top of page

188°

feb7

Argo Navis

Rodillas

🦵

🧠

🏺

Mental

Yo Sé

Lu: Yo Soy Palabra que guía

BLOG

octahedron crystal sogutwiefertig_edited.png

SOY: Probablemente no hayas escuchado sobre esta constelación, pues hace tiempo que fue dividida en muchas otras. En la época de Claudio Ptolomeo, esta constelación del Hemisferio Sur fue diseñada como una de las más grandes del cielo. Tanto, que siglos después tuvo que subdividirse, y por ello hoy, en lugar de conocerla con su nombre original, se la conoce por los nombres de las partes que la componen: Carina, Puppis, Pyxis y Vela. La constelación de Argo Navis debe su nombre a la historia de los Argonautas, “los veloces navegantes” (del griego “argos”= rápido, y “nautés”= navegante).


YO: He oído muchas veces este nombre, “los argonautas”, pero, ¿por qué es tan famoso?


SOY: Su historia es probablemente una de las primeras y más antiguas de la literatura oral helenística, siguiendo todos los pasos típicos del mito griego: un individuo que se lanza a la aventura enfrentando monstruos y enemigos para conseguir cumplir una misión, retornando a casa convertido en un héroe. Por ello, su historia se popularizó como ejemplo de todas las aventuras.


YO: El típico arquetipo del Héroe Griego. ¿Cuál es su historia?


SOY: Bueno… Si buscas inspirarte en ella, tal vez no lo logres, pues esta es una de aquellas historias que prefieren no tener un final feliz, ya que a pesar de la magia narrada, a los griegos le gustaba la tragedia, y reconocer que sus propios dioses y héroes sufrían de vidas semejantes a las humanas, las cuales no solían tener finales felices.


YO: A diferencia de nuestras historias de las últimas generaciones, en las que solemos poner un “Y vivieron felices por siempre”, cuando las verdaderas historias narran otra cosa. Siempre me llamó la atención como Disney se encargó de tomar las trágicas historias de los Hermanos Grimm y convertirlas en cuentos infantiles con moralejas felices y finales alegres.


SOY: Los Europeos siempre fueron más realistas que los Norteamericanos para contar historias, pues Europa se formó por la dura realidad de los pueblos mediterráneos, mientras que los países de Norteamérica se formaron por sueños que buscaban eludir la realidad europea.


YO: Tiene sentido…


SOY: Y Norteamérica globalizó su “Sueño Americano”, haciendo que todos busquen su final feliz, algo que incluso se trasladó a la espiritualidad.


YO: Sí, es algo que se nota, la sensación de creer que hay que volverse espirituales para vivir en un mundo de color de rosa o arco iris, vivir en un sueño mágico de amor y paz, que nada tiene que ver con la verdad del cosmos…


SOY: Esto aleja a las personas de la doctrina del héroe que debe prepararse para cumplir su propósito en la vida real, llevándolos a buscar la imagen de un final feliz y mágico de igualdad y amor eterno. Y eso es lo que recordaremos hoy en nuestro camino… Esta es la historia de los Argonautas: todo comenzó con Jasón, hijo del Rey de Yolco, quien fue destronado por su hermano. Enviados lejos, Jasón fue entrenado por el único centauro benévolo con los humanos: Quirón, quien lo introdujo en todos los tipos de artes, tanto las que nutrían su cuerpo como su alma. Esto lo llenó de valor para reclamar su trono, pero su tío le hizo una propuesta: si conseguía traerle el Vellocino de Oro, él sin dudarlo le entregaría el trono que le correspondía.


YO: ¿Qué es el Vellocino de Oro?


SOY: Un vellocino es un tejido de lana de cordero. En la mitología se decía que el mismo había surgido de un Carnero mágico, hijo de Poseidón, quien bajo el mando de la diosa de las nubes, Néfele, rescató a dos de sus hijos de las manos de su madrastra. Por este acto, el Carnero fue colocado en los cielos, siendo la constelación de Aries, y su vellocino permaneció en las tierras de su madre, Teófane, en un árbol custodiado por un Dragón y dos Toros que escupían fuego por sus narices.


YO: Vaya… Qué imaginación…


SOY: Todo tiene su por qué. En definitiva, lograr conseguir el vellocino era prácticamente imposible, con lo cual el rey se aseguraría la muerte de Jasón. Sin embargo éste aceptó el reto, y se lanzó a la aventura. Lo primero que hizo fue buscar el navío más veloz que existiera, el mejor de todos, y lo encontró a cargo de “El Veloz”, Argos, un marinero que construyó su barco con la ayuda de Atenea y los oráculos, que hicieron que su proa hablara. Cuando el capitán Argos aceptó la aventura, Jasón mandó a llamar a varios hombres que quisieran formar parte de la tripulación, entre los cuales hoy te sonarán los nombres de Heracles, Cástor y Orfeo.


YO: Orfeo, el de la Lira.


SOY: Sí. Junto a unos 50 más, se lanzaron a las aventuras, por diversas islas y tierras desconocidas, hasta que llegaron a su destino, en la tierra de Cólquide (actual Georgia en el Cáucaso). Allí, su rey, les dijo que podrían llevarse el Vellocino si lograban domar a los Toros que lanzaban fuego para que arasen las tierras y sembrar dientes de león, y luego vencer al Dragón…


YO: …Otra vez el Dragón…


SOY: Sí… Nos acercamos a él.


YO: ¿Y lo logró?


SOY: Vencerlos? Claro que no. Obviamente que un griego amante de los héroes contaría otra historia diferente, pero la verdad es que no habría logrado nada sin hacer trampa, y todo el trabajo lo hizo una mujer, la princesa, a quien logró enamorar y convencer de que le ayudase. Medea. Ella, con sus pociones, hizo dormir a los toros y al dragón, lo que le permitió tomar el Vellocino de Oro. Volvió, casado con Medea, a su reino en Yolco, como héroe vencedor, pero su tío se negó a darle el poder. Y Medea, como siempre, le ayudó embrujando a las hijas del rey quienes le mataron.


YO: Y entonces lograron ser reyes y “vivieron felices para siempre”.


SOY: Si la historia la hubiera escrito Walt Disney sí. Pero no fue así. El primo de Jasón tomó el trono e hizo exiliar a la pareja a Corinto. Aburrido en su vida normal, Jasón empezó a engañar a Medea con otras mujeres, y ella le maldijo, haciéndole morir solo, pobre y abandonado por todo el mundo…


YO: Oh por Dios… Qué historia horrible y sin moraleja.


SOY: Bueno… Podemos tratar de encontrarle una. Podríamos decir que en el cielo, hoy, el gran y veloz navío Argos está roto en pedazos. La Constelación de Carina (quilla del barco), Puppis (popa del barco), Vela (la tela de un navío, velero) y Pyxis (la brújula), constituyen las partes más importantes de este navío. Pero el barco no es sólo un símbolo de la historia de Jasón, sino algo que atraviesa todas las historias del mundo antiguo: la navegación. ¿Recuerdas cómo se dice en griego?


YO: Gobernar…


SOY: Navegar es Gobernarse, pues la intercomunicación de los representantes de los distintos reinos, navegaban para hablar entre ellos. Bien. El mar era un horizonte inaccesible para los primeros humanos, algo prácticamente divino. Por ello las barcas eran propias de los Dioses. En las tradiciones antiguas de Medio Oriente, los barcos simbolizaban los navíos en que el Sol se dirigía a la batalla con las sombras cada día. El Sol navegaba en el océano azul del cielo. Los barcos representaban ese viaje al más allá, a lo desconocido, lo incontrolable, hasta que lograron ser los capitanes de su propio destino. La Atlántida se volvió la principal gobernante del mundo, pues su civilización nació en el mar, y su poder de control de las olas les hacía dioses comparados al resto de los humanos. Quien navegaba los mares, surcaba los cielos, pues nadaba con las estrellas. La Quilla es la columna vertebral de un barco, el eje de esta divinidad (Carina) que lleva a los gobernantes a través del océano de la existencia. En la Popa se determina el rumbo mediante el timón, mientras la proa abre camino rompiendo las olas. Y el soplo divino, el viento de los dioses, empuja al navío gracias a la extensa Vela. El Sol es el Rey del Cielo, y por ello es un navegante que surca los mares para regir sobre su creación. Para navegar, es necesario conocer el océano, las olas, las corrientes, saber observar los cielos, interpretar las nubes y las estrellas, pues son las estrellas fijas y los planetas quienes indican a los marineros las direcciones.


YO: Regirse a uno mismo, como el Sol, es gobernarse, es convertirse en Capitán del propio barco… Saber controlar las palabras en el viento y las olas de la emoción. Es la mente del aire y los sentimientos del mar, en su eje de la Quilla, lo que permite a un navegante encontrar su destino y atravesar lo divino.


SOY: Y para llegar a esa divinidad se necesita vivir la aventura de lo desconocido. Enfrentar a la familia, a las parejas, a los monstruos internos y externos… Al dragón que custodia al Ego, a Aries. Aries es el Yo más básico, el que se referencia en las necesidades más básicas de la personalidad. Un Carnero de oro, es el brillo del propio Yo, que reconoce su luz y la irradia, no desde la inconsciencia sino desde la consciencia. Es el regalo que obtienes tras el tránsito que implica enfrentar a los toros de fuego, es decir, la necesidad de comer y de dormir, las dos bases fundamentales de la vida, los temores que te impiden ver más allá de tu cuerpo.


YO: Tauro…


SOY: Para enfrentar al Dragón, la tercera base de la necesidad de un ser, la Reproducción, el fuego de la creación, el orden de las emociones. El viaje de un héroe implica saber controlar su navío y guiar a la tripulación que lleva en él… Saber gobernar su pasado, presente y futuro. Así es como logrará reinar.


YO:  Pero Jasón no logró hacerlo… ¿Por qué?


SOY: Porque se basó en la trampa, usando a otros, liderado por sus bajas pasiones, por su intención de ser el rey, y no el capitán, abandonando amigos en el camino, teniendo sexo con mujeres varias y abandonándolas, usando a la hija del rey para obtener su premio basado en las necesidades más animales, y regresar a tomar su poder mediante la traición y el asesinato. Por ello, el éxito del héroe no es siempre hacer el camino y lograr vencer los monstruos, sino el cómo lo haces.


YO: El fin no justifica los medios… Sería algo así.


SOY: En la Evolución basada en la distorsión, el Fin sí justifica los medios. En la Integración basada en la Armonía, no los justifica. Pues en el primer caso, te basas en la supervivencia de expansión, y ello no tiene reglas. Pero en el segundo caso, el camino implica unidad y coherencia, en que reconoces que no tienes que conquistar nada para ser quien ya eres, sólo debes recordarlo y ocupar tu lugar.


YO: Por ello los griegos acababan sus historias como tragedias, de lo que conocemos la expresión popular “Tragedia Griega”. Porque la gran moraleja es que no es un tema de conseguir el éxito, sino de las formas en que lo hacemos.


SOY: Somos los propios marineros de nuestro destino, portadores de nuestro propio vellocino de oro que llamamos personalidad. Somos los propios capitanes del barco, surcando a la velocidad de nuestras emociones y arrastrados por la fuerza de nuestras palabras. Y las mismas son las que nos llevarán a los puertos que nos enfrentarán a nuestros propios monstruos.


YO: El Camino de la Existencia misma… Eso es el verdadero Karma, no lo impuesto por los demás, sino la manera en que decidimos tomarnos lo que nos imponemos nosotros mismos.


SOY: Los propios monstruos que has decidido enfrentar. Tu misión, propósito, lo que decidas hacer, no es más que tuyo, y sólo tuyo. Es tu propia responsabilidad navegar esas aguas. No importa si consigues el Vellocino de Oro, si consigues cumplir con la misión encomendada, la historia no tendrá un final feliz si eliges trepar y forzar la vida para lograr tus objetivos de forma egoica.


YO: Pero, ¿y si es en servicio para los otros?  Es decir, ¿es egoico querer hacer una tarea planetaria? ¿O ayudar a los pobres, o a los inmigrantes, o cualquier cultura, o proyecto, no sé…? Lo que sea…


SOY: Todo lo que implique hacer algo para los demás es egoico.


YO: ¿Cómo? 


SOY: Lo único que te mueve a hacer algo por los otros es la necesidad de tu ser de sentirse completo, realizado. Y no está mal. Pero es necesario que lo reconozcas. Todo lo que hacemos lo hacemos por el Yo Soy, y si no te referencias en Él, entonces nunca lograrás nada, y sólo estarás usando a los otros, haciendo trampas para lograr tus objetivos de autorrealización. Estarás siendo Jasón.


YO: Navegar el último tramo… Solo. Es como, Nacer!


SOY: El Nacimiento del Alma implica el esfuerzo del Cuerpo. Soltar, dejar ir, transformarse de una cosa a la otra. Soltar la vida y aceptar la muerte, dejar la muerte y aceptar la vida. Por ello hoy debes decidir qué aceptas.


YO: ¿Hoy?


SOY: Este día te recuerda el Inicio de tu Camino y el Final de otro.


YO: El aniversario de la muerte de mi abuela, y el comienzo del camino Harwitum…


SOY: Y hoy representa el trauma de repetir la misma historia del amor, o avanzar a dar la bienvenida a la vida.


YO: Soltar de quien estoy enamorado, y recibir el nacimiento de mi sobrina…


SOY: El viaje te espera… El viaje es hoy. Y soltando el control de tu Ego, es que puedes vivir la aventura volviéndote capitán de tu barco. Volviéndote realista, reconociendo cuál es la ilusión real y cuál es la imaginaria. Todo es una ilusión, pero tu discernimiento es el que debe indicarte la verdad entre las verdades.


YO: No comprendo…


SOY: Hoy debes elegir qué pulsa en tu corazón. Debes pulir tu quilla, apuntar popa a destino, soltar la vela, y mirar la brújula de tu corazón. El destino nunca está delante, sino dentro, dentro está la única verdad, la ilusión real, en el latido, el pulso, mientras que delante está la ilusión falsa. Una es la celebración de la vida, y la otra es la liberación de la muerte.


YO: ¡Eleven anclas! Pues decido iniciar la aventura hacia la Vida.


SOY: Cúbrete del Vellocino brillante de tu personalidad para abrigarte de los vientos frescos de la Palabra que Guía. Navega en las calmas olas de tu emoción, surcando sobre las profundidades de tu Alma. El Destino es un nuevo comienzo. En el horizonte sólo hay libertad, y la brújula que te guía en las estrellas, late siempre en tu corazón.


YO: ¡Alzar Velas! El Dragón nos espera para celebrar bajo el Árbol de la Vida.


SOY: Navega libre, Argonauta de la Creación.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

AIRE: FRÍO= Por el contrario, en su oposición se encuentra el aire frío, segundo aspecto de la trinidad del aire, que levitando en la atmósfera gana peso al enfriarse debido a llegar a los límites de la misma, y descendiendo en picada hacia los suelos. De igual manera que cuando el espíritu encuentra sus límites mentales y comienza a sentir, el mismo se precipita al plano emocional del alma, donde recorre las realidades envolviéndolas y convitiéndose en ellas para sentirles.
ankh ready4.png

(8/12)

bottom of page