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Yae: Yo Soy la Dimensión de la Contemplación

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YO: Ver más allá, tener una visión más amplia de las cosas, contemplar el horizonte, elevarse para percibir mucho más de lo que podía ver… Ver de lejos lo que antes tenía demasiado cerca, o acercarme a lo que antes parecía lejano e inalcanzable. El camino del descubrimiento nos lleva a aprender a dimensionar las cosas. Entonces, creo que es importante comprender qué es una dimensión…


SOY: Dimensión, como ya hemos dicho, viene del latín “dis” (dividir, separar) y “metiri, metio” (medir, medida). Una dimensión, pues, es una medida percibida desde dos puntos de vista separados, uno cercano y uno alejado, el observador y el observado.


YO: Como los ojos… El Ojo del Observador condiciona la realidad Observada.


SOY: En la Física Cuántica (que es la física que cuantifica la realidad), se interpreta que todas las composiciones de la existencia son mutables, al punto en que la mínima observación sobre algo ya ejerce una presión que modifica las cosas. Así, una cantidad mínima de energía puede comportarse como onda o partícula según el observador. Pero para entender esto vamos a lo simple. Los humanos espirituales consideran a las dimensiones como niveles celestiales, y ¿sabes por qué?


YO: ¿Por qué?


SOY: Porque todo el mundo espiritual sólo hereda los métodos espirituales de sus antecesores, es decir, de las religiones. En los conceptos antiguos de la organización cósmica, el humano fue interpretando al Universo de acuerdo a su punto de vista de observador. Así, el Universo tomaba la forma la cual el humano era capaz de captar, o al menos mostraba dicho aspecto. Es decir, en el principio, cuando los humanos eran totémicos, es decir, que su forma de entender lo divino y conceptual era mediante tótems, atributos de la naturaleza (lo que hizo surgir las religiones animistas adorando a plantas y animales), el Universo era interpretado como tal: la tierra era una tortuga, el cielo una vaca, el sol era un halcón, el río una serpiente, el aire un águila, la medicina un escorpión, la alegría un mono, la realeza un león, y así todos los animales juntos conformaban un Dragón, o una criatura mitológica. Las estrellas eran las luciérnagas, que llevaban los espíritus, el mar era la gran ballena, y así su conexión con la realidad era animalista. En otras tradiciones, como en el norte de Europa, los árboles eran lo más sagrado, y describían al Universo como un Enorme Árbol de la Vida, cuyos frutos eran los mundos, y sus ramas y raíces se extendían por toda la galaxia.


YO: Yggdrasil… El árbol de Odín.


SOY: Sí. Muchas tradiciones en el mundo relacionaban al Cosmos con un árbol, y sus ramas serían los distintos reinos o expresiones de la divinidad, que se hallaba en el tronco, en el centro de las cosas. En las tradiciones animistas y vegetales, se expandió la visión del politeísmo, es decir, creer en muchos dioses, y que los humanos podíamos convertirnos en divinidades también si cumplíamos las hazañas necesarias. Como en un árbol, las semillas que habitan los frutos también pueden volverse un árbol con el tiempo. Pero hubo un momento en que este bosque en expansión empezó a ser controlado. Las luchas por el alimento reorganizaron a las tribus en sociedades. Ahora ya no podía haber un guía o chamán, tenía que haber alguien que aunase todo el poder sobre muchas tribus, y así apareció el Rey. La idea de reino, jerarquizó la cultura orgánica de las tribus, colocando al rey por sobre los demás, y a los sacerdotes por debajo de él. Ahora la búsqueda del poder y el orden serían primordiales, y la idea volverse divinos pasaría a un segundo plano. La estructura política empezó a ser netamente jerárquica, religada a la decisión y poder de una sola persona por sobre una pirámide que se ampliaba hacia abajo, a los pueblerinos. Y esta visión, por más que hubo intentos de otras formas, fue vigente desde hace más de 12.000 años hasta el día de hoy. Así, durante todo este tiempo, la mayoría de la humanidad diseñó el Universo de una forma monoteísta, con sólo un ser al mando de todo, con una estructura jerárquica, que puso a unos sobre los otros, y que para llegar a uno u otro nivel, era necesario ganarse el respeto y pasar por todas las pruebas necesarias. El Universo ahora, tenía un Rey en los Cielos, y debajo de él, a los Arcángeles, Serafines, Querubines, Potestades, cada uno con un rango diferente, hasta su ejército de Ángeles, y debajo, los trabajadores de la tierra, los Humanos. Y desde luego, como todo reino, se necesitan desertores y enemigos. Así, como un espejo, se crea el reino del Mal con su propio Rey de las Tinieblas y todo su séquito hasta los soldados demoníacos y su pueblo, la gente mala y pecadora. En el despertar de la espiritualidad consciente, la tradición de ver el universo como jerarquía permaneció por la costumbre de los miles de años, y por más que se empezó a hablar de Dimensiones en lugar de Reinos, el contexto siguió refiriéndose a la jerarquía celestial de igual manera.


YO: Claro… Esto es lo que hace que todavía hoy exista una confusión al hablar de Dimensiones, como si se tratase de pisos en un edificio, niveles que hay que subir o bajar, donde cada uno tiene un grupo de entidades específicos…


SOY: Sí, esto es lo que hace que, aunque hayamos dejado los reinos, las repúblicas representativas y consideradas democráticas sigan a su vez teniendo la misma forma de organizar la realidad, jerárquicamente.


YO: Pero desde hace 30 años, comenzaron las redes.


SOY: Y hacia allí vamos. La evolución científica de los últimos tres siglos, el cambio conceptual de que la Tierra no es el centro sino que gira alrededor del Sol, cambió la posición de la divinidad y su referencia. Los tamaños de las cosas ahora eran otros, las distancias eran completamente diferentes a lo pensado, tanto en el macrocosmos, contemplando el sol y las galaxias, como en el microcosmos al descubrir los átomos. En las últimas décadas, la aparición de Internet, las Redes, el trabajo online, las Conexiones, descarga y subida de información, datos, y los descubrimientos cuánticos; todo ello habilitó un nuevo concepto del Universo, que está haciendo que todos perciban la realidad de una forma mucho más diferente, interconectada, donde no hay centro, no hay rey, no hay cielo ni infierno, donde todo lo que existe es sólo una percepción de una consciencia contemplando las formas de sí misma.


YO: Allí estamos hoy, comprendiendo que el Universo somos nosotros, que no hay jerarquía, sino que todo es un entramado cuántico.


SOY: Aquí es donde podremos comprender mejor lo que son las dimensiones. Una forma fácil de entender lo que es una dimensión es mirando cualquier objeto que tengan a su lado ahora mismo. Todo objeto tiene 3 dimensiones visibles y palpables: ancho, alto y profundo. Esto es todo lo que define a la Tercera Dimensión. Nada más. Una dimensión dividida en 3 perspectivas. Por ello, en la tercera dimensión la vida se concibe por tres aspectos: sonido, luz y forma. Se considera a la sagrada familia por “mamá, papá y bebé”.  Al tiempo se lo divide en tres: pasado, presente y futuro. Las dimensiones son doblegamiento de las leyes del espacio y tiempo.


YO: Esto me recuerda a la leyenda urbana de que no puedes doblar una hoja de papel más de 8 veces. Ya que matemáticamente, si pudieras seguir doblándolo, por matemática exponencial, en sólo 40 pliegues llegarías a la Luna. Es una locura, pero es la lógica del Universo: en tanto más doblo la Unidad sobre sí misma, más me expando.


SOY: Y en sólo 100 pliegues habrías alcanzado el grosor de todo el Universo…


YO: Sí… Las dimensiones aquí son absurdas, al ver que cuanto más tratas de encoger algo doblándolo sobre sí, estarías en realidad haciendo que llegue a sitios impensados como el mismísimo Universo entero.


SOY: Por ello, 1 sola Dimensión se dobla en sí misma 8 veces creando el Cubo, el cual se doblega 3 veces más creando la inspiración, contemplación y exhalación que dan lugar a la creación. 12 Pliegues que constituyen a todo el Universo. Todo lo que existe no es más que una hoja de papel en blanco que se ha plegado sobre sí misma cientos de veces, creando millones de formas en todas las direcciones. Así, lo que conoces como Dimensión, es la medida de dicho doblegamiento de una sola cosa. No son niveles que hay que subir, no son escalones en un palacio de luz, no son reinos celestiales donde hay maestros o arcángeles. Dobla al universo una vez y tendrás Potestades, dóblalo 3 veces más y tendrás un Arcángel, dóblalo dóblalo 3 veces más y tendrás una galaxia, dóblalo 1 vez más y tendrás un humano.


YO: Es siempre un mismo ser, doblando su tiempo y su espacio…


SOY: ¿Qué debes hacer si quieres ver tus pies?


YO: Inclinarme…


SOY: Doblas tu cuerpo para ver tus pasos… Llevas tus ojos a otra dirección cambiando la perspectiva de la observación para unirte a lo observado. El doblegamiento le permite al Universo ser consciente de lo que hace, de lo que expresa, de cosas que de otra forma sería imposible afrontar.


YO: ¿Cuáles son esas veces que el Universo se doblega?


SOY: La primera Dimensión es la Unidad, donde todo converge, es la misma hoja de papel. La segunda dimensión es la Dualidad, cuando doblas la hoja para poder verte frente a la otra parte, al otro extremo, positivo y negativo. La tercera dimensión es la que agrega un doblez más para mostrar la profundidad en el ancho y alto de la longitud de onda de la dualidad. La cuarta dimensión mostrará el movimiento de los tres aspectos anteriores, es decir, la transformación de los mismos, cambiándolos de posición, la sensación del tiempo. El quinto doblez o dimensión dará claridad a todo el proceso contemplándolo y otorgando entendimiento, consciencia. El sexto le permitirá recrear lo existente, generar nuevas formas a partir de lo anterior. Así, en el séptimo se vuelve creador, despertando la luz que hay en la energía de su ser, la iluminación. Así se expande en la 8 Dimensión, en todos los tiempos posibles, en la red de información general, la matrix. Y en la 9na Dimensión se encuentra a sí mismo en todos los espacios posibles, reconociéndose divinidad.


YO: Y siempre fue el mismo ser. Las dimensiones no son estadios, niveles, sino el mismo ser mirándose en diferentes medidas.


SOY: Los maestros, arcángeles, humanos, átomos; todos, son el mismo ser expresado en distintas distancias y tamaños o dobleces. Por ello, comunicarse los unos con los otros, no es más que hablar con uno mismo y oír los puntos de vistas diversos de la misma realidad.


YO: Yo Soy todos… Yo Soy…


SOY: Dimensionar, pues, es tomar noción de la conexión y consecuencia de todas las cosas. Cada cosa que nos sucede tiene un pasado y un futuro, afecta a más personas de diferentes formas. Dimensionar es tomar perspectiva en este doblez constante, hasta darse cuenta que los conflictos o crisis no son más que un nuevo momento de doblamiento o desdoblamiento del tiempo y el espacio. Dimensionar es saber ver con atención la conexión de todas las cosas, y no quedarse sólo con un simple punto de vista condicionado. Lo que vemos nunca es la verdad, para ver bien hay que alejarse. Una hormiga jamás vio a un humano, pues su visión no puede comprender el todo igual que un humano no puede ver la Tierra estando de pie en ella. Es cuando dimensionamos las cosas que descubrimos las verdades, por ello, para dimensionar lo que Soy, necesito salirme de lo que creo que soy: dejar de ser onda para volverme partícula, o dejar de ser partícula para volver a ser onda. Así comienza el Viaje del conocimiento, atreviéndote a dejar lo que ves y crees para abrirte a cambiar tu perspectiva, ampliar las dimensiones.


YO: Cada vez que uno viaja, se mueve, vive algo distinto, es como doblegar todo, sumando nuevos datos. Cuanto más me doblego, más me expando… Otra paradoja!


SOY: Así es. La hoja que parece libre y flexible no llega a ningún sitio si no se doblega. Allí radica la Humildad, el inclinarse hacia los pies. Permitirse cambiar de vista, de percepción. La paradoja es que cuanto más se doblegue el universo, más expandido, amplio será. No se gana sabiduría sin ganar alguna arruga en el camino.


YO: Bastante explícito eso último. Hay que arrugarse… Sólo así podremos ver otras dimensiones…


SOY: El camino de este mes es ampliar la dimensión de las cosas, así que aquí os dejaré la tarea de este mes: trata de anotar día a día al menos una cosa que hayas aprendido en un viaje que hayas realizado. Puede ser un viaje de sólo 5km, o a 15.000km de tu casa. Puede haber sido una tontería, o algo muy grande, no importa, simplemente toma una bitácora de Viaje, y apunta: lugar, fecha aproximada, personas involucradas, y lo que recuerdas haber aprendido en ese lugar, en ese viaje.


YO: Desde cosas como “he aprendido a doblar una camisa, hasta aprendí a desapegarme de mi pareja o aprendí sobre las leyes del universo”.


SOY: Sí, todo. Lo importante aquí será dimensionar cómo hemos aprendido cuando cambiamos nuestro lugar de visión constante y cómoda. Es necesario que el cuerpo, alma y mente sepan que esto es posible sólo si cambio mi perspectiva real.


YO: Para cambiar mi perspectiva mental, necesito también cambiar mi perspectiva visual. La forma en que contemplo las cosas, desde qué punto de vista.


SOY: Así podrás empezar a comprender que la comunicación con las dimensiones está directamente relacionada a la forma en que asimilas información de ti mismo y del mundo que te rodea. Sólo así podrás ampliarte y hablar con tus otros Yo en las distintas dimensiones Cósmicas.


YO: Inicio mi viaje Interdimensional hacia mí mismo…


SOY: El único viaje posible. 



TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

CUBO= El Merkabah de ambos tetraedros, en la conexión de sus vértices, conforma el Cubo, siendo éste la figura relacionada a la Tierra, a los cuatro pilares que sostienen las realidades, el cubo de sal que da vida. Teniendo 12 aristas, 8 vértices y 6 caras, habla de los 12 caminos a través de las 8 dimensiones temporales y espaciales (norte, sur, este, oeste = primavera, verano, otoño invierno), contemplando los 6 pétalos de la flor de la vida, o atributos del ser.
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