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64°

oct6

Amor y Odio

Corazón

🫀

🧠

⚖️

Mental

Yo Equilibro

NHi: Yo Soy Destino de Sentimientos

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YO: Hoy en la pirámide sentí una sensación extrañísima. Por un instante sentí que estaba teniendo un infarto suave. Dejé de sentir los brazos, las piernas, y mi cabeza parecía expandirse consumiendo todo su oxígeno, haciéndome alucinar. El corazón parecía detenerse, y entonces sentí cómo mi cuerpo se comenzaba a partir a la mitad en una perfecta línea recta, abriéndose a los lados como una flor de dos pétalos. Podía percibir todos los órganos a la mitad, ver los músculos, tejidos, todo por la mitad, aunque ambas partes permanecían unidas por arterias y ganglios principales, como puentes colgantes entre dos torres. Entonces, una bella luz comenzó a descender atravesando el centro entre las dos partes, iluminando estas venas y arterias, donde cada una acumulaba luz como si fuese filtrándola a su paso. Esa luz se volvió de un dorado sutil y suave, no muy reluciente, sino amable a los ojos, y la misma fue siendo absorbida por las venas y arterias en tanto la luz se hacía más intensa. Al llegar a mis genitales, el cuerpo volvió a unirse de abajo hacia arriba, conectándose con la luz ya en mi interior. Pero ahora podía ver toda luz a mi alrededor, y un enorme y bello portal delante de mí se abrió, por donde una especie de ser angelical se dejó ver. Extendió su mano hacia mí, y yo hice lo mismo. Nos tomamos las manos, y juntos fuimos hasta mi corazón. Mi mano quedó sobre mi pecho, y la suya lo atravesó hasta tomar mi corazón como una esponja que presionó varias veces, haciéndolo latir nuevamente en una bella expansión. Luego todo volvió a la normalidad.


SOY: ¿Y qué sentiste?


YO: Al principio sentí desesperación, no sabía qué pasaba, y mi cuerpo empezó a preocuparse, pero mi mente se dejó llevar. Luego, ver mi cuerpo partirse me generó emociones opuestas: por un lado un poco de asco, aversión por ver todo por dentro, los órganos moviéndose pero cortados a la mitad con la sangre circulando, todo comprimido y sostenido por músculos, tejidos y lípidos, pero a su vez sentí fascinación y asombro, como si no pudiera dejar de mirarlo. La luz trajo mucha calma, sentí paz, y vi en ese ser frente a mí una claridad absoluta de estar en el cielo y en la tierra al mismo tiempo. Aún sigo un poco mareado. Pero mi corazón se expandió.


SOY: ¿Cuál es la emoción?


YO: Amor… Inevitablemente, pero a su vez, una sensación extraña que le acompaña, que no sé identificar, como si ese gran amor estuviese a su vez acompañado de una sensación de aversión, lo que te dije, como de disgusto, pero un disgusto natural, es decir, no de mal, sino… Como un gato.


SOY: ¿Eso cómo sería?


YO: Bueno… Las personas que aman más a los perros difícilmente entiendan cómo es, pero los gatos tienen esa extraña capacidad de amarte y odiarte al mismo tiempo. Es una emoción que tal vez sólo puede comprenderlo muy bien alguien con mucho de Escorpio en su carta astrológica. Yo tengo muchos planetas en Casa 8, que en astrología es la casa celestial de Escorpio, pero en sí, el sol, o la luna, o el ascendente, o Marte y Venus… Si están en escorpio, van a mostrar una persona un tanto oscura, un poco tenebrosa, muy sexual, confusa, espiritista, que puede a veces a ser caracterizada como un odiador nato, perverso; y sin embargo, esa forma de picar mortalmente con el aguijón, es justamente su forma de amar, la manera en que te dice que te ama. Los gatos son iguales, al mismo tiempo que buscan tus caricias y protegerte, besarte y mimarte, no dudarán en arañarte o morderte con odio si creen que ha sido suficiente. Por eso mucha gente odia a los gatos, porque nunca se sabe qué están tramando, o si te quieren, o sólo son interesados… Por eso los relacionan con lo escorpiano, con lo espiritista, el diablo, las brujas…


SOY: Al catalogar las emociones, los humanos habéis puesto el Amor y el Odio en los extremos de una cuerda, como si uno pujase de un extremo y el otro hacia el opuesto. En medio se encuentran colgadas todas las demás emociones. Así, hay una incesante búsqueda de llegar al Amor, negando al Odio por ser su opuesto. Si el Amor es Armonía, Creación, Paz, Libertad, entonces el Odio será Caos, Destrucción, Guerra y Esclavitud. Esto desde un mundo que ve las cosas lineales y a corto plazo.


YO: ¿Y cómo serían no lineales y a largo plazo?


SOY: Una esfera eterna. Cuanto más de cerca ves un tejido, lo que lograrás percibir es una línea recta que viene de un extremo y va hacia otro. Cuanto más te alejas empezarás a ver cómo los extremos se curvan hacia un horizonte, doblegándose por la fuerza gravitacional hasta entrecruzarse en el extremo opuesto de una esfera, siendo los más lejanos opuestos el mismo origen de ambas visiones.


YO: Como las conexiones nerviosas de los dos ojos, que por dentro de la cabeza no se encuentran alineadas, es decir ojo derecho con hemisferio derecho, y el ojo izquierdo con el hemisferio izquierdo, sino que se cruzan entre sí creando como un circuito de cruz o de infinito, como un 8, en que el ojo derecho va a la izquierda del cerebro y el ojo izquierdo se conecta al lado derecho cerebral.


SOY: Nada es lo que parece, todo lo que considerábamos opuesto no está separado, sino interconectado. El cuerpo es una muestra de que el balance, el equilibrio de las cosas sólo puede producirse por el entretejido de los opuestos volviéndose complementarios. Lo que sentiste hoy, el cuerpo partiéndose a la mitad, te dejó ver que las dos partes son fascinantes, pero sin esas conexiones en el medio, no tendrían sentido, pues el lado derecho recibe la información del lado izquierdo, y el izquierdo se mueve gracias a los pulsos del lado derecho. Lo cual ayuda a entender que no comprenderíamos la luz sin la oscuridad, no entenderíamos la idea de libertad sin esclavitud, no habría forma de identificar el bien sin el mal. No entenderíamos la idea del amor sin el odio.


YO: ¿Entonces todo es parte de un mismo sistema? Pero… Es como raro, pensar que se debe tomar al conflicto, la guerra, lo oscuro como un “mal necesario”.


SOY: No es necesario. Es reaccionario. El Universo no necesita nada, es simple, lo tiene todo. Pero al separarse, las partes se individualizan, evolucionan considerando que están separadas entre sí, y buscan obtener la mayor cantidad de energía posible, para almacenarla, ahorrarla, y así subsistir la mayor cantidad de tiempo posible sosteniendo la misma forma. Aferrándose a las formas finitas. Aferrarse, apegarse a lo finito es lo que genera necesidades. Depender de lo finito aprisiona lo eterno reduciéndolo al amor condicional, al amor de la dependencia que esclaviza las almas a mantener vínculos eternos y rígidos, produciendo una suerte de artrosis energética, reuma de fundamentos espirituales. Divide, separa, corrompe, genera miedos a lo que pasará si se pierde. Así, los individuos temerosos comienzan a robar la energía a los otros, produciendo una violación energética que genera desagrado, aversión… Odio. Recuerda, Amor no es una emoción dentro de la soga, Amor es el concepto con el que se conoce a toda la soga, toda esa cuerda que rodea la esfera entera, pues Amor significa Eternidad, sin muerte, algo que vive por siempre, que vibra sin cesar. El odio, pues, será aquello que cesa, que deja de vibrar, que deja de resonar, que irrumpe la continuidad. Odio viene de la palabra indoeuropea “ëhed”, utilizado para mostrar disgusto por algo. La cultura actual convirtió el odio en algo opuesto al amor, cuando en su origen, la palabra se refería a cosas como “este pan no me gusta”. Las cosas que saben mal, que sientan mal, cosas de las que debo privarme, que me molestan, cosas a las que les debo poner un límite. “El pan no es malo, pero de esta manera que está hecho me disgusta”, lo mismo que dice tu gato: “las caricias me encantan, pero la forma en que lo estás haciendo no sería la mejor”.


YO: “¿Odio en su origen es una forma de poner límites?” ¿Entendí bien?


SOY: Exacto. El Odio es la forma conceptual de la palabra “disgusto”. Cuando algo te disgusta no significa que esté mal, significa que te disgusta. Odiar se ha convertido en una forma de juicio, de calificar una emoción de ira acumulada contra un ser u objeto concreto. Si la ira es un concepto abstracto de la rabia, el odio es un concepto focalizado de la rabia hacia algo. Rabia significa “enfado”, y enfado proviene de las raíces “in-” y “fatuus”, que significan “sin – hecho concreto”, es decir, “necio”. Algo que podemos relacionar con el origen de la palabra ira, del indoeuropeo “ëis”, que significa “moverse con velocidad”. Un rápido movimiento necio, sin coherencia, sin sentido, sin comprensión, lleva indudablemente a una sensación de incomodidad, de disgusto, que elimina la zona de confort. Odio, pues, es esa emoción que nos recuerda que no logramos estar en paz con nuestro mundo interior, que no se halla balance, equilibrio en el flujo eterno de la energía. El Odio es un indicador de que hemos perdido el flujo eterno, y la corriente ha empezado a ser intermitente.


YO: ¡El odio, pues, no es lo opuesto al Amor, es lo que nos avisa que el amor está teniendo problemas para fluir!


SOY: Hace dos días empezaste con un problema de fiebre. ¿Por qué?


YO: Porque vino un amigo de visita, ya que estaba de paso turístico, y por más que mi ser estaba feliz de tener visitas que me hicieran sentir que vivo algo diferente a mi rutina, el flujo constante de mi energía diaria se disipó, y todo lo que circulaba en el eje empezó a ser intermitente. La energía que estaba sosteniendo no pudo ser controlada y se expresó en calor y fiebre.


SOY: ¿Y qué emociones te generó?


YO: Encontradas. Sentía alegría, risa, amor, diversión, compañía, y a la vez sentía en mí irresponsabilidad, culpa, odio por no haber tenido en cuenta que podía pasarme eso.


SOY: Como verás, el dolor, la fiebre, la enfermedad no estaban ahí para hacerte sufrir, estaban ahí para hacerte volver a tu centro, el cual habías perdido por un instante. El Odio es la reacción natural del sistema inmunológico del alma, que trata de defenderse luchando contra los virus y bacterias invasoras que pueden dañar la integridad del flujo del Amor que es tu eterno latir y circulación interna.


YO: Comprendo… ¿Y qué hacer cuando el Odio se sale de Control? Es decir, cuando el sistema inmunológico deja de ser útil y consume al sistema, como en una enfermedad inmunodeficiente, como el famoso SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).


SOY: El odio ha llegado al extremo de convertirse en lucha, guerra, atacando a las propias células, destruyendo el propio mundo, tratando de defenderlo según sus propios intereses y creencias de lo que significa el amor, acaba por corromper su propio ambiente destruyéndose a sí mismo. Un sistema enfermo por la lucha, lo que menos necesita es un contraataque. Necesita amor, necesita volver a comprender que las cosas están fluyendo, necesita sentir que hay Amor, que el ciclo es eterno y transformador, que hay sitio para todo. Necesita Amor Incondicional, sin límites, sin juicios. Uno de los amores más difíciles, pues es más fácil amar lo similar que lo opuesto, es más fácil odiar para defenderse que abrirse a morir como un mártir. Por ello las antiguas religiones beatizaron a sus mártires, aquellos que no se opusieron al juicio de sus opresores y decidieron perdonarles. Esa actitud fue la que sumó más seguidores al cristianismo, igual que en los 70’s sumó tanta gente al movimiento hippie, pues la valentía de una sola persona colocando una flor en un arma, o sentándose frente a un tanque, o rezando ante los latigazos, despierta más fuerza, poder y amor que un ejército de miles de personas con armas de odio. De igual manera que la caricia de una madre y la sonrisa amorosa de quien nos aprecia sanan más cuerpos que cualquier medicina. Pues el sistema inmunológico fue hecho para odiar, para defenderse de lo que produce disgusto a nuestro ser. El odio es sólo un mecanismo de defensa. Cuanto más busco defenderme del opuesto, de lo externo, más odio generaré, cuando más permito que la energía fluya, libre, armónica, más amor sentiré, y sanaré más rápido.


YO: …Sólo el Amor os hará Libres…


SOY: Pues ahora sabes que el Odio era el guardián del Amor, no su enemigo. El Amor no puede tener opuestos, sólo posee aliados. No habría amor si su mera existencia implicara un opuesto. Abre tu corazón, reconoce lo que te disgusta, de lo que el odio trata de protegerte, y dibújale envuelto de amor. El flujo eterno de dos fuerzas que se protegen mutuamente.


YO: Puedo reconocer ahora, que cada vez que algo me incomoda, que cada vez que he sentido odio y aversión, era mi cuerpo defendiéndome de algo extraño, como un gato, que puede amar y defenderse al mismo tiempo. Así es mi cuerpo y mi subconsciente. Ahora entiendo la unión de ambos, y pongo mi intención en no bloquear ni negar el odio, sino en buscar la forma de sentirme más abierto y seguro en un mundo hostil, llevando esa misma seguridad y flujo de amor a ese mundo. Me recuerda a un compañero de clase en España, que era muy problemático y agresivo, pero estaba lleno de amor, yo podía verlo. Vi que le hacía daño a los otros, pero era porque no sabía dónde poner esa energía, entonces un día le pregunté porqué hacía tantas cosas malas, porqué odiaba tanto a todos, y me dijo que porque nadie lo respetaba y le creían tonto. Entonces le dije que nadie es tonto si pide ayuda. Me acuerdo que le ayudé con las tareas, y cuando había dudas le hacía preguntarle a los chicos que él solía antes molestar. Desde ese día, empezó a cuidarnos en lugar de atacarnos, nos defendía y luchaba por las injusticias de la escuela defendiendo a sus compañeros. Sólo necesitaba un objetivo donde poner su energía.


SOY: Y así es como el odio obtiene un propósito, y no necesitará volver a llamar la atención. Y el mundo se habrá sanado, el Mundo será Amor.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

PATRÓN FÍSICO: CH= A pesar de que el proceso evolutivo es un recorrido largo de adaptación y comprensión, a veces, hay transformaciones para las cuales no tenemos tiempo de preparación. Esos son los cambios. Cambiar es girar a mi polaridad, es mudarme a 180º de mi posición actual, tanto por una circunstancia interna o externa. La Ch es el Cambio, algo inevitable, una caída libre al vacío, que nos fuerza a ver lo invisible.
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