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Centro y Periferia

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Física

Yo Equilibro

SHü: Yo Soy la Evolución en adaptación

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YO: Si la muerte no existe, y la vida es una constante con momentos de transformaciones, entonces la existencia misma que hace referencia a lo que soy, de cierta manera es inamovible. Es decir, algo que es constante y eterno y se mueve sin fin, en términos conceptuales es lo mismo que algo fijo, ya que al girar sobre sí mismo como un sistema constante, todo se autorreferencia como centro… Entonces, cuando hablamos de propósito, de dirección, ¿hablamos realmente de movimiento y vida? ¿O tal vez la vida ni siquiera existe realmente, y el camino es sólo una percepción?


SOY: Esto nos lleva a un plano complejo de filosofía, en donde lo fijo y movido son lo mismo. Comencemos por la manera gráfica de comprender esto. La Vida y la Muerte eran representadas en la antigüedad como un círculo con un punto en medio. Representaba el inicio y final de las cosas en constante movimiento, a través del camino de la existencia. El punto en medio, podía representar al Sol, símbolo de la vida, aunque también podía representar a la Luna, como símbolo de la muerte. El círculo alrededor, implicaba todo lo que debía recorrerse, el camino de la existencia que surgía a partir del origen del centro, generando la idea de la Tierra misma, que volvía a finalizar en el mismo punto. A este símbolo, solía agregársele dos líneas transversales que dividen el radio del círculo en 4 fracciones iguales. Una línea vertical representaría al Tiempo, y otra horizontal representaría al Espacio. Desde la visión terrestre, estas 4 líneas representan los 4 tiempos: primavera, verano, otoño e invierno, y desde la visión espacial representan: norte, sur, este y oeste. A esto le llamamos la Crucifixión del Ser.


YO: ¿Qué relación tiene esto con la crucifixión de Jesucristo?


SOY: Todos los pueblos de la Tierra conocían los Solsticios y Equinoccios y basaban sus calendarios dividiendo el año en 4 grupos de 3 meses cada uno, o en dos partes de 6 meses, más 1 que representaba el centro, el mes lunar 13. En Medio Oriente y Europa, era conocimiento y celebración popular, pues sus fiestas se basaban en los calendarios estelares y estacionarios. Todos conocían el símbolo de la cruz mucho antes de que Jesús apareciera. El círculo representaba la Tierra, y el centro la aureola de la luz o disco Solar. La Cruz eran los tiempos, y todos sabían que allí radicaba la divinidad de vida y muerte, es decir, de Resurrección constante. Cuando El cristianismo buscó posicionar a Jesús como el Mesías, el Salvador, colocaron su imagen en el lugar del Sol, frente a la cruz, para que todos pudieran relacionar que él era el hijo de Dios (Sol) y de la Virgen (Luna) en la Tierra (Círculo), más allá de los tiempos y los espacios (la Cruz), y quien marcaba su sacralidad eran los Tres Reyes del Cielo, el Cinturón de Orión, que abrían el camino de la Vía Láctea de Oriente a Occidente. Así, toda la población del mundo Mediterráneo podría aceptar a este salvador con total naturalidad.


YO: Tiene sentido, o sea que lo que atribuimos a la historia de Jesucristo no es más que simbología astronómica aplicada a personas.


SOY: Jesús fue uno más, pues hubo cientos que a lo largo de la historia han sido relacionados a estos mismos conceptos. Pues cuando un humano era considerado un Iluminado, poseía el honor de reconocerse en el centro del círculo, siendo parte de lo Divino.


YO: Entonces, para conectar a lo Divino, es necesario estar en el Centro.


SOY: ¿Sabes lo que es un fractal?


YO: Sí, viene de la palabra “fracción”, que es una parte equivalente al todo, igual en forma pero en distintas proporciones. Como partir un triángulo en muchos triángulos.


SOY: El círculo y el punto en su centro, son justamente un fractal. Cuanto más te acerques al punto, verás que es también un círculo que contiene un punto en su centro. No importa cuán profundo vayas o cuán lejos te distancies, siempre será así. Una imagen psicodélica eterna en que el punto se vuelve círculo en su expansión y el círculo se vuelve punto en su contracción. Esto te muestra la paradoja más grande del Universo: todo lo que aparenta moverse, transformarse, avanzar; todo lo que se interpreta como Vida, no es más que un mismo punto fijo, estático, en la nada; algo que sólo puedes entender en su proceso de transformación, no porque se mueva sino porque tu mente interpreta sus aspectos. La idea de profundidad surge por tu capacidad cerebral de comprenderla, pero es una ilusión óptica. Por esto, no existe más que la mente en el Universo, pues todo lo que llamas dual, todo lo que proyectas como manifestaciones polares en constante transformación, son sólo un punto que observas con tu imaginación acercándote o alejándote.


YO: Espera un momento. Pero, ¿qué hay de la ley de Vibración, de Ritmo, de Polaridad, de que la energía siempre se transforma, que el Universo es constante cambio, la Evolución, todo lo que vemos y percibimos es vida y transformación?


SOY: Todo ello está basado en la física. ¿Y la física en qué se basa?


YO: En la cuántica… Que es metafísica.


SOY: Entonces, si la física se basa en la metafísica: ¿Cuál es la única ley posible en el Universo?


YO: La imaginación… La Mente.


SOY: El Mentalismo. Todo es percepción, todo es un juego ilusorio, valga la redundancia. En el Universo sólo existe el vacío, que no es ni blanco ni negro, es vacío, donde un sólo punto, observado con imaginación, da infinitas posibilidades.


YO: Pero, para que algo sea observado, debe existir un observador.


SOY: El observador sólo existe por lo observado. Nadie posee la mente, pues la mente es en sí misma. No existe observador hasta que la mente considera que hay algo que observar.


YO: Es complejo.


SOY: No tienes por qué entenderlo.


YO: ¿Y por qué hemos llegado hasta aquí?


SOY: Porque has preguntado… Simplemente.


YO: Vale… Entonces, ¿qué es todo lo que hacemos y consideramos vida? 


SOY: La Periferia del Centro. “Centro” viene de “Kentron” en griego, y significa “Estímulo”, relacionado a las palabras aguijón, dardo; aquello que da en la mira. Tomando el concepto de estímulo, igual que la picadura de una abeja, el centro es el pulso, es la acción, la idea, el momento “Eureka” del Universo. “Periferia”, viene del griego “Perí” (alrededor) y “Phero” (llevar algo), es decir: llevar algo del centro hacia su alrededor. Lo que sería el impulso, la reacción, el pensamiento. Igual que el cosmos, del centro, una espiral se proyecta generando la idea de un círculo que se repite incesantemente hasta formar una esfera que se expande desde un núcleo. Y cuando llegó a sus límites, comienza a retroceder, como un pulso, recibiendo el efecto de la causa de su latido, volviendo al centro como un dardo, hacia el origen. Pero en realidad, nunca saliste del centro, nunca saliste del punto, simplemente ampliaste tu capacidad de percibir lo que eres.


YO: Yo soy el punto… En mi eje. ¿Es por eso que se dice que hay que volver al centro? Es por esto que se nos hace comprender que todo lo que está a nuestro alrededor surge de uno mismo, que todo es una percepción de la mente, que debemos encontrar nuestro eje, pues la vida que parece cambiar, sólo cambia porque nosotros giramos.


SOY: Mira al cielo, y tu visión de humano dirá: Sale el sol, se pone el sol, sale la luna, se pone la luna, el sol pasa por el cielo, las estrellas se mueven en el firmamento… Crees que la vida, la historia, el tiempo, el espacio es todo aquello que sucede, que pasa por delante, que gira incesante, pero no es así. Es la Tierra la que gira, eres tú quien te mueves en un eje, percibiendo que todo lo demás se mueve, cuando sólo eres tú. Por ello, tú eres el centro, y por ello todo viene a ti y surge de ti, por ello tú eres tu único propósito y misión en la vida, y es tu centro y eje el que le dará sentido al propósito y misión en lo que ves afuera.


YO: “Deja de querer estar en la periferia, tu lugar es el centro”, me dijeron mis guías en el círculo Ring of Brodgar, en Escocia. Me coloqué junto a las piedras, cuando mi lugar era el centro. No entendí en ese instante, creí que tenía que ver con mi posición en la vida de ser el centro de atención de la gente, de los demás; ser guía, estar en el centro y ser visto por todos, pero no. Ahora lo entiendo… Ahora comprendo a qué se referían. El movimiento del mundo surge de mi eje, debo estar en el centro de mi vida para poder contemplarla y generarla.


SOY: Bienvenido al único destino posible en todo el Universo: el Centro.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

CAUSA EFECTO: la quinta ley del universo es la que explica dichas consecuencias. Todo lo que hacemos en nuestra vida es una acción que mueve la energía de nuestro entorno, que modifica el entorno, y dicha transmutación vuelve a nosotros como un eco. Los pulsos y ritmos del cosmos, hacen que toda acción tomada propicie una consecuencia que inevitablemente me adectará tarde o temprano, y por ello cada paso y decisión debe ser muy bien meditada.
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