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200°

feb19

Aries-Leo-Sagitario

Toroide

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Emocional

Yo Sé

PB-h: Yo Soy Alimento Eterno

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YO: Fuego. La chispa que enciende la llama que dispersa el calor. El Toroide es el Fuego, la Iluminación.


SOY: La Trinidad del Fuego se relaciona a los 3 Centros sutiles de la energía toroidal: El Centro Inferior relacionado al Cuerpo es Aries. El Centro Superior relacionado al Espíritu es Sagitario. Y el Centro Alto Corazón, el Alma, la Llama Trina, es Leo. El fuego es el elemento de la integración, donde descubres que todas las cosas se pertenecen, se unen, vuelven a la Unidad. Por ello, la búsqueda de estos tres signos se relaciona a la soledad, al uno, al eje, al viajero. El proceso del Fuego es el que lleva a la Iluminación, es el camino del Ego en todos sus aspectos centrales. Pues más allá de cualquier proceso externo, el viaje de la vida es sobre el Yo, sobre el caminante que le transita, y su camino comienza solo.


YO: Aries.


SOY: Aries es el inicio de todas las cosas, la cabra, el símbolo del Sol. En los pueblos antiguos, mucho antes del descubrimiento de la Agricultura, el paso intermedio entre la caza y recolección hacia el sedentarismo, fue el pastoreo. Los pastores llevaban a las ovejas y cabras por los montes y vivían de su leche, de su carne, cuero, lana y huesos. Es el inicio de un pueblo, y la primer actividad del año. La tarea de un pastor es solitaria, aunque bastante hosca. Y pastando, fue que los primeros humanos vieron el milagro, descubrieron la chispa divina.


YO: El fuego…


SOY: Un rayo cayó quemando las matas que no se apagaban, y uno de ellos tomó una rama, y creó una hoguera. Calentó agua, quemó la carne, y ese fue el inicio del humano como lo conocemos.


YO: ¿Por qué?


SOY: Porque las propiedades de la carne cruda no son las mismas que la carne cocida. La carne cruda es procesada por los intestinos pero no logra tomar todos los nutrientes, pues la reacción química necesaria para desprender ciertas vitaminas, minerales, proteínas, no se da dentro de nuestro organismo. Así que son eliminadas. Por lo tanto, el fuego generó esta reacción, facilitando la absorción de dichos elementos y compuestos, que mejoraron la conectividad celular y el desarrollo neuronal, y por lo tanto la capacidad cognitiva. Fue la chispa del fuego, el cocinar los alimentos, la carne, las verduras, lo que habilitó al humano a convertirse en lo que es hoy. El Cuerpo humano, pues, debe lo que es al fuego, a aprender a utilizarlo. El fuego mataba los virus y bacterias del agua al hervirla; los microorganismos morían, y mejoraron las opciones de supervivencia. El fuego fue el inicio de las civilizaciones.


YO: Junto a las cabras.


SOY: Exactamente. Un pastor, con sus cabras y una hoguera. Tiempo de soledad, para autorreferenciarse, para pensar. Este es el momento más oportuno para desarrollar el Ego. Aries es sinónimo del niño que aprende, que inicia un camino en la vida, que empieza a descubrir. Aries es un desconocedor, y por lo tanto se sorprende. Aries es la chispa de la Creación, el que impulsa el inicio, quien da la fuerza, ímpetu para que Tauro ejerza la potencia del trabajo.


YO: Pero Aries jamás hará el trabajo…


SOY: Bueno, lo iniciará. Aries no vino a trabajar, vino a empezar cosas, a poner la fuerza, el poder. Es el Sol que nace, el amanecer, es la chispa que enciende, es la adrenalina.


YO: Sólo vasta una chispa para generar un incendio.


SOY: Y así es como Aries se encuentra en su desequilibrio. Ira, rabia, violencia, guerra, conflicto. Marte o Ares, el dios de la Guerra, es el resumen perfecto del arquetipo de Aries. Un ser enamorado de sí mismo que descansa planificando cuál será su siguiente conquista, y no tardará en encontrar una excusa para iniciar el conflicto que le lleve a vencer. Aries es el niño que descubre, pero también el que se comporta como un malcriado, que vive de lo que hacen los demás por su irresponsabilidad. No ve futuro, vive día a día, pues cada día se pone el sol. No es constante, y cada día debe reiniciar su fuego para avanzar. Como el mismo fuego virulento, quema con rapidez todo el carbono de la madera, consumiéndolo tan rápido, quemando todo a su paso, que de la misma forma se apaga y agota. Es el arquetipo de aquellos que gastan toda su energía antes del proceso, en el inicio, y luego nunca pueden ver sus resultados pues para ese momento ya están demasiado cansados como para seguir.


YO: Conozco eso, tanto en otros como en mí.


SOY: Pues todos lo tenéis.


YO: Es el Ego que lo quiere todo para sí, que siente la pasión, los fogonazos, la lujuria, la ira, la rabieta; pero todo este aspecto negativo envuelve la Voluntad. ¿Cómo extraigo la voluntad y fuerza de iniciar de Aries sin caer en las sombras del ego?


SOY: Para Aries todo se relaciona a sí mismo, es un ser egoísta y egocéntrico por naturaleza, es decir, que no tiene malicia en su actuar, sino que no conoce otra forma. Por esto mismo, tiene algo muy importante que entregarte antes que la voluntad: el amor propio. Aries te recordará que sobre todas las cosas, estás tú. Que lo más importante es el Yo Soy, pues todo lo demás surge de mí, y existe por mí. Cuando Aries despierta en ti la consciencia de la autorreferencia, es que ha llegado el momento de ir al Yo Soy.


YO: O sea que debo volverme un poquito egocéntrico.


SOY: No… Sólo debes recordar que el Yo siempre estuvo en el Centro, fuiste tú el que se salió de él. El error de Aries en su inconsciencia es la indiferencia de todo aquello que proyecta o ante lo que se relaciona. Si recuerdas que todo lo externo eres tú, dejarás de ser indiferente, y le cuidarás como a ti mismo. Allí es donde surge la Voluntad. Como tarea te pongo que hagas un ejercicio físico cada día, por mínimo que sea, para encender el fuego en ti. Ya sea caminar 1 kilómetro, o subir y bajar escaleras, o lo que sea, no tiene que ser mucho, sino lo suficiente para hacerte sentir responsable de activar la chispa de la voluntad de cuidarte, sabiendo que así cuidas a los demás. Y si lo haces bien, brillarás en el mundo.


YO: …Leo. El León, el Sol.


SOY: El Alma de la Trinidad. Esta es la semilla de mi divina presencia dentro de ti. La coronación del proceso de integración, cuando el Yo trasciende sus necesidades básicas y empieza a reflejarse en los demás siendo ejemplo, guía, líder. La Llama Trina es la fuerza de Sabiduría, Voluntad y Amor en uno, es el líder que guía con sabiduría plena por su experiencia, quien manifiesta la voluntad de acción para cuidar a los suyos, y quien tiene la sensibilidad y carisma capaz de amar y ser amado por los otros como un ser en quien referenciarse. La Llama Trina es la Luz que irradia de tu corazón, es la manifestación de la Divina Presencia del Yo Soy.


YO: ¿Cómo surge esto relacionado a Leo?


SOY: El humano viene de África, y por aquel entonces, hace miles de años, el clima era diferente, y los leones no sólo habitaban en los países del sur africano, sino que además vivían por el norte, por Medio Oriente. Cada león formaba una manada que regía, con muchas hembras y otros machos jóvenes. Solía ponerse en el lugar más alto, para contemplarlo todo. Las hembras cazaban, y los jóvenes defendían. Mientras él miraba, contemplaba.


YO: Era el Rey.


SOY: Se lo había ganado. Para que una manada crezca se necesitan genes fuertes. No es una cuestión de machismo. Las hembras le daban el poder. Lo cuidaban, pues un macho fuerte, grande, significaba hijos fuertes y grandes, una correcta sucesión genética de la manada, del clan. Tal vez el macho creía tener el poder, pero en realidad, es usado por las hembras. Por ello, el Rey debía ser carismático, protector, buen guía, y mostrar todos los atributos de un buen líder para mantener su puesto. Cada tanto, las hembras elegían a otros, y debían ganarse el lugar en una batalla casi a muerte, o con el resultado del exilio. Los humanos vieron en las manadas de leones un ejemplo de orden, ejemplo a seguir, y el orden de las tribus se gestó con este mismo propósito. Así, el humano que lograba cazar un León macho y vestirse con su cuero, se convertía en el Rey, alguien invencible, una buena opción para las hembras humanas de tener hijos inteligentes y capaces de todo. Un macho solo podía fecundar varias hembras, y esto aseguraba el crecimiento de la comunidad con genes fuertes.


YO: Aunque a su vez este mismo sistema se volvió en contra.


SOY: A mayor acumulación de poder, el macho humano dejó de estar al servicio de las hembras, y pasó a tenerlas de súbditas, y aunque el macho Rey no tuviera los mejores atributos, se aseguraba eliminar a los demás para tener su harén, aunque su genética no fuese nada buena, ni sus atributos. Por ello, algunos pueblos establecieron la Ley del Buen Líder, para remarcar los atributos que debía tener un Rey o Reina para poder liderar a un pueblo. Y el símbolo de ello fue el León. Durante el Verano, fines de Julio hasta mediados de Agosto, es el momento de mayor expansión y dominio, donde el sol, rey del cielo, pasa la mayor parte del tiempo por encima, en lo alto, vigilando su reino. Por ello, las estrellas de este tiempo fueron llamadas la Constelación del León. Así, los líderes debían despertar el correcto Yo Soy, la Llama Trina, encarnar al Espíritu Divino, demostrando sus atributos de sabio, de voluntarioso y amoroso, líder carismático, es decir, querido por todos. Leo representa al Ego trabajado, aquel que pone su Yo en servicio de los demás, guiándoles, como maestro, como imagen a seguir, ejemplo de vida, un faro en la noche, un ser que Ilumina como una estrella, como un Sol otorgando calor, claridad, seguridad.


YO: Pero si no está en equilibrio…


SOY: Se convierte en un dictador. Si se ve desprovisto de los tres atributos del Yo Soy, y no logra irradiar su luz, Leo actuará. Si no puede brillar como una estrella por su propia naturaleza, forzará el convertirse en una estrella, haciendo teatro, llenándose de disfraces, de trajes acorde al público, actuando en función de lo que los demás esperan de él. Y mediante esta actuación, manipulará las emociones de los demás, utilizándolas a su favor, haciéndoles creer sus propias ideas, y controlándolos a todos. Controlador, Manipulador, Maquiavélico, Dictador, Egocéntrico; necesitará llamar la atención a gritos para ser amado y respetado, castigando a quienes no le rindan pleitesía. 


YO: Siento que, siendo Leo, es uno de mis grandes trabajos estando al frente de la gente. Lograr no convertirme en eso, en un manipulador egoico y controlador. La naturaleza me ha puesto en el rol que ocupo, muy leonino, mostrándome siempre, casi actuando para ser comprendido, como un artista más que un pedagogo a veces, jugando al filo de ser estrella o estrellarme. ¿Cómo encuentro el Eje de Leo?


SOY: Vuelve a tu Alma. Leo es el Alma, y ésta es la que guía los pasos del verdadero reino interior. Conéctate con la sensibilidad, con el cariño, con el reconocer que no estás solo, sino que eres parte de muchos, y que lo que le hagas a ellos te lo haces a ti mismo. La imagen que Leo ve del mundo es que todos son niños a quienes guiar, pues piensa que son tus hijos, y que cuando seas viejo, ellos deberán cuidarte a ti. El cariño que recibirás en tu vejez dependerá del cariño con que hayas tratado al mundo en tu vida. Un buen líder no es el que va delante, sino el que impulsa desde atrás, para que cada uno descubra que puede dirigir su propia vida. Ser libre.


YO: Y allí es donde entra Sagitario…


SOY: Oh sí… La libertad. El Centro de Arriba es donde la luz que brilla de Leo, las llamas de este fuego que todos contemplan obnubilados e hipnotizados con admiración, se convierten en calor, y ese calor se expande, se libera, llena los espacios, busca subir a los cielos y viajar por la atmósfera. Sagitario proviene del latín “Saggita” que significa Flecha, y por lo tanto Saggitarius es el Arquero, quien dispara las flechas. En la mitología, este ser era un Centauro. Los mismos no eran seres muy amorosos, sino más bien distantes, fríos, que vivían con las musas, en los bosques. La mayoría de ellos eran hoscos con los humanos, y preferían matarlos y ahuyentarlos. Sólo había uno que no lo hacía: Ofiuco.


YO: ¡Ofiuco! Muchos preguntan que si este signo es nuevo y si los demás se movieron porque apareció este.


SOY: No, claro que no. Este signo no es nuevo, siempre estuvo allí, entre Escorpio y Sagitario. Tiene una gran presencia en los que nacen entre ambos signos, pero no forma parte de la rueda zodiacal. Como todas las otras constelaciones, influyen en la historia humana, pero no determina el ciclo de 12. Ofiuco fue el único centauro que ayudó a los humanos, que enseñó a Hércules y a muchos otros, sobre arte, batalla, y filosofía. Pero no Saggitarius, quien era un cazador solitario, un viajero que prefería divertirse con las musas. El fin del Otoño traía consigo las últimas las celebraciones antes de guardarse para pasar el duro invierno. Los pueblos migraban hacia el sur si aún eran nómades, dejando las montañas y volviendo a los valles del sur y el mediterráneo. Las aves y los animales migraban hacia tierras más cálidas, y los poetas describían esto como el baile de las artes. Los viajeros seguían los buenos tiempos, la música guiaba las caravanas.


YO: Por esto se relaciona a esta constelación con la alegría y los viajes…


SOY: Así es. Las flechas hablan de los aciertos, de la caza, de los destinos. Donde el arquero apuntaba su flecha todos debían seguir, pues allí estaría la presa que daría alimento al pueblo. Sagitario es la certeza, la agudeza, la sabiduría. Es quien busca, descubre, es el Espíritu encarnado en el arquetipo de quien vive alegre, descubriendo nuevos territorios, nuevas personas, conociendo nuevos sitios, nuevas músicas, artes, culturas, quien se abre a aprender de cada sitio que pisa, quien se expande como el calor del fuego, y en su expansión todos lo siguen. El centro superior expande en todas direcciones el fuego sagrado de Leo, el brillo propio es expandido al mundo, otorgando libertad. Si Leo dice: “¡Seguidme!”, Sagitario les dirá: “¿A dónde queréis ir?”. La fuerza de voluntad del cuerpo Ariano aquí vuelve a tomar relevancia, pues es uno mismo quien debe elegir, pero necesitará de la consciencia del alma Leonina para reconocer que dicho camino abrirá sendero para otros, hacia el Espíritu Sagitariano que les mostrará cómo disfrutar de ese camino. Para Sagitario no hay destino final, pues el Camino es lo Importante. Aquí el espíritu recuerda que el entramado de la Red no tiene principio ni final, sino que todo punto es un principio y un final en sí mismo, trascendiendo a Aries, y que la Red de Camino no posee uno central, trascendiendo a Leo. Todos son el centro, todos deben referenciarse en su Ego para luego comprender que el mismo es una herramienta para el conjunto en una Red, que dicha Red no tiene fin, sino que es un eterno viaje del cual nutrirse.


YO: Pero esto nos hace escaparnos también, de la responsabilidad…


SOY: Aquí entramos a la sombra de este arquetipo, que nos mostrará que al no haber final, no hay responsabilidad. Desconoce la importancia del liderazgo de Leo al ser libre, y se jacta de no tener límites, por lo que escapa a las leyes, pero sobre todo, intenta no enfrentarse a Aries, quien le pone delante conflictos, oposiciones, quejas, y con sus patas de caballo salta por encima, como si no hubiese visto el conflicto. Así se escabulle del enfrentamiento, de los problemas, librándose de toda responsabilidad. El calor del fuego, como bien dijimos, se dispersa.


YO: Muy comprensible…


SOY: Ahora bien, los 3 conforman el Fuego de la Iluminación, y tienen algo que entregarnos en el tiempo de Acuario, pues son atributos del mecanismo evolutivo transformador que Acuario necesita que manifestemos. Acuario es una era de conexiones, pero no de comunidades sino de individuos. Así, nos pide que trascendamos la idea de pensamientos grupales y de clan, casi religiosos. Para esto, Aries entrega la herramienta del Yo, de quien nos recuerda la importancia de recordar que ante todo está uno mismo, y nada nos puede mover de ese eje, o perderemos lo más importante de nuestra vida que soy Yo, desde y hacia donde todo se referencia. Acuario busca crear redes de personas conscientes que innoven constantemente, y para ello, cada individuo debe ser capaz de mostrar su poder interior, sus capacidades, compartirlas con los demás y proponer proyectos que liderar en redes. Leo es esa fuerza que habilita a que cada individuo pueda encender el fuego de su sabiduría, amor y su voluntad para llevar a cabo sus propias manifestaciones e incentivar a los otros como ejemplos a seguir. No tener miedo a actuar. Y sobre todo, Sagitario le recuerda la libertad, pero dentro de esta libertad, la importancia de pasarla bien, de conocer cosas nuevas, de no cerrarse a un mecanismo, sino a gozar de la experiencia de transitar el camino sin necesidad de llegar a un fin o propósito.


YO: Encontrando el Eje de estos tres en mí, enciendo mi fuego interior para irradiar al mundo.


SOY: Ser un Faro del Mundo. Enciende la chispa divina en ti, así tu llama trina brillará en el mundo, y tu ser se expandirá al infinito. Dime ahora el mantra que el Fuego te entrega hoy…


YO: …Yo Soy, Yo Soy, Yo Soy…


SOY: Hágase la Luz…

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

DETRÁS= por la espalda se traza la proyección de un objeto o ser que implica la defenza, protección y estabilidad, ya sea los hombros como la columna vertebral o caparazón en los animales. Así, biológicamente el cuerpo se desarrolló con la intención de protegerse al escapar de un lugar o situación, no mirando hacia atrás. Podemos interpretar esto en dos visiones: una huyendo del pasado y dejándolo atrás, o bien protegiéndonos del miedo que me provoca lo desconocido y la incertidumbre del futuro.
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