YO: El Sol vuelve a realizar su camino hacia el norte hoy. Y esta mañana no pudo haber mejor manera de recibirlo. 18 Caminantes se sumaron hoy a nuestros encuentro en la Pirámide. Uno por cada pétalo de la Flor de la Vida. Doce representando a los nodos de la Tierra, Dos a cargo de los Polos Norte y Sur. Cuatro representando los pilares de los Elementos, tierra, fuego, aire y agua. Y yo, el número 19, el centro de la esfera, conectando la red de todos sus puntos y corazones. Nuestra tarea hoy era celebrar el renacimiento, pero no uno cualquiera como en cada año, sino uno especial, el primer renacer de este nuevo tiempo de 200 años de Aire.

SOY: Todos los maestros eligieron en su camino renacer este día, y hay renaceres más importantes que otros, aunque no dejan de ser fractales entre sí. El 25 de Diciembre, el mundo cristiano celebra el nacimiento de Jesucristo, sin embargo, la razón por la que lo hace este día es muy diferente. El año terrestre está dividido en 12 meses solares que se ordenan en 4 periodos generales llamados “estaciones”. Dos de ellas se conocen como Equinoccios (de Primavera y Otoño), momentos en que el eje de la Tierra se encuentra equilibrado, y este y oeste se alinean a igual medida. Por ello, “igual” (es decir, “aequus”), origen de la palabra “equidad”, y así “equinoccio”. Los otros dos, representan los momentos en que el Sol se detiene en el horizonte y permanece quieto, detenido, estable por tres días antes de volver a moverse. La percepción de este movimiento se refiere a que el sol va asomándose en cada amanecer unos pocos grados hacia el sur o hacia el norte cada día. Cuando llega a su máximo de desplazamiento en dichos extremos según nuestro punto de vista, el sol parece detenerse por unos días antes de volver, regresar. Por ello, “Sol Estable”, da lugar a “Solsticio” (Verano e Invierno). Estas 4 estaciones son la Cruz, la crucifixión del Sol, pues los 4 hacen referencia a posiciones del sol en el Cielo. Los 12 extremos de una esfera, los portales del dodecaedro, hablan de las 12 espinas de la corona divina, clavado en un eje fijo entre Norte y Sur. El 21 de Diciembre es el Solsticio de Invierno para el hemisferio norte, lo cual ha marcado en las culturas de Norteamérica, Europa, parte de África y Asia, la idea de que ese día el sol ha llegado a su máximo del sur, alejándose, viviendo el día más corto, pero anunciando así el retorno de los días largos. Durante 3 días permanece quieto, en eje, en la cruz, y renace a la vida reiniciando su trayecto hacia la luz el cuarto día, el 25 de Diciembre. Así, para todas las culturas nórdicas, estas fechas representan la celebración del inicio del nuevo año, donde se celebra a todos los dioses solares, pues su brillo resurge.

YO: Y los cristianos tomaron esta idea para decir que era el nacimiento de Jesús el Cristo.

SOY: El Cristo es el Sol, es la Luz, y quien represente la Luz y la Consciencia en el mundo, será fractal del Sol, hijo del Dios de los Cielos. Por ello, todo representante de la claridad debía recibir su bautismo y renacer el mismo día que el Sol.

YO: Es una tradición pagana, de los pueblos ancestrales de Europa, África y Medio Oriente…

SOY: Así es. Eso es lo que se llama Natividad, es el retorno del Rey del Cielo, del Cristo Solar, la Consciencia Divina. Y este 2020, debido a la alineación de Júpiter y Saturno el día del Solsticio, este nacimiento es muy especial, pues recuerda que la Tierra se está coronando como un único ser.

YO: Había gente que me preguntaba cuál era la relación de este día con Odín, el dios nórdico.

SOY: La misma. Todos los Dioses Solares, o Hijos del Sol, como Jesucristo, Buddha, Hermes, Krishna, Mithra, Zarathustra, y muchos más, recordando a su vez a Horus, Thor, y todos los dioses de la luz, son recordados un día como hoy. En los pueblos nórdicos y escandinavos, Odín era el padre de todos, y fue él quien por estas fechas logró tomar la sabiduría del Árbol Yggdrassil, el abeto, cosechando sus frutos, las Runas, para entregarlos como regalos a los hombres y mujeres. Es así que la imagen de un dios nórdico entregaba regalos bajo un árbol el 25 de Diciembre.

YO: Papá Noel…

SOY: Todas las historias se unen en la celebración de este renacer. Como habéis hecho hoy. Y ese renacer, debe surgir de la Madre…

YO: El útero de la Madre, pero sobre todo desde su Corazón.

SOY: Y ese corazón es Europa. El chakra corazón de la Tierra se enciende en las abruptas geografías de este continente pulsante.

YO: Hoy pude sentir a Europa en mi corazón, latiendo… Sentía todas las antiguas madres cantando con sus voces dentro de mí, gestándome como a todos en la Red. Podía sentir su manto de estrellas y el viento que soplaba en su canto. Hoy debíamos alinear todos los corazones de la humanidad con el corazón de la Tierra para activar los cristales que sembraremos en el mundo. A veces siento a Europa como una madre anciana, como la Abuela que nos cuenta sus historias, que nos lega sus mandatos. Cuando me dispuse a activar mi corazón para unificarme al latido de todos, pude sentir el latir de cada humano en el mundo, pulsando hacia el corazón de sus propios territorios, de sus propios continentes, y luego todos esos latidos dirigirse hacia el corazón de la Tierra, Europa. Allí, en su latido, me siento en casa.

SOY: Es tu casa. Eres el Recordador, el que registra las memorias y conecta los miembros esparcidos por el mundo, “re-cordis”, del latín “volver al corazón”. Por ello tu ser necesita ligar todo a Europa, pues tu hogar es el Corazón.

YO: Wow, nunca lo había visto así, ahora entiendo por qué. Nací en Argentina, en Sudamérica, y sin embargo allí no me siento en casa, sólo siento mi propósito, mi misión de vida. Sin embargo, cuando piso Europa, me siento en casa, en mi hogar. Muchas veces pensé que era casi un desertor, dando la espalda a mi tierra…

SOY: Pero en realidad tu tierra es La Tierra. Y tu hogar y real propósito es Volver al Corazón. Tú sientes el llamado inevitable del corazón del mundo.

YO: ¿Por qué Europa es el Corazón?

SOY: Es un pequeño continente entre la Garganta de Norteamérica y el Plexo de Asia, conectado al pulso de la sexualidad y el amor por la creación de África. Es un continente que ha pulsado al mundo cada pueblo que ha tocado. Los Atlantes lograron expandirse al mundo tras tocar Europa; los Indoeuropeos, Fenicios, Griegos, Egipcios, Judíos, Romanos, Vikingos, Sajones, Galos, Íberos… Todos ellos se expandieron al mundo forjando las bases de la cultura global que hoy los une a todos. Más allá de las riquezas culturales de los demás continentes, la fuerza y poder de Europa catapulta las culturas hacia todos los extremos de la Tierra. El cristianismo no habría sido nunca una religión global si no hubiese tocado Roma. El Islam alcanzó su mayor expansión y avance social en el tiempo en que tocó toda la península Ibérica y las islas mediterráneas. China se expandió gracias a la ruta de la Seda con Europa. Los pueblos de Medio Oriente y Egipto resurgieron por las políticas sociales y económicas de Grecia y Roma. El colonialismo expandió la sangre de Europa a cada continente, a cada extremo norte, sur, este y oeste. Las riquezas se expandían desde Europa y se contraían hacia Europa, de la misma forma que un latido. Las lenguas, las artes, las ciencias, los avances tecnológicos, las revoluciones, el renacimiento, la arquitectura, las filosofías, las religiones, todas se impulsaron desde Europa al mundo con fuerza.

YO: Sé que para muchos este pulso ha sido doloroso, pues se ha realizado con imperialismo, dominio, control, sometimiento, y muchos están resentidos con Europa por esta historia…

SOY: Porque un corazón fuera de su Ser, fuera del equilibrio, es un corazón invasivo, condicional, controlador. Como quien se enamora creyendo que los celos son la mejor muestra de amor hacia el otro, la posesión es la forma de relacionarse, la invasión es la forma de demostrar que le importa. Un corazón fuera de su centro, no ama, quiere. Y Europa ha estado viviendo un gran desequilibrio emocional, en el cual en lugar de Amar, manifiesta sólo el Querer. Y si no puede querer en libertad, entonces conquiere.

YO: Tiene sentido al verlo como una persona desequilibrada emocionalmente en lugar de verlo como naciones o estados imperialistas opresores.

SOY: Por ello Europa debe encontrar su equilibrio, volver a su propio Corazón. Siéntele…

YO: Le siento, en mi piel… En mi propio cuerpo. Mi cabeza es Iberia, con Portugal como rostro. Siento en mi brazo derecho a Inglaterra y su mano empoderada es Escocia, dando de comer a la Paloma de la paz, Espíritu Santo de Irlanda, en tanto del otro lado, por la izquierda, se extiende Italia, sosteniendo la trinidad en Sicilia. Ambos brazos surgen del pecho que es Francia, y siento el latido suave de mi corazón en Suiza. Mi páncreas bajo el diafragma y a un lado de la vesícula se extienden en Holanda, Bélgica y Luxemburgo. En mi estómago produce Alemania, con los intestinos en las planicies de Hungría y Eslovaquia. Los ovarios en República Checa conduciendo al vientre uterino en Polonia. Por detrás, el hígado en Austria, y los riñones con sus suprarrenales en Eslovenia y Croacia. Los Pirineos marcan las cervicales, en tanto los Alpes dibujan mi columna vertebral. Los Cárpatos y los Dináricos dibujan las piernas, acabando con sus pies en Grecia y Crimea. Hacia el norte, un niño nace en Dinamarca, amenazado por el Dragón de Escandinavia, la Iluminación de la Kundalini planetaria, abriendo sus alas en la Rusia Occidental hasta los montes Urales. Y todo su cuerpo, late en mí. Su fuerza, es el Corazón de la Madre. Y su Corona de Sagrado Corazón se alza en Islandia.

SOY: Europa nos recuerda que el mundo debe permanecer en una Unión, la unidad del corazón, pero dependerá de su equilibrio y amor para que se convierta en un Imperio Opresor Condicional o en Fluida Libertad Incondicional. Y para hacer latir a Europa, hay que lograr que los humanos encuentren ese latido. Más allá de los países, siente los territorios, sus montañas, ríos, llanuras, mares, islas… En su belleza yace la magia de las hadas, de los magos, las brujas y los druidas. Allí está la magia del corazón, escondida entre los estados, entre las revoluciones, detrás de las guerras mundiales, de las economías, de las fronteras. Observa a la Europa detrás de Europa, y verás el Corazón de la Madre. Une los corazones de cada humano al latido de este continente, y sentirás el latido del Mundo.

YO: Sólo basta con recordar los registros de esta tierra para sentir el corazón, y hacer que el “querer” se vuelva “amar”.

SOY: Yo Soy el Latido del Mundo…

YO: Yo Soy Europa! Y en ella se encuentra el hogar de mi corazón, allí encontraré el Amor y mi corazón encuentra su eje…

SOY: Yo Soy Amor.