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La Oscuridad

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Yo Puedo

Hy: Yo Soy la Vida generadora

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YO: ¿Por qué es tan difícil para todos aceptar nuestras sombras?


SOY: Porque toda vuestra vida se ha basado en buscar la luz y escapar de la oscuridad.


YO: ¿En qué sentido?


SOY: En todos. El primer organismo unicelular del planeta que emergió a la superficie lo hizo escapando de los fondos oscuros y fríos del abismo oceánico para buscar el calor del sol y realizar fotosíntesis. A partir de las algas, y otros organismos que comían algas, encontraron en el desarrollo de los ojos una forma de identificar la luz, encontrarla e identificar los objetivos, básicamente el alimento. De allí, se expandieron por la tierra. Los árboles buscando la luz del Sol, los reptiles necesitando su calor, los mamíferos viviendo en función de las horas diurnas. El humano descubrió cómo dominar el fuego, y se adueñó del Sol en su manos, llevando la luz que guía en la noche. El sol en el horizonte marca los caminos, propósitos, la vida, destino; y entonces las historias, cosmovisiones, religiones, se convierten todas en decoraciones entorno a la luz solar. El Sol se vuelve símbolo de los reyes, de Dios, de todo lo que está bien, pues la luz da seguridad. Cuando un niño nace, surge de las cavernas oscuras del útero buscando la luz donde encuentra libertad y expansión. La Luz y el Sol son los grandes protectores de los ataques de depredadores, mamíferos más grandes, que durante la noche pueden atacar y matar. Así, la Luz del Sol se vuelve el símbolo de la lucha contra la oscuridad, y se cree en el subconsciente de que es en la noche donde se encuentra el mal, lo oscuro, lo que me molesta, el enemigo. El antagonista de nuestra aventura, el cual nos muestra nuestras debilidades. Así, todo lo malo, lo que nos hace débiles, lo que odiamos, lo que no aceptamos o reconocemos tanto en los otros como en nosotros mismos, se encuentra en las sombras. Así, se considera lo blanco más cercano a la luz, y lo oscuro a las sombras.


YO: Una de las claves del racismo…


SOY: Precisamente. A nivel emocional, todo eso que siento pecaminoso, que no es digno de la normalidad, los pensamientos negativos, las cosas que están prohibidas, el mundo secreto de nuestros pensamientos y deseos, lo que no nos gusta de nosotros, lo que queremos ocultar de los demás, lo que nos hace débiles; todo ello se coloca en las sombras, oculto de la luz por la vergüenza que implica tenerlo en uno mismo. Como un basural, las sombras se convierten en el vertedero de la basura del ser, donde se crían bichos, insectos, bacterias, virus que se alimentan de esta basura. Pero igual que en vuestra sociedad, la basura, lo que no quieren ver, es tirado al patio trasero, donde contamina, envenena el agua, genera gases, genera el efecto invernadero, y todo vuelve a nuestras vidas dañándonos aún más. Las sombras nos devuelven de una u otra forma lo que hemos tirado en ellas por no querer verlo, nos regresan el resultado de lo que hemos escondido, y cuando lo vemos delante nuestro, lo llamamos el enemigo, la oscuridad.


YO: Entonces, todo lo malo que nos pasa, no es más que el efecto búmeran de lo que nosotros mismos hemos lanzado a las sombras…


SOY: ¿Quién tiene la culpa de la contaminación planetaria: el empresario que hizo la fábrica o el pueblo que compra el producto?


YO: Es una simbiosis… Ambos generan el conflicto.


SOY: Por lo tanto, odiar a la oscuridad, no aceptarla, es justamente la irresponsabilidad de no saber gestionar la propia basura y desechos. Si aprendiésemos a reutilizar esa energía dándole un nuevo propósito, tal vez, dejarían de existir basurales en la noche.


YO: O sea que las sombras, las que hemos puesto como enemigo, sólo se nutren de lo que nosotros les damos… ¿No?


SOY: En primer lugar, considerar a la oscuridad como el enemigo de la luz es propio de un planeta ubicado en la órbita vital de una estrella pequeña como el Sol. El hecho de que haya 12 horas de luz y 12 de oscuridad promedio, genera en el subconsciente una idea que adjudica atributos a cada uno en función de la experiencia. Es normal pensar que la noche es donde se mueve la maldad, si desde el principio de tu especie fue durante la noche que se recibían los ataques de animales predadores. Así como es normal que una persona que ha sufrido abusos por parte de su padre, tenga cierto recelo o temor a todos los hombres que conozca. La generalización es un acto de supervivencia que adjudica al entorno los atributos del hecho que vivió en tal contexto. Bien sabes que en planetas con más de un sol donde la noche no influye, sus seres no poseen un subconsciente sobrecargado de temores y prejuicios. Así como un mundo con soles lejanos, donde la vida haya prosperado de todos modos, la sombra y la noche serán los espacios naturales de comodidad y de armonía. Todo depende de la perspectiva, la experiencia obtenida en uno u otro ambiente.


YO: ¿Y cuál es el origen de esa oscuridad que tanto tememos a nivel divino…? El diablo, y esas cosas… Es decir, muchos consideran que todo lo que vivimos es una trampa de una entidad superior, o de los sistemas de la oscuridad, le ponen muchos nombres.


SOY: Todos se resumen en la palabra “Irresponsabilidad”. La palabra responsabilidad proviene del latín “respondere”, es decir, tener la “habilidad de responder” ante una circunstancia adversa. Echar la culpa a un ser o sistema de tus propias incapacidades de gestionarlos y accionar una respuesta al conflicto que sea productiva y trascendental al mismo, te hace un irresponsable. Creer que los males de tu vida son debido a un demonio o enemigo, es no ser capaz de sobrellevar el poder interior que va por encima de todo ello. La oscuridad surgió junto a la luz, pues en el momento en que la explosión inicial generó la materia, toda la luz emergida provocó sombras en las partículas. La oscuridad es simplemente la ausencia de la luz. Es la luz la única capaz de provocar sombra.


YO: ¿Pero, entonces por qué el espacio es oscuro, negro?


SOY: Por que tus ojos no logran ver la luz lejana en los confines. Tu capacidad ocular es limitada al sistema solar en que te encuentras, y el polvo estelar, las nubes de gases limitan tu visión, así como la distancia, la cual hace que las ondas de irradiación de luz y energía no sean perceptibles.


YO: O sea que todo es Luz o ausencia de Luz…


SOY: Exacto. Dicho de esta forma, no existe nada ni nadie en contra de la Luz…


YO: Pero… Yo mismo he experimentado la oscuridad en mi vida, he sentido demonios, he tenido que lidiar con ellos. ¿De dónde provienen estos sistemas de densidad, de “oscuridad” y sombras?


SOY: En el principio, la luz pura se expande, creando energía. La energía genera átomos, moléculas, estructuras complejas, elementos químicos. Los mismos colisionan, refractando la luz en distintas ondas de vibración. Mientras mayores sean las ondas, más se distorsionará la luz en su viaje a través del espacio, creando lo que tus ojos perciben como colores. Estas gamas coloridas se siguen diversificando en función de las imperfecciones de la materia, quien refracta la luz cada vez más, creando más disonancia en las ondas, creando diferentes frecuencias. Cuanto más se expande y refracta la luz, mayor cantidad de colores habrá; los cuales, al dividirse por billones, darán la apariencia de oscuridad. Entonces, ¿quién ha creado la oscuridad?


YO: …Las formas… La materia, que surge de la misma energía.


SOY: La misma luz que ha creado energía genera la aparición de la materia, y es la materia la que crea patrones, la que limita el viaje de la luz, la que distorsiona su propio camino. Es como tomar una superficie lisa y plana por la cual la luz se expande, y decidir arrugar esa superficie, en la que conseguirás espejismos, reflejos. Que a mayor cantidad de arrugas, mayor cantidad de colores verás, y en las grietas de estas ondulaciones, se proyectarán sombras, ausencia de luz. Ahora, eleva una montaña altísima en medio de la superficie, y verás que la luz, como si fuera viento, se dispersa en todas direcciones, pues su aparente línea recta, comienza a ser expandida a través de la deformación del terreno, ya sin un camino recto, sino hacia todos lados. Es el espacio el producto de la luz, y es el mismo espacio lo que modifica la luz, cambiando sus sentidos. “Dios creó al Humano para que pudiera crearle a Él”. Así que la luz comienza a perseguirse a sí misma, cruzando sobre sus propios senderos, modificándose en tantas miles de formas que crea universos paralelos, un laberinto que llamas realidad, un entramado que llamas la Red. Y cuanto más se entrelaza el tejido, mayor es la limitación, deformando el concepto puro de la luz a colores, de colores a sombras, modificando tu observación de la geometría, convirtiendo al tetraedro en fuego, al cubo en sal, el octaedro en semilla, al dodecaedro en una gota de agua, al icosaedro en un planeta. Cada uno con su propia dirección. Así que, dime: ¿todo humano tiene el mismo propósito en la vida? ¿Todo animal sigue el mismo camino? ¿Es acaso un niño lo mismo que un león y una araña? ¿Son el murciélago y la mariposa lo mismo?


YO: No… O sea, tienen la misma esencia, pero no son lo mismo, son únicos.


SOY: Entonces, de igual manera que existen especies en esta dimensión y mundo, existen especies en otras dimensiones, y dentro de cada especie, hay individuos, cada uno con su propio camino. Los demonios son otras de las tantas criaturas que existen en los diversos caminos.


YO: Recuerdo que nosotros llamábamos a la oscuridad “constructores de realidades”.


SOY: Son como las hormigas o las abejas, que construyen su propio mundo devorando el externo, y no dudarán en picar si te metes en su camino. Ah! Ahora que lo pienso, ¿no te suena muy humano esto también? ¿Y si los humanos son los demonios para los seres que tú llamas demonios?


YO: Buen punto… Sería como pensar que para las vacas y gallinas y cerdos, todos los humanos somos asesinos, genocidas.


SOY: Dependiendo del punto en que te posiciones, siempre un aspecto de la luz parecerá tener sombras y ser la oscuridad. Cuando ves que los constructores de realidades, no son más de distorsionadores de la luz con el objetivo de construir sus propios mundos, de la misma forma en que vosotros taláis un árbol para hacer una mesa, matáis un animal o planta para comer, rompéis una montaña para construir una casa; te liberas de la idea de que existe una fuerza superior que te domina, pues te das cuenta que tú haces lo mismo con otras fuerzas que consideras inferiores. La oscuridad, a la que te refieres tan vilmente, no es más que otro ser tratando de crear su vida, como tú. Tú eres oscuridad, pues has nacido de la distorsión de la luz. No es espiritualidad, esto es lógica.


YO: El primer paso para aceptar nuestras sombras, pues, es reconocer que las mismas surgen de la luz, y que aceptándolas como parte de un sistema natural de evolución, puedo reciclarlas para mejorar mi evolución personal.


SOY: La lucha entre la luz y la oscuridad existe sólo en el subconsciente humano, que llevado al inconsciente humano genera una batalla eterna entre el absurdo concepto del “bueno y el malo”. Nadie es bueno ni malo, sólo existen seres más distorsionados que otros. Pero todos son luz. Cuando logres ver la luz en los sitios más oscuros, reconocerás la verdad, que todo era sólo Uno.


YO: Entonces, el Yo es la oscuridad, y el Soy es la luz. El Yo es la distorsión de la luz con todos sus colores y chakras y emociones, en tanto el Soy es la luz esencial que conecta a todo, que le da sentido.


SOY: El gran conflicto de estar en las sombras es que puedes perderte en el laberinto, y debido a la capacidad infinita de creación del Ego, tus caminos pueden alejarte más y más de la idea general. Pero vuelvo a decirte, a mí, al Soy, no le importa cuán lejos vayas. A diferencia de vuestras ideas de los dioses, a mí me da igual que te alejes de mí, no poseo apego a tu ser, no necesito que estés en el camino recto del espíritu, no busco tu alabanza ni espero que me honres o que nunca me niegues, ni te prohíbo adorar a falsos ídolos o profetas, pues el Soy sabe que lo habita todo, y que no importa dónde te dirijas, ahí estaré, no importa si te pierdes, pues para mí no hay laberinto…


YO: ¿Entonces qué esperas de mí?


SOY: Que te lleves un mapa. El viaje es largo, y pueden pasar millones de cosas, puedes tomar miles de caminos, que te lleven por la luz y por la sombras, pero si conoces el mapa, nuestro mapa, entonces podrás recorrerlos sin perderte, sabiendo dónde te encuentras, siendo responsable del camino que eliges.


YO: Entiendo… No es una cuestión de seguir a la luz o la sombra, no es una cuestión de escapar, es una cuestión de conocer todos los caminos, de recorrerlos sin temor.


SOY: El mapa de la creación está lleno de conflictos, y tus emociones, tus experiencias, son las herramientas. En un largo viaje como este, necesitarás de una navaja suiza, de esas que tienen muchas opciones de utilización. Ese es tu nivel emocional. Todo lo que consumas en tu camino, se convertirá en tu combustible. Si conoces el mapa, sabes a dónde ir, y sabrás utilizar las herramientas.


YO: Entonces… Cómo enfrento a mis sombras?


SOY: Reconociendo que son parte de tu luz, de tu camino. Que si les reciclas, te serán útiles. Los miedos, los deseos, todo lo que se oculta dentro de ti, es poder, es fortaleza. Tus debilidades son lo que te hace grande, tus errores son los que te hacen sabio, tus deseos son los que te impulsan, tus pensamientos negativos son los que construyen tu realidad. Dales un propósito, escríbelas, háblalas, déjales salir. El camino se hace más pesado cargando una bolsa de basura, que tranquilamente podrías usar para convertirla en abono, cosechar y así nutrirte. La oscuridad es esa herramienta que tienes a tu disposición para encontrar el camino de la luz, pues la oscuridad no es más que la luz dispersa en cientos de caminos.


YO: O sea que cuando niego mi oscuridad, estoy bloqueando parte de mi mapa, y lo hago pensando que negando esos senderos encontraré el camino recto de la iluminación.


SOY: Grave error es el del humano, de pensar que el Sol vive en el este porque allí le ve salir. Cuanto más viajes al este para conocer la casa del sol, te encontrarás en el oeste, donde creías que se ponía, donde creíste que era el atardecer y la derrota de la luz. Pues la Luz está siempre allí, pues la luz es el mismísimo mapa. No temas recorrer sus caminos. Ve dentro de ti. ¿Puedes ver tus sombras?


YO: Sí…


SOY: ¿Y qué ves?


YO: Tiranía, control… Es lo primero que observo.


SOY: Ocultas tu poder de guiar y dirigir por miedo a despertar en ti un tirano. Toma la energía del tirano, mira con firmeza tu horizonte, di para ti mismo: “todo esto es mío”, deja a tu tirano sentirse emperador de su mundo interior, y conviértelo en el regente de tus sombras. Dale un propósito, y ordenará tu mapa. Ese aspecto de ti, sólo espera que le des un sentido de ser. No te volverás un tirano si le das una tarea, pues estará gastando su energía en algo productivo en tu interior, poner orden en tu vida.


YO: También hay… Manipulación…


SOY: Oh, esa es una muy común… Todos los humanos manipulan, es una reacción útil para sobrevivir en un ambiente hostil. Desde la palabra, desde la emoción. No hace falta manipular con agresión, también puedes hacerlo con un llanto, ¿verdad?


YO: En mis sombras se encuentra el llanto como una forma de mantener mi integridad. Pero le he reconocido.


SOY: ¿Y le has dado un sentido?


YO: Lo he convertido en algo artístico, en escritura, en contar historias de mis penas, que tal vez sean útiles a otros.


SOY: Muy bien, y… Cuéntame sobre tu sexualidad.


YO: Por miedo a compartir lo que siento y soy, he ocultado muchas de las cosas que me habría gustado compartir antes de tiempo, cosas que me hicieron gastar energía innecesariamente.


SOY: Pues el miedo al tabú, al qué dirán, hace que hagamos peores cosas de nosotros mismos, hasta el momento en que tomamos el coraje de decirlas, sacarlas a la luz. Al hacerlo, has recibido más amor del que esperabas.


YO: Sí…


SOY: Porque nuestras sombras son niños con miedo, niños a los que encerramos en un cuarto oscuro, a los que maltratamos. Nuestros demonios internos son emociones que, por surgir en nuestros intestinos y riñones, hemos negado como desechos y tratado sin amor, con asco, cuando son ellos los que absorben los nutrientes para que podamos vivir. Sólo necesitan un abrazo de amor incondicional. Todo enemigo es un amigo que no ha recibido nuestro amor. Toda enfermedad es la reacción de una falta de atención. Todo conflicto es producto de la resistencia a dar y abrirse. Toda guerra es por la falta de equilibrio entre todas las partes. Todo demonio es un ángel asustado. Toda rabia es un niño reprimido. Toda ira es la falta de una caricia. Toda lucha es la carencia de escucha. No existe el mal, pues el mal nace de la negación del bien, de ignorar a aquel que más lo necesitaba.


YO: Debo amar a mi sombra, a ese niño dolido que ha reaccionado mal por no ser atendido desde el principio…


SOY: Recuerda, en el Sacro se encuentra el motor de toda emoción, materializada en el sistema digestivo compuesto por Vesícula, Intestinos, Riñones y Vejiga. Ellos toman todos los nutrientes, y por más que su resultado visible sean los desechos de tu cuerpo, pis y caca (los cuales serán utilizados como abono por la naturaleza), también el resultado invisible es tu sangre, tu fortaleza, tu vitalidad y todas tus emociones.


YO: Toda la emoción que nace de mí, es el producto final de mis sombras y luces… Y en este juego, yo soy la Oscuridad…


SOY: Y yo soy la Luz.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

VIBRACIÓN “E”: Con este sonido, surge la vibración real, el canto, la voz. Es el inicio de la Palabra, del Verbo creador, quien con fuerza se eleva impulsando los ecos del cosmos como olas en el océano universal. La E es la Verdad, la Coherencia, la voluntad de aprender.
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