YO: En estos últimos días alguien me preguntó: “estás viviendo solo en Egipto?”. Sí, le respondí. Alguna vez ha venido algun amigo a visitarme, y vendrán, pero el 95% del tiempo estoy solo. Me di cuenta que me gusta estar solo. Hablo todos los días con mis amigos y mi familia, en cierta forma no estoy solo nunca. Como buen ascendente en Capricornio disfruto mucho de mi tiempo y mi soledad…

SOY: Pero tu Luna…

YO: Mi Luna en Sagitario, está sintiendo como si muriese. Una muerte lenta. Nunca convivo con nadie, ni amigos ni familia. Disfruto estar solo, pero la verdad es que lo disfruto porque constantemente me muevo hacia ellos. Viajo de amigos en amigos, de familia en familia, y siento que tengo muchas casas en el mundo donde sé que me divertiré. Me siento libre, sabiendo que puedo irme cuando quiera, y volver cuando me apetezca. Ahora no. Mi misión en este año es opuesta a mi Luna, mi alma, y creo que el hecho de ir tan a lo profundo de ella este mes me ha hecho ver las cosas… Mi lugar es el mundo, y hoy he perdido mi lugar estando fijo en un sólo punto dentro de él. El Eje. Y, haré una confesión. Desde hace 2 días que he empezado a sentir mi cuerpo reaccionar a esa pérdida. El eje de un cuerpo humano es el Recto y el Ano,  donde uno se asienta, donde uno se afirma y dice: este es mi lugar. Y mi alma se dio cuenta de que en cierta forma se estaba viendo forzada a enfrentarse a este nuevo lugar. Así que empecé con problemas rectales, inflamación. Ahora cuando toso no sólo me duele la garganta…

SOY: Sino el culo también.

YO: Quise ser discreto, pero sí.

SOY: Ambos conductos están conectados. De ambos liberas tu energía, y si no la sueltas por la boca, el cuerpo la soltará por el otro extremo.

YO: Claramente…

SOY: Estás en el Eje del Mundo, buscando tu propio Eje y acompañando a los demás a encontrarlo, eso no significa que ya lo hayas encontrado tú mismo. Lo que tu mente y tu alma hayan logrado, no es lo mismo que ha encontrado tu cuerpo. Los tiempos son distintos, la forma de procesar los datos también. La infección en tu recto te recuerda que hay algo que aún te saca de eje. Y todo ello tiene que ver con las cosas que no has dicho, y que necesitas decir. ¿Por qué te sientes solo?

YO: Cuando comencé a recordar el Universo, vi millones de realidades, mundos, dimensiones, un gigantismo eterno que no lograba procesar con mi mente de niño. Pensé que me volvía loco, había demasiados seres, y pensaba: ¿cómo es posible que me pidan a mí, un simple niño, que hable y conecte a todos estos seres a través del tiempo y el espacio? En cierta forma, el complejo Mesiánico, era el peor peso que alguien que veía todas las dimensiones podía recibir.  Entonces, un día, cuando me perdí en esa infinidad, cuando mis guías me dijeron que la única forma de volver a mi Eje, en mi caso sería mediante la Ayahuasca, decidí hacerlo en el sitio que territorialmente para mí representa mi Eje: Chile. Viajé al Valle del Maipo, y allí, entre Chile y Argentina, en los Andes chilenos, entré dentro de mí como nunca antes. Vi todo lo que desde niño había recordado, todas las dimensiones, mundos, historias, vidas; pero en un momento, mi mente me hizo ver un código. El código se repetía en cada cosa, era como un pequeño diamante rojo, con forma de octaedro, que destellaba en momentos insignificantes, tal vez en una hoja de un árbol, en una mota de polvo, en la uña de alguna persona… Era el mismo patrón. Entonces empecé a seguirlo, a perseguirle. Me enfoqué en él, y cuanto más lo hacía, más de ellos veía. Todo lo demás comenzaba a desaparecer, y sólo este diamante, este rubí, llenaba una enorme red. De repente, miré a mi alrededor, y no había nada más que un constante seguido de octaedros rubí, uno tras otro, y uno encima de otro, moviéndose como las suaves olas de un lago. Entonces todos se alinearon, dejando ver el pasillo de espejos más alucinante que pudiera imaginar, en todas direcciones, llenaban todo el espacio. Extendí mis manos, y las giré hacia la derecha con las palmas bien abiertas, y todos los octaedros hicieron lo mismo, pero en seguida lo que vi fue una galaxia. Decidí girarlo hacia el otro lado, y lo que vi fue una cadena de ácido desoxirribonucleico (ADN). Dependiendo cómo les giraba, podía ver una realidad u otra, jugar con ella, ver todo. Y en el fondo, vi uno que brilló aún más fuerte. Empecé a perseguirlo, saltando entre los rubíes, viendo cómo al pisarles la vibración dejaba ver cosas distintas: una sonrisa, un continente, un reloj, un grano de arena, una cadena de asteroides… Y entonces le encontré, estaba frente a mí, no tan lejos. me di cuenta de que correr no llevaba a nada, pues sentía que al ser todo igual, no había distancia. Me quedé quieto. Cerré mis ojos, inhalé, y al abrirlos allí donde me hallaba estático, le vi brillar delante de mí. En lugar de correr, sólo estiré mi mano, y con la punta de mis dedos, tomé el rubí entre ellas, del tamaño de un guisante. Cuando mi piel pareció tocar sus extremos, por su eje, por arriba y abajo, todo lo demás se desvaneció. Nada existía. Sólo el octaedro y yo. Lo acerqué a mis ojos para ver qué había dentro, y en el reflejo me vi a mí mismo… Un octaedro. En ese instante, comprendí, yo era el octaedro. Yo era ese rubí. Entonces recordé todo, todas las cosas que existían, que recordaba, y me di cuenta, todas eran Yo. Entonces la voz de Matías vibró y dijo: “estoy solo”.

SOY: La mayor Soledad que puedas experimentar, indescriptible.

YO: El vacío soy Yo. El Vacío no existe a mi alrededor, yo soy ese vacío. Y lo único que existe es mi mente, mi imaginación. En un instante, el mayor temor que haya podido imaginar invadió mi ser: nada más existe, ni siquiera yo, sólo el vacío y su imaginación. Matías tampoco existe… Allí perdí mi eje. Mi norte, lo perdí todo. Y otra voz resonó: “Yo Soy”. Levanté la vista, y repetí con vergüenza. Yo Soy… Y la voz hizo un eco, que vibró en millones de “Yo Soy”, dejándome ver los infinitos octaedros diciendo: Yo Soy. Y allí lo comprendí. Nunca estoy solo… Yo soy el Todo. Sólo tengo que decirlo. Sólo basta con pensarlo. ¿Qué es la Soledad?

SOY: En los cielos sólo existe un dador de vida desde el punto de vista antiguo: el Único. El Solitario, “Solis” (del latín), y le han llamado “Sol”. El único y solo ser, es el brillo, es la luz que nos atrae a todos, pues todos somos Luz. Toda materia nace de las estrellas, de la Gran Explosión, nace de los fotones, las partículas de la luz. Todos somos luz, y lo único que hace que veamos las cosas es la luz reflejada en sí misma mediante colores y patrones. Todo lo que existe es un único ser, así como ese único ser es todo lo que existe.

YO: La Paradoja…

SOY: Lo que viviste fue encontrar el mayor eje de todos.

YO: A mí mismo… Y al encontrarme a mí, encontré a todos los demás.

SOY: Por ello te recordé lo que ya sabes, “No hables a la gente sobre el Universo, háblame a mí…

YO: Conversaciones entre Yo y Soy…

SOY: Es la única forma de llegar a todos realmente. Pero… Tal vez a algunos le cueste más…

YO: Sí me encontré, ¿por qué sigo perdido?

SOY: Porque no existe la meta en alguien que nunca ha salido a ningún sitio pues ningún sitio existe. Tu mente me ha encontrado, y tu alma me ha sentido, pero tu cuerpo aún no puede reconocerlo.

YO: Sigue perdido…

SOY: Sigues alimentándolo de cosas innecesarias, físicas y emocionales, sigues ensuciándolo.

YO: A veces sin querer…

SOY: Y muchas otras, queriendo…

YO: Tengo que gozar también, no? Muchas veces dices eso…

SOY: Gozar y Desear no es lo mismo que responder a estímulos sin consciencia. La pregunta es, ¿por qué necesitas esos estímulos?

YO: Creo que mi cuerpo no tolera la Soledad… Necesita sentirse parte…

SOY: ¿De qué?

YO: Mi cuerpo se siente Abandonado en la Soledad…

SOY: El abandono es la clave del cuerpo. En tanto el alma experimenta la solitud de la historia existencial, el cuerpo se siente abandonado por los demás… ¿Recuerdas qué es el abandono?

YO: De la palabra “bhaht” en indoeuropeo, significa “hablar, conversar.

SOY: Que dio origen a “discurso”: bannan, algo que generó la idea de diferentes bandos, dos formas de hablar, de pensar, de expresar, dos ideas. En latín: “ad-bandonus”, sería “llevar al otro lado”, “dejar en poder de otro”. El mismo, nace del verbo, de comunicar, de hablar, una palabra única y creadora, una misma vibración que se polarizó en dos discursos, separándose, dando la sensación de dejar una parte para colocarse en otra. Eso implica perder el eje, perder el punto de referencia.

YO: Wow… Y por no decir… Por no expresar, se siente el abandono, y al no tratarlo, las palabras que no salen por la boca…

SOY: Salen por el culo.

YO: …Lo hiciste otra vez…

SOY: Lo siento. El ano es el eje, y lo has perdido por sentirte traicionado en el discurso, y lleno de rabia, tu cuerpo está tratando de liberarlo.

YO: Lo sé… Los dos discursos. Esto me pasó con 5 grupos de personas, con las que, por más de haber hablado y expresado todo con los 5 grupos, estos días estuvieron muy presentes en mi subconsciente, pues se ve que para mi cuerpo, sigue siendo un conflicto. Con estos 5 grupos de personas he tenido grandes diferencias discursivas, y probablemente ambos lados tengan razón, por ello es difícil encontrar equilibrio. Me pasó con una familia amiga con quienes hice todo desde el principio. Me pasó con amigos muy cercanos que teníamos formas muy diferentes de hacer las cosas. Me pasó con uno de los amores más fuertes de mi vida y con su familia a quien apreciaba mucho. Me pasó con la productora del documental a quienes creía amigos. Y me pasó con mi propia familia, quienes han estado desde el inicio. Personalmente, me sentí abandonado por todos ellos, en los momentos en que más necesitaba estar en mi eje. Los primeros me dejaron en mi peor momento, en México, los siguientes en Egipto, los otros en Suiza, los otros en Estados Unidos, y los últimos en Argentina. Mi mente entendió perfectamente el por qué, y decidió expresarlo escribiendo, comunicando lo que pasaba en mi mente y alma, y poniendo límites, muchos de ellos desde el enojo en mi caso, por la angustia que me produjo. Con el tiempo entendí sus puntos de vista, y aprendí a perdonarlos, porque en realidad no estaban en mi contra, sino que era todo a mi favor, y ellos me ayudaron a evolucionar como nunca nadie lo había hecho. Por ello, desde la mente y el alma pude liberarlos y liberarme, sentirme en paz, y hoy no tendría problema en verlos nuevamente, sabiendo que debo agradecer lo que me han dado. Pero mi cuerpo…

SOY: Tus células van a otro ritmo.

YO: No sabía que aún había ira, rabia, rencor, sensación de traición y abandono en mis células…

SOY: Lo hay porque en lugar de trabajar el cuerpo, sólo lo hiciste con el alma, y el resto, lo cubrías con placeres. La búsqueda de amor en otros y en la comida. Al cerrar la semana de las profundidades del alma, tu cuerpo está listo para darte una lección, la misma que él busca aprender a gritos.

YO: ¿Qué debo hacer?

SOY: Oírle…

YO: A veces hablar contigo hace que comprenda tan rápido mis procesos, soltando y perdonando en segundos, y mi cuerpo queda tambaleando en la vorágine energética… No le presto atención.

SOY: Pues ahora, la próxima vez que te sientes en la Pirámide, mira bien dónde pones el culo. Pues el único lugar donde siempre puedes posicionarte sin importar dónde estés, es sobre ti mismo.

YO: Aprendo a brillar en mi Soledad pues, sabiendo que en ese brillo Todo soy Yo. Nunca estoy solo… Es imposible estarlo…

SOY: Y el abandono sólo es cuestión de discursos.

YO: ¿Qué debo hacer con ese discurso? ¿Debo hablar con ellos?

SOY: Ya lo has hecho… lo que no has hecho es hablarlo contigo. Recuerda, no existe nada más que tú, y por ende, sólo a través de ti y tu coherencia llegarás a todos. Eres tú quien se ha abandonado… Nadie lo ha hecho.

YO: Vuelvo a mí pues, y lo que ve mi cuerpo como traición, es un grito de libertad. Yo Soy y Yo Estoy donde pertenezco, en mí, y ese es mi único discurso, es mi única forma de hablar…

SOY: Pues Yo Soy el Verbo, Yo Soy la Verdad.

YO: Y así la verdad vendrá a mí… En mi Soledad les encuentro a todos…

SOY: Pues somos el Sol hacia donde todos los planetas se dirigen…