SOY: ¿Qué es lo que proyectas al Mundo? ¿Cuáles son tus proyectos? Todo lo que haces al mundo se proyecta de ti, tus proyectos nacen de tu necesidad de proyectarte. ¿Eres sincero con lo que proyectas?

YO: ¿Qué es un Proyecto?

SOY: De la palabra “Pro-iectus” originada en los conceptos “pro” (hacia delante) y “iacere” (lanzar) más el sufijo de adjetivo “-us”, significa “lo que es lanzado hacia delante”.

YO: Como un “proyectil”…

SOY: En el Universo, todo surge de la Mente, que genera una idea. Y esa idea busca manifestarse, y la forma de hacerlo es expresándose de dentro hacia afuera, es decir, que desde una visión humana, el ser se mueve hacia delante. A esto le llamamos “Proyectarse”. Toda proyección es la acción de lanzarse hacia delante, moverse, avanzar, expandirse, evolucionar. Tras millones de pruebas, de prácticas, las proyecciones pasan de ser una vibración a ser energía, y la energía convierte a la proyección en materia. Es decir, que en términos humanos, el Universo se proyecta en el nivel mental y de allí se proyecta al emocional, y de este al físico. Todo lo que existe es una proyección, es un movimiento continuo que genera evolución mediante la proyección de la idea original.

YO: Y en la materia, se convierte en un atributo del ser.

SOY: La proyección mental de una percepción preconceptual sobre una expectativa genera la proyección emocional sobre la distorsión polarizada que llamarás dualidad, y es esta polaridad que en su interacción se reconoce como capaz de proyectar en la materia aquello que interactúa en el alma, volviéndose atributo de sí mismo, surgiendo el proyecto.

YO: Espera… Este párrafo es tan simple como complejo… Vamos por partes…

SOY: Vuelvo a comenzar. “La proyección mental de una percepción preconceptual sobre una expectativa”: cuando tienes una idea sobre algo, no es más que tu propia percepción de ello por experiencias previas, y por lo tanto, colocas una expectativa en lo que eso que observas pueda realizar, como por ejemplo alguien que observa un cielo nublado y por saber que cuando se nubla llueve, espera que el resultado siempre sea el mismo y caiga agua en forma de gotas. “Genera la proyección emocional sobre la distorsión polarizada que llamarás dualidad”: en resumen, y siguiendo el ejemplo sencillo, al ver el cielo nublado se activan emociones preconcebidas en relación a la lluvia que pueden pendulear entre la melancolía, la tristeza e incomodidad si la lluvia se relaciona con situaciones de interiorización en tu vida, o la alegría, diversión y expansión si la misma se relaciona a momentos positivos de tu vida. “Y es esta polaridad que en su interacción se reconoce como capaz de proyectar en la materia aquello que interactúa en el alma”: las reacciones que tengas en función de tu emoción ante el cielo nublado, te llevarán a planificar el día, cómo vestirte, cancelar o agendar actividades, etc. “Volviéndose atributo de sí mismo, surgiendo el proyecto”: es decir, que es la misma persona la que, en lugar de hacer algo hacia afuera, se convierte en su propia actividad, al vestirse, al avanzar, al moverse, al transformarse, y por lo tanto, lo que antes fue una idea, ahora es un hecho, se puso las botas, tomó el paraguas y salió a caminar hacia algún encuentro.

YO: O sea que el alma es el proyecto del espíritu y el cuerpo es el proyecto del alma…

SOY: Así es… Y la vida es el proyecto del cuerpo. Todo es una proyección en el universo, y por lo tanto, todo tiene el atributo de la proyección.

YO: Esto me recuerda a aquella idea de que somos un experimento holográfico de consciencias superiores. ¿Es así?

SOY: Claro. Vuestro problema es que lo veis desde los ojos de la dualidad, pensando que las consciencias superiores y las inferiores son individuos diferentes, cuando en realidad, hablar de las mismas es como hablar de un cerebro y un hígado, una consciencia superior y una inferior, ambas partes indispensables de un mismo organismo.

YO: Claro… Se necesitan mutuamente… No están separadas ni una controla a la otra, sino que interactúan en diferentes estados.

SOY: Tú eres la proyección de tu cuerpo, tu cuerpo es la proyección de tu alma, tu alma es la proyección de tu espíritu, y tu espíritu es la proyección del cosmos, así como el cosmos es la proyección de la idea original. Por lo tanto, en cada nivel, encuentras el experimento (es decir la experiencia) del plano anterior. Si el alma es una proyección espiritual, significa que el espíritu busca experimentarse a sí mismo mediante el alma, lo que nos lleva a entender que el alma es un experimento del espíritu, es decir, un proyecto espiritual. Lo mismo sucede con cada nivel. Tu vida es un experimento, es un proyecto, y cuando tú proyectas, generas nuevas experiencias para descubrirte a ti mismo. Dime… ¿Qué proyectas?

YO: ¿Cómo saber qué es lo que proyecto en la vida?

SOY: Bueno… Piensa en tus proyectos.

YO: O sea que si observo en mis proyectos de vida, podré saber lo que proyecto de mí al mundo…

SOY: Así es.

YO: ¿Y qué pasa con los que no tienen proyectos?

SOY: Todos tienen proyectos, tal vez no son grandes, son pequeños, pero son proyectos. Algunos tienen proyectos conjuntos, otros individuales, otros viven proyectos ajenos, otros consideran que tener una cita es un proyecto, otros consideran proyecto hacer una buena comida, otros crear una revolución social. ¿Tú?

YO: Yo… Mi proyecto hoy es el “YOSOY”, y nunca había estado tan en mi centro en mi vida. Desde 2015 que planifico este proyecto, pero siempre fallaba…

SOY: ¿Por qué?

YO: Porque me di cuenta que el lugar desde donde lo proyectaba no era el mejor… No estaba siendo yo mismo, estaba queriendo abarcar demasiadas cosas, con demasiada gente, haciendo planes demasiado forzados. Cada semana hacía un nuevo itinerario, modificaba la manera de realizarlo, con gente, sin gente, con crowdfunding, pagándolo yo con mis viajes con gente, haciendo un documental, volando en avión por el mundo, buscando sponsors, todo mi foco estaba en el cómo, y el verdadero foco era ¿Qué? Y ese qué me llevó al “¿Quién?”… Y de ahí al Dónde y al Cómo. El camino era al revés.

SOY: Todo lo que realizas como proyectos, sólo funcionan cuando te vuelves ellos. Es por esto que lo demás que tienes en mente aún no florecerá, pues, no está vibrando en ti aún, no puedes proyectarlo pues la idea no está aún formada. La mente capricorniana buscará planificar todo a largo plazo, por muchos años, haciendo cientos de planes o sus opciones, pero todos fracasarán si no te vuelves tú el proyecto.

YO: Ese es el problema… Todo lo que he proyectado, lo he hecho desde el Ego… No desde la esencia. Es decir, cuando dejo mis proyectos de vida en manos de mi personalidad, negando el sentir de mi alma, la razón de mi espíritu, la comunión con el cosmos, por más que me esfuerce, no obtendré resultados, pues estaré construyendo sobre un pantano. Debo conectarme con el proyecto de mi alma, con el de mi espíritu, y desde ahí sentir la coherencia proyectada hasta mí… Pero… ¿Cómo lo hago?

SOY: El primer proyecto que todo humano debe tener en cuenta es el construirse a sí mismo. Primero: conoce la historia de tu cuerpo (árbol genealógico, familia, ancestros, traumas, dones, sucesos, historia humana, biología…). Segundo: conoce la historia de tu alma (emociones encerradas, placeres, voluntades, amores, vidas pasadas…). Tercero: conoce la verdad de tu espíritu (registros akáshicos, kundalini, ayahuasca, meditación, viajes a sitios nuevos, lectura y estudio). Cuarto Paso: busca la concordancia entre todo ello, los puntos de conexión. Quinto: Observa en tu vida qué de todo ello pones en tus proyectos a futuro, a nivel físico, emocional y mental. Así identificarás lo que proyectas al mundo, y desde dónde. ¿Qué proyectas?

YO: Mi gran proyecto de vida es el YOSOY, pues todo lo que hago lo realizo para mí, para mi crecimiento, mi descubrimiento. Me importa mucho disfrutar, divertirme, y proyecto eso en las aventuras de mis proyectos. Pero también proyecto confusión muchas veces, pues sé que en mi interior aún existe la lucha entre el revolucionario espiritual y el ermitaño educador. Uno tratando de hacer cosas grandes y dejar huella en el mundo social, espiritual, marcando la diferencia hacia otro nivel de consciencia planetario, y el otro queriendo encontrar una casa en la montaña y ver a la menor cantidad de personas posibles, viviendo en paz y educando cada tanto cuando quiera salir de la cueva.

SOY: ¿Cuáles son tus proyectos?

YO: A nivel planetario y colectivo, es el “Yo Soy” y la “Ontocracia”. El primero, es lo que estoy haciendo, compartiendo mi descubrimiento del Yo Soy con el objetivo de que sea útil para la red consciente y su manifestación a nivel global. El segundo es poder manifestar un sistema social útil para la era de Acuario, sin proyección espiritual ni nada, sino simplemente útil para el desarrollo evolutivo de la humanidad a nivel social. Y en tanto a nivel personal… Creo que es poder tener mi propio espacio donde vivir, escribir mis libros, lograr hacer alguna película, y en cierta forma estoy haciendo todo ello, así que, me siento completo y realizado en el andar… Este año me he dado cuenta que estoy haciendo todo lo que esperaba hacer, pero trataré de hacer las cosas mal, ya que no pretendo morir pronto… Jejeje.

SOY: Tranquilo… Aún hay cosas por hacer. ¿Consideras pues, que eres sincero con lo que proyectas?

YO: Mmmm, esto tal vez ahora diga que sí, pero debería pensarlo más… ¿Cómo saber si soy sincero?

SOY: Bueno… Hay una manera. ¿Para quién haces lo que haces?

YO: ¿Mis proyectos? Para mí. Estoy seguro de que lo que hago lo hago para mi propio bienestar, mi propia estabilidad, mi propia seguridad…

SOY: Entonces ahora sabes que eres sincero. Hay distintas formas de identificarlo, pues el Yo puede entenderse como el Yo Soy o el Soy Yo. ¿Buscas, pues, crear estos proyectos para que el mundo obtenga beneficio y no esperas nada a cambio de ello?

YO: Soy sincero, sí espero algo a cambio. ¿Sabes? Recuerdo las vidas en que lo di todo por el mundo, y aprendí que nada tenía que ver con la verdad. Ser un mártir, un siervo del mundo, no te hace más iluminado, no es lo que haces sino cómo lo haces. Y soy sincero en ello, en esta vida no haré servicio a no ser que dicho servicio esté en equilibrio con hacerme sentir bien y tener un buen paso por esta Tierra. Pero aún así no me cierro al servicio, pues sé que vine a dar todo lo que esté en mí para este mundo que amo, pero no seré un mártir de este mundo, no otra vez.

SOY: Que tus proyectos no proyecten sobre otros, y que las proyecciones de otros no te conviertan en sus proyectos, es difícil de esquivar, aunque hay una única forma de hacerlo…

YO: …Reconociendo que Yo Soy mi propio Proyecto.

SOY: Yo Soy tu Proyección…

YO: Yo Soy tu Proyecto.