YO: Estaba pensando… Ayer hablábamos de que el universo es un ser Sabio que decide dividirse para descubrir la originalidad en su sabiduría, y así se fragmenta en lo que llamamos Conocimiento. Entonces, aprender es el mecanismo por el cual se conciben, se toman y adquieren dichos conocimientos para despertar la sabiduría interior. Pero en muchos casos, hay conocimientos que se obtienen sin aprendizaje, ni son parte de la sabiduría… ¿Eso cómo es?

SOY: ¿A qué te refieres?

YO: A cosas que sabes que van a pasar, o que sabes cómo son pero no puedes tener consciencia de por qué lo sabes y ni siquiera tienes un punto de referencia previo. Como cuando conoces una persona y sin haber dicho ni hola, ya sabes que es confiable o no.

SOY: Ah, la intuición. Hace ya unos días habíamos visto que Intuición viene de “in” y “tueri”, que en inglés tendría su comparativo con “stare at”, quedarse mirando, mirar fijamente, pero al tener el prefijo “in”, es mirar fija e intensamente algo con agudeza pero desde el interior. Intuir es la capacidad de análisis innata que posee tu subconsciente mediante datos preestablecidos en tu cerebro acumulados por las experiencias de tu inconsciente. No implica conocimiento porque no tienes referencia, y no implica sabiduría porque no comprendes. Es una reacción subconsciente, en que tu mirada interna interpreta datos de una manera mecánica, previendo situaciones en relación a datos anteriores semejantes.

YO: Se entiende… Quita la magia a la intuición, pero sí, me acuerdo que lo hablamos. Ahora bien, lo que estuve pensando, es que lo que llamamos Intuición, sólo nos pone en contexto, pero no nos lleva a la acción.

SOY: ¿A qué te refieres?

YO: Bueno… Te explico. Me ha pasado algo este último mes, en relación al reconocimiento de ciertos conflictos no cerrados. En las relaciones con ciertas personas, he tenido puntos de referencia que me llevaron a vivir experiencias, buenas y malas, pero todas para mi crecimiento. Es decir, que todas me brindaron conocimiento sobre ciertas ideas, circunstancias, sentimientos, y aprendí de todo ello, y despertó en mí una sabiduría, la capacidad de entender dónde estaban mis errores, dónde podía corregirlos. Luego, la intuición me hizo sentir que este mes debía sanarlo a todo ello, sin entender cómo ni la lógica, pero, así fue. Sin embargo, hay algo más, una energía que me dice que debo tomar una acción más que no sé explicar, como si faltase algo que necesito realizar, llevar a la acción, no sólo analizar…

SOY: Como un empuje inexplicable…

YO: Sí, algo así…

SOY: Una Corazonada.

YO: Eso! esa es la palabra! Corazonada. Como un impulso de que es necesario hacer algo, muy fuertemente, pero no tienes referencia exacta… ¿Qué es?

SOY: Corazonada viene del latín “cor”, es decir, corazón, y habla del pulso, del latido que impulsa a realizar algo, a bombear la sangre. En inglés, ese impulso se dice “Hunch”, que es el empuje de algo a realizar una acción. Uno posee una corazonada cuando sabe que debe lanzarse a hacer algo aunque no tenga noción interna ni externa de si su resultado será positivo o práctico, simplemente siente el impulso de realizarlo. Se le llama así debido a la adrenalina. Cuando el cuerpo debe prepararse para actuar en algo inesperado, las glándulas suprarrenales segregan la hormona adrenalina, que altera los vasos sanguíneos a dilatarse, permitiendo una mayor circulación de la sangre para que la misma nutra todos los músculos y el cerebro, preparándolos para la acción inmediata. La dilatación de las venas y arterias amplifica el flujo de sangre por el corazón, haciéndolo pulsar más fuerte, y provocando un exceso de energía que se traduce en calor, semejante al fuego de la kundalini. Ese palpitar alterado se le llama “pálpito”, y es lo que se siente cuando en una situación inesperada, el cuerpo se prepara para actuar. Por ello se le relaciona con “Corazón”, con el pulso, con pujar y empujar hacia la acción inevitable.

YO: ¿En qué se diferencia de la Intuición?

SOY: La intuición es mental, es un constructo de ideas preconcebidas que se ponen a disposición del análisis de los posibles resultados ante un hecho concreto. Pero la intuición no posee acción, sólo previsión. En la Corazonada, el cuerpo mismo te impulsa a la acción.

YO: ¿Por qué sucede? ¿A qué mecanismo responde esto?

SOY: Cuando el Universo decidió expresar su Sabiduría dividiéndose en Conocimientos, enseguida separó su realidad entre negativo y positivo, interno y externo, generando el impulso y el pulso. El Latido Cósmico es lo que mantiene el flujo de comunicación de datos entre lo externo y lo interno, así surge el aprendizaje, el desarrollo, mediante esta polaridad magnética. Todo este tejido es un entramado de datos que se llama “memoria”. La polaridad genera ese pulso eléctrico, energético que se interpreta como Sinapsis, comunicación neuronal. Los datos memorizados por las neuronas universales, se conectan entre sí por resonancia, es decir, por su vibración, por su frecuencia, ritmo y armonía, así esta comunicación empieza a comportarse intuitivamente. Es decir que por resonancia, ya se puede prever cuál es el paso que sigue, como tu mente tratando de acabar el sonido de una canción. Las normas del cerebro intentan encontrar el orden armónico en todas las cosas, y esto da lugar a que no sean ni el conocimiento ni la sabiduría quienes arman los datos, sino los canales de comunicación entre ellos.

YO: Los hijos que conectan la realidad, la matrix, es como la memoria, los registros, que actúan como cuerdas… Y diapasones, que al resonar uno en una frecuencia específica, hace que todos los demás alineados con él vibren también.

SOY: Eso es Intuición.

YO: ¿Y en ese sistema dónde está la corazonada?

SOY: En el pulso que hace vibrar la cuerda. Parecen cosas distintas, pero en realidad es la misma acción pero desde visiones distintas: desde el plano espiritual y mental le llamas Intuición, cuando desde el plano álmico emocional le llamas corazonada. Pues la misma vive desde el impulso del negativo y el pulso del positivo, que interactúan creando tensiones y resoluciones en la resonancia, haciendo vibrar las cuerdas, que es lo que permite que se muevan los datos de información.

YO: O sea que cuando siento una corazonada, es mi ser impulsando datos que necesitan intercambiarse…

SOY: Así es…

YO: ¿Sabes? En Agosto tuve un fuerte momento de soltar ese vacío que sentí tras haber perdido aquel amor tan grande, que me recordó el vacío y la nada. Entendí que estando aquí, su desaparición fue un regalo. Entonces, apareció alguien que me hizo intuir que sería un espejo para resolver ese vacío. Y así fue, pero ahora surgió la corazonada, esa sensación de: hay algo nuevo, que debo resolver con esto, como algo que hacer, que vivir, que transformar, como tratar de… No sé… No sé explicarlo.

SOY: Hubo momentos específicos en tu vida, como en cualquier humano, en que te has enfrentado a situaciones que despiertan información nueva, que te otorgan conocimiento para ayudarte a encontrar tu sabiduría. Si no hubieses encontrado toda la situación de Amor – Vacío que viviste en Suiza, no habrías podido aprender lo más importante para cumplir tu misión hoy con plena sabiduría: hablar desde el vacío del amor incondicional. Esa experiencia te dio el conocimiento necesario para que hoy compartas la sabiduría. Sin embargo, como en todo, nunca se termina de aprender, y sigue habiendo más niveles, más pasos que integrar. La intuición te mostró el siguiente paso, el siguiente nivel, reconociendo el reflejo que viviste hace dos años en otra persona, como un eco, un diapasón que resuena y por ello intuyes que en esta nueva experiencia hay algo nuevo que aprender en relación a lo vivido con anterioridad. Y la Corazonada despierta en la necesidad de vivirlo, de lanzarse, de no tener miedo, de no dudar, de no poner condiciones a dicho eco, es lo que dice: sí, es por aquí, y allí voy.

YO: Sí… Entiendo. Es otro nivel superador de aprendizaje, una muestra de que tras escorpio superé una historia, o una parte de ella, sanándola al fin, permitiéndome vivir en otro nivel de consciencia un nuevo aprendizaje…

SOY: Las corazonadas no siempre son positivas, pero sí nos hacen avanzar siempre en la evolución y el desarrollo. Lo que impulsa el corazón es indudable, pues es fuente de vida.

YO: ¿Hay que hacer caso a las corazonadas, pues?

SOY: Dicotomía entre Mente y Corazón.

YO: Una vez le dije a alguien: “tengo una dicotomía encéfalo-cardíaca”, y se creyó que tenía una enfermedad terminal, jejeje.

SOY: Una forma un poco frívola y biológica de describir el conflicto entre lo que se piensa y lo que se siente. Es una dualidad constante de la que se suele hablar: “hacer caso a lo que siente el corazón”, describe la forma en que vivimos, dando prioridad a la mente sobre el sentimiento, como si fueran cosas separadas. El cerebro y el corazón son dos expresiones inevitables, como las cuerdas que vibran en un instrumento, como la intuición y la corazonada, son sinónimos expresados en distintas frecuencias. No es una cuestión de hacer caso a lo que se siente, o poner la lógica de lo que se piensa por sobre el sentir, sino combinarles con la responsabilidad de hacer una música armónica. Las corazonadas provienen de la adrenalina, del chakra creativo sacral. Es decir que no piensa, sino que actúa por impulsos para crear o destruir. La mente y la intuición regulan este impulso, poniendo orden. Pero el orden mental por sí sólo no hace ni logra nada. Una corazonada nos recuerda que es momento de tomar acción, pero que esa acción necesita un plan, que es diseñado por la intuición. Así que, no es una cuestión de hacer caso a la corazonada, sino de reconocer en ella que tu ser está pidiendo hacer algo, moverse, generar una acción transformadora, y es tu mente e intuición la que te ayudará a construir ese camino.

YO: Comprendí. No separar mente de corazón, sino seguir la corazonada con una mente clara.

SOY: Allí donde el corazón pulsa has de ir, pues el universo es un latido eterno.

YO: Yo Soy la Dimensión del Alma, soy el latido constante que impulsa la creación.

SOY: El verdadero caminante es aquel que recorre el mundo impulsado por sus corazonadas.