top of page

12°

ago15

Las Expectativas

Tercer ojo

👁️

😄

🦁

Emocional

Yo Puedo

Hae: Yo Soy la Vida del Pensamiento

BLOG

octahedron crystal sogutwiefertig_edited.png

SOY: Puedo notar que hoy estás un poco irritable…


YO: Sí, no me he despertado con el mejor humor la verdad. Pero, lo extraño es que no hay razón alguna por la cual sentirme como me siento.


SOY: Muchas cosas se están moviendo, y es normal.


YO: Sí, creo que debido a todo lo que estamos haciendo, hay una especie de purga de los cuerpos físico, emocional y mental, y esta emoción surge.


SOY: ¿Puedes identificarla?


YO: Bueno, es como esa sensación de desgano, de que todo molesta, como si lo único que quisiera es haberme quedado a dormir todo el día. Fui a la pirámide, e incluso allí dentro fue el primer día en que tenía ganas de salir e irme. Una sensación de: “bah, estoy perdiendo el tiempo y me aburro”.


SOY: ¿Qué es lo que te hace sentir la pérdida del tiempo?


YO: Bueno… Creo que es el hecho de que cada día se parece al otro. Es una sensación de que avanzo en círculos, y nada nuevo sucede.


SOY: Estás acostumbrado a que tu vida cambie rotundamente, hora tras hora.


YO: Sí, mis metas diarias no suelen ser una, sino varias.


SOY: Y eso mantiene entretenida a tu mente y emoción.


YO: Sí, la sensación es que siempre están pasando cosas, y que siempre hay algo que contar.


SOY: Pues vives en el ritmo de una serie, con aventuras y magia en cada esquina.


YO: Sí, todos los que han viajado conmigo; amigos, familia, otros, sienten que los tiempos se relativizan y que pasan cosas muy locas e inexplicables.


SOY: Porque te lanzas a la aventura, sin limitaciones. No tienes límites de imaginación, de territorio, de tiempo, y eso rompe la estructuras; y al poder gestionar toda esa energía, pasan cosas mágicas, que en realidad, no es magia, es simplemente haber salido de la rutina y ver la verdad de lo que pasa al moverse por el mundo, por la realidad.


YO: Eso es lo que pasa… Todos los que me conocen saben que vivo como en una película constante, donde siempre hay muchas cosas que hacer y vivir… Y creo que a pesar de lo bien que he tomado la monotonía desde que comenzó la cuarentena el 15 de Marzo, al llegar a Egipto, y empezar esta estructura diaria, muchas cosas se han empezado a mover. Menos yo…


SOY: Porque era tu tarea: ser el Eje, ¿recuerdas?


YO: Sí, y es contraproducente para alguien que vive viajando y cambiando cada hora, pedirle que esté fijo en un sólo sitio, yendo al mismo lugar todos los días, como si fuese un monje en un templo de clausura.


SOY: ¿Qué esperabas de esto?


YO: No lo sé… Nada, realmente…


SOY: Sinceramente… Dime.


YO: Esperaba dos cosas: una que sería un viaje por los 32 nodos de la Tierra por lo que debería correr y adaptarme a algo nuevo cada día. Y otra, pensaba que esto sería algo mucho más grande, con más movimiento, con más difusión… Y al final, está siendo algo muy casero, muy de entre amigos, en el mismo lugar haciendo exactamente lo mismo cada día.


SOY: Bien… ¿Y qué emociones sientes debido a esto?


YO: Bueno… Un poco de todo, aunque últimamente no he sentido literalmente nada, vacío, pero hoy comencé a darme cuenta de que siento un poco de un extraño asco ante mi situación, como que no es lo que yo espero de mí. No es frustración, pues siento que todo va muy bien, sino que es más, como la sensación esa de cuando vas a morder una aparente riquísima y jugosa manzana, y al clavar los dientes, es arenosa y sin sabor ni jugo, seca. Esa sensación, no reconozco su nombre…


SOY: Decepción… No?


YO: Creo que sí, eso. Cuando las cosas, a pesar de que estén bien y sirvan, no salen como las planeaste y te quedas con una extraña sensación de decepción, desasosiego, malestar. Como estar en el Paraíso pero solo.


SOY: Esto es debido a la expectativa que pones a las cosas. “Ex spectare”,  del latín “esperar algo de afuera”. Esto es común a todos los humanos, quienes proyectan en el horizonte un destino u objetivo, pero antes de llegar a él, llega la idea de él, pues todos nos movemos en una dirección con la “esperanza” de encontrar lo que imaginamos. Es como aquel que vaga por el desierto siguiendo espejismos, viendo agua en un mar de arena. Y aún así avanza, tratando de encontrar al fin aquel oasis, aunque difícilmente lo haga. Los espejismos son reales, es el calor evaporando el ambiente, generando una distorsión en la luz que da la sensación de ondas, de líquido platino. Pero es nuestra mente la que dibujó el agua, las palmeras, los animales y el pasto. La mente es tan veloz que llega al destino incluso antes de que podamos dilucidar en qué dirección se encuentra el mismo. Y lo que vemos en nuestra mente suele siempre superar lo que posteriormente vivimos en la realidad. Así, nunca podré disfrutar de lo que encuentro, de lo que soy y en donde estoy, pues estoy siempre esperando algo de afuera, algo que no puedo ser, porque es sólo una proyección.


YO: Dices, pues, que mi mente pone demasiado empeño en vivir la magia en algo que no lo tiene. No?


SOY: Cuando esperas un año para ir a la Pirámide y activarla con amigos, entrar a ella se convierte en un acto de descubrimiento, de innovación, de cúspide, culminación y realización de un trayecto de tu camino. Se cumple una misión, se resuelve un conflicto, hay un desenlace, el cuerpo se tensa por demás, y en un instante se relaja por demás. Una cierta sensación de éxtasis inunda el cuerpo debido a la adrenalina, endorfina y dopamina segregadas en el esfuerzo de que todo salga perfecto. Entonces, en el éxtasis, vives la magia. Los caminos se unen, las redes combinan, de repente entiendes cosas, conectas la información con los demás, y ante lo desconocido, surge la maravilla de descubrirse, de entender, de ver las señales, y la alegría da sentido al acto.


YO: Pero…


SOY: Pero, cuando entrar a la Pirámide se convierte en rutina, saludar cada día al mismo vendedor, a los mismos guardias, ver que ya te conocen, pasando por el mismo camino, subiendo las mismas escaleras, de repente la cámara del Rey pierde la magia, y se convierte en una caverna de rocas talladas. O peor aún: tu oficina de trabajo. Y es comúnmente conocida la emoción que produce ir al trabajo todos los días, sobre todo para alguien con la Luna en Sagitario.


YO: Sí, me destruye lentamente el cuerpo emocional…


SOY: Y esto es porque las expectativas que pones, pueden ir por dos rumbos: o crear una idea preestablecida de lo que debe suceder, o por el otro lado, crear la idea de que algo debe pasar aunque no sepas qué, algo que te sorprenda.


YO: Yo soy más de esa segunda opción. Antes sí proyectaba el idilio de cómo debería ser. Sin embargo, desde hace un año, soy más del segundo tipo: fluyo, me dejo llevar, y prefiero sorprenderme sin ideas preconcebidas.


SOY: Y aún así, caes en la desesperación y desolación del sinsentido. Empiezas creyendo que no vale la pena, que esto no está cambiando a nada ni a nadie, ¿cuál es la lógica de ir todos los días a la pirámide a cantar, si nadie lo ve, si la pirámide no saldrá volando por los aires? Y sin embargo, detrás hay algo que no estás viendo. Y es que tras este desasosiego, está la constancia, la doctrina, la rutina, el pulso. El corazón es el transmisor de todas las emociones posibles, y sin embargo, su pulso es el mismo, constantemente, su rutina hace que la magia sea posible. A veces, es necesario entender que las grandes cosas se logran con pequeños pasos, que la mayor magia radica en los más simples actos, que un acto mecánico y doctrinal en inconsciencia se vuelve una trampa, pero el mismo desde la consciencia se vuelve un pulso, un latido, que mientras más tiempo pulse, más lejos llegará su ritmo. El ruido de cientos de piedras cayendo en la superficie de un lago generan mucha información, pero mucho desorden; una simple gota cayendo sobre el estanque, marca un ritmo mántrico que conecta en armonía a todo el lago. La mente que desea ver el lago moverse, siente que la gota es débil, lenta, desesperante. Acalla tu mente, inspira, y observa tus actos diarios, y en lugar de convertirlos en rutina, conviértelos en doctrina, y haz de la doctrina una consciencia, y el acto constante se volverá constancia. Para que una planta dé sus frutos, la misma debe crecer a un paso paciente, concentrada en cada milímetro de su aquí y ahora. Una planta que acaba de emerger de la semilla y ya espera convertirse en fruto, gastará toda su energía y morirá antes de verle incluso florecer.


YO: Paciencia…


SOY: No… No es cuestión de paciencia, pues la paciencia implica expectativa, implica hacer lo que hago por el hecho de esperar que un día algo suceda que cambie mi estado. Lo que necesitas es Aquí y Ahora. Para honrar tu camino transitado y construir un futuro fructífero, necesitas practicar el Aquí y Ahora. Un día a la vez, un paso a la vez, sin expectativas de lo que vendrá. El futuro se construye con los actos del presente. Deja de mirar el horizonte, y contempla el eje que eres. Toma consciencia de los mínimos actos que se repiten en tu día a día, y reconócelos como el pulso de tu corazón. Ahora, hazlos sabiendo que cada vez que te levantas para ir y entrar a la pirámide es el primer Pum del corazón, y al salir, regresar y escribir, es el siguiente Pum, y cada acto doctrinal.


YO: La palabra doctrina, es muy fuerte, es casi religiosa…


SOY: Porque habéis ensuciado el concepto. Doctrina surge de las palabras “docere” “tor” e “ina” que significan respectivamente “enseñar”, “agente”, “relativo a”. Es decir, todo lo relacionado a la enseñanza, a la ciencia, a la búsqueda de la sabiduría. La Sabiduría no se encuentra en las epifanías de segundos, sino en la constante práctica de mínimos e ínfimos actos diarios, que construyen a nivel celular un entendimiento del Universo que me rodea y compone. Si te haces consciente de estos actos, te volverás un sabio, sin la expectativa de dicha epifanía que ya vivirá en ti en cada día.


YO: Es decir que si todos, en nuestras vidas, hacemos conscientes los actos repetitivos de nuestra vida diaria como el latido de nuestro ser expandiéndose en el mundo, seremos como esa gota que puede armonizar todo el lago.


SOY: El “tic, tac” del tiempo… El “pum, pum” del espacio…


YO: Es verdad, mi gran error es esperar más de lo que vivo en el día a día.


SOY: Oh, no, recuerda que fueron tus errores los que te trajeron hasta aquí. Gracias a errar, estás encontrando lo único debías esperar encontrar: a ti mismo. Lo demás, vendrá solo.


YO: Pasar de la Expectativa a la Acción.


SOY: Cierra tus dos ojos, aquellos que miran a lo externo, y verás que todo lo que imaginas encontrar fuera, era producto de tu interior, y ya vive en ti. No esperes ser mañana lo que puedes ser hoy.


YO: Gracias por ser…


SOY: Gracias por estar…

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

EXHALACIÓN (TRASCENDENCIA): Entonces, con la certeza de ser todo ello, decide liberarse de sí mismo, lanzándose al ensueño más profundo, al Vacío, donde la neutralidad se convierte en Nada, donde deja de existir toda potencialidad, camino, patrón, idea o sueño. Encuentra la Libertad de su mente, dándose la posibilidad de asombrarse de nuevo, en un nuevo suspiro.
ankh ready4.png

(12/12)

bottom of page