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Resurrección

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Yo Veo

Ya: Yo Soy la Dimensión de la Unidad

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SOY: Y de las profundas aguas oscuras y lodosas, tu semilla germina, elevándose hacia los cielos, floreciendo en la luz.


YO: De alguna forma me sentía demasiado cómodo en las sombras, y siento hasta pereza de tener que empezar a florecer.


SOY: Es lo que le pasa a todos los seres vivos: costumbre, comodidad. El cuerpo se adecúa muy rápido a los ambientes a los que se expone durante mucho tiempo, y en tu caso, tienes tantos planetas en la casa de Escorpio que a pesar del dolor y el sufrimiento en las sombras, te sentías en casa.


YO: Bueno, no tantos… El Sol, Mercurio, Venus y Marte, aunque es verdad que son de los más importantes y más utilizados. Me siento cómodo en las sombras y el barro, comunicando desde su oscuridad y humor negro, yendo a lo profundo del alma y viviendo con la intensidad de procesos. Sí, allí me siento en casa… Pero mi Luna, Saturno y Urano en Sagitario agradecerán este mes. Un viaje por el mundo conceptual, emocional y físico.


SOY: Emerger de las sombras del pantano para ver la claridad. Este es el momento de la alegoría de la Caverna, es el momento en que el esclavo de sus propias percepciones se asoma al mundo externo y reconoce todo lo que debe aprender del mundo, de la verdad. Ver la Luz.


YO: Como intenciona el aspecto de este mes: “Yo Veo”. ¿Qué nos deparan los siguientes 30 días?


SOY: Un viaje hacia la Luz, hacia despertar nuestro entendimiento de las cosas, a descubrir, a llevar claridad a todas las sombras. Mientras que en Escorpio nos enterramos para conectar con las sombras y enfrentarnos a ellas, Sagitario nos impulsará a elevarnos, sonreír, llevar luz a aquello que estaba oculto.


YO: Por eso hoy me has dicho “Resurrección”.


SOY: Este concepto no es demasiado antiguo, tal vez posea unos 1000 años o así, y está relacionado a la Ascensión de Jesucristo.


YO: Pero la palabra es más antigua, imagino.


SOY: Los vocablos que la conforman sí. Resurrección viene de las palabras “re-“, “sub” “reg-” y “-tio”, las cuales significan “acción de volver a poner lo que estaba por debajo de forma recta”. Una idea que trata de describir aquello que se ha caído, que está por los suelos o enterrado y que vuelve a ponerse de pie, recto, hacia lo alto.


YO: Como nosotros tras ir a las sombras…


SOY: Así es. En el periodo cristiano, este concepto fue acuñado para describir el mayor milagro de Jesús el Cristo, quien resucitó de entre los muertos al tercer día tras su crucifixión. Esta historia tomada como milagro, está basada en un mito, que una vez fue leyenda, y que antes de ello era una alegoría, y mucho antes de convertirse en alegoría, era una ceremonia pagana basada en la agricultura, que previo a ello era pura astronomía.


YO: ¿Cómo fue?


SOY: Ayer lo explicamos en la transmisión; en el Universo todo es un continuo de energía, vibraciones que por magnetismo hace que sus partículas se expandan o contraigan. Esas dos opciones constituyen toda visión del tiempo y el espacio a través de las distintas dimensiones. Una dimensión es justamente eso: una dimensión, es decir, algo que está medido por la perspectiva de dos puntos de vista y separado por ellas: “di-” (dos, dividido) y “mensión” (medida). Así, la contracción o expansión de las partículas genera los niveles mentales, emocionales o físicos en que la consciencia se experimentará, todo con el objetivo de aprender sobre el potencial creador que posee. Las dos visiones que generan estas dimensiones son las perspectivas Positiva y Negativa, que manifestadas en un Protón y un Electrón, permiten que la información se mueva doblegando tiempo y espacio en forma de espirales. Los movimientos espiralados del cosmos hacen que en los periodos de expansión positiva, se experimente una realidad, mientras que en la expansión negativa, esa realidad se integre, recuperando energías en la asimilación. Podríamos decir que para la mente el Positivo busca datos mediante el Conocimiento, y el Negativo les integra mediante la Sabiduría. En el Cuerpo Físico, a esto mismo se le llama Vida y Muerte. Durante billones de años, el Universo atraviesa millones de formas, a lo largo de esta espiral, con el objetivo de despertar la sabiduría en la búsqueda de conocimiento, viviendo diferentes vidas y teniendo que morir en muchas instancias. Cuando te das cuenta de que no existe la muerte ni las distintas vidas sino que todo es un continuo de vibración en distintas frecuencias, reconoces que todo es fractal y cíclico, lo cual hace que muchos de los patrones sean replicados en todos los niveles. En este caso, el hecho de nacer y morir, se repite como las olas en un mar, sin cesar. Todos sabían esto en la antigüedad, pues observaban la naturaleza, y entendían que la divinidad no podía ser diferente, de igual manera que un hijo se parece a sus padres. Por esto, entendieron que existe una realidad cósmica, llamada Mundo de las Ideas, y una realidad física, llamada Mundo de las Sombras. Los dos progenitores del Ser. Se entiende, pues, que la realidad física es la carne, lo perceptible por los 5 sentidos, y que la misma sólo se transforma, nunca desaparece. Pero el mundo de las ideas puede expandirse y volver a contraerse en un nuevo ser, una nueva forma. A esto, le llaman “Reencarnación”, es decir, volver a la carne, al cuerpo. El mundo sutil se expande en la muerte y se contrae en el nacimiento de la misma forma que los pulmones al respirar. El cosmos hace lo mismo: galaxias, estrellas, sistemas solares, mundos, naturaleza, la vida, todo se expande y contrae, naciendo y muriendo en la espiral magnética del universo en expresión. Y las 4 Estaciones son una de las formas de percibirlo. Los Solsticios y los Equinoccios, muestran una distinta posición del sol, expandida o contraída, que cambia todo en la naturaleza. Los antiguos llamaban a esto “La Cruz del Tiempo”: primavera, verano, otoño, invierno. Y se combinaba con “la Cruz del Espacio”: norte, sur, este y oeste. Físicamente relacionada al “Agua, Fuego, Tierra y Aire”, los cuales conceptualmente conoces como “Expresión, Experimentación, Integración y Trascendencia. Y que un humano vive como “nacer, crecer, reproducirse y morir”.


YO: Los 4 Pilares de la Existencia.


SOY: Y en su centro, el mundo, el poder del Ser Divino, la esencia. Así, el primer símbolo que describía los ciclos positivos y negativos de la reencarnación cósmica en el universo, fue una cruz con un círculo en su centro, el sol, que resumía todo lo dicho. Así, a cada ser que había encarnado la divinidad mediante la iluminación, se le entendía como “Hijo del Sol”, Hijo de la Luz…


YO: Que en indoeuropeo se decía “dyeu”… Origen de la palabra “Dios”…


SOY: Hijo de Dios. Todo ser iluminado era un Hijo de Dios en el centro de la cruz de las estaciones del año. El 21 de Diciembre, como cada año, aunque a veces sea el 20 o el 22, se produce el Solsticio de Invierno-Verano. En el hemisferio norte, el Invierno ha comenzado, pero a su vez, también inicia el camino de retorno hacia la primavera y el calor. A partir de Diciembre, el movimiento de la Tierra hará parecer que el Sol avanza lenta y nuevamente hacia el norte. El momento máximo que se ha inclinado hacia el sur, es ese día 21 de Diciembre, el día más corto del año para el norte y el más largo para el sur. Es interpretado este momento como la Muerte del Sol. Durante 3 días, hasta el 25 de Diciembre, el sol saldrá exactamente en el mismo punto del horizonte hasta que comience su regreso al norte. Por ello, el 25 de Diciembre se considera el Renacimiento del Sol, o la Resurrección, regresando de los suelos y las tinieblas, para alzarse en lo alto de la Luz.


YO: Con lo cual, la historia del Nacimiento de Jesús y su Resurrección de una cruz, hablan de astronomía… Algo que se ha entendido muchas otras veces…


SOY: Con muchos otros “hijos de Dios” en la historia. Esto significa que lo que el cristianismo celebra es el retorno del Sol. Una ceremonia pagana. Y en ésta está la alegoría.


YO: ¿Cuál?


SOY: Todos los humanos pasan por un mismo proceso en cada vida: nacen, crecen, producen y mueren. Y a lo largo de esos 4 procesos orgánicos y biológicos, día a día, mes a mes o año a año, se expresan, experimentan, integran y trascienden. Todo ello para encontrar su brillo propio, su luz interior. Todos los humanos se crucifican en distintas situaciones.


YO: “Cada persona lleva su Cruz”, escuché decir en relación a que cada uno tiene su propio recorrido por la “Via Dolorosa”, cargando la cruz hasta el monte de la Crucifixión…


SOY: Lo que significa que todo individuo posee una historia que carga en su piel, una responsabilidad, una culpa, un deber que, de no enfrentarlo con luz interior, será un peso doloroso que arrastrará. Ese peso es el proceso. Un conflicto no resuelto, una relación no asimilada, un proyecto inacabado, una herencia pesada. Pero el objetivo de recorrer la cruz, es iluminarse, es volver a ponerse de pie, recto, y resurgir, es decir, encontrar la resurrección.


YO: ¿Y cómo se llega a la misma?


SOY: Cuando haces consciente la sombras, el sitio donde te encuentras enterrado, arrodillado, humillado cargando el peso. Cuando lo ves, lo observas y en lugar de dejarte derrotar, tomas fuerzas y vuelves a ponerte de pie. Los seres vivos, plantas, animales y humanos, viven constantes prácticas de resurrección en sus vidas: cada vez que te levantas por la mañana y te pones de pie, resucitas. Cada vez que te liberas de vínculos pesados, resucitas, cada vez que terminas de llorar para seguir con tu rutina, resucitas, cada vez que resuelves un conflicto, resucitas, cada vez que tomas consciencia de tus sombras, resucitas. Te pones firme, de pie, y cambias tu posición, tu dimensión.


YO: Y te das cuenta de que eres el Sol.


SOY: La dimensión de la Unidad, donde todas las cosas, todo lo expresado, experimentado, integrado y trascendido, surge de ti y vuelve a ti, pues todo eres tú. Los antiguos sabían que la resurrección vive en los ciclos de la reencarnación, en el continuo de la vida. Los cristianos eliminaron la idea de la reencarnación con el único objetivo de hacer de Cristo el único capaz de volver de entre los muertos.


YO: Esto quita la posibilidad de redención a los humanos comunes, es decir, de que puedan volver a intentarlo libres de culpa.


SOY: La abolición de la Reencarnación y la acentuación de la Resurrección sólo en una persona, ha hecho que pensemos que este acto es propio de los maestros o divinos. Y la verdad es que es propio del mundo natural.


YO: Debemos recuperar la capacidad divina de resucitar, de resurgir de las cenizas como el Ave Fénix. La Resurrección está en todas las cosas, y la practicamos cada día.


SOY: Sólo debes hacerte consciente de ello. “Lázaro, levántate y anda”. Pon un pie delante del otro, es momento de levantarse del suelo, de soltar el peso de las sombras y utilizarlas como combustible. Ponte de pie, resurge. Reconoce que al superar cualquier conflicto, emoción o idea, estás resurgiendo, estás liberándote del peso de la cruz.


YO: Como el Loto que sin barro no crece, no florece, la oscuridad y las sombras me han otorgado el terreno necesario para nutrirme y poder ponerme firme y recto hacia el cielo, para florecer. Resurgir de las sombras.


SOY: Haz de lo divino algo cotidiano y natural, y vivirás día a día en el paraíso. La gracia de Sagitario es el gozo de la existencia, la alegría del vivir la creación, pues al descubrir que las sombras y la oscuridad ya no son mis enemigas sino las coreógrafas de mi vida, te lanzas a ver con arte las luces, formas y colores de la creación, aprendiendo y disfrutando del camino, del viaje por la existencia.


YO: Me alzo de entre mis sombras, para volar con la ligereza del viento reconociendo el mundo que las sombras han creado para que yo pueda divertirme, aprender y jugar.


SOY: Comienza el Gran Viaje…

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

TETRAEDRO= La primer herramienta del espíritu en la creación de su propio universo, es la figura tetraédrica. La misma posee 4 aristas, 4 caras y 4 vértices, es decir 12 perspectivas que resumen las isiones del cosmos. Relacionado al fuego, es la chispa del espíritu, pues su forma es la de una flama fija. Al multiplicarse en su opuesto complementario conforma un Merkabah, base de la creación.
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