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RHe: Yo Soy Soñador de Sonidos

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YO: Resignificar. Creo que esta palabra es la que me resuena hoy. Muchas cosas que tenía por ciertas, por sabidas, se resignifican. Todo este año ha sido de grandes resignificaciones de la existencia. Mentalmente hemos tenido que hacer un gran esfuerzo para repensarnos a nosotros, al mundo y a la realidad del universo tal y como la considerábamos. Creo que este ha sido un año de resignificación por completo.


SOY: Resignificar es algo fundamental en la vida, y te explicaré por qué. Este verbo proviene de la palabras indoeuropeas “sekw” (“seg”= secuencia, seguir) y “dhe-ke” (“fac”= hacer, que dio “fic”= poner, arreglar), así, “sek-dhe-ke” se volvió “sig-feke” y de allí “signus ficare”. La palabra “signo”, proveniente del sentido de seguir algo, genera los conceptos “señal, signatura, insignia”, símbolos que delimitan una corriente, un camino a seguir, una consecuencia. La palabra “ficare”, proveniente de “facere” (hacer, facturar), dio la idea de poner algo a hacerse, arreglar algo, como en las palabras “ratificar, clarificar, escenificar”. De este modo, el sentido “significar” describe la necesidad de poner un sentido de dirección, de arreglar las direcciones a las que uno se dirige. Poner un significado a algo es una indicación subjetiva sobre un objeto concreto. Cuando te preguntas el significado de algo, nunca será el mismo según para qué cultura, religión, grupo o individuo, pues los mismos cambian según su historia en relación a los sujetos. Para Argentina, la vaca es un producto animal de consumo, para la India es un animal sagrado que nadie puede tocar y que todos deben adorar. Así, en cualquier cosa de la vida, el significado no depende del objeto sino del sujeto. Por ello, “resignificar” es el concepto que nos libera de los pensamientos previos obtenidos en el aprendizaje. Pues a lo largo de la vida, los sujetos modifican su percepción del mundo, su forma de pensar y sentir, de relacionarse con el mundo, y por ello, muchas veces un significado cultural, puede volverse uno totalmente opuesto.


YO: Como el argentino que se hace vegano.


SOY: Eso es una resignificación sobre el mundo desde el cambio interno del sujeto. Cuando tu forma de ver el mundo cambia, tu percepción del mismo muta, y así lo hacen también tus sentimientos y sensaciones para con él. Esto cambia el significado que las cosas poseían en tu anterior versión de ti, para resignificarse en una versión trascendental de ti mismo.


YO: No está mal, pues… Resignificar los valores…


SOY: Claro que no. Una persona que mantiene los mismos valores toda su vida no se adapta al ambiente, y mantiene sus mismas posturas ante todas las cosas.


YO: ¿Qué pasa cuando esos valores cambian a nivel consciente, pero en el subconsciente no? Es decir, como esa persona que era carnívora, pasa a ser vegana por decisión consciente, pero cada semana sigue salivando al ver un plato de carne…


SOY: El cuerpo no logró resignificar lo verdaderamente importante. En el subconsciente no hay división de los datos, de la información, todo es un paquete único, donde lo antiguo y lo futuro interactúan en el presente sin distinción alguna. Por ello, nunca basta con cambiar un significado en el consciente, sino que es fundamental encontrar qué lugar ocupa esto en tu subconsciente. Y la mejor manera de poder verlo, es comprendiendo las reacciones que tu cuerpo tiene ante las circunstancias.


YO: Uf… Pues, ya lo veo claro.


SOY: Dime.


YO: Me pasan dos cosas, una desde siempre, y otra desde hace un mes, algo que nunca me había pasado. La primera es la facilidad de crear grasas en la cintura, no importa lo que haga, en un día vuelve a esta igual. Dieta, ejercicio, nunca cambia su forma…


SOY: ¿Y cómo te hace sentir?


YO: Triste. Y no sé por qué.


SOY: Tristeza, Frustración, Estrés y Angustia. La grasa, biológicamente, es la acumulación de nutrientes como reserva en caso de falta de energía. Cuando la misma se acumula en exceso, está relacionada a la falta de esos nutrientes. A nivel emocional, se debe al miedo al abandono, a la falta de cariño, o al temor a enfrentar algo cara a cara. ¿Te suena?


YO: Vaya…


SOY: Así, un individuo acumula grasa esperando protegerse de todo ello. En tu caso, esa acumulación se relaciona al sedentarismo, una actitud pasiva ante la vida, de no enfrentar los problemas.


YO: No hablar…


SOY: Por miedo a que si hablas, te abandonen.


YO: Y cada vez que he hablado, me han abandonado…


SOY: ¿Quiénes?


YO: Amigos, Familia…


SOY: La razón por la que te han abandonado es porque has esperado hasta el último momento para hablar, enfrentar a los “Depredadores”.


YO: Desde ya que la gente podría decirme: ¡no estás gordo, no te quejes! Pero, lo vuelvo a repetir, no es una cuestión de objetividad, sino de subjetividad. Es lo que yo siento y lo que me hace sentir incómodo.


SOY: Por ello es importante resignificar. ¿Qué significado tiene para tu consciente la grasa en el abdomen lateral?


YO: Que no puedo desapegarme de cosas.


SOY: ¿Como qué?


YO: Relaciones… Aunque creo que estoy desapegado, en realidad no lo estoy. Sigo soñando con las personas de las que me enamoré perdidamente, no puedo soltar esa emoción, y me sentí abandonado. Sigo sintiendo que cada día me abandonan, como si hubiera pasado ayer.


SOY: Todo porque tu padre te abandonó. ¿Verdad?


YO: ¿Será eso?


SOY: No hay nadie que pueda considerar que tú hayas sido un error, más que tu padre.


YO: Pero, nunca me dolió que me haya abandonado, o sea, era parte del plan.


SOY: A la mierda el plan.


YO: ¿Eh?


SOY: Perdón por mis palabras… No estamos ahora para ningún plan. Deja de oír al consciente, y escucha al subconsciente.


YO: …Cuando era niño, nunca me planteé la presencia o ausencia de mi padre, siempre creí que era lógico. Pero una vez, a mis 16 años, tuvimos una discusión con la pareja de mi madre, y me encerré en mi cuarto a llorar gritando en voz baja y con vergüenza: “¡no eres mi padre!”, y en ese instante, dije “mi padre no está… ¿Dónde está? ¿¡Por qué me abandonaste, padre!?”, y susurré la palabra que supe nunca antes había dicho: “papá”. La saboreé en la boca, pues nunca había salido de mí. Fue la única semana que recuerdo haber sentido ese dolor… El abandono.


SOY: Y desde entonces…


YO: Acumulé grasa… En mi cintura… Wow.


SOY: Aha! Tu consciente se dio cuenta del problema, pero, en lugar de hablarlo, de enfrentarlo, gritaste en silencio, casi ni tú te oíste. Y lo callaste por años… Hasta hoy que lo escribes. Lo que te has tragado, se ha acumulado en tu cintura, y te lo recuerda siempre. La falta de amor, la falta de protección de tu padre.


YO: Pero, no lo juzgo, o sea, hoy me llevo bien con mi padre.


SOY: NO tienes por qué juzgarlo. Es sólo una apreciación subjetiva del subconsciente.


YO: ¿Cómo lo sano?


SOY: Hablándolo. No dejando que las cosas pasen como si nada. Ahora dime… ¿Por qué te pican las manos?


YO: Ufff… Bueno… Emmm… Hace un mes que me están picando mucho la manos y varias partes del cuerpo. Mi piel está teniendo una reacción, y en la última semana y media, tanto en los pies como en las manos, me salen como pequeñísimas ampollas, diminutas, que pican mucho, y luego se secan, y desaparecen.


SOY: Eccema Deshidrótico. Una reacción nerviosa cutánea. Pequeñas burbujas de agua que tratan de eliminarse. La emoción se encuentra en los iones negativos de tu cuerpo, los cuales son liberados a través del sudor. Si un exceso de energía emocional no se libera por sudor, se acumula en pequeñas cápsulas, ampollas, que se abren camino a través de la piel. En manos y pies, la reacción es directamente relacionada a un gran estrés por temor al abandono y la separación, miedo a quedarse solo. “Soltar la mano”, “perder el norte”.


YO: Uf… Es lo que siempre siento. Siento que, a pesar de que me vienen a visitar, estoy solo, me siento extrañamente solo.


SOY: ¿De dónde viene?


YO: No lo sé… Puedo decirte ahora mismo que siempre me he quedado solo en el silencio. Perdí amigos, o quienes creía que eran amigos, por quedarme en silencio. Perdí familia por quedarme en silencio. Siento que es mi culpa…


SOY: ¿Culpa?


YO: Que lo que he hecho por avanzar en mi camino me ha dejado solo, alejado de seres que quería, y siempre tengo miedo de que vuelva a pasar, por ello me callo muchas veces…


SOY: Vuelve a repetir tus palabras…


YO: “Que lo que he hecho por avanzar en mi camino me ha dejado solo…”


SOY: Presta atención…


YO: …Oh… Hecho, hacer, manos… Camino… Pies… O sea, que mi estrés es porque estoy por comenzar un nuevo camino, y tengo horrores de perder otros amigos en ese sendero…


SOY: Falta sólo un mes para que comiences el Camino del Dragón, un camino que, cuando lo comenzaste, hizo que perdieras a tu abuela, a amigos cercanos, a tus tíos y primas, casi a tu madre en diferentes circunstancias… Un camino que te alejó de tus sueños de hacer cine y series, un camino que te mostró las mentiras de aquellos en quienes creías confiar, y que te mostró lo frívolo que eres cuando se trata de tu misión. En la búsqueda de cumplir con este camino, pusiste en riesgo la sanación de tu clan, y viviste el abandono de quien más te has enamorado.


YO: Wow… Claramente, el camino que comienza en un mes me tiene demasiado mal.


SOY: Temes que vuelva a repetirse. Que vuelva a pasar… Tus manos tienen miedo de volver a hacerlo, tus pies tienen miedo de volver a transitarlo.


YO: “Enfrentar tus emociones”, dijo Merlín. “Ese es el camino del Dragón”.


SOY: Y por ello estamos aquí en Cáncer, convirtiendo el plomo en oro. Tus manos pican, tus pies pican, tus axilas pican, es decir, hacer, andar y querer, todo lo que quieres hacer de tu camino te es inseguro, confuso, por el temor a quedarte solo, a que esto te lleve por aguas desconocidas en que no puedas tener el tacto, ese amor. No poder proteger lo que deseas como tu padre no te protegió a ti. ¿Abandonarás a tu hijo como lo hizo tu padre?


YO: No… No quiero vivir eso, y que él viva eso.


SOY: Entonces, debes plantearte la vida, pues la forma en que vives, es un constante abandono, en la que tú sientes que te abandonan, cuando eres tú el que abandona cada vez que te vas. Este año es la primera vez que sentiste que los demás se iban, y tú te quedabas. ¿Qué se siente?


YO: Es… Incómodo…


SOY: Tal vez, a tu hijo le sea útil que le dejes libre, pero debes recordar lo que a ti te hace sentir que te dejen… Al menos, cada vez que te apartes, deberás ser sincero en por qué lo haces. Todos a los que has abandonado, se han quedado sin palabras. Silencio. Nunca les has dicho por qué te ibas. Simplemente, te ibas. Es un eco de tu historia. “Padre, ¿por qué me has abandonado?”… Y si…


YO: …¿Qué?


SOY: …¿Y si el miedo a estar solo, a ser abandonado, es la clave que te ha movido a unir a tantas miles de personas?


YO: ¿Cómo?


SOY: Como lo han hecho los arroyos. Un arroyo es un fino hilo de agua nacido del derritimiento de los hielos en las montañas, o por rebalsamiento de las aguas internas de las colinas tras la lluvia. Son pequeños hilos de agua fresca que surcan las cuevas de las montañas, y en cientos se van uniendo hacia los valles, entre rocas y árboles, dibujando pequeños caminos. Son como las venas que irrigan un cuerpo, dirigiéndose hacia los torrentes principales de los ríos. “Convertir Plomo en Oro”. Arroyo viene de la palabra ibérica “arrugia”, que a su vez se origina en el indoeuropeo “rul”, origen de la palabra “rojo”. Arrugia es el concepto latino-ibérico que define la purga de los minerales de una mina en los hilos de agua que emergen de las montañas, para separar las rocas y el barro de las pepitas de oro. Este proceso vuelve turbia a las aguas, tornándola de colores rojizos, lo que nombró al proceso como “Arrojar”, poner o teñir de rojo. El sentido de la palabra “rul” dio también “rolar”, “arrollar”, es decir, el sentido de arrastrar las cosas rodando. Los arroyos arrastran los minerales, rocas, oro, barro, desde las altas montañas y las profundas cavernas y minas oscuras, irrigando los valles. En inglés, la palabra “stream” proviene de “sreu”, fluir. Los arroyos, pues, son los flujos que permiten el discernimiento del plomo, la mica, el granito, del brillante oro y los diamantes. Hoy, todo medio de comunicación, de palabra, lleva este nombre: “stream”, arroyos en inglés, arroyos de palabras, de imágenes, de información, canales por donde circulan, fluyen contenidos. Ahora piénsalo… Todo lo que dices, lo que sientes, está siendo transmitido por “streaming”. Imagina que cada persona en el mundo, es una fuente de información, un dato, que al unirse a ti, forman un río, a partir de cada arroyo de sus vidas, cada comentario, cada intención, sus presencias, van depurando en conjunto todo el barro de sus rocas, de sus fundamentos y profundas cuevas subconscientes, para descubrir el oro que yace en su interior. Todos se sienten solos en sus cuevas, todos llegan a ese punto clave de sus vidas en que, al cerrar los ojos, se dan cuenta de que están solos. Y la única forma de descubrir lo que poseen para ser parte del todo, es limpiarse y encontrar el oro dentro de ellos mismos. Y esa soledad reflejada en cada uno de ustedes, se vuelve la irrigación de todo un valle.


YO: Oh… Me gusta esa imagen…


SOY: Los arroyos, pues, son vías de comunicación que nos conectan. Observando los inconvenientes y obstáculos que moldean los arroyos que transitamos, podemos comprender las formas que tenemos para entregar. Descubriendo lo que el subconsciente tiene para decirnos en sus sentimientos mediante las sensaciones y reacciones, podemos identificar las cosas ocultas que se han acallado, y que necesitan fluir.


YO: Entonces, necesitamos hablar… Decir, soltar, atrevernos a decir lo que nos pasa…


SOY: Más allá de que las personas con las que debiéramos hablar estén muertas o vivas, lo importante es decirlo, hablarlo, realizar un acto psicomágico, una conversación artística, una constelación familiar, una sesión terapéutica, decirlo, expresarlo, dejarlo ser libre, para poder limpiar con el flujo de las palabras todo el barro que cubre al oro.


YO: Muchas cosas no pude decir, a aquellos amigos que abandoné y me abandonaron, a aquellos familiares que abandoné y me abandonaron, a aquellas parejas que abandoné y me abandonaron, y a mis propios padres, a quienes abandoné y me abandonaron.


SOY: Más allá de que en la lógica consciente, las historias hayan transcurrido de maneras diversas, para el cuerpo, todo barro es barro, toda roca es una piedra. Sin distinción. Para el subconsciente, todo tiene el mismo peso. Y sólo hay una manera de quitarte ese peso…


YO: Hablar…


SOY: Reconocer a tu boca como la cueva, la mina de donde emerge el arroyo por donde fluye la verdad, que es el oro que brilla en tus palabras. Arrójate al arroyo, límpiate de todo el exceso que te cubre, dilo, grítalo, exprésalo, háblalo. Transmite lo que sientes. Y sabes que dolerá, y en muchos casos no se comprenderá. Pues hemos construido una forma de ser que nada tiene que ver con lo que yace dentro de nuestra montaña, y quienes la conocen por fuera, desconocen las rocas y barros que hay dentro, así como sus escondidos tesoros.


YO: Es necesario que fluya barro rojo para poder descubrir esos tesoros…


SOY: “Que corra sangre”. Que se limpien los linajes. Haz que la montaña ruja, que resuene, que libere los sonidos de tu ensueño.


YO: Dejo hablar a mi subconsciente.


SOY: Y así convertirás el plomo en oro.

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