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Decisión

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Yo Analizo

SSü: Yo Soy Entramado de Experiencias

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YO: Hoy fui decidido a la pirámide a anotar todo aquello que me mostraste para el día de hoy. Los pies guían el Camino, los pasos que damos, hacia dónde queremos ir. Y por lo tanto, si las rodillas implican los cambios inevitables que han modificado nuestras vidas por aspectos externos, entonces los pies implicarían aquellas decisiones que uno mismo ha tomado y decidido en su camino. Así que me dispuse a escribir las cosas que yo mismo decidí en mi vida, las cosas que he hecho en mi vida por voluntad propia sin una fuerza externa que me diga hacia dónde. Con gran orgullo escribí la pregunta que me hiciste: “¿Cuáles son las decisiones que tú mismo has tomado y que cambiaron tu vida?”. Y cuando estaba haciendo la lista, me di cuenta que ninguna había sido por voluntad propia…


SOY: ¿En qué viste esto?


YO: Pues… Lo primero que anoté fue haber ido a estudiar Pedagogía. Pero luego recordé que habían sido mis guías que me dijeron que debía volver a Argentina a estudiar específicamente esa carrera. Luego creí que hacer RomaamoR había surgido de mí, pero no, fue el mandato que tomé de Roy Littlesun, y los mensajes que recibí en Antártida. Pensé en el hecho de haber comprado mi propia casa, pero me di cuenta que nunca fue mi voluntad, sino que fue más una intención de mi madre, y para mi madre y el linaje femenino de mi familia. Pensé en mi misión, en que elegí cumplirla, sin embargo, lo que hago es por un mandato ancestral, no porque yo lo haya elegido. Escribí también poder viajar donde quiero y cuando quiero y estar junto a quien yo quiera, ser libre en el mundo. Y creo que eso es lo único que sentí propio. Aunque la mayoría de las veces viajo por misiones, por tareas, y mi tarea es viajar. Entonces, de repente sentí que no era realmente mi decisión…


SOY: ¿Qué es decidir para ti?


YO: Poder elegir por mí mismo las cosas que quiero vivir. Y hoy me di cuenta que todas las cosas que pensé que yo había decidido, no fueron así, sino que fueron planificadas o dependientes de reacciones del pasado o el entorno. Y eso me hace cuestionarme: ¿soy realmente libre de tomar mis decisiones y elegir?


SOY: En primer lugar, entiende lo que realmente significa “decidir”. Proviene del latín “decidere” que a su vez encuentra su origen en el verbo “caedere” y significa “cortar”.


YO: Cortar… ¿Como con las tijeras?


SOY: Exacto. Cortar algo, separarlo de otra cosa. Esta raíz etimológica también da origen a la palabra en español “caer”. Así, la palabra decisión es lo mismo que hacer una incisión, un corte en el camino para empezar algo nuevo. Decidir algo es dejar separar dos conceptos: lo que elijo y lo que niego. Decidir sobre algo es cortar la duda de una elección para deshacerse de uno de los extremos aceptando el otro. Cuando te encuentras en una encrucijada, en un camino que se bifurca, tomas la decisión de “caer” en uno de ellos, cortando la idea divagante, para lanzarte dejando el otro atrás o de lado. Los pies, los tobillos, son los que registran biológicamente este giro en dirección a la decisión, y por ello, son tus pies quienes registran cada paso, cada decisión tomada en tu vida. Sin embargo, igual que con tus rodillas, a las que llamamos “Sabiduría Consciente” y “Conocimiento Inconsciente”, tienes dos pies, y no puedes avanzar sólo con uno.


YO: ¿Y qué serían esos dos pies?


SOY: Uno se llama “Ego”, y el otro se llama “Ser”. Recordemos, Ego es la palabra latina para decir “Yo”. La primera persona del singular encarna la Personalidad, la identificación del individuo, constituido por una cultura, unas emociones, unos sentimientos, unas ideas y una biología específicas. Define lo que eres como resultado de la división de tus células en el proceso de gestación y de vida, así como lo adquirido en la experiencia. Tu Ego es el filtro del mundo, la interpretación del mismo, tu lugar en él. El mismo, pues, encarna tus necesidades ideológicas, emocionales y biológicas, relacionadas a tu entorno y la supervivencia en éste. Por ello, el Ego, el “Yo”, está basado las necesidades y voluntades del individuo.


YO: ¿Y el “Ser”?


SOY: El Ser es el que encarna el Verbo conjugado en la primera persona del singular, convirtiéndose en el “Soy”. A diferencia del pronombre personal que indica la pregunta “¿quién?”, el verbo indica la acción de la pregunta “¿qué?”. “¿Por quién haces qué cosa?”.


YO: Ese fue el dilema de hoy… Qué hago… Y por quién lo hago. Pues sentí que todo lo que hice en mi vida, todo lo que creí estar haciendo para mí y por mi propia elección, en realidad lo estaba haciendo por otros y desde otros.


SOY: El gran dilema de los dos pies.


YO: ¿Cuál?


SOY: ¿Cuál es el pie que te hace avanzar: el que se eleva para dar el siguiente paso o el que te sostiene firme para que puedas darlo?


YO: ¿En qué sentido?


SOY: ¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? ¿Qué fue primero: la pregunta o la respuesta?


YO: Son preguntas abstractas, difíciles de responder…


SOY: ¿Qué fue primero el Yo o el Soy?


YO: …Entiendo. Es un uróboros, como la serpiente que se muerde la cola.


SOY: Un palíndromo… Como “YOSOY”. Piensa pues. ¿Quién toma las decisiones de tu vida?


YO: …Ambos?


SOY: Los humanos habéis surgido de una sola célula, como todos los seres vivos. Organismos unicelulares que aprendieron a hacer mitosis, compartiendo material genético, multiplicándose y diversificándose en los caminos de la evolución. Aprehendiendo de la vida todo lo necesario, pudieron ser lo que sois ahora. Las más de 30 billones de células que posee un humano promedio, surgieron de una sola. Y sin embargo, todas son diferentes, y tienen potenciales distintos entre sí. Formaron órganos, y se dividieron entre sí a pesar de que conforman todas juntas un único cuerpo. Pero la conciencia humana, el desarrollo de la contemplación de lo externo, llevó al individuo a verse separado del resto. Lo cual creó una cultura basada en la agrupación y separación de las cosas. El cerebro fue diseñado para catalogar los objetos y situaciones, para que de esta manera pudiera analizar probabilidades de una forma más acelerada previendo situaciones. Lo que hemos ya explicado con el prejuicio. Ahora bien, esto también generó la idea de separación del mundo interior, del espíritu, alma y cuerpo, del ser como aspectos diversos. Separó los Cielos de la Tierra, lo divino de lo mundano. Cada decisión que el humano ha tomado en su historia, ha dividido el mundo en conceptos duales y opuestos entre sí. Y así se construye la lucha entre las partes, la batalla conceptual y real en muchos casos entre las polaridades, ambas buscando liberarse de la fuerza opuesta que le controla o aprisiona. El pronombre luchando contra el verbo. ¿Ves la ironía?


YO: Sería imposible crear… No podríamos manifestar nada ni decretar ideas…


SOY: Tanto el verbo como el pronombre se volverían inútiles. Las luchas entre las tribus, entre los pueblos y culturas por el hambre, territorio, religión, comenzaron a plasmarse en lo filosófico, ideológico y conceptual. Así, los seres en camino del despertar se posicionan en una visión determinante del cosmos en la que se cree, se piensa que existe una fuerza externa y espiritual o universal que nos guía, controla, domina, determina, y que los humanos sois meras marionetas de un juego de ajedrez cósmico manipulado por élites interdimensionales.


YO: ¿…Y no es así?


SOY: Ya discutiremos del hecho en profundidad más adelante, pero por ahora quiero que entiendas este concepto: dime… ¿Quién ha avanzado más en la civilización humana: aquellos que creen y tienen fe en una fuerza superior o aquellos que sintiéndose libres desarrollan sus habilidades ilimitadas?


YO: Diría que el segundo grupo… Ha hecho más por el avance de la humanidad el ateísmo, los agnósticos y cientificistas que aquellos que creen en un orden diagramado por una mente superior.


SOY: ¿Y sabes por qué pasa esto?


YO: No…


SOY: Porque quien cree en la posibilidad de una mente superior sobre el individuo se limita a la esperanza de ser salvado de sus males sin responsabilidad de sus actos, y a la fe de creer en certezas sin la necesidad de buscar respuestas diversas en profundidad.


YO: Prácticamente me estás diciendo que no crea en lo que siento, en la mente universal, en los guías, en maestros, y en tantas otras cosas que sentí y viví.


SOY: Oh, no, nunca dije eso. Préstame atención. El Yo, el ego, quien percibe las cosas, lo hace desde la necesidad, desde el deseo, desde la supervivencia en medio de un cosmos separado. Y por ello proyecta culpables y salvadores afuera. Tanto desde lo religioso como lo ateístico, el ego es limitante. Pero cuando te abres a la espiritualidad y la ciencia, vuelves al pronombre un verbo, dejas de autocompadecerte, de referenciar el cosmos acorde a tus propias necesidades humanas, y comienzas a ser una parte activa del Universo. Te vuelves Dios: el camino de la espiritualidad y la ciencia. Ambos descubren que el potencial está dentro, no fuera, ambos reconocen que el poder del universo no radica en las galaxias, sino en los átomos, ambos saben que la verdad no está allá afuera, sino dentro de uno mismo. Allí encuentra la responsabilidad. Allí descubre que el Yo es una herramienta, y que el Soy es la acción que se realiza con esta herramienta. Ninguno de ellos es real, pues por sí solos no existen. El Universo se crea a sí mismo. Cada paso, es tu decisión, a veces avanza primero el Yo, a veces avanza primero el Soy, pero mientras uno avanza, el otro le sostiene. Cuando dices que Matías nunca tomó una decisión en su vida pues siempre ha sido comandado por otras consciencias superiores, estás basándote en la ley irreal de la separación en la que consideras a tu ego como un todo, y al “Soy Superior” como justamente eso, algo por encima de ti. No existe tal cosa como “el Yo Inferior” o “el Yo Superior”, sólo existe el Yo y el Soy, el pronombre: quién, y el verbo: qué. La decisión es conjunta, pues somos Uno. Somos espejos, como lo son las manos, los pies, los ojos, las orejas. Ambas manos agarran y crean, ambos pies caminan, ambas orejas escuchan todo, ambos ojos ven con mayor amplitud. Ambos hemisferios cerebrales regulan todo el funcionamiento del cuerpo. A veces uno tiene más fuerza que el otro, pero ambos son Uno. Por ello, en tu idioma español, “SOMOS” (nosotros somos) también es un palíndromo. Para que lo recuerdes.


YO: “RECONOCER-SOMOS-SERES-YOSOY” (Reconocer que Somos Seres Yo Soy), el gran palíndromo que me dijiste antes de comenzar con todo el Camino.


SOY: Pues el verdadero camino sólo se realiza reconociendo esta verdad. Quien siga pensando que hay seres superiores que controlan la libertad de otros y que el objetivo es liberarse de este sistema, es que no ha entendido aún qué ni quién es el sistema. Y aunque en la naturaleza cósmica estas luchas existen, y ya hablaremos de ellas, no podrás comprender por qué existen sin comprender la ley básica de que en la esencia cósmica, en realidad son meras perspectivas.


YO: Entonces… No soy yo quien decide en mi vida, somos nosotros dos, como uno, es el “Yo Soy”.


SOY: Allí encontrarás la libertad de tu camino. Anota, pues, “¿Cuáles son las elecciones que has tomado tú mismo (sin aparentes fuerzas externas) y que han transformado tu vida?”. Y cuando escribas las respuestas, recuerda que no has sido tú, que hemos sido nosotros dos.


YO: Yo Soy. Así pues, decido no decidir más en mi vida, y a partir de ahora elijo “elegir”.


SOY: Elegir, Elección, vienen del griego “ex-” (hacia afuera), y del indoeuropeo “legh” (recoger). A diferencia de “Decidir”, la palabra Elegir pone la intención de juntar, unir las cosas. Por ello, convierte tu vida y cada paso en una Elección, y allí estaremos siempre juntos.


TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

PATRÓN ÁLMICO: TZ= Dichas diferencias se plasman una sobre las otras a partír de la Energía con que disponemos para amplificar nuestro territorio, tanto físico como etéreo y simbólico. TZ es el sonido de las fuertes energías, de la corriente eléctrica. Cuanto más me expando, más energía tendré, más energía recolectaré en el mundo. Tras las batallas por la supervivencia, viene la lucha por los bienes, que terminan siendo culturales y más tarde por religiones, las cuales se convierten en conflictos filosóficos, que desembocan en lucha de Poder, pues quien posee el Poder de todo, controla todas las energías.
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