SOY: Y con un soplo, la escultura cobra vida.

YO: Movimiento…

SOY: …La Danza.

YO: ¿Qué es la Danza?

SOY: Etimológicamente, danza proviene de la expresión germánica “dintjan”, que significa “moverse de un lado a otro”, balancearse. Bailar, (compartido en inglés como “the ball”) del griego “pallein”, proviene del indoeuropeo “pel”, significando movimiento. Danza, por lo tanto, y todo lo referente a ella, es el arte de moverse, es la capacidad que tiene la realidad de generar ondas.

YO: Yo soy pésimo para el baile. Nunca me gustó, nunca pude con ello, es de las bellas artes de la cual más alejado me siento.

SOY: ¿Por qué lo dices?

YO: ¿Eres parte de mí y en serio me lo preguntas? ¿No me has visto desde que nací? No coordino los movimientos, no puedo mover en armonía las distintas partes, es como si mis piernas se movieran de forma separada a mis brazos.

SOY: ¿Qué sientes cuando bailas?

YO: Ridículo. Me siento torpe, me da mucha vergüenza.

SOY: ¿Y de dónde viene esta vergüenza?

YO: No lo sé. Lo que me sucede es que, no veo la lógica en ello. Es decir, desde pequeño, cuando veía a la gente bailar, no entendía el propósito de sus movimientos, sacudiéndose sin un patrón. Me recordaba a situaciones totalmente primitivas. Cabe mencionar que no fue hasta mis 21 años que me acepté como humano. Antes de ello, miraba a mi alrededor como si me encontrase en una excursión, tipo safari, tratando de entenderlo todo como en un experimento. Cuando íbamos a alguna fiesta de niño, yo me quedaba en la mesa. Y cuando íbamos a una fiesta de adolescente, me sentaba en las escaleras y observaba, tímido y aterrado. Mis amigos me incitaban a bailar, pero era como si mi mente dijese: ¿qué hay que hacer? ¿Cuál es el procedimiento? “¡Libérate!” me decían… Pero no lograba ver la conexión entre la música y el movimiento. Piénsalo lógicamente: mover las partes del cuerpo desarticuladamente, sacudiéndose ante la vibración… ¿Qué hace que el cuerpo humano se mueva con la música?

SOY: Ritmo. Si tomas una soga extendida atada de un extremo a un palo, y comienzas a sacudir la soga de arriba abajo, o de un lado a otro, las ondas llegarán al palo donde se encuentra atada, transmitiendo la vibración, haciendo que el palo se mueva al ritmo de la soga. En el Universo todo es una constante, nada está separado. Cuando el cerebro recibe datos de sonido, provoca espasmos en el sistema nervioso, y si esos sonidos llegan con coherencia rítmica y armónica convertidos en melodía, el sistema nervioso impulsa señales de seguir esa onda.

YO: Lo que sería “estar en onda” o “seguir el ritmo”…

SOY: Exactamente. De esta manera, puedes imaginar los movimientos que hace el cuerpo al oír la música como si las manos, los pies, la cadera y la cabeza contorneasen las ondas, siguieran las figuras que éstas forman al expandirse por el ambiente.

YO: O sea que, el cerebro, siguiendo los patrones de vibración, pone a todo el cuerpo en movimiento para seguirlos porque el sistema nervioso está alineándose al ritmo de lo que interpreta.

SOY: Aha…

YO: Tiene lógica, pero aunque entienda esto así, no hace que baile…

SOY: Pero sin embargo, has logrado hacerlo…

YO: Sí, después de mis 27 años. A partir de esa época, me llegó la adolescencia que no había vivido por estar con todo esto de mis recuerdos y traumas interdimensionales. Pero a los 28 años, necesité hacer todo lo que no hice a los 19 o 20. Antes me aterraba salir, por todas las cosas que sentía, y lo mal que me hacía estar en ambientes de tan baja vibración, observando a las personas moverse sin sentido, pero luego, dejé de ver afuera…

SOY: Y viste dentro…

YO: Sí… Me di cuenta que podía bailar cuando cerraba los ojos, cuando sentía justamente esas ondas… Y lo que me permitió conectarme con ello fue la música electrónica.

SOY: ¿Por qué?

YO: Porque, todos tenían los ojos cerrados, nadie bailaba con otros, cada uno bailaba en sí mismo, sintiendo la música como una forma de conexión interior, y no exterior. Podía percibir a la mayoría de las personas a mi alrededor concentradas en sí mismas, gozando la música como si fuera un perfume, podía ver rostros de placer como tras probar un rico plato de comida, probando el mayor de los elixires. Entonces cerré mis ojos, y pude sentir la vibración, la música, me sentí conectado a ella, podía sentir cómo mi sistema nervioso enviaba los pulsos a través de todos mis músculos, contrayéndolos, haciéndolos moverse en función de sus ondas.

SOY: Y bailaste…

YO: Sí… Por horas. Y necesité hacerlo muchas veces, pero no podía hacerlo con mis amigos, sólo a veces, sólo podía hacerlo en entornos donde la música me llevaba a otro estado, de diversión y expansión. Sin reglas, sin métrica… ¿Por qué?

SOY: Porque a pesar de que tu espíritu en esta vida sea muy estructurado en la lógica para algunas cosas, la esencia de tu alma es libre y desestructurada, fluye, y no puede seguir los patrones, pues eres parte de una red expandida. Los pulsos y patrones de la música electrónica logran hacerte sentir en casa, en los pulsares del cosmos…

YO: Sí… Así me siento…

SOY: Y son esos pulsares los que han diseñado el movimiento en el ritmo universal. Un pulso genera la dualidad, un inicio y un destino… Otro pulso genera la trinidad, y otro más diseña el tetraedro. La mente, en su consciencia, se mueve por estas ondas que vibran, siguiendo el recorrido del pulso a lo largo del ritmo que conforma las estructuras, los patrones, e impulsa a los mismos a expandirse y multiplicarse. Dos tetraedros encienden en su corazón la imagen de un octaedro, y en sus movimientos externos, dibujan al hexaedro. Éste, se fragmenta dejando ver un dodecaedro, que respira exhalando la figura del icosaedro. Y en su extensión deja aparecer la estrella tetraédrica que repite una y otra vez el ciclo de estas geometrías básicas, multiplicándose hasta diversificarse en la distorsión y la conjunción de sus vértices y aristas. El pulso, empieza a moverse por los rincones de esta estructura, acariciando cada aspecto de la misma. Así, el universo se crea a sí mismo en un movimiento oscilante, de lado a lado, girando sobre sí mismo, buscando alcanzar cada rincón de su creación.

YO: Como la danza derviche…

SOY: La gravedad, que produce el efecto de la rotación, el movimiento espiral de las galaxias, la precesión de los equinoccios, la circulación de las aguas, el soplar de los vientos en la atmósfera, el vuelo de los pájaros y los insectos, el andar de los animales, el nado de los cetáceos y los peces en las olas del mar. El movimiento es vida, la vida es danza.

YO: Todo en el Universo está danzando, entonces, al ritmo de las ondas y vibraciones que atraviesan el tiempo y el espacio…

SOY: Y cuando esa consciencia despierta en los humanos, la mente universal tiene la capacidad de vivir ese movimiento en plena consciencia de sí mismo. Siente los distintos ritmos, y vuelve a buscar los patrones originales.

YO: ¿De qué manera?

SOY: Igual que la mente acaricia con su consciencia los patrones de la geometría en formación por los pulsos de las ondas, el humano en su consciencia realiza lo mismo, acariciando los patrones de la geometría con sus manos y sus pies. Estirando sus extremidades, en suaves o veloces movimientos circulares o pulsantes, dibuja líneas y curvas a su alrededor, alrededor del eje que conforma, trazando caminos que narran una historia. Es la literatura del movimiento, la poesía de la vida, la escultura expresando su alma. Toca el aire como si fuesen algodones, acaricia el espacio como la figura suave de la piel de un amante, recorriendo un sin fin de formas geométricas que diseñan la biblioteca de los registros de tu ser.

YO: La danza, pues… Diseña el toroide, dibuja las geometrías a nuestro alrededor, crea las estructuras y las recorre…

SOY: La Danza es el arte que manifiesta las formas del pensamiento divino.

YO: ¿Por qué entonces no me sale danzar?

SOY: Porque has reprimido este arte desde tu infancia, temiendo quedar expuesto ante el mundo.

YO: Algo que me hizo cerrarme mucho a la danza es que el humano le da tanta importancia, que presiona a quien no lo hace, casi forzándote a danzar, a moverte con ellos, y eso no me gusta, no me siento cómodo con gente mirando si bailo o no. De hecho cada vez que me arrastran a querer bailar lo paso muy mal, no me siento bien… Por eso los entornos de la música electrónica me gustan tanto, porque a todos les da igual lo que hagas.

SOY: Cada persona utiliza la danza de la manera en que vive, pues la misma, está relacionada con su estado de vibración, y tu cuerpo se moverá en función de tu apertura. Por ello hay distintos tipos de danzas, y cada una tiene un propósito, y debes saber a cuál correspondes para expresarte en coherencia.

YO: ¿Qué tipos? ¿Cuál es su historia?

SOY: En la danza ancestral, los primeros bailes estaban relacionados al apareamiento. Igual que las aves, algunos artrópodos, y algunos mamíferos, el movimiento sumado a los colores y cantos son claves para llamar la atención. La danza muestra las habilidades y destrezas de los seres vivos para desarrollarse en la vida, mostrado sus fortalezas, flexibilidades, sus capacidades. Las hembras elegían a los machos en función de los movimientos que lograban accionar. Esto generó una tradición cultural milenaria, que, aún así hayan pasado más de un millón de años, aún hoy se sigue haciendo lo mismo.

YO: Vestirse bien y llamativamente, yendo a bailar o algún sitio donde mostrar las destrezas y llamar la atención del otro.

SOY: Este es el aspecto más primitivo de la danza, pero luego incorporó algo más trascendental: mantener la unidad de grupo. La danza pasó a ser parte de los rituales de celebración, y las primeras simplemente se daban por saltar y dar volteretas cuando se lograba algo de lo que todos estaban orgullosos, como haber realizado una buena caza. Estos giros y saltos se repetían entre todos, como espasmos de alegría, que acabaron por ser los primeros bailes de las manadas, que se volvieron tribus. En este mismo camino, los líderes o chamanes decidieron emprender la mímica, es decir, la imitación de los animales, con dos objetivos: cazarlos o adorarlos. En ambos casos, el propósito era encarnar el espíritu del animal para conversar con él. Esto llevó a crear danzas en las que algunos imitaban las actitudes de ciertos animales, encarnando sus atributos. La imitación de los animales varió en las culturas religiosas, en que las danzas pasaron a ser para llamar a las tormentas, al viento, la lluvia, y hablar con la naturaleza en general. Lo cual en las civilizaciones acabó por convertirse en una forma de narrar una historia teatralmente sin palabras. Las danzas sagradas imitaban al viento, a las tormentas, a los animales, pero de una manera muy sutil, esta vez, siguiendo una narrativa, una historia, que derivó hacia las danzas circulares, danzas escénicas, danza clásica, y danza moderna, entre tantos otros, hasta la interpretación libre.

YO: Sería como un lenguaje geométrico que describe el espíritu de la realidad a partir del movimiento.

SOY: Y esta información necesita códigos que transmitir. La métrica y la técnica en la danza funcionan como la música, en la danza clásica, las danzas antiguas, las danzas religiosas… Hay patrones que cumplir específicos que se basan en la coordinación de individuos siguiendo medidas casi matemáticas. Allí, en cada movimiento, se esconde un código de la red, un dato, que en lugar de ser leído, oído, es sentido, vivido.

YO: Es la geometría hecha movimiento… Una arquitectura orgánica, viva… Una escultura que respira.

SOY: Toda danza se convierte en arte en tanto se enciende el corazón en ella. La danza es el arte que enciende la kundalini, que se asemeja al sexo, elevando la espiral sagrada en cada vaivén. Los movimientos acompañan a la energía, como moldeándola. Cada quién deberá encontrar su forma de moldear la energía, pero nadie está exento de movimiento.

YO: Debo permitirme danzar, pues, para encender mi fuego interior y movilizar mi energía, debo mover mis brazos y piernas, cabeza y cintura para generar vitalidad…

SOY: Y hazlo con la música con la que resuenes, con los movimientos que puedas, lentamente, descubriendo que puedes tocar la energía con el suave mover de tus extremidades. Diseña el tetraedro a tu alrededor, acariciando las aristas y tocando los vértices. Haz lo mismo con el cubo a tu alrededor, el octaedro en tu interior, expandiéndote hacia fuera en el icosaedro, atrayendo el cosmos hacia ti en el dodecaedro. Pon música, y muévete, pon vida a tu escultura, aliento a tu alma.

YO: Construiré mi universo como el universo me construyó a mí, en una eterna danza…

SOY: Baila con tu cuerpo al ritmo del viento y el agua; baila con tu alma al son del girar de la Tierra, danzando tu ser en este vals de la elíptica alrededor del Sol. Danza como los derviches alrededor de la Galaxia, y diseña tu universo al compás del cosmos.

YO: Soy movimiento, soy vida… Por lo tanto, soy danza.

SOY: Cierra tus ojos, y saca a bailar al alma.