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Yo Soy el Árbol

Rodillas

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Mu: Yo Soy el Portal hacia el Camino único

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YO: ¿Si mi chakra base es la energía vital, por qué también le llaman chakra raíz?


SOY: Porque es el punto desde el cual nace la conexión con la tierra, que es de donde proviene gran parte de la energía de este chakra. La expresión física de las raíces son tus piernas, y los nodos que acumulan los nutrientes son tus rodillas.


YO: Así las rodillas se constituyen como un chakra más.


SOY: El octavo chakra desde el punto de vista del cielo, el segundo desde el punto de vista de la tierra. Esto significa que para el plano etérico, espiritual, el camino a la vida se manifiesta en tomar una idea (corona) que convierto en propósito (tercer ojo) para el cual debo aprender y desarrollarme en la experiencia (laríngeo), compartirme y expandir mis límites (corazón), para fortalecer la personalidad que es mi herramienta (plexo), y así crear la energía necesaria (sacro) para manifestar mis ideas (raíz). Nacer, y empezar a trazar mi camino en la tierra (rodillas). Sin embargo para aquel que busca salirse de los caminos de la vida para retornar al espíritu recorre el camino inverso. Busca liberarse de las raíces en la materia (rodillas) para poder transmutar su energía (raíz) y volverse creador de una nueva realidad (sacro), buscando la coherencia de su ser (plexo), para expandirse al servicio común (corazón), expresando la verdad interior (laríngeo), para encontrar el sentido de las cosas (tercer ojo) y así conectarse a la Verdad (corona).


YO: ¿Con qué información conectan las rodillas?


SOY: Con la historia y tu capacidad de adaptarte en ella. Las piernas son las herramientas del cuerpo físico que sostienen la mayor cantidad de peso de tu materia, son las que ejercen la mayor cantidad de presión, las que generan mayor fuerza y potencia, y las que te permiten avanzar o retroceder. Tus rodillas son los centros de flexibilidad en dicho camino, los que te permiten inclinarte, protegerte, realizar la fuerza y enganche al subir una cuesta arriba, son las que ejercen la presión necesaria en una bajada. Pero, sobre todo, son las que te recuerdan que el camino es hacia delante o hacia arriba, pues están diseñadas para ayudarte a caminar, moverte en el ambiente, y ser ágil a la hora de correr, escapar. La idea de las rodillas es la de fortalecer tu presencia aquí y ahora, y a ayudarte a avanzar en el camino que estás transitando.


YO: Por esto se les relaciona con la historia, porque marcan el camino recorrido por nuestro cuerpo.


SOY: Y no sólo del propio, sino de todos. Por memoria celular, cada paso que has dado ha sido registrado en tus rodillas, y mediante los pulsos simpáticos y parasimpáticos del sistema nervioso, estos datos quedan registrados para futuras reacciones. Puedes pensar en tus rodillas como una especie de gps que registra todos los pasos que has dado. Pero cuando tu teléfono muere, esta información pasa por la nube, y es descargado a un nuevo teléfono, tal vez con mejores aplicaciones y sistema operativo, pero los pasos están allí, en el gps. Esto te deja ver que cada paso dado por tus ancestros queda registrado en los pulsos nerviosos que lo han inscripto en el ADN. La razón es la facilitación de la información ante posibles circunstancias semejantes. Por ejemplo, subir una escalera por primera vez es difícil, hasta que tu cuerpo lo ha experimentado, y luego, ya no será necesario pensarlo, pues el mecanismo de cómo hacerlo, estará en cada célula, y ellas actuarán por reacción al ver una escalera. Hoy ya no piensas cómo subirla o bajarla, simplemente pasa. Lo haces y ya. Pues ahora imagina lo mismo con cada decisión que se ha tomado. A dónde has ido, lo que has hecho, viajar o no viajar, qué comes, qué sientes, las actitudes y aptitudes, las habilidades desarrolladas, los traumas no superados, las creencias, negaciones, represiones, dolores, peligros, amores, sensaciones, intenciones… Todo, todo lo que se te pueda ocurrir que haya implicado una toma de decisión y haya desembocado en una acción, todo eso, ha quedado registrado como un pulso que, de haberse tenido que hacer varias veces, se ha mecanizado. Cuanto más veces se ha repetido, el cuerpo lo ha asimilado como parte del sistema parasimpático en lugar del simpático.


YO: Es decir que, teniendo en cuenta que el sistema nervioso simpático se refiere a todo aquello que realizamos por voluntad, como hablar, mover mis manos para escribir; toda acción y actitud que nos lleva a realizar algo por voluntad propia, es ingerido de manera mecánica por el sistema parasimpático al repetirse una y otra vez, es decir, como la respiración, el latido del corazón, la digestión.


SOY: Exacto, todo aquello que no debes pensar para que suceda, es producto de una acción simpática que, mecanizada, se volvió parasimpática. Y así, se hereda, de generación en generación, como el mismísimo latido del corazón. Por esto nos parecemos a nuestros ancestros, por eso tenemos actitudes de nuestros abuelos, bisabuelos, padres, incluso sin conocerles. Por ello repetimos los mismos errores o despertamos los mismos atributos.


YO: ¿Esto significa que debemos liberarnos de esas actitudes para ser nosotros mismos?


SOY: Error. ¿Quién eres tú sin esas actitudes? ¿Qué eres tú mismo? Piensa…


YO: Yo soy el resultado final de todo ello… O sea que mi existencia, mi personalidad, lo que yo creo que soy, es el completo producto de todo ese actuar mecánico. Mi personalidad, mi yo, es prácticamente una herencia visto desde ese punto de vista.


SOY: Muy bien, no puedes deshacerte de lo que eres, pues dejarías de ser. Imagina un árbol que cree que para ser un buen árbol debería primero cortar sus raíces. ¿Tiene futuro el árbol que piensa eso?


YO: No…


SOY: Porque un árbol con profundas raíces crece más fuerte, pues está anclado en su presente con firmeza. El humano se mueve, a diferencia del árbol, lo cual le ha dado una connotación de “huir”, “escapar” de su punto de origen. Alejarse de su pasado yendo hacia el futuro. En tanto, para un vegetal, el futuro está hacia arriba y abajo, para un animal el futuro está delante, a donde se dirige. Esto ha creado la sensación de que la única forma de avanzar es dejando el pasado detrás. Sin embargo, todo en la vida es un ciclo, e inevitablemente, volvemos a donde todo comienza. Por esto, cada historia que lees, escribes, observas o vives, es normalmente un círculo, en que el “héroe” se aleja de su hogar, y tras pasar por cientos de hazañas y aventuras transformadoras, regresa a su hogar. Así, fuiste sólo un árbol que camina en círculos. Pero árbol al fin. Por eso cada uno de nosotros vuelve a donde comenzamos, el alfa y el omega, el principio y el final, es uno mismo, y todo lo que nos dio la vida es la herramienta para hacer el camino. Tu familia, tu cultura, tu raza, tu especie, son tus raíces. Todos tienen algo que ofrecerte. La primera célula te entregó el latido, ella se dedicó a pensar cómo generar el sistema de circulación, para que ahora no tengas que pensarlo. Los nervios tuvieron que buscar mil maneras para encontrar la correcta de transmitir información, y es gracias a esas células que hoy no tienes que esforzarte para sentir. Es gracias a la conjunción de células y bacterias que hoy puedes digerir sin pensar. Es gracias a los primeros organismos complejos que puedes respirar y moverte sin pensar. Gracias a tus ancestros homínidos sabes lo que es un hogar, una familia; gracias a los peligros es que has aprendido a sentir miedo, y hoy sabes defenderte. Todas tus innatas habilidades son gracias a aquellos homo-erectus y homo-habilis que se lanzaron a investigar los palos y las piedras. Es gracias a todos tus ancestros directos que sientes lo que sientes, que piensas como piensas, que tienes las capacidades que tienes, las características que te hacen ser quien eres. Y cada paso que das, es un pulso eléctrico que carga tu ADN con la información para tus hijos, nietos, y todas las futuras generaciones.


YO: ¿Y si no tengo hijos?


SOY: Pues tus amigos, sobrinos, u otros. Pues las actitudes se comparten y transmiten por pulsos, y compartir es un pulsar también.


YO: O sea que no puedo limpiar el karma que no me corresponde, ni eliminar la historia ajena, porque esa historia soy yo…


SOY: No puedes.


YO: Pero… ¿Qué pasa con todas esas terapias de limpieza kármica y despejar las memorias pasadas?


SOY: Si lo piensas bien, lo único que todas ellas te aportan es claridad. Así, aceptas tu historia, le reconoces, y te aceptas a ti mismo. La idea o el pensamiento al que llevan estas terapias es a reconocer que me estoy quitando un peso de encima que es ajeno, pero lo único que estoy haciendo es darle el lugar que le corresponde. Si el objetivo es realmente eliminar el pasado para construir futuro, es literalmente creer que obtendré mejores frutos talando los árboles.


YO: Claro… Es imposible.


SOY: Difícil veo yo correr una maratón histórica en una silla de ruedas. Tal vez la silla sea motorizada y le ganes a los que están corriendo, pero no habrá sido una carrera justa, pues tu cuerpo no encontró el potencial interior, sino que utilizó el externo. Te vuelves inválido no cuando no puedes usar tu cuerpo, sino cuando le quitas valor al mismo depositándolo en algo externo que te asegura que te facilitará la vida. Eso es ser “inválido”, que significa “sin valor”.


YO: Por lo tanto, todo lo que mi familia ha vivido, es lo que soy yo…


SOY: Cuéntame, ¿qué ha vivido tu familia?


YO: Bueno, hasta donde sé, mi familia proviene de Potenza, Italia. Bueno, en realidad, en ese momento era el Reino de Nápoles, y emigraron durante la guerra de unificación. El hambre les llevó a irse, emigrar a Argentina en busca de un hogar en paz donde pudieran producir. Allí tuvieron hijos, se multiplicaron. Era una familia muy machista y anticuada, pero descubrí hace poco que a los hombres de la familia, todas sus mujeres les habían engañado con otros hombres. De hecho mi tatarabuela se escapó con otro y los abandonó. Se pensó incluso que mi bisabuela había también sido forzada por mi bisabuelo a tener relaciones con él, con su suegro, e incluso tenemos la duda de si mi abuelo es hijo de su abuelo, y no de su padre, razón por la cual mi bisabuelo no lo quiso nunca. Mi abuela también tuvo sus amores, aunque a mi abuelo parecía no importarle nada, tal vez por eso mismo. Mi madre me tuvo a sus 17 años, producto de un encuentro de fin de semana. Mi padre me negó, hasta mis 27 años, en que busqué a mis hermanos. Y por su lado, también su familia había escapado del país Vasco Francés, yendo a vivir al campo argentino. Gente dura y ruda, en la que también las mujeres de la familia se escaparon de sus hombres.


SOY: Escapar… ¿Y cómo te sientes tú, escapando?


YO: Bueno… A veces me siento así.


SOY: En un entorno machista y de represión, en que el hombre es abandonado por la mujer, decidiste buscar hombres que no te abandonen como ellas, tratando de romper esa represión, naciendo homosexual como reacción a los traumas de tu familia. Pero sabías bien en tus células que las mujeres se habían ido protegiéndose de la indiferencia y dominio del macho, por lo que creaste un ambiente sin hombres presentes, donde las mujeres pudieran dirigir sus propias vidas. Aunque nunca te sentiste en casa, pues siempre debieron irse para encontrarse seguros. Así, tu madre y tú, necesitaban mudarse, cada dos o tres años, sintiendo la seguridad en la mudanza. Tus viajes son la reacción a escapar de aquello que te puede apresar en la familia. El no reconocimiento de tu padre físico te hace no reconocer a tus padres celestiales, ni encontrar tus propios límites, por lo que siempre buscas trascenderlos sin esperar a terminar lo que empezaste. La falta de propósito de los hombres de tu familia creaba un sinsentido en tu corazón. Escapar de ti.


YO: …Visto así… Claro…


SOY: Pero mi pregunta es, ¿has decidido tú que eso está mal? ¿Has querido borrar esta historia? ¿O decidiste utilizar esta misma herramienta con un fin positivo?


YO: Yo creo que sí, que no he negado esa historia, y que me dispuse a tomar lo mejor de ello.


SOY: Pues observa bien, has convertido la represión masculina en tu libertad creativa y de sexualidad, sin temor a compartir lo que sientes. Has convertido la energía del escape en tu misión, en viajar, moverte, mostrar el mundo, recordar que no existe más hogar que el planeta Tierra. Has transformado el machismo controlador en una vida en la que las mujeres tienen la última palabra en tus decisiones y consejos, son tus guías. Has hecho de tu padre el Universo, y convertiste los límites paternos en la expansión infinita del Cosmos, lo que te permitió volver a tu padre y tus hermanos con libertad. Tomaste el posible concepto de que tu nacimiento fue un error de tu madre, y le convertiste en la gracia de tenerla más como una compañera y hermana en el camino que como un mandato matriarcal. Has tomado la falta de propósito en silencio de tu abuelo y le has dado el mayor de los propósitos que compartes con miles. Dime ahora, ¿Crees que con esto has deshonrado o eliminado tu historia?


YO: No, la he resignificado. Utilicé su potencial, sus caminos, para convertirlos en algo superador.


SOY: Entonces, no hubo que talar árboles, hubo que contemplarles, comprenderles, aceptarles, sabernos parte de ellos, y en lugar de eliminar raíces, removiste la tierra, la oxigenaste, le pusiste abono y algunas lombrices y minerales. Revitalizaste las raíces, resignificando la fortaleza del sustento.


YO: Entonces, esto que cada uno de nosotros debe hacer para encontrar armonía, es lo que en red, en conjunto, debemos hacer con la humanidad, con las guerras, las políticas, el hambre, los conflictos, el racismo, el patriarcado, el matriarcado, la opresión, todo ello. No hay que limpiarlo ni eliminarlo, hay que resignificarlo.


SOY: No hay malos ni buenos, e incluso las raíces muertas sirven como abono de las nuevas. Todo es reciclable, nada puede eliminarse en la Tierra. No puedes eliminar tu pasado, pues un pueblo o individuo sin pasado, es un pueblo sin sentido, sin fuerzas para construir futuro. Lo que debes hacer es dejar de vivir en el pasado, resignificarle en tu presente, y así crear futuro.


YO: ¿Cómo le resignifico?


SOY: Con las actitudes, acciones. Genera una nueva acción, una nueva actitud y aptitud ante las circunstancias diarias. Contempla tu reaccionar común en la vida, busca el origen de esta actitud, y encontrarás el mecanismo. Reconócele, y encontrarás su propósito. Entonces, le das un nuevo significado, un nuevo sentido y utilidad, y lo pones en práctica a través de actuar diferente: si antes gritabas, ahora esfuérzate por hablar suave en las mismas circunstancias. Educar el cuerpo hasta convertirlo en un nuevo hábito, es como hacer ejercicio, lleva tiempo ver los resultados esperados, pero un día, se volverá mecánico, y no tendrás que pensar más ni gastar neuronas simpáticas, pues estará a cargo tu sistema parasimpático.


YO: En lugar de reaccionar, debo accionar.


SOY: Y reconocer que todo lo que has hecho en otras vidas y en ésta, lo que tus ancestros han hecho, todo ello, eres tú hoy, aquí y ahora. Resignifícate, honra a tu padre y tu madre, a todos tus ancestros, a todas tus raíces…


YO: Pues Yo Soy el Árbol.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

CONTEMPLACIÓN (INTEGRACIÓN): Observa todo de lo que es capaz de crear en su rico mundo interno, descubriendo la belleza que yace en su interior, y descubre la meditación, la herramienta que le muestra todo en un instante, que le permite ser observado y observador, el instante que unifica todo lo que es en todos sus aspectos posibles.
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