YO: Somos Música.

SOY: Cada partícula de tu cuerpo y de toda la existencia está vibrando como la cuerda de un piano, de una guitarra, de un arpa… Cada partícula con una vibración diferente, afinadas en distintas notas, más graves o más agudas, pero todas juntas hacen la música del silencio.

YO: El silencio…

SOY: Es la unidad de todos los sonidos, de las vibraciones que no mueven otras partículas.

YO: ¿Cómo es eso?

SOY: Deja caer algo al suelo… Aplaude con tus manos… Habla o canta… En todos estos sonidos hay algo en común: la fricción de los átomos. Cuando los átomos se ordenan en moléculas, las partículas resonantes se mantienen estables y en modo ahorro, sin entrar en reacción con partículas disonantes a ellas. Pero cuando las enfrentas, el colapso magnético entre las mismas genera una reacción vibracional de repulsión entre las estructuras, que impulsa a las moléculas del ambiente a moverse rápidamente, y esto da la sensación de sonido. Por ello, no es lo mismo la vibración que el sonido, pues cuando algo vibra en el vacío, no puede emitir sonido alguno, ya que el mismo nace del impulso por fricción en un espacio lleno de otras partículas que le conducen como un eco, una onda.

YO: ¡Ahora entiendo! Porque muchas veces me pregunté: ¿Cómo puede ser que la Vibración sea lo primero si las cosas no suenan por sí solas? Estaba confundiendo Vibración con Sonido.

SOY: La tercera Ley o Principio Universal que podemos rescatar de la Correspondencia es la Ley de Vibración.

YO: En el Universo todo vibra.

SOY: El Universo es una gran orquesta sin gases como el aire que conduzcan los sonidos de las vibraciones de los instrumentos…

YO: Ese es el Sonido del Silencio, es el sonido de todos los instrumentos vibrando sin ser escuchados…

SOY: La más bella melodía que sólo puede ser escuchada en el silencio de la Meditación. La música que suena en el interior, que no puede ser transmitida, sino sólo sentida.

YO: ¿Qué implica la Ley de Vibración?

SOY: Cuando la Mente soñadora ve todo lo que es capaz y se lanza a la búsqueda de la manifestación, se proyecta sobre sí misma mediante el primer patrón que llamaremos “Eje Polar”, creando lo externo a partir de lo interno, los cuales se Corresponden entre sí. Ambos son intenciones vivas, de una mente en constante transformación y expansión, y por lo tanto se mueven sin cesar. Una impulsa al movimiento de la otra, y se retroalimentan con esta constante fluctuación. Esta agitación de la idea que impulsa a su idea proyectada, es la que en latín se llama “Vibrio” (agito). Así, la Vibración (Vibratio) se refiere a la acción de hacer que algo se mueva, tiemble o agite. Por lo tanto, la Vibración es la agitación producida en la interacción positiva y negativa de dos ideas, emociones u objetos. Así, desde el instante en que la primera idea fue proyectada, la vibración marcaría la continuidad de la existencia por medio del movimiento.

YO: Todo, por más que parezca estático, está en movimiento, pues sus partículas están moviéndose a gran velocidad, como los electrones alrededor de los protones, que son imposibles de ver de lo rápido que se mueven hasta en las cosas que más quietas parecen, como los objetos de una casa, una mesa, un vaso…

SOY: Todo vibra, pues todo es una proyección, y la interacción entre cada proyección moviliza a las demás a su alrededor. La formación de patrones, estructuras moleculares, las cuales parecen crear elementos fijos inamovibles, sólo ahorra el gasto de energía del movimiento, mediante una baja vibración, en tanto lo que se mueve, como la vida orgánica, posee mayor capacidad de vibración en altas frecuencias.

YO: Las frecuencias son las que determinan lo bajo o alto que algo vibra…

SOY: Son el mecanismo por el cual se dan los distintos estados de movimiento. Como lo hemos hablado, Vibración describe el movimiento del Espacio, y la Frecuencia es la captación del Tiempo sobre ese Espacio. Un ser que ahorra energía, que se guarda, que se cierra, que descansa en la acumulación energética, tendrá menos procesos de transformación pues su estructura es demasiado rígida. Entonces, sus procesos pueden durar extensos periodos de tiempo, haciendo que la onda de frecuencia sea mucho más larga, y por lo tanto, más baja. Un ser que se mueve, que se transforma constantemente, vibrará tan rápido que las ondas de frecuencia serán mucho más cortas y consecutivas, lo cual hace a una vibración alta.

YO: Entonces es bueno vibrar alto y tener alta frecuencia…

SOY: No.

YO: Pero… Estamos todo el tiempo hablando de elevar la vibración y alzar la frecuencia… ¿Qué significa esto?

SOY: Significa que estáis demasiado estancados en sistemas rígidos que necesitan transformación desde una consciencia positiva y trascendental.

YO: Vamos por partes. ¿Qué sistemas?

SOY: Sistemas de opresión, de familia, de gobiernos, de creencias, de supervivencia, en la esclavitud de la esencia que estáis viviendo. Hace miles de años que se transforman las formas pero no se descubre la esencia, por ello repiten lo mismo: control, dominio, manipulación… Desde un Rey a un Presidente, desde una Madre a una Religión…

YO: ¿Qué transformación necesitan?

SOY: Los últimos 100 años han ido muy bien en esa transformación, sin embargo no ha sido desde la consciencia sino que desde la reacción gracias a las dos Grandes Guerras Mundiales. Es necesario que lo mismo se haga desde la Consciencia Activa y no desde la Inconsciencia Reactiva. Eso es lo que realmente eleva la frecuencia y cambia la vibración, liberándolos de un sistema repetitivo.

YO: O sea que una consciencia positiva y trascendental se refiere a que para que haya realmente un cambio esencial y no de formas, no podemos pretender crear una nueva revolución desde la reacción inconsciente destruyendo lo anterior como hacemos siempre, sino que desde la toma de consciencia debemos trascender el sistema hacia otro nivel superador cambiando nuestra perspectiva del mismo.

SOY: Así es, y eso se hace elevando la frecuencia. Vamos a un ejemplo sencillo. Imagina que estás buscando llegar a un pueblo entre las montañas, pero te has perdido, y no logras identificar cómo llegar a él. ¿Qué haces para saber por dónde estás yendo?

YO: Tendría que buscar puntos de referencia que me sirvan de guía para no perderme.

SOY: Y si no tienes mapas, ¿cómo trazas esos puntos de referencia?

YO: Yendo a algún punto alto donde pueda contemplar todo el paisaje… Y mapearlo.

SOY: Subiendo al punto más alto que puedas encontrar, desde el cual puedas incluso ver el pueblo detrás de las colinas, y reconocer el terreno general para saber cómo llegar identificando puntos claves.

YO: Eso sería subir la vibración hacia lo positivo, observando todo desde lo alto, cambiando mi punto de vista de las cosas…

SOY: Pero recuerda que tu objetivo era llegar al pueblo que está en el valle… O sea que ¿cuál es el siguiente paso?

YO: Volver a bajar…

SOY: Aha! Así es. Si lo que buscas es llegar a tu destino, elevar tu vibración y frecuencia sin detenerte nunca sólo te hará quedarte en la cima de la montaña, pero jamás llegarás al pueblo. Subir a lo alto es útil en los momentos en que te pierdes, en que necesitas aclararte, buscar guía, entendimiento, claridad. Pero el camino sigue, y no siempre será en lo alto, pero al volver abajo, ya tendrás la noción del terreno y podrás moverte mucho mejor. Como ves, elevar la vibración no te hace irte del paisaje, del terreno, de la existencia en que vives, sólo te hace verle con otros ojos.

YO: Es lo que hablamos de las dimensiones. Estar perdido en la tercera es quejarte de los caminos y las rocas con que tropiezas, el esfuerzo de subir la montaña se da entre la tercera y cuarta dimensión, pero al llegar a la cima y verlo todo, estás en la quinta dimensión. En realidad el mundo no cambió, sólo lo hizo la dimensión desde que lo observas.

SOY: Pues por correspondencia lo que está fuera tiene el color de lo que está dentro. Y por la misma ley, lo que ves afuera es lo que vibra contigo en el interior, lo que vibra en ti.

YO: “Me vibra o no me vibra”, solemos decir.

SOY: Que vibre o no vibre no implica que sea verdad o mentira, sino que simplemente no está en la misma vibración. Quien ama la música Clásica, tal vez deteste la música Heavy Metal, y quien ame la música Indie tal vez no vibre con la música Pop. Y sin embargo, un género de música no es mejor que el otro, simplemente es. Y habrá unos que vibren felices en una sintonía cuando otros sientan las peores de las emociones.

YO: Mi amiga ama el Heavy Metal y cuando me quedaba en su casa veía cómo se dormía con una sonrisa oyendo grupos que para mí eran ruidos diabólicos… Era una perfecta descripción de que no hay alta o baja vibración comparable a bueno o malo, sino que cada una se ajusta a lo que necesita.

SOY: Mientras para ti un buen plato gourmet puede ser la mejor opción para un buen domingo, una mosca se deleita con un trozo de materia fecal, mierda, en cualquier esquina de la calle. Y eso es perfecto, pues luego de que hayas comido feliz, habrás dado un buen plato a las moscas…

YO: Bastante descriptivo…

SOY: Pero real. Así es, pues, que no puedes juzgar las vibraciones entre alto y bajo, es como decir que el blanco es bueno y el negro es malo. La tarea de alzar la vibración en estos tiempos se refiere a salir de este sistema desde la consciencia de quinta dimensión, pero no para vivir eternamente allí, sino para poder seguir avanzando, como las olas del mar, que se elevan y descienden. Y en los momentos de evolución y revolución, chocan contra las costas creando sonidos, una y otra vez, resonando.

YO: Hablamos mucho de resonancia en la ley de Vibración. Me dijiste que los sonidos son básicamente la reacción ruidosa que se produce por el pulso en eco de las partículas interactuando por fricción. Entonces ¿qué es la resonancia?

SOY: En la Materia, desde la primera partícula que interactuó con otra, comenzó a existir la posibilidad del eco, y por lo tanto, de sonido. Sonar es la acción de producir un ruido, un son (“sonus”). Cuando la fricción entre unas partículas emite ese son musical, el mismo roza a las otras partículas haciéndolas reaccionar también emitiendo un eco semejante. Así, el sonido vuelve, lo que en latín llamas “re-sonus”, o sea: resonar. La resonancia es la capacidad de respuesta vibracional entre los objetos o sujetos.

YO: O sea que cuando algo me resuena no es porque fuera haya una verdad, sino porque esa verdad estaba dentro de mí y pude oírla en el exterior…

SOY: Así es. La resonancia funciona como un diapasón, en que si golpeas uno de los lados de la horquilla, la misma, al vibrar con intensidad, provocará un sonido que impulsará a la otra frente a ella a hacer lo mismo devolviendo el sonido, resonando. Esto es lo que sucede con todo en la vida: con las ideas, las emociones, las palabras, la música, el arte, las filosofías, las religiones… Todo lo que te haga sentir bien, con lo te encuentres en la vida, lo que veas de la vida, lo que sientas, lo que creas, todo lo que puedas percibir del mundo exterior resuena contigo. Y ello puede ser negativo o positivo, pues una persona que sólo ve lo negativo de las cosas todo el tiempo, es porque su frecuencia es baja.

YO: Para ver otra realidad, debo transformar mi propia vibración…

SOY: Resintonizarte. Entrar en una nueva sintonía, como en una radio. La Ley de Vibración nos recuerda que todo vibra y que nosotros vibramos también, y por lo tanto atraemos a nuestra vida todo aquello que resuena con nosotros. Por ello, si buscamos transformar el mundo, no deberíamos empezar por las formas, sino por la sintonía, por nuestra propia sintonía. Sólo así descubriremos las otras opciones que estaban dentro de nosotros.

YO: Es el poder creador del pensamiento y la palabra, la manifestación mediante el sonido.

SOY: Eres sonido, eres música. Toca el instrumento que eres, aprende a usar el instrumento que posees en esta orquesta, descubre tus notas, integra tus acordes, y haz tu música, y el mundo responderá.

YO: Yo Soy Vibración…

SOY: Yo Soy Resonancia…

YO: Yo Soy Música…

SOY: Yo Soy el Silencio.