobado primero en su calidad, aprobado por el cuerpo. Aquí es donde el estómago se comunica mediante el esófago con la lengua, despertando el sentido del gusto.


YO: El gusto es la capacidad de la lengua de determinar la energía molecular… Claro… Es la forma en que el universo se permite sentir la energía que consume para crear…


SOY: El gusto y el disgusto. La lengua está diseñada para percibir 5 tipos de sabores: en la parte posterior hacia la garganta, se especializa en lo Amargo; a ambos lados por la parte posterior siente el sabor Ácido; en ambos lados hacia la parte anterior de la lengua percibe lo Salado; en la punta anterior de la lengua, la parte más externa, siente lo Dulce, y por último, en el centro, conectando todos los sabores e integrándolos en toda la boca, se encuentra el Umami, aquél que reconocemos como lo más sabroso. El sabor es la forma en que las células interpretan inteligentemente lo que ingresa en el cuerpo, preparando al resto del sistema digestivo en función de lo ingerido. La inteligencia es la capacidad de interpretar, de leer lo que sucede y ver más allá de las formas. El gusto describe así la capacidad inteligente de las células de reconocer lo bueno de lo malo. La memoria del gusto y el disgusto se encuentran en toda la zona bucal, haciendo que una comida, un beso, el acto de lamer, chupar, saborear, pronunciar, cantar, susurrar, y oler un perfume o aroma cuyas partículas se impregnan en la lengua por el vaho que entra o sale de nuestro cuerpo, todo ello despierte un dato, una información que nos lleve a los momentos relacionados a dichos sabores que aquí se convierten en saberes. El gusto es el sentido que identifica la información que la memoria del Universo busca integrar a través de un organismo vivo como tú. Y toda esa información es energía, por lo tanto, emoción.


YO: Por esto la comida despierta tantas emociones, o las oculta…


SOY: Todo lo que consumes físicamente contiene una carga energética emocional, relacionada a quién preparó la comida, cómo lo hizo, cuál es el contexto en que la ingieres. Por ello el mismo plato de comida tiene una carga emocional y nutritiva muy diferente para dos personas. No es lo mismo una hamburguesa doble para un estadounidense promedio que para un hindú de la India. La carne de vaca tiene una connotación muy diferente, y tener que comerlo generará un gusto en uno, y un disgusto en el otro. La carga emocional de lo que ingerimos en el día a día en los 5 alimentos diarios sugeridos, nutren a un cuerpo mucho más que el mismo alimento. Pues la carga positiva y negativa en equilibrio de un alimento hecho con amor y recibido con amor, es muy diferente a uno hecho por deber. ¿Me entiendes?


YO: Creo que sí… Me estás diciendo que estoy alimentando a mi cuerpo con la energía del deber y la necesidad de otros, más que por el gusto propio o por su amor de cocinarlo…


SOY: Se necesita la cocina de una madre, de un padre, de una abuela y un abuelo cada tanto, un plato hecho con amor vale más que un plato hecho por deber. Y tú estás aquí por deber. La mayoría de las personas no saben que día a día, junto a su plato de comida, ingieren la energía de las personas de su entorno, de aquellos que aman o detestan. Así hablamos también de lo que nos gusta en la vida, y lo que no nos gusta, lo que nos disgusta. Y esto es sentido también en el estómago, produciendo las mismas sensaciones que una mala comida: náuseas, vómitos, indisposición, hedor de aliento.


YO: Claro… La energía que consumo del entorno, energía que mi cuerpo está rechazando constantemente…


SOY: El deber tiene que ser convertido en placer. La mayoría de la gente hoy está viviendo una situación de encierro, de descontento. Uno creería que lo mejor sería no trabajar, y estar en casa, pero ahora todos han experimentado que en casa es donde se sienten incómodos, y que ir a trabajar no era un deber, sino un escape. Al estar solos y fijos en un lugar, salen todas las sombras, los disgustos, las disconformidades. Surgen las preguntas de si todo lo que han hecho hasta ahora ha sido con placer, por gusto propio, o por sólo tener una vía de escape a la realidad interior. Sientes que necesitas cumplir un deber, sólo por no enfrentar tus placeres, pues te quitarían de lo que crees es justo. Tu cuerpo duele porque no entiendes que la única forma de asimilar algo en el Universo es hacerlo con gusto, no por fuerza. ¿Por qué te fuerzas?


YO: Siento la responsabilidad, temo fallar, fracasar, para los demás, y para mí mismo. Siento que los días que no fui a la pirámide por estar enfermo, son días perdidos, en que fallé a todos…


SOY: Aquí tu Capricornio al habla, no?


YO: Sí… La presión sobre mí mismo…


SOY: Entres o no entres a la pirámide, nunca te has alejado más de 300 metros de ella. Estás dentro de su patrón energético. Nunca le has dado la espalda. Pero la pirámide no es tu templo. Tu cuerpo es tu templo. Y si no le honras, da igual que entres a la pirámide. Tu cuerpo te está pidiendo que no entres allí, que estés caminando a su alrededor, que pises el pasto, que abraces un árbol, que pintes, que diseñes, que descanses sin presión. Te pide que viajes con tu corazón, y te permitas no viajar siempre a Egipto. Pinta los sitios a lo que deseas viajar, y vívelos. Recupera el gusto por la vida, pues es la única manera que tiene el Universo para sentirse a través de ti. ¿De qué le sirve al cosmos alguien que cumple una misión sin sabor? Recuerda… El placer es el gran deber, pues…


YO: …el Sabor es Saber…

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

INTEGRACIÓN SUBCONSCIENTE= Para iniciar el camino de la libertad, debo reconocer que no basta con ser activamente consciente en mis metas, sino que debo ser pleno en todo aquello que me constituye: la biología, el mundo, el cosmos, todo lo que no puedo controlar, lo que está fuera de mi alcance. Integrar el hecho de que mi mente es una más dentro de una gran mente que nos contiene a todos. Así, me reconozco parte esencial del Todo.
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