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Yü: Yo Soy la Dimensión del Todo

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YO: Estos días escuché muchas veces la palabra Karma… En diversas situaciones. Hay una connotación tan pesada en ella que a veces me molesta oírla…


SOY: Se ha popularizado como algo negativo en lugar de transmitir lo que verdaderamente es.


YO: Sí, es eso. Se volvió un sinónimo de lo malo. “Tienes mal karma”, “Esto es tu karma”, “Qué karma más pesado”, “Volverá en forma de karma”, “No puedo hacer nada, es mi karma”. Incluso yo mismo me digo a mí mismo que lo que estoy haciendo este año y el siguiente son parte de mi karma, y a veces lo veo como un pesar. Pero, ¿qué es el karma en realidad?


SOY: Karma proviene de la lengua sagrada brahmi que llamáis “sánscrito”. Es una palabra compuesta de otras dos: “Kar”, que significa “acción, causa”, y “Man” que significa “pensante, el que piensa”. Ambos unidos componen un concepto que se refiere a “la acción que afecta al pensante”. Un ser humano, es un ser pensante, y mediante el pensamiento proyecta una energía motora que llamamos emoción, la cual impulsa la maquinaria hacia la acción. Pero toda acción posee un efecto, un resultado que modifica al pensante, cambia su forma de ver, aprende. El ave que desde el nido observa hacia abajo tiene un impulso interior que le incentiva a lanzarse al vacío sin previo conocimiento, sólo la observación. Así piensa, calcula, siente, y en un momento concreto, decide saltar al vacío. Cayendo, se activa la reacción, que es el efecto de la acción tomada de saltar al vacío, y esto significa que no hay vuelta atrás, pues ya está cayendo al precipicio, y por lo tanto, la acción tomada condiciona al pensante. Ahora, con la caída, el ave tiene dos opciones como consecuencia de la causa: colisionar contra el suelo a gran velocidad, o aletear y salir volando.


YO: O sea que el karma no es algo condicional al punto de decir: si saltas te harás daño.


SOY: No, el karma es simplemente la consecuencia de tus acciones. Y no importa si son malas o buenas, lo que importa es cómo reaccionas durante el empuje de la acción previa, cómo accionas durante el proceso. Lo que para una persona puede ser una mala decisión, para otro puede ser la solución a sus problemas. Lo que diferenciará a uno de otro es su capacidad de tomar aptitudes y actitudes a la hora de tomar responsabilidad.


YO: El karma es como una prueba, un examen que uno mismo se pone para superarse a sí mismo… No es un juicio impuesto por el Universo. O sea que uno puede decidir si vivir o no su karma.


SOY: El karma es como el aprendizaje. Tomas una decisión, y esa decisión te llevará a una acción que probablemente tenga unos resultados inesperados, y de ellos aprenderás. El karma no es un juicio, sino una consecuencia de tus propios actos, pero aún así, pueden determinarte.


YO: ¿Cómo pueden determinarme?


SOY: No puedes detener una ola con una mano. Si has provocado una marea, tendrás olas como consecuencia, y no importa cuánto las niegues, allí estarán, empujándote hacia las corrientes. Tú te has puesto las condiciones. El problema es que no somos consecuentes con dichas elecciones, es decir, no somos coherentes, y nos volvemos inconscientes, actuando por reacciones en lugar de ser responsables de tomar acciones conscientes. Cuando tus acciones se realizan desde la consciencia, el karma te enseña a volar al caer del nido. Pero si reaccionas desde la inconsciencia, el karma te dará con todas las fuerzas contra el suelo. Y de la misma forma que las olas, que las mareas, todo aquello que no hayas aprendido, debe ser vuelto a revisar. Tarde o temprano deberás volver a saltar, pues si tu programa dice que debes volar, no importa cuánto lo niegues, la vida te pondrá frente a precipicios.


YO: Claro, el sistema que yo mismo programé para mí, se repite hasta que aprendo, por ello en mí tenía relacionado Karma con el Aprendizaje. Karma no es que si he hecho algo malo me pasarán cosas malas, o si hago cosas buenas me pasarán cosas buenas, sino que el karma sólo me recuerda que soy responsable de mis acciones conscientes e inconscientes.


SOY: La visión del buen y mal karma es moralista. ¿Recuerdas lo que era la moral?


YO: Normativas impuestas por una cultura en relación al sitio o contexto en que viven; de “moris” que significa “habitar”.


SOY: Bien. La Religión y la Filosofía son claves en el desarrollo moral de un pueblo que busca armonía entre sus partes. Los conceptos espirituales son transferibles, y pueden ser compartidos como valores. Así, de igual manera que para los cristianos existe el concepto de pecado y perdón, para las culturas brahmi existe el karma y el dharma. Si karma es la acción que afecta al pensante, dharma será lo que el pensante ha logrado poseer. “Dhar” significa “posesión, ley”. Así, implica que el pensante ha aprendido algo nuevo, y ahora para él es su ley, es lo que posee como seguro. Moralmente, la explicación simplista del karma y el dharma hablarían de tener cuidado con las acciones que tomamos porque pueden condicionar para mal nuestra vida, y por lo tanto hay que portarse bien para tener un buen karma que nos lleve al dharma, a la felicidad. De esta manera, mucho antes de que existieran las leyes sociales y normativas de un sistema judicial, las culturas regulaban el consenso y orden social mediante conceptos filosóficos que no querían expresar especificamente la ley del bien y el mal.


YO: Por ello, cuando las culturas de oriente se mezclan con las de occidente, la idea de karma y pecado se mezclan generando esta idea de que el karma es equivalente al pecado cristiano, y por ello, sin hablar de: “si haces algo mal irás al infierno”, decimos “si haces algo malo te volverá como karma”… Que sería lo mismo pero dicho sin el peso cristiano medieval…


SOY: Así es. Se ha colocado un peso a una palabra que no le corresponde. El karma debe ser visto como ir a la escuela. Tienes distintas materias, distintos maestros y maestras, que te enseñarán cosas. Dependiendo de tus capacidades y aptitudes, aprenderás de una u otra manera. Y esa metodología utilizada por ti es la que tendrá sus consecuencias a fin de año. Allí los profesores te dirán si te llevas materias a recursar o no. Por lo tanto, pasarás las vacaciones estudiando para poder pasar esas materias pendientes, y sino deberás repetir el curso entero al año siguiente.


YO: En este sistema igual veo algo que falla… El concepto está focalizado en “pasar” y no en “aprender”.


SOY: Excelente. Aquí es donde has encontrado el por qué la sociedad actual ve al karma como algo a superar, a pasar, a eliminar lo más rápido posible de nuestras vidas, y seguir avanzando en lugar de incorporar y disfrutar de asimilar la información. Porque la sociedad actual está diseñada para “superarse”, pasar por encima, tener éxito, acumular títulos, poder decir: “¡lo pasé, lo superé!” Y luego…


YO: Luego pasa lo que nos pasa a todos. Que muchos años más tarde surge un problema relacionado con lo que tendría que haber aprendido en la escuela primaria y no sé cómo resolverlo.


SOY: Y allí se activa el karma nuevamente. El karma no es algo que deba superarse, es algo que debe integrarse, como las sombras. No puedes enfrentarte a las sombras para borrarlas, sino para entenderlas y utilizarlas en tu proceso de crecimiento. Es por esto que la gente se toma el karma como algo a superar en sus vidas, a resolver para sentirse libre. Pero el karma es la acción que afecta al pensante, es la capacidad de ser transformado por nuestras propias creaciones. Por ello puedes crear un buen karma, lo que los occidentales llamarían un buen aprendizaje o proceso de integración.


YO: Pensando en mi año, una de las cosas que me vienen siempre a la cabeza es que el 23 de Febrero de 2022 termino mi karma de 12000 años. Me libero del peso y la responsabilidad de mi tarea con el pasado, cierro lo que he venido a hacer en relación a mi vida en Khem, en el Nilo, y empiezo a vivir mi vida aquí y ahora en relación al futuro. Antes veía esto como un karma pesado, como algo que tengo que hacer sí o sí, porque es el eco de esa acción que tomé hace tanto tiempo y que hoy me afecta a mí, al pensante, pero ahora lo veo como un aprendizaje, como si en plena caída, estuviese aprendiendo a volar.


SOY: El karma no es determinante, el karma es un eco que te recuerda lo que debes revisar e integrar, pero sólo tú puedes decidir cómo lo harás, cómo le vivirás. Te liberas de la condición del karma cuando tú mismo te vuelves incondicional. Te liberas del karma cuando te liberas de los preconceptos moralistas y determinantes, para lanzarte a la aventura de aprender, de integrar, de trascender.


YO: Cuando te liberas de la culpa de tus actos…


SOY: Ese es otro gran tema.


YO: ¿Cómo volverse consciente ante los karmas que tenemos con otras personas?


SOY: Todos somos nodos en una red, todos estamos interconectados en muchas dimensiones, a través del tiempo y el espacio. Por lo tanto, todos tenemos cosas que aprender los unos de los otros. Nadie posee la verdad, todos poseen una parte de ella. No puedes esperar nada de nadie, sólo tomar lo que necesitas de cada uno para completar tu imagen, y para recibir esas partes debes amar al prójimo como te amarías a ti mismo. Pues el amor es la resonancia que permite compartir dicho karma. Y el amor tiene muchas frecuencias, desde las bajas como el odio y rencor, hasta las altas como la felicidad y plenitud. La interacción amorosa entre las partes puede ser condicional o incondicional, donde las primeras limitan tus posibilidades haciéndote creer que no tienes opción a nada más que vivir lo que se supone es tu karma, y la segunda te lleva a abrirte a las infinitas posibilidades de experimentarte e integrarte en expansión. La consciencia radica en la capacidad que posees de ser condicional o incondicional en tus vínculos. Pues la inconsciencia te mantiene ligado a personas por condiciones kármicas, mientras que la consciencia te hace sentir libre de las personas por incondicionalidad kármica, en que puedes interactuar sin expectativas de tiempo ni espacio.


YO: O sea que el karma, de una u otra manera, no depende del universo, sino de las decisiones conscientes e inconscientes del individuo.


SOY: Así es.


YO: ¿Qué hay de eso que se llama “Junta Kármica”?


SOY: Es una forma de humanizar lo que en la Sexta Dimensión se ve como una rueda energética que empuja la energía inconsciente (positiva y negativa) que por polaridad no posee eje ni dirección propia. La Junta Kármica es como un motor energético que ordena las vibraciones por resonancia en paquetes de datos. Así, las almas que viven desde la inconsciencia de sus actos son ordenadas en circunstancias semejantes a su vibración para que puedan seguir probando la integración.


YO: O sea que hay un sistema que condiciona.


SOY: Claro. Porque habéis decidido ser inconscientes. Es como culpar al sistema parasimpático de tu cuerpo por hacer latir el corazón sin tu permiso consciente…


YO: Jajaja, entiendo. Si el sistema parasimpático me tuviese que preguntar cada día cómo hacer latir mi corazón, ya habría muerto hace tiempo.


SOY: Por ello tienes el sistema parasimpático para encargarse de todo aquello de lo que eres inconsciente (la Junta Kármica). Y luego tienes el sistema simpático para tomar tus propias decisiones. Es decir, si alimentas bien tu cuerpo física y emocionalmente desde la consciencia, tu corazón no tendrá problemas para latir desde la inconsciencia.


YO: Karma y Dharma, pues, son un ciclo, como muerte y renacimiento, que pasan a través del tiempo y el espacio… Una herencia…


SOY: La Gran Herencia…


YO: Como el libro que escribí…


SOY: El karma es la herencia que nosotros mismos nos entregamos a través del tiempo. Es como ese misterioso baúl que en tu historia entregas a tus nietos, y con el cual ellos deberán decidir qué hacer, en sus actos.


YO: Siento que lo que me dices es prepararme para este Eclipse… Mi propia herencia, mi propio karma. En aquella realidad paralela lo hice desde la Inconsciencia… Es el momento de hacerlo desde la Consciencia.


SOY: Y allí resolverás el gran error que cometiste… Entonces, ¿estás dispuesto a recibir tu propia herencia y esta vez hacerlo con consciencia?


YO: Sí, estoy dispuesto…


SOY: Ya sabes, la llave del Portal eres tú…

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

OCTAEDRO TRUNCADO= cortando los vértices de la figura octaédrica, obtendremos una nueva figura que poseerá 14 caras (8 hexagonales y 6 cuadradas), con 36 aristas y 24 vértices. Las 6 caras cuadradas representarán las direcciones de entrada y salida de las energías de arriba y abajo, de derecha e izquierda, siendo el flujo del ser, en tanto sus 8 caras hexagonales son las células de vida. Así, esta figura o patrón es la base de la conformación del chakra Corazón.
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