top of page

204°

feb23

Venus

Corazón

🫀

🏔️

🏺

Física

Yo Sé

Di: Yo Soy Equilibrio del Eje

BLOG

octahedron crystal sogutwiefertig_edited.png

YO: Cuando era un niño, pasaba mucho tiempo con mi tía Olga, la hermana de mi abuelo. Ella dedicaba gran parte de su día al jardín; arreglando las plantas, acomodando las flores. Y cuando yo jugaba afuera, me explicaba sobre cada una de ellas. Cómo debía tratarlas, regarlas, podarlas para que crezcan bien. Pasaba horas con ella, quien me explicaba historias de su infancia, de sus padres y hermanos. Aunque todos habían sido muy malos con ella, ella los amaba igual, y hablaba de todos con admiración. Su padre había sido horrendo con ella hasta el momento de su muerte, pero ella no dudaba en llamarlo “papá”, y se atrevía a dejar caer alguna lágrima de añoranza cuando hablaba de él. Aunque mucho más de su mamá, mi bisabuela, a quien admiraba mucho. Era la hermana mayor de 5 hermanos, y los otros 4 la tenían como la criada de la casa, a quien dar órdenes. Con un extremo machismo, nunca le aceptaron ningún novio, y se los ahuyentaban o amenazaban. Hasta que no fue muy mayor, no encontró a un compañero de vida, un señor alemán llamado Otto, un inventor a quien yo quería mucho. Había hecho unido dos bicicletas como si fuera un coche a dos pedales, para poder salir a pasear con mi tía por la ciudad, los dos pedaleando. Todos los conocían, eran únicos. Ya con 50 años, mi tía fue a pedir permiso a sus hermanos para casarse con él. Pero se lo negaron. Le prohibieron estar con ella, y lo alejaron de mi tía. Así, le dio cáncer de mama, por la falta de amor. A veces creo que ella me inspiró esa búsqueda imposible de encontrar a alguien, a esa alma gemela, a vivir ese romance que ambos me inspiraban, y que siempre fue prohibido. Ahora que lo digo, mi corazón late más fuerte, mi cuerpo confirma que mi anhelo proviene de ella y la admiración que siempre tuve por su persona. Mi abuela me contó mucho tiempo después que tuvo que impulsarla y darle consejos sexuales, pues tenía más de 45 años y seguía siendo virgen. Y a pesar de tanta castración, ella seguía amándolos y llorando por todos como si fueran sus niños. En aquel entonces no podía entenderlo, pero de mayor pude ver lo horrible que todos se habían comportado con ella. Cuando llegaba la noche y aparecían las estrellas, ella me señalaba hacia arriba, me hizo mirar el cielo por primera vez. Me enseñaba los nombres de las estrellas, me mostraba las estrellas fugaces. Fue la primera persona que señaló hacia arriba, que me mostró la maravilla de lo celestial. Tenía una fe intensa en lo eterno, en la existencia y la trascendencia, y sin ningún reparo, no dudaba nunca en hablarme de la muerte. Ella sabía que moriría de cáncer, y cada tanto señalaba al cielo apuntando a una estrella en particular y me decía: “¿Ves aquella estrella bien brillante? Es el Lucero. Allí vamos todos cuando nos morimos. Allí está mi papá y mi mamá, y cuando yo me muera, iré allí. Así que cada vez que veas al Lucero, sabrás que yo te estaré cuidando desde la estrella…” Este pensamiento me hacía bien. Mi tía me preparó para la muerte toda la infancia, aunque cuando murió no pude contener mi angustia. Había dado toda su vida por amor, con la esperanza de ser recibida de igual manera del otro lado…


SOY: En el Lucero…


YO: Sí… Tres noches más tarde, tuve un sueño. Mi tía estaba en el jardín, de noche. La fui a ver, me abrazó de un lado agachándose, y me señaló al cielo. Me mostró el Lucero, y me dijo: “Ahora estoy allí, y te estaré cuidando siempre”. Entonces, al girarme hacia ella, me dio un beso en la frente, y cuando oí a mi abuela llamarme desde la cocina, al voltear a verla ya no estaba. Fue la última vez que la vi. Pero siempre la sentí cerca. Pero me quedé con la duda. Cómo era el sitio donde ella había ido. Quería saber cómo era el Lucero. Y empecé a investigar. Y descubrí algo que me desconcertó. El Lucero no era una estrella, sino un planeta: Venus.


SOY: Venus es el nombre romano de la diosa del Amor. Proviene del indoeuropeo “wen”, que significa “desear, amar”. Los griegos la llamaban Afrodita, con el mismo sentido. La vida, la belleza, el amor, habían surgido del deseo, la pasión, lo sensual y elegante de esta divinidad. Esta diosa surgía del mar o el desierto por el Este, siendo la luz más radiante del cielo después de la Luna. La idea de que esta luz traía las olas, hace que la tradición explique que Venus surgió de la caparazón de una ostra, una concha marina, dando origen a la vida desde las aguas. Por esto, los antiguos pueblos fenicios la llamaban la Divinidad del Agua y la Luz: Inana-Ishtar. Los persas la llamaron Anahit, mientras que los Mediterráneos la conocían como Tanit. Venus da lugar a la palabra venerar, es decir, amar intensamente a un dios, alguien o algo. Así mismo como dio origen al nombre Viernes, día dedicado a Venus, a quien en inglés se conoce por su nombre nórdico “Freya”, dando el nombre “Friday”. Tu tía Olga no eligió mal sitio para ir, pues toda la humanidad en distintas culturas y por miles de años, conoció a esta estrella errante, a este planeta, con el nombre de “Amor”.


YO: Sí… En cierta forma su brújula apuntó bien, a unirse a esa energía que no logró manifestar en este mundo, que no pudo experimentar. Pero, cuando leí sobre Venus, me quedé de igual manera un poco preocupado. Pues el planeta, más allá de ser un paraíso amoroso, es un Infierno.


SOY: Bueno… Si hablamos de lo objetivo, sí, lo es. La razón por la cual el planeta brilla tanto como el Lucero que es, se debe a la cantidad de gases tóxicos que envuelven su atmósfera, una atmósfera mortal compuesta en su mayor parte por dióxido de carbono a raíz de la constante actividad volcánica del planeta que, a su vez, debido a sus infernales vientos, revuelve los gases llenándolos de nubes compuestas de ácido sulfúrico y dióxido de azufre. Toda la luz que entra del Sol no puede salir del planeta, creando el peor efecto invernadero que puedas imaginar, generando que la temperatura promedio de este mundo sea de unos 464 grados Celsius. Teniendo en cuenta que la temperatura media de la Tierra es de 15 a 16 grados, claramente Venus es un infierno. Sus ríos son de lava, y su suelo arde más que cualquier horno.


YO: Wow… Es terrible…


SOY: La luz del Sol se refleja en sus nubes de dióxido de carbono, y eso es lo que hace que se vea tan bonita y brillante, elegante, desde la Tierra…


YO: No es un sitio para ir de vacaciones, claramente… Pero se entiende por qué le llaman Lucero.


SOY: Este nombre, además de su nombre divino, fue un epíteto constante. Los griegos le llaman también “Lucero”, es decir: “el que porta la luz”, que en griego se dice “Phosphorós” (Fórsforo). Y los romanos le llamaban igual: “Portador de la Luz”, el cual el latín tiene un nombre muy conocido: “Lucifer”.


YO: Lucifer… El diablo? Venus era llamado “¿Veneración por Lucifer?” Si mi tía supiera… Jeje.


SOY: Bueno, vamos a explicarlo. Lucifer proviene de la etimología “Lux, Lucis” (Luz) y “Fero” (llevar, portar). Este nombre era un epíteto que describía a todo aquel que portaba la luz, y como este planeta era el más luminoso, se le conocía así. En las mitologías semíticas, Lucifer era el epíteto de un Arcángel que era el portador de la Luz de Dios, era el más querido por la Divinidad. Pero en la historia fue aquel que se rebeló contra Dios, y decidió crear su propio universo. Así, se volvió el opuesto a su tarea: la Oscuridad. Por esto, los pueblos semíticos, hebreos y árabes, le llamaron “Shaitán”, que significa “Adversario, enemigo”, dando origen a Satanás. Venus fue una especie de representación de este ser hermafrodita que porta la luz alrededor del Sol, de Dios, y que a la vez suele ser traicionero… Como el Amor Humano.


YO: En cierta forma, las dos historias se unen, pues el Portador de la Luz, es literalmente el Infierno que muchos se imaginan, un sitio con fuego, lava, donde no se puede respirar… Es Venus.


SOY: Desde el punto de vista humano, Venus es un sitio incómodo para vivir, sí. Sin embargo, su energía es la que nos importa, ya que es lo que verdaderamente nos afecta aquí. El Amor es una energía Polar, algo que nos guía a todos hacia el norte. Amor es la forma romántica o emocional de llamar a la Energía Libre y Eterna, a aquello que nos une a todos. Y la energía se mueve por polaridad, positivo y negativo. En la imantación de esta energía, dos opuestos se atraen, generando un campo magnético de colores, que son la descarga de iones que protege al núcleo de toda fuerza externa, convirtiéndole en un eje en movimiento que se alinea hacia la polaridad positiva, que en un planeta llamas norte, y en un humano llamas cabeza. El Amor se recarga en el Sur y alimenta el cuerpo hacia el Norte, siendo así el surgimiento de la Kundalini, energía vital, un flujo energético, amoroso si se quiere, que despierta la potencia que llamas pasión, deseo, y que se eleva perdiendo su intensidad al convertirse en conexión, en romanticismo, en enamoramiento, y se dispersa en forma de libertad y expansión. El amor tiene, pues, muchos estadios de expresión energética, y es la fuente de vida de todas las cosas. Pero para que sea fuente de vida hay que regular la pasión, el deseo, pues de no regularse, el fuego consume todo el cuerpo, convirtiendo a un mundo como la Tierra en un planeta como Venus, consumido por su propia incapacidad de gestionar su fuego interior.


YO: Es una buena alegoría de lo que sucede cuando en lugar de usar la fuerza sexual, la pasión por las cosas, en pro de algo coherente y expansivo, lo usamos sólo para acumular, retener, poseer…


SOY: Venus regula desde el subconsciente todo tu mundo energético relacionado a tu fuego interior, a la potencia que te impulsa a moldear la vida. El fuego interno, la energía pura del amor, es como una luz intensa que irradia en todas direcciones, pudiendo convertirte en el Lucero.


YO: Es decir que es la pasión y fuego amoroso venusino lo que propicia la Iluminación, y no el frío espiritual de Urano…


SOY: Así es. “La Pasión”, es la clave de la Iluminación. Pero ¿qué hace que un Lucifer se convierta en un Satán?


YO: El mal uso de la luz…


SOY: El que te vuelvas enemigo de tu propia creación. La mayoría de los humanos vive una dualidad constante en que lucha contra sus propias creaciones, su propia vida. Nunca estando conformes, buscan mejores cosas, más comodidad, verse mejor, disfrazar al cuerpo físico, decorarlo, adornarlo, luchando contra el deterioro, buscando aferrarse a la vida, se quejan de lo que logran en ella. Desean, pues, poseer más de lo que necesitan.


YO: Lo reconozco, pues me pasa. Es una de esas cosas con las que solemos luchar dentro de nosotros mismos…


SOY: Venus te recuerda de las pasiones, y te hace saber que no está mal usarlas, sentirlas, que los placeres Taurinos, Escorpianos y Librianos no son una mala opción para poder iluminarse, irradiar, encontrar un centro. Sin embargo, la búsqueda exacerbada de esto en el mundo exterior, sólo proyecta necesidad en las pasiones que sólo puedes cubrir en ti mismo, en tu mente. En lugar de iluminar, el fuego comienza a quemar. En lugar de guiar, el fuego destruye. Es así que Lucifer se vuelve Satán, cuando el mismo ser traiciona su propia luz en pro de conseguir beneficios, venerando la materia por sobre la esencia que da lugar a la misma. ¿Sabes controlar ese fuego?


YO: No…


SOY: Pues he aquí mi tarea. La tarea para toda pasión jamás será la prohibición de lo que produce el placer, sino la rutina en su uso.


YO: ¿Rutina?


SOY: Así es. El Amor es algo eterno, y por lo tanto, debes administrar su uso para que su energía no te consuma. Los placeres del sexo, la comida, el sueño, las relaciones, las ideas, proyectos, tienen un objetivo que es activar los motores principales de tu cuerpo físico. Sin embargo, si enciendes la maquinaria a toda potencia, acabarás quemando los primeros engranajes, destruyendo la máquina, el Merkabah. La rutina pone orden a esta energía venusina, permitiéndote honrar a las pasiones y dándoles el lugar que les corresponde. Venus es más que el planeta del Amor y la Belleza, es el mundo que aclama el equilibrio de tu corazón, el equilibrio de la emoción, del amor que nutre tu ser.


YO: Entiendo… Entonces, tomaré un calendario, y ordenaré mi semana…


SOY: No con grandes cosas, sino con cosas pequeñas. Con alguna comida, alguno que otro placer. Pon algún horario, ponte metas pequeñas. Nada grande, no fuerces el cambio, sólo redirecciona la energía, para que así el fuego se convierta en iluminación.


YO: El Amor es la Antorcha que guía mi Vida…


SOY: Por ello, no hagas que se apague…


YO: Viviré, pues, para mí mismo, aquello que mi tía anhelaba en su vida, y en mi experiencia le expandiré, para que pueda vivirle conmigo.


SOY: Pues el Amor es uno sólo, y atraviesa todas las cosas. Pues Todo es Amor.


YO: Yo Soy Amor.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

OESTE= La última dirección espacial es donde todo acaba, la del final o destino. Por contraposición, es la dirección opuesta a la rotación de un mundo, y por lo tanto, es lo que se deja ir, lo que se libera, donde desaparecen los astros en el cielo, por lo tanto, sitio de enterramiento, de muerte, de sumergimiento, y por lo tanto, del agua y los océanos.
ankh ready4.png

(12/12)

bottom of page