SOY: Todo movimiento posee un eje. Toda estructura posee un eje. Toda vida posee un eje. Pero ese eje no es fijo, fluctúa. El eje realiza un viaje sobre sí mismo, recorriendo los caminos de la percepción.

YO: ¿Cómo sería eso?

SOY: Ponte de pie sin importar la dirección en la que te encuentres mirando. Y ahora comienza a girar sobre ti mismo, sin importar en qué dirección, a la derecha o izquierda. ¿Qué ves?

YO: Todo lo que hay a mi alrededor.

SOY: Ahora agrega a este giro un movimiento oscilante, como haciendo círculos, moviendo el torso hacia delante y hacia atrás. ¿Qué ves?

YO: Puedo ver a veces el suelo y a veces el techo…

SOY: Con una visión más amplia de tu entorno.

YO: Sí, más completa.

SOY: Ambos movimientos, el de rotación y precesión, pueden sumar uno más: el de traslación.

YO: Moviéndome por la habitación…

SOY: Así es. Mientras giras sobre ti mismo realizando este bamboleo circular, avanza en círculos por el espacio en que te encuentres.

YO: Ahora puedo ver muchas más cosas que antes…

SOY: Es el viaje del Eje. Podrías pensar que entre tanta sacudida, estás perdiendo el eje, pero en realidad, es en el movimiento que descubres dónde se encuentra. El Eje es una recta o línea transversal de un objeto que permite el diseño de una superficie o de un cuerpo. La palabra viene del latín “Axis”, nombre que se utilizaba para la barra central que sostiene la rueda en una carreta, ya que en lenguas indoeuropeas, la palabra se origina en el vocablo “Ag”, que significa “conducir”, guiar, dirigir. El Eje, por lo tanto, no es un punto fijo inamovible, sino que es justamente el centro que impulsa la movilidad. El Eje es el inicio del viaje, es el principio del movimiento real, es el único que puede llevarte a destino.

YO: Sagitario ha sido un mes de viaje, por nuestro interior, por nuestra historia y nuestra Tierra. Muchas veces se considera que moverse tan lejos de sí mismo es perder el eje… ¿Qué implica la frase “perder el eje”?

SOY: El eje no hace referencia a un lugar o a la estabilidad de un sitio o una rutina, o un pensamiento. Muchas veces las personas consideran eje a una forma de pensar, una creencia, una estabilidad económica, filosófica, a una actividad rutinaria o de seguridad. Por ello se emplea esta frase para definir a aquellos que se salen “de lo normal”, de lo establecido o considerado en equilibrio. En el inconsciente colectivo, la idea de eje se adjudica a lo quieto, fijo, inerte, estático, recto y dogmático. Entonces, perder el eje es considerado justamente errar o salirse de estos preconceptos.  Sin embargo, el eje de un ser es su esencia.

YO: La esencia de quien cada uno es… El yo soy.

SOY: Ser uno mismo, conectarse con su fuerza interior, con su búsqueda personal, su mente, su emoción, su cuerpo, estar en armonía entre lo que se piensa, se siente y se hace. Esencia es la Cualidad de Ser, del verbo latino “Essere” y “entia”. El eje de un ser no es una recta, sino una cualidad. Y la misma debe nutrirse de experiencias para expresar lo que realmente es. Así, la esencia, desde su eje trino (espíritu, alma y cuerpo), impulsa a todo el ser a moverse, a realizar el viaje para descubrir los potenciales de su Esencia.

YO: Ese viaje es Evolutivo, se adapta, transforma, va conociendo distintas perspectivas…

SOY: Cada individuo hace su propio viaje en la vida, aunque todos los individuos juntos hacen el viaje de la Tierra. Dentro de un sistema físico, constituido por gravedad, hay algo que debes saber sobre lo que implica esta búsqueda del eje.

YO: ¿Qué?

SOY: Que siempre dependerás de fuerzas mayores.

YO: ¿A qué te refieres?

SOY: Pongámoslo de la siguiente manera. Tu tienes un cuerpo, un alma y un espíritu. Tu espíritu es libre, es la imaginación, es ilimitado. Sin embargo, por más que su mente no posea límites, la misma estará limitada por tus capacidades emocionales encarnadas en el alma. Tu alma traducirá tu infinito en periodos, frecuencias, altibajos, en función de tu vibración y estado anímico o de creencias. Pero tu alma, puede tener emociones que no son compatibles con tu cuerpo. A lo mejor, tu alma siente viajar, moverse por el mundo y sentirse feliz en esa libertad, pero tu cuerpo está dolorido, o enfermo, o tiene que trabajar para sobrevivir. Y ahora viene algo aún mayor: el entorno. Tu vida, tus emociones, pensamientos y acciones están determinadas por la gravedad del entorno. Por tus padres, parejas, hijos, amigos, jefes, gobiernos… Algunos con mayor peso gravitacional que otros, condicionando tu movimiento. Esto es: que por más que quieras hacer ciertas cosas con tu esencia, el peso externo es mayor que el interno y no te permite hacerlo. Luego hay realidades aún más fuertes, la geografía: no puedes cruzar nadando un océano, no estás diseñado para ello, todo tu ser está condicionado, pero lo que es peor, no estás diseñado para dejar este mundo, no puedes salir de él sin estar en un constante riesgo de muerte por cosas mínimas. Atrapado en la Tierra, hogar o prisión. Y a su vez, la Tierra también está sujeta al poder gravitacional de astros externos mayores, como el Sol. La Tierra no puede escapar de su órbita, siempre será atraída hacia el centro. Y el Sol, igual, sostenido entre otros grandes soles, condicionado a moverse a miles de kilómetros por segundo en el giro galáctico, atrapado en su corriente gravitacional.

YO: Wow… O sea que, nuestros ejes, esencias, están condicionadas entre sí. Por ello muchos sienten que esto es como una trampa de la que no hay escapatoria… ¿Cómo encuentro mi eje si el mismo es condicionado por la fuerza de gravedad de otros ejes?

SOY: Aprovechando dicha fuerza a tu favor…

YO: ¿Cómo?

SOY: En primer lugar, en nuestra charla hay un grave error.

YO: ¿Cuál?

SOY: Hemos dicho “otros”.

YO: Claro… Y en realidad somos todos Uno… Lo mismo… En un mismo cuerpo…

SOY: Considerarte prisionero de fuerzas externas es como considerar que una célula de tu hígado se considera prisionera del hígado, y el mismo prisionera de las células de la piel. En tu cuerpo hay aproximadamente unas 30 billones de células. En comparación podríamos decir que si pones los 8 mil millones de humanos juntos en un sólo país del mundo, con un pequeño espacio personal para cada individuo, podrían llenar todo el país de Luxemburgo.

YO: Nada…

SOY: Comparado con tu cuerpo, tus células llenarían la superficie de la Tierra entera.

YO: Hay más individuos celulares en mí que humanos en la Tierra… Es mucha gente bajo mi responsabilidad…

SOY: Todas sometidas a tu voluntad gravitacional. Pero las células no buscan ser libres, porque… ¿Qué es la libertad?

YO: Uf… Qué profundo, no sé realmente. Como humanos, consideramos la libertad el salirse del control y opresión de otros…

SOY: La libertad es difícil de alcanzar cuando la miras con los ojos de la materia, pues en un mundo ligado a la energía, será imposible que encuentres libertad, o al hacerlo simplemente dejarías de existir, ya que la última prisión posible de la materia es el magnetismo de lo positivo y negativo, y sin ello, no hay átomos.

YO: Entonces…?

SOY: La Libertad es un concepto que no puede buscarse fuera, sino que puede encontrarse dentro…

YO: En el Eje…

SOY: Exacto. La Libertad buscada por el Sagitariano en su expansión por el mundo, radica en cuán libre se encuentra su ser, es decir, en cuán capaz se ve de Ser lo que es. Así, la libertad está en decidir lo que hago con lo que soy.

YO: ¿Y cómo uso la gravedad de otros a mi beneficio?

SOY: Como lo hace la Tierra en tres simples movimientos.

YO: Rotación…

SOY: La Rotación es la capacidad gravitacional de la Tierra de girar sobre su propio Eje observando los 360 grados a su alrededor celestial. Esto le permite tomar perspectiva, observar todo lo que hay a su alrededor, hacer que toda su piel viva el día y la noche, experimentando las luces y las sombras durante unas 24 horas en un ciclo repetitivo.

YO: Precesión…

SOY: El Eje de la Tierra norte y sur no se encuentra en un grado 0 exacto como una estaca clavada en el suelo, sino que se encuentra con una inclinación de unos 23 grados fuera del eje 0 en el que podríamos imaginar que debería encontrarse. Esto hace que la Tierra se vea inclinada levemente con respecto al Sol. La fuerza de la gravedad solar provoca una constante rotación de este eje, el cual gira un grado cada 72 años, apuntando a una nueva estrella llamada “Estrella Polar” (Hoy siendo Polaris en la constelación de la Osa Mayor) cada 2.150 años aproximadamente, lo que marcará un periodo astrológico llamado “Era o Edad Astronómica”. Es decir que el Eje terrestre estará pasando o señalando una constelación durante 2.150 años. El círculo completo se realiza en 25.776 años. La Precesión de los Equinoccios se mueve en sentido contrario a la Rotación de la Tierra, y por ello, mientras mes a mes el orden de las constelaciones es: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer… y así sucesivamente hasta Piscis, en la Precesión, era tras era, el orden será contrario: de Piscis a Acuario, luego Capricornio, Sagitario, y así sucesivamente hasta Aries.

YO: Traslación…

SOY:  Debido a la gravedad que el Sol ejerce sobre la Tierra, la misma es impulsada en una órbita elíptica alrededor de nuestra Estrella que oscila brevemente cada siglo cambiando su dirección en menos de un grado. La imagen es la de un vaquero revoleando el lazo a su alrededor, o un originario lanzando las boleadoras. Este movimiento alrededor del Sol hace que, debido a la Precesión de los Equinoccios, la posición ante el Sol haga que en cada extremo de la elipse, los dos hemisferios terrestres vivan estaciones opuestas. Trazando una cruz con centro en el sol, puedes marcar los momentos de Solsticios y Equinoccios, dando lugar a Primavera, Verano, Otoño e Invierno, las cuales en el hemisferio opuesto serán exactamente lo contrario: Otoño, Invierno, Primavera y Verano.

YO: El Eje es el Gran Viaje…

SOY: Y así la Tierra utiliza la fuerza del Sol para crear Vida, transformación, Evolución, crecimiento, desarrollo, trascendencia. La belleza de la existencia misma se debe a que los astros así como las células, no piensan en la prisión de sus cuerpos, sino en la libertad de su potencial al sentirse parte de una red. Lo que ves como dependencia, es en realidad potencia, lo que ves como control, es en realidad impulso, lo que ves como prisión es en realidad unidad. La única razón por la que puedes salirte de tu eje, es por querer escaparte de ti mismo, de lo que eres, del lugar que ocupas en el gran ser que eres, el Universo.

YO: No hay viaje sin el camino… No hay viaje sin horizonte, sin puntos de apoyo, sin horarios, sin destino ni origen. No hay viaje sin paisaje, sin bastón de montañista, sin mochila donde llevar mis cosas, el agua y alimento, herramientas, cámara y anotadores. No hay viaje sin duda, sin esperanza, sin la voluntad de la aventura y el amor por el encuentro en el descubrir. El eje no está en encontrarme, sino en buscarme.

SOY: Como lo hace la Tierra, estás destinado a realizar este viaje cada día. Y cuanto más en tu ser te encuentres, más dejarás de escapar para encontrarte.

YO: Mi Eje es mi Ser… Mi Esencia.

SOY: Contempla los Cielos y verás la Eternidad de este Eje, surgiendo del centro de la Tierra, su campo magnético, haciéndole moverse por la bóveda celestial.

YO: Mi Viaje Celestial es Eterno.

SOY: Pues mi Eje es Eterno.

YO: Yo Soy el Eterno Celestial…

SOY: Yo Soy la Eternidad en movimiento…

YO: Por ello, hoy no es el fin de un año, del año que nos ha unido a todos en el mundo, el 2020. Hoy no termina nada, hoy la Tierra sólo nos recuerda que seguimos girando observando un nuevo paisaje celestial que traerá nuevas aventuras.

SOY: El Viaje siempre está por comenzar… Feliz Año 2021. Feliz Vuelta al Sol.