SOY: Bienvenido a casa, bienvenido al mes del Toro.

YO: Gracias. Es extraño que, a pesar de no tener nada de Tauro en mi carta natal astrológica, ni planetas en Tauro ni nada en Casa 2, siento cierto alivio de llegar a este mes.

SOY: Porque si algo buscas en tu vida, es un hogar. ¿Verdad?

YO: …Puede ser.

SOY: Cuando no existías, y sólo eras quien yo soy, Ghan, jamás encontraste un sitio al que llamar casa, hogar dulce hogar, pues vivimos en la Red, expandiéndonos…

YO: Siendo felices como electrón dentro de un cable…

SOY: Exacto. Y en esta vida, el diseño de tu ser ha visto como hogar a la Tierra, y por ello te mueves por ella como si cada región del mundo fuese una habitación de tu casa.

YO: En algunas habitaciones me siento más cómodo que en otras, claro está.

SOY: Sin embargo, la ausencia de esta fuerza en tu vida, es lo que te permite ser incondicional con sus defectos y sus atributos.

YO: ¿Como cuáles?

SOY: La comida, el sueño, el comodidad, la casa, los bienes materiales, la constancia y empeño en lograr algo. Al no tener nada en Tauro, no tienes ninguna condición de su fuerza, y por lo tanto, te mueves por sus aspectos como si fueran aire. Comer o no comer te da igual, dormir o no dormir te da igual, tener comodidad o no, te da igual, tener casa o no, te da igual, tener bienes materiales, te da igual, la constancia te da igual y el empeño también.

YO: Vaya, dicho así no sé si es malo o bueno…

SOY: Veamos, no es ni lo uno ni lo otro, simplemente que no tienes filtro en esto. Hoy puedes no tener nada, y te sentirás igual que teniéndolo todo. Puedes no tener dinero, y te dará lo mismo…

YO: Porque no entiendo de los conceptos materiales… Es decir, los comprendo, pero no entiendo mucho.

SOY: Esto es lo que te permite cocrear cosas enormes, porque no ves límites en ello, no ves impedimentos, “todo es posible”.

YO: Sí… Siempre vi así las cosas.

SOY: Porque en lugar de considerarte la creación de alguien, te reconoces como la Fuente de todas las cosas.

YO: Hoy dijeron eso en la pirámide. “La Fuente”. ¿Lo que dijiste de mi búsqueda del hogar, está relacionado a lo de la Fuente?

SOY: Desde el ser que soy, sólo puedo reconocer un único hogar en el Universo, y es el Origen Universal, la Fuente. Pero eso lo digo yo, un ser que se mueve en la Dimensión 8. Sin embargo, tú habitas la dimensión 3, y por lo tanto, necesitas bajar esa fuente a la materia. Y Tauro es el único que puede hacerlo.

YO: ¿Cómo?

SOY: Poniendo los pies sobre la Tierra… Teniendo tierra, apropiándote de ella como si fueras tú mismo, reconociendo las raíces, los bienes, manifestando esa fuente aquí y ahora.

YO: Como esa incesante búsqueda de tener un hogar, una casa que me permita manifestar mis ideas.

SOY: Así es. Tu propia Fuente.

YO: ¿Cómo crear mi propia fuente?

SOY: Encuentra a tu árbol de Vida, y comencemos a construirlo.

YO: El Árbol de Vida… Hoy los maestros en la pirámide me mostraron un enorme Árbol, y pregunté qué era. Me dijeron que era el símbolo de este mes, y entonces cuestioné sobre cuáles son los temas para este mes de Tauro, y sólo me dijeron 3, el primero de cada Semana. Pero para decírmelo, aparecieron sus tres guías.

SOY: Tres Maestros tendremos estas tres semanas que nos acompañarán, más que maestros, serán aquellas entidades que nos guiarán, aquellas energías que engloban a varios maestros, y que hoy conoces con ciertos nombres.

YO: Serapis Bey, quien guiará esta semana mental, me dijo que él se encargará de las 9 ramas que conforman la copa del árbol, y que comienzan hoy con la palabra “Fuente”. Hathor, quien guiará la segunda semana, la emocional, se presentó como guía del tronco con sus 9 vetas, comenzando la semana con la palabra “Hogar”. Y Ptah, quien guiará la semana física, iniciándola con la palabra “Templo”.

SOY: Comencemos pues, bajo la atenta mirada del maestro Serapis.

YO: Y haré la pregunta obvia. ¿Quién es?

SOY: El Toro Sagrado. El nombre Serapis es la adaptación helénica (griega) del egipcio “Wssyr Hap”. Wssyr es el nombre que conoces como Osiris, dios de la Eternidad, y Hap es el nombre del dios Toro, buey que representa la trascendencia. Wssyr Hap, es la Trascendencia Eterna, manifestación de la fuente de vida en el mundo a partir de la fecundación de la luz de la fuente divina. La consciencia de ambos mundos encarnada. En el Nilo, se veneraba al más fuerte de los toros, coronándolo como un dios en la Tierra, capaz de fecundar a las vacas que nutrirían de su luz a los pobladores, y en su muerte, elevaría consigo a sus adoradores. La tradición del Toro como símbolo de trascendencia nace en los inicios del Holoceno, periodo en que se comienza a descubrir la agricultura y a domesticar los animales. El Toro, el buey, abría los caminos, los surcos en la tierra para depositar las semillas, arrastrando el arado y cargando la cosecha o herramientas. El buey fue símbolo de crecimiento, riqueza, de bienes, comida, que daba energía y fuerza. Esto le convirtió en el arquetipo de la cosecha eterna, de quien transforma la tierra para dar sus frutos, y entrega continuidad a los pueblos. Adorar al buey, pues, deja de ser absurdo, ya que se equipara a hoy adorar el dinero o apreciar el trabajo. Así, la idea del buey eterno, que permite la trascendencia de las familias, lo convirtió en un símbolo de prosperidad. La deidad del Toro Eterno, Wssyr Hap, nombre impronunciable por las gentes del mar Egeo, acabó por llamarse “Usir Api”, que dio lugar a Sir Apis, y así, Serapis.

YO: Oh, ya veo…

SOY: Pronto se crearon templos en su nombre, y los sumos sacerdotes encarnaban la idea de este ser Eterno en Trascendencia, lo cual llevó a que se interpretara la misma como la Fuente de la Vida. Se reconoció en él, pues, la pureza en su obrar, el arte de su manifestación en el campo, la paz, por ser el toro un ser apacible y tranquilo, contemplativo, y símbolo de resurrección y ascensión debido a los ciclos del campo y la ascensión de las flores y los frutos. Todo esto llevó a los sacerdotes a incorporar el símbolo del toro como resumen a todo este conocimiento, enseñando las artes de la resurrección y la ascensión, a encontrar la paz interior y a ser puros de espíritu. De esta manera, coronaron al Toro, y lo volvieron “Señor” de las riquezas espirituales. En el mar Egeo, existía un modo de llamar al “Señor” como forma honorífica, cuando se referían al gobernante de una región: “Bey”. Así, Serapis Bey, es el Señor que gobierna la Eterna Trascendencia.

YO: Oh, ahora entiendo por qué se ha hecho presente. Siempre que he oído de él, me imagino un hombre, una persona, maestro como el que se ve al buscar en internet. Pero ahora comprendo que es un concepto que engloba a muchas almas que encarnan la idea de este ser.

SOY: Su presencia nos recuerda la trascendencia eterna del hogar que somos, del sitio del cual venimos…

YO: El Origen…

SOY: El Rayo Blanco del Origen. Su presencia esta semana, nos acompañará a atravesar las ramas del árbol original. Los frutos espirituales de la Tierra. Poner los pies firmes en esta realidad, absorbiendo la luz del Sol para cosechar los frutos de su luz en la materia. Pero para saber lo que cosechas, debes saber cuál es la fuente de donde surge.

YO: ¿Qué es la Fuente?

SOY: Hay dos caminos para entender lo que es la Fuente. El primero nos lleva a la raíz latina “Fons” y su genitivo “Fontis”, proveniente del indoeuropeo “dhen”, que significa fluir. Se refiere al flujo de aguas subterráneas, que recorren lo profundo, y a la cual se accede por pozos, que llamamos fuentes. El otro camino es la palabra “Fuente” referida a un aspecto de unidad de muchos conceptos, el cual proviene del francés “fondre”, originado del mismo nombre indoeuropeo, pero con un recorrido distinto, aplicado a la metalúrgica, a la herrería, en que el flujo se produce en la fundición de elementos para incorporaros como uno sólo, tal como en la aleación de metales. En inglés este término dio la palabra “font”, utilizada por ejemplo en el formato de una tipografía. La palabra adecuada para nuestra intención de Fuente en inglés sería “Source”, surgida del latín “sub” (por debajo) y “regere” (regir, delinear), es decir, que está por debajo de las reglas, por lo tanto, lo que les origina o constituye.

YO: O sea que una Fuente es el flujo de cosas que se funden entre sí, y surgen de un sitio concreto.

SOY: Sí.

YO: ¿Cuál es la Fuente de todas las cosas?

SOY: La Fuente de todo es la Intención. Ya hemos dicho, la mente, la idea, la red, todo se origina de un entramado que surgió de un solo punto que se encuentra inerte, estático y que contiene en sí todas las posibilidades comprimidas bajo una gran presión. Por ello, todas juntas comienzan a resonar, vibrando, poniendo a cada potencial “en tensión” de uno sobre el otro. Así, el estado constante de tensión se lleva a la acción (intención), mediante la expresión y la expansión, todo surgido de ese factor mental. Tú conoces la intención como el hecho de poner la atención en algo para que eso suceda, se haga real, pues la atención y la intención son formas de describir algo que es el entrelazamiento cuántico, en que cada partícula se superpone sobre las demás, y si las mismas se ponen en tensión, podrían modificarse las unas a las otras, lo que llevaría a que las partículas que te componen a ti puedan crear algo afuera a partir de las partículas a las cuales las tuyas se han superpuesto.

YO: “Oye, oye, más despacio cerebrito”… Me hizo acordar a la frase del Jefe Wiggum de los Simpsons cuando el científico dibuja un cuadrado.

SOY: Jeje, de acuerdo. Vamos a ver. Imagina que te encuentras en un parque y quieres comer unos frutos de un árbol pero están muy altos. Entonces, consigues una cuerda, una soga, y la lanzas por encima de una de las ramas dejando que ambos extremos cuelguen hacia ti. Así, jalas los extremos moviendo la rama, haciendo caer los frutos, que ahora puedes comer tranquilamente. Esta imagen te muestra que no hacía falta ir hacia la rama para obtener los frutos, pero que tampoco obtendrías los frutos sólo con mirar a la rama fijamente deseando que caiga alguno. La intención fue producto de la soga, una cuerda que permitió la interacción entre tu mano izquierda y tu mano derecha, las cuales al generar una tensión hacia abajo y hacia arriba, provocaba que la rama hiciera el mismo movimiento, aún así tus manos nunca tocaron la rama ni el árbol. Pues imagina que la cuerda es una onda de partículas, que están en ti, en una mano, y a la vez están en ti en la otra mano, y a su vez están en la rama. Si logro generar la tensión adecuada, estas partículas superpuestas y entrelazadas, permitirán que puedas obtener lo que deseas.

YO: Ok, creo que entendí.

SOY: La Fuente Universal, aplica el mismo principio. La intención que posee hace que todos los potenciales desprendan de ella, fluyan desde su centro, se fundan en la existencia. El flujo de esta fuente de potencial es el entrelazamiento cuántico, y la fundición de sus componentes es la superposición cuántica. La fuente es como esas dos manos que lanzan la cuerda por las ramas del árbol universal, y mueven los hilos para generar las leyes del universo y la existencia misma. Dicho de esta forma, puedes comprender algo fundamental, que si toda onda o partícula es una constante superpuesta y entrelazada, entonces…

YO: …La Fuente está en todas las cosas…

SOY: Muy bien. No existe un lugar tal como “la Fuente”, sino que la misma radica en todo lo que existe y se manifiesta en cada fusión de potenciales. Cada nodo de la Red.

YO: Cada Nodo es una Fuente en sí misma…

SOY: Y cada chakra en tu cuerpo es una Fuente de potenciales en sí misma.

YO: O sea que Yo Soy la Fuente.

SOY: “Que la Fuerza te acompañe” (May the Force be with you). El concepto tomado por la saga de películas de “Star Wars”, hace referencia a la Fuente Universal, que habita todas las cosas, que no existe en ningún sitio, sino que sólo puede ser encontrada en el interior. La fraternidad de los Jedi (recuerda que hemos hablado de esto como el “Sheddai”, nombre de Dios en hebreo que significa “Todopoderoso”), debe encontrar el poder que yace en cada partícula de la existencia, que les da todo el poder de controlar la materia y las mentes. Lo que siempre hemos dicho, de ser feliz siendo un electrón dentro de un cable, se debe a esa capacidad de sentir la fuerza atravesándolo todo, convirtiéndonos en ella. Cuando reconoces que el Origen no se encuentra en ningún sitio ni en ningún momento, sino en cada instante y en todo lugar.

YO: ¿Cómo podemos despertar esa fuente de potencial en nosotros?

SOY: Conviértete en una semilla. Concéntrate en la idea de la semilla. Una semilla es un pequeñísimo organismo que contiene en su interior todo el potencial de ser una planta, que puedes ver crecer, desarrollarse. La Semilla es la Fuente de toda vida. La misma se compone de un tegumento, que es la capa externa que cubre a los dos cotiledones, que contienen todos los nutrientes necesarios para abastecer al germen, compuesto de radícula (pequeña intención de raíz), el hipocótilo (origen del tallo), y la plúmula, las pequeñas extensiones que se convertirán en las primeras hojas. Igual que en la meiosis, los cotiledones son las dos primeras partes de tu ser que contienen el potencial de todo aquello en lo que te convertirás, y así tú, como humano, estás simétricamente organizado en dos partes que en conjunto manifiestan la intención de convertirse en el universo. Reconoce que en ti vive este potencial, y riégalo con la consciencia.

YO: ¿Cómo lo hago?

SOY: Te propongo realizar un ejercicio a lo largo de todo este mes. Cada día trataremos un tema específico, que serán los nutrientes de consciencia para que tu semilla germine desde la Fuente que vive en ti y se manifieste como frutos. Así que, el ejercicio será crear un Germinador.

YO: Como los que hacíamos en la escuela…

SOY: Así es. Puedes hacerlo con un frasco o una maceta, o ambos. En el caso de la maceta necesitarás una buena tierra mezclada con algunas cáscaras de frutas o residuos orgánicos que sirvan de compost, y semillas que puedan tomar forma e incluso dar fruto en 30 o 50 días, como lechuga, zanahoria, menta, rúcula, albahaca, espinaca, berro, brócoli, y otros. Plántalos en la maceta, y cada día, enterrarás en ella un pequeñísimo trozo de papel con el tema del día que trabajemos juntos, abonándolos con consciencia, y regándolos con agua a la cual podrás la intención cantándole el sonido correspondiente al día.

YO: Como por ejemplo hoy, sería el sonido “Wa”.

SOY: Sí, pero puedes fluir a partir de él, dejándote llevar por los cantos que quieres depositar en el riego de consciencia. Por agua y tierra nutrirás a estas plantas.

YO: ¿Y en el caso del frasco germinador?

SOY: Tomarás un frasco de vidrio, rodearás las paredes del frasco con papel secante, pondrás en medio un poquito de arena y tierra en la base, unos 2 centímetros, y por encima colocarás una buena capa de algodón. Allí, puedes poner algunas pequeñas semillas en los laterales (entre el papel secante o algodón y el vidrio) o simplemente esparcidas por el algodón. Harás lo mismo, regarás con poca agua las semillas, pero este agua, llena de la intención del tema de cada día en tus palabras o cantos. Semillas de alfalfa, girasol, lenteja, trigo, quinoa, zanahoria, son algunos de los tantos ejemplos que puedes utilizar. Pon la maceta o frasco en alguna zona de la casa donde pueda darles la luz de la mañana, y tras cada alineación de cada día, las regarás.

YO: ¿Y luego?

SOY: Cuando pasen los 30 días, te comerás los frutos, hojas o los tallos, nutriendo tu cuerpo de esta riqueza, sabiduría, amor y voluntad con que les has regado, la divinidad manifestada.

YO: Como tocar la Fuente…

SOY: Conectar con tu propia fuente creadora, observándola explayarse en el mundo físico.

YO: Nunca creí que la información de Serapis Bey, maestro del Cuarto Rayo, y su intención sobre descubrir la Fuente original de todas las fuerzas, me llevase a hacer un experimento de la escuela con un germinado.

SOY: La Fuente Universal no se halla en las magnánimas alucinaciones espirituales, sino en las ínfimas manifestaciones cósmicas. Conectarte a la fuente divina no te vuelve un maestro ascendido, sólo te convierte en un sabio. El maestro ascendido es aquel que caminó descalzo por los suelos, el que hizo crecer un árbol desde la semilla y vio todo su proceso, y lo comprendió todo, convirtiéndose en la semilla para germinar su propio árbol, ascendiendo a la luz, floreciendo y dando sus frutos al mundo.

YO: Wow… Entiendo…

SOY: Así que… Esa es tu tarea, esa es la misión. Siembra la semilla, y reconoce la Fuente en ellas, hasta convertirte a ti mismo en la Fuente.

YO: Siento que lo que haremos será tratar de ver cómo en el mundo exterior nuestro potencial crece en la forma de plantas, mientras que en nuestro interior sucede lo mismo, desde la fuente de nuestro ser.

SOY: Y así te comprenderás origen del universo, fuente de todo tu potencial, para poder manifestar toda realidad.

YO: Yo Soy Origen Universal…

SOY: Yo Soy la Fuente de la Existencia