YO: “Salgo a caminar, por la cintura cósmica del sur, piso la región, más vegetal del viento y de la luz, siento al caminar, toda la piel de América en mi piel, y anda en mi sangre un río que libera en mi voz, su caudal… Sol de alto Perú, rostro Bolivia estaño y soledad, un verde Brasil, besa mi Chile cobre y mineral. Subo desde el Sur hacia la entraña América en total, una raíz de un grito destinado a crecer y a estallar: Todas las voces todas, todas las manos todas, toda la sangre puede ser canción en el viento. Canta conmigo, canta, hermano americano, libera tu esperanza con un grito en la voz”.

SOY: El cuerpo de América en tu piel…

YO: …En mi piel. Hoy los maestros me recordaron esta canción, “Canción con Todos”, y me hicieron cantarla. Y un grito dijo “noqa inka pacha-kunan”. Sus voces me hicieron sentir todos los Andes desde el sur hacia el norte. Nunca había sentido tanto a Sudamérica en mí. Yo nací en Sudamérica, pero nunca me sentí de allí.

SOY: ¿Por qué?

YO: No recuerdo ninguna vida en ese continente, es mi primera memoria allí, es la primera vez que piso este continente en toda mi historia en la Tierra. Siempre he estado en África, Medio Oriente, Asia, sintiendo que alguna vez he pasado por Oceanía y Norteamérica, pero sobre todo he estado en Europa. Sudamérica y Antártida son los dos que nunca había pisado, y en esta vida no sólo nací en uno de ellos sino que he podido visitar ambos.

SOY: Tiene su lógica.

YO: ¿Qué cosa?

SOY: Que sea la primera vez en la historia que naces en Sudamérica.

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque debes verla con ojos del Nuevo Tiempo. Tu vínculo con este continente debe ser limpio de los preconceptos del pasado o de sentir arraigo, pues de lo contrario, tu misión sería con intenciones personales, con la perspectiva de quien defiende o vive por los suyos. Pero no es lo que tú sientes con Sudamérica. Más allá de haber nacido allí, miras al continente desde lo lejos, con otra perspectiva, no de aquel que se encuentra orgulloso de su tierra, sino de quien la observa con su potencial y sus defectos.

YO: Sí… Justamente. Yo sé que mi misión de vida está allí, en Argentina, en el pueblo Sudamericano, pero mi ser me recuerda que debo mirarle desde los otros continentes, de unir al pueblo desde otro lugar. Siempre me sentí un poco raro al pensar que me sentía casi un desertor, como si, aún sabiendo que mi misión está allí, elegía irme, alejarme, sintiendo que cuando salía del continente lo hacía para volver a casa en lugar de irme de ella. Nunca extrañé Argentina, nunca extrañé ningún sitio sudamericano, y sin embargo mi ser completo siente una gran responsabilidad y deber para con el continente.

SOY: Sudamérica es uno de los tres poderes de las Américas. Las tres placas tectónicas de Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica se mueven como una sola, una sagrada trinidad. El Águila, el Quetzal y el Cóndor, con sus tres Ojos, que replican la gran constelación de Orión de Norte a Sur: Lago Salado (Utah), Lago Cocibolca (Nicaragua) y Lago Titi Kaka (Bolivia-Perú). Solemos ver al mundo de norte a sur, tomando a la Antártica como la base, pues nuestra visión es humana y no divina. En cambio, cuando vemos el mundo desde la visión del Espíritu, todo se da vuelta. Todo comienza por la Corona Antártica, y desde allí desciende a la Consciencia del Tercer Ojo, en Titi Kaka, centro clave de todo el continente.

YO: Hoy sentía cómo la Kundalini, para el espíritu, es exactamente contraria a la que nosotros solemos activar. Si para un humano o ser vivo la fuerza vital surge del chakra raíz encendiendo el fuego para transmutar al ser hacia el espíritu, para éste el recorrido es inverso, encendiendo su fuego como la luz Divina en la consciencia plena de la Antártida, y descendiendo a través de la Visión de Sudamérica finalizando su recorrido en África tras pasar por todos los continentes. El espíritu desciende a la materia de esta forma, de la corona a la raíz.

SOY: Por ello para buscar ese cielo en la Tierra hay que contemplar la profundidad de las cosas materiales en lugar de visualizar las celestiales a lo lejos. Tu misión en Sudamérica habla de una nueva Visión, de habilitar a la información antártica ser manifestada en la realidad. La tarea de todo ser consciente es la de vivenciar plenamente el espíritu en la materia, aquí y ahora, en el templo del cuerpo, y ello exige un cambio de visión. Por ello, la tarea de un nuevo tiempo guiado desde la consciencia plena del Yo Soy, podrá darse únicamente desde Sudamérica. No obstante, la Tierra es un cuerpo, y los ojos no funcionan sin la ayuda de todos los demás organismos. Por ello tú no te ves orgulloso de ser Sudamericano, pues eso te haría pensar que los ojos son más importantes que el resto, cuando los mismos se sostienen gracias a los demás órganos. No puedes ver con claridad si no te nutres bien, si no respiras bien, si no digieres bien, si no sientes bien.

YO: Muchas veces he oído ese orgullo Sudamericano que no he sentido en otros continentes. Tal vez es algo que trata de unir a un pueblo que fue sometido en su totalidad en muy breve tiempo de historia, sólo 500 años. Y sólo hace 200 años que han ganado independencia, lideradas por casi las mismas personas en todos los países. Exceptuando Brasil, el resto de los países fueron liderados y liberados por sólo dos personas que impulsaron las independencias, San Martín y Bolívar. Desde luego que Paraguay, Uruguay, han tenido sus propias historias diversas a los demás en relación a sus independencias, así como las Guyanas y Surinam, las cuales en cierta forma siguen siendo colonias hasta hoy. Tal vez esta reciente historia ha hermanado en cierta forma a los pueblos por tener los mismos padres aunque todos seamos tan diferentes. Quitando las Guyanas, Surinam y Brasil, todos hablamos el mismo idioma oficial, lo cual nos unifica como una gran nación dividida en diferentes estados. Pero a su vez, esta nación está fragmentada por la historia de los pueblos originarios, quienes aún reclaman en muchos casos la libertad de sus naciones, con todo derecho. Hoy les sentí a varios ancestros hablando en sus lenguas, diciendo con firmeza que pronto deben ser todos convocados a reunirse nuevamente. Sur, Norte y Centro, en una comunión para empezar de nuevo. Águila, Quetzal y Cóndor deben volver a volar juntos, y en esta nueva era de Acuario, el Aire permitirá que alcen su vuelo y sus voces se sientan alto.

SOY: Sudamérica es un pueblo de profundas raíces. Sus nativos fueron los primeros en llegar y asentarse en el continente más lejano, y los últimos en ser conquistados. En relación a la historia de la Tierra, Sudamérica ha sido el continente habitable que menos tiempo ha sido poblado por humanos. Sus raíces, pues, son puras, su consciencia está más limpia en la naturaleza, no hay tanto peso como en otros continentes, pues sus mayores dolores y traumas no pasan de los 400 años.

YO: A pesar de su sabiduría ancestral, es un territorio joven…

SOY: Que desde su pasado, puede crear futuro. Tanto Europa, como Asia y Norteamérica, han tenido una extensa historia de adaptación que ha forjado sus maneras y estructuras a largo plazo, haciendo de su flexibilidad histórica una cualidad inflexible y sistemática. Oceanía ha perdido su fuerza ancestral en gran parte, sometida por los europeos. África ha sucumbido como Asia ante las grandes religiones monoteístas y los poderes imperiales. Pero a pesar de los sometimientos vividos en Sudamérica, no han durado tanto como para matar al espíritu ancestral, que se mantiene flexible entre las naciones. Por ello tu misión está allí, pues al reconocer el poder y la consciencia del mundo, deberás volver a Sudamérica y unir las raíces para conectarlas con las ramas en el gran Árbol de la Vida. Allí se encuentra la Visión del Tercer Ojo, el despertar de la Consciencia que resurgirá en la Era de Acuario, abriendo las puertas para que el espíritu se manifieste nuevamente en la materia.

YO: Cuando recorrí Chile, Perú, Bolivia, Uruguay y Argentina en el Camino de la Gran Mujer, en 2012, pude sentir en cada plaza a la que fui, la unidad entre los pueblos colaborando como uno solo, en transformar esa visión. En 2017, recorriendo todos los Andes hasta Centroamérica me di cuenta que atravesé toda esta tierra sin consciencia, como si quisiera irme de allí, pues no tenía consciencia de lo que la misma significaría para mí. A pesar de que nunca he vivido allí y ningún vínculo emocional me liga a este continente, sí compartimos lo mismo: la Consciencia, el Tercer Ojo, la expansión de la Visión. Mi misión está en este continente, y sé que al volver le recorreré con otro ojos, pues ahora sé quién soy y cuál es mi misión allí.

SOY: Sudamérica deberá guiar la Luz de la Nueva Consciencia, impulsar el despertar de las Naciones a los nuevos sistemas de Acuario, en los que lo nuevo se une con lo ancestral, en que el espíritu vive en paz con la materia, en que los originarios y sus redes vuelven a tener palabra como los niños del futuro. Esa será la Re Evolución Sudamericana de la Nueva Era de Acuario. Cuando vuelvas les verás con otros ojos, te reconocerás en ellos. Irás a la última de las playas argentadas, donde el Faro del fin del mundo encenderá la Tierra de Fuego, iluminando la fuerza creadora del Padre y la Madre en Patagonia. Ascendiendo por los volcanes y fiordos del sur. Serás el Cóndor de los Andes, observando al cosmos desde el Gran Ojo en la Roca del Puma, cantando a cada árbol del Amazonas en tanto acaricias los pastizales de las pampas, cruzando por el puente ecuatorial hacia la trinidad de la gran Colombia, la Llama Trina de transmutación que calienta al Caribe. Pues para ser la Consciencia de este mundo debes ver por los ojos del continente que él encarna.

YO: Debo decir… Yo Soy Sudamérica… Y así seré la consciencia del mundo…

SOY: Todos sois células de la Tierra, todos debéis recordar la fuerza de la Madre que vive en vosotros. Cuando recordéis que este continente no es de los países sudamericanos, sino de cada ser vivo que busca el despertar del nuevo tiempo, entonces podréis ver con los ojos de la Pacha Mama. Siente toda la piel de América en tu piel, conviértete en este continente, y libera el caudal de este Nuevo Nilo… El Amazonas y el Paraná esperan resurgir en la consciencia de cada humano.

YO: Sé que mi hogar no es Sudamérica, es la Tierra, y volver a casa es recordar la Visión… Yo Veo. Convirtiéndome en la Visión es que podemos guiar en equilibrio. Donde el blanco y el negro se vuelven Gris. Egipto dirá, con la fuerza de África, la primera madre, nos invitará y convocará a convertirnos en Sudamérica, la Nueva Madre, la que nos hará abrir los ojos a una nueva Realidad.

SOY: Conviértete en Sudamérica, y podrás Ver Todo.

YO: Abro mi visión, Yo Soy los Ojos de la Tierra.

SOY: Y tus ojos brillarán como Faros que guiarán Nuevo Tiempo.

YO: Yo Soy la Luz.