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El Miedo

Raíz

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Emocional

Yo Puedo

Ho: Yo Soy la Vida en producción

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YO: Me quedé pensando en lo de ayer… Son varias cosas a meditar y trabajar. El Sacro es el generador de todas nuestras emociones, y por esta misma razón, es también donde mayor distorsión hay, donde mayor cantidad de bajas emociones se acumulan, las cuales solemos ocultar en las sombras por miedo a enfrentarlas. Reconocí, pues, que estas emociones son nuestro filtro para percibir el mundo al cual, debido a esta polaridad que poseemos en el sacro, contemplamos en dualidad: bueno y malo, blanco y negro, noche y día, luz y sombras… Y además, comprendí que las sombras son producto de la luz, que el aspecto negativo y positivo en realidad son proyecciones de una misma cosa. Así, entender que ambas fuerzas son útiles para la creación y la transformación, nos ayuda a liberarnos de la lucha, tanto la interna como la externa. Pero aún así, veo las injusticias del mundo, las maldades de unos humanos sobre otros, y no sé cómo poner ese amor en práctica. ¿Cómo perdonar o amar a quienes por voluntad propia generan tanto dolor en otros?


SOY: Porque, nuevamente, lo que observas es el daño que realiza, y no el niño dañado que hay en su interior. Una persona violenta es producto de un entorno violento, un abusador es producto de un abuso, un pederasta es producto de una represión, un tirano es producto de una falta de poder interior, un conflictivo es producto de un conflicto. Lo que haces es juzgar el fruto del árbol cuando es el terreno el que era falto de nutrientes. Cada vez que le dices a un niño lo que está bien y lo que está mal, creas en él una escala de valores que reprime una parte suya en pro de una visión impuesta por el mundo externo. Trata de sobrevivir imitando. A veces no nos damos cuenta de cuánto daño causamos a alguien al decirle: “lo que dices está mal, cállate, estás equivocado, eres un inútil, no seas tonto, lo haces mal…”. Un artista frustrado puede terminar creando un genocidio. Un niño hambriento puede crear una guerra de tribus que genere más hambre. Un niño sin amor puede librar una revolución de odio. Un niño que se sintió estafado puede convertirse en un corrupto. No te pido que perdones las atrocidades que han realizado, te pido que abraces a ese niño, que sanes su dolor, que mires a los ojos de aquellos que más daño hacen, y con una sonrisa en tu rostro acaricies la mejilla de ese niño sufrido que hay en su interior, un niño reprimido en emociones estancadas que por su incapacidad de expresar, hace daño a todos a su alrededor.


YO: ¿Y qué pasa cuando ya ha hecho el daño?


SOY: La oscuridad es la distorsión de la luz. Es la disonancia de la vibración armónica. Es la ruptura de los patrones, y los nudos en la red de la matriz. Todos surgen de la expresión de lo interno (negativo) hacia lo externo (positivo). Ambos crean las polaridades que se expresan en miles de formas. Pero a veces se alteran, se sobrecargan de energía, colapsan y explotan, creando caos. Así, entiendes que cada persona es como una batería con enorme potencial de iluminar su entorno, pero si esa batería genera mucha energía y nunca tiene la posibilidad de expresar esa luz, toda su potencia buscará una salida, y sin medir las consecuencias, creará caos y destrucción. Esas personas que hacen tanto daño a la humanidad, son niños con un gran potencial que no ha sido canalizado correctamente. Es decir que esa energía liberada, creó destrucción, y la tarea de los que están a su alrededor, es llevarlas de nuevo al Equilibrio, balancear su positivo y negativo, y la forma en que se hace es “ajustando” las polaridades. Ajustar viene de la palabra “Justo”, que da origen a la palabra y concepto de la “Justicia”.


YO: O sea que, por un lado, no podemos juzgarles sino aceptarles con amor incondicionalmente, pero por otro me dices que si destruyen, se necesita poner justicia… ¿Cómo se entiende?


SOY: ¿Qué crees que es la justicia?


YO: Bueno… El sistema judicial es el que trata de poner orden y castigar a los que realizan cosas fuera de lo establecido por la ley.


SOY: Interesante… ¿Y quién decide las leyes y el castigo?


YO: Deberían ser personas justas… Que saben de leyes, que buscan la equidad.


SOY: Aquí hay un problema… Y es que lo que llamas equidad y ley cambia de acuerdo a la cultura y el momento, la interpretación del entorno. La esclavitud era legal… Tener a una mujer como propiedad era legal… Que un negro entre a un baño común era ilegal… Que los niños trabajen en fábricas y minas era legal… La homosexualidad era ilegal… Casarse con menores de edad era legal… Y aún en varios países todo esto no ha cambiado. ¿Quién define lo que es justo?


YO: La moral…


SOY: ¿Y la moral no es un producto de la cultura? Tú, por empezar, eres un ejemplo de inmoralidad en todos los aspectos de tu vida para todas las religiones y algunos moralistas.


YO: Es verdad…


SOY: ¿Entonces, qué moral es la correcta?


YO: Bueno, hay cosas en las que casi todos podemos estar de acuerdo, que es la libertad del otro, no matar, dañar ni abusar al prójimo.


SOY: Eso es una comunión humana, sí: defender la vida. Entonces… El aborto está mal.


YO: Bueno… Depende…


SOY: Si “depende”, entonces ya no es una comunión. ¿Entiendes ahora que lo que está bien y lo que está mal siempre “depende”? Aquellos que son atacados por el mal, no dudarían en atacar a sus enemigos, responder con batalla. Todo lo que hacemos y enjuiciamos está medido con la vara de mi propia perspectiva. Lo que tú consideras inmoral o no natural, para otros es lo natural. Vamos a la historia: en varios periodos de la historia, al menos entre el año 34 hasta el año 1900 de nuestra era, los cristianos seguían luchando en guerras donde se consideraba que había que matar a los herejes en nombre de Dios. Incluso pensando que los indígenas no tenían alma. Durante el periodo Vikingo, los nórdicos consideraban que la única forma de llegar a Valhalla con Odín era en una batalla, luchando y matando. Los terroristas islámicos creen que cometiendo un acto de terror, Alá les esperará con muchas vírgenes en los cielos como premio de su valentía. Y tú crees que castigar al que hizo algo malo te convierte en alguien justo, pues has hecho sufrir al que hizo sufrir… ¿No te convierte ello a ti en alguien que hace daño?


YO: Sí… Claro…


SOY: Por esto, hablar de Justicia como un acto de premio y castigo, siempre dependerá de la perspectiva en la que te encuentres. Por ello, la propuesta es “Ajustar”. Volver a corregir el positivo y el negativo en esas personas.


YO: ¿Y eso cómo se hace?


SOY: Hay varios pasos, pero lo primero es hacerlo contigo mismo. Júzgate. mírate al espejo, piensa en todo lo malo que has hecho en tu vida, desde que eras casi un bebé. Estoy seguro que has hecho cosas que no debías según tu moral actual. Ahora piensa si harías esas mismas cosas hoy de nuevo. Si la respuesta es No, significa que has aprendido, lo cual implica que se puede cambiar, transformarse, trascender. Y si te pregunto cómo lo has aprendido, seguro me dirás que porque te lo han hecho ver, te han llamado la atención. Incluso puede que te hayan castigado. Hay allí una reacción en la que interpretas que lo que has hecho está mal. Pero dentro de ti, queda un resentimiento: ¿por qué está mal? Esa pregunta es la única que realmente te libera del pesar. El castigo te muestra lo que comúnmente está mal, pero cuestionarte a ti mismo te lleva al entendimiento, que te hace salir de la idea de que estaba mal para entrar en el concepto de: “no sabía que no era lo justo”. Las personas que actúan con malicia, no conocen otros modos. Educarles en los otros modos es fundamental. Vuestro sistema de castigo no funciona, pues genera sólo represión y separa las aguas entre hermanos que no se entienden.


YO: Entonces, la forma de hacer justicia con las maldades humanas, es educando en lugar de castigar.


SOY: El juicio que poseen los humanos implica señalar y separar: “Ese lo hace mal”, por ende, “yo lo hago bien”. Si lo que buscas es generar paz, armonía y trascender este sistema distorsionado en el que vives, entonces busca otras herramientas, no uses las mismas. No puedes cambiar el mundo con los mismos métodos que han creado el que te desagrada. La educación y el servicio son las claves. La forma de hacer justicia es ajustando lo negativo y lo positivo, así: aquel que ha matado debe ayudar a traer vida y encontrar la sonrisa al verle nacer, aquel que ha apresado debe ayudar a liberar a otros y sentir la expansión en la sonrisa de los libres. Aquel que ha robado debe ayudar a construir y encontrar la satisfacción en el trabajo bien hecho. Aquel que ha abusado debe cuidar de otros y sentirse útil y amado. Aquel que ha controlado debe realizar tareas en equipo y encontrar la alegría en el grupo. Aquel que ha provocado hambre debe cocinar para otros y ser agradecido por aquellos que reciben el plato de sus manos. La única forma de transformar a un inútil es haciéndolo útil. Es ajustando su conflicto en pro del servicio común. Nadie devuelve a la sociedad lo que le ha quitado estando encerrado en una jaula como castigo. Todo lo que dejamos de hacer sólo acumula lo que hay. La energía de tu voluntad canalizada hacia la construcción es lo único que corrige, ajusta, la energía vital. Pero mientras en la casa los padres sigan haciendo competir a los hermanos, mientras en las escuelas los maestros hagan competir a los alumnos, en el trabajo los jefes hagan competir a los trabajadores, y en la sociedad los líderes deban competir para obtener poder, el sistema será basado siempre en el Miedo, y por lo tanto, en la injusticia.


YO: ¿Por qué el Miedo es la injusticia?


SOY: Por que el humano enjuicia lo que teme. Lo que siente que puede matarlo, crearle conflictos, aquello que no puede controlar, lo que no entiende, lo que se escapa de sus manos, lo que se puede volver en su contra, lo que para sí es caótico, lo que le enfrenta a su necesidad de sobrevivir, todo ello es Miedo, y por lo tanto debe limitarlo mediante la idea de la moral y la justicia. Esto se puede ver a nivel social, pero es aún peor en cada uno de nosotros. Culturalmente, los humanos fueron castrados, sus genitales fueron apresados, reprimiendo toda energía de potencialidad limitándola a través del miedo, bañando de moralidades el motor de la vida y la transformación. La mayoría de los conflictos humanos provienen de la propia injusticia con la energía de vuestros genitales.


YO: En los genitales se encuentra el potencial de crear, así como la fuerza de defendernos, la voluntad de salir adelante y seguir firmes en el mundo, en nuestra vida.


SOY: El fruto de tu vida proviene de la energía de los genitales. Apresada en la moral, se convierte en miedo. Pues toda lucha y fuerza de supervivencia proviene de la testosterona producida en los testículos y los ovarios, como en los animales, que luchan por territorio para aparearse; toda lucha de poder nace del miedo a perder, a morir, a no trascender. La sociedad trató de controlar esto mediante la represión sexual y la moral, haciendo que este conflicto pasase a los chakras superiores, invadiendo la mente, el corazón y el plexo, convirtiendo la lucha de la potencia interna en una lucha social de unos contra otros, de ideas e intenciones. Cuando la testosterona no cumple su libre función genital, sube a la cabeza, convirtiendo a un genio en un déspota. 


YO: ¿O sea que la base de todo nuestro actuar se basa en el miedo?


SOY: Siempre y cuando tu accionar sea desde el inconsciente, sí.


YO: Y ¿cómo sé si lo hago desde el inconsciente?


SOY: El Inconsciente Reacciona, el Consciente Acciona. La diferencia está en que el primero toma acción y energía mientras una fuerza externa y opuesta le impulsa a moverse. No tiene fuerza propia, es el entorno el que le dice qué hacer, qué pensar, qué creer, qué temer. El miedo es la primera emoción de la naturaleza, el que da forma a toda nuestra escala de valores. Es el cimiento de nuestra cultura y civilización. Es el que nos dice qué está bien y qué está mal. El miedo, pues, es útil, ya que gracias a él no saltamos a un abismo sabiendo que nos mataremos, y también es gracias a él que no empujamos a nadie al abismo por miedo a las consecuencias del acto. El miedo es un mecanismo perfecto para la supervivencia y el orden. Por esto mismo, aquellos que se distorsionan y desajustan utilizan el miedo para controlar a los demás. Pues es lo más fácil, la herramienta más a mano para cualquiera. Crear enemigos visibles o invisibles, los coloca en un lugar de seguridad, crear conspiraciones los coloca en un lugar de irresponsabilidad.


YO: ¿Y cómo me libero del miedo?


SOY: Oh no, no tienes que liberarte del miedo. No. El miedo es muy útil. El miedo te hace ser quien eres, te ha construido en cada célula de tu ser, le debes todo al miedo.


YO: Entonces… No entiendo, ¿cómo hago?


SOY: Sólo debes vivir tu miedo desde la Consciencia, y dejar de vivirlo desde la Inconsciencia. El miedo es una emoción útil que ayuda a seguir, a avanzar, que te muestra los caminos seguros para cumplir tus propósitos. Cuando eres inconsciente, el miedo es el que te mantiene vivo: “el miedo al fuego me ayuda a no quemarme”. Pero observa tu reacción cuando hay fuego cerca de tu mano: sin pensarlo todo tu cuerpo “reaccionará” protegiéndose. Pues, volver consciente a tu miedo, es identificar lo que hace daño al común, lo que está distorsionado, lo que me produce temor y disconformidad, y en lugar de reaccionar con ira, enjuiciamiento y señalar o castigar, me dispongo a educar, a darle un propósito, a diseñar un sistema “justo” donde el inútil al común se vuelva útil para todos, sobre todo para sí mismo.


YO: Dar un propósito a eso que nos daba miedo…


SOY: La oscuridad es la creadora de la vida, pues ha diseñado mediante las emociones la base de todo lo que somos. Por ello, los oscuros, el diablo y todas las entidades en las que decidas creer extraterrestres malos, reptilianos… Todos viven de tu miedo inconsciente, controlando así muy fácilmente la matrix universal que se nutre de este temor. Pues recuerda, el temor es la energía de tus genitales, que con la testosterona es capaz de crear vida, es decir que los oscuros sólo piensan en seguir creando formas, mundos, realidades, y necesitan del miedo para hacerlo. Por esto nuestra normal reacción es juzgarles, es querer eliminarlos, porque en realidad le tenemos miedo, ya que les consideramos una amenaza a nuestra seguridad. Pero si te vuelves consciente, utilizas este miedo para crear soluciones en lugar de castigos, y así la oscuridad tiene un propósito, y la lucha se convierte en simbiosis, logrando la homeostasis en todo el cuerpo, el balance perfecto entre las bajas vibraciones y las más altas.


YO: Recuerdo que en Bali, Indonesia, la gente pone frutas y flores en las puertas de casas y templos, y cuando pregunté para quién eran, me dijeron: “son ofrendas para los demonios, así se sienten honrados y respetados, y no nos hacen daño”. Interpreté que esto era lo más coherente que había oído en mi vida…


SOY: Pues ¿qué es un demonio o persona malvada sino más que un ser tratando de llamar la atención? Toda persona que utiliza el miedo para dominar a otros, le usa porque es la única herramienta que conoce, y por lo tanto, miedo es lo que más siente en sus entrañas. Es un niño con miedo. Aprende a controlar tu miedo, y serás capaz de traer justicia al mundo. Ahora dime… ¿Cuál es tu miedo?


YO: … Cuando cierro los ojos, uno de mis mayores temores en la vida es que nada de todo esto sea real, tengo miedo a morir y que no haya nada. A la soledad eterna, al sinsentido, al olvido…


SOY: Y tal vez por ello has tomado ese miedo y le has dado un sentido a la existencia con el propósito de recordar que no estamos solos…


YO: Nunca lo había pensado así…


SOY: Te ahorraré el miedo: nada existe. Todo está en tu imaginación. La cual es tan poderosa, que es capaz de crear maravillosas realidades. ¿Qué es un loco sino más que un artista? El Universo no es otra cosa más que un niño con una infinita capacidad de imaginación. Cuando mueras, no quedará más que eso. No temas a imaginar, no temas a descubrir qué es real y qué no, pues tu capacidad de manifestar radica en tu infinita capacidad de imaginar.


YO: Entonces, debo utilizar mi propio miedo para crear. Como mis genitales…


SOY: Tienes miedo a lo que pensarán de ti, a no ser comprendido, a ser rechazado, a ser olvidado…


YO: Sí…


SOY: Pues utiliza ese miedo para expandir tu capacidad de pensamiento, tu capacidad de explicar, tu capacidad de sentirse pleno contigo mismo, tu capacidad de recordar de lo que eres capaz. Ajusta tu propia energía. Los miedos del mundo viven en ti: utilízalos, equilíbralos, toma consciencia de ellos pues te han creado, y encuentra en tu interior la infinita posibilidad de educar a los “injustos”.


YO: La única justicia real es la educación del ser…


SOY: Pues todo ser lleva en su interior un niño con miedo y desajustado.


YO: Pongo, pues, mi intención de ser justo y educar lo que está en mí.


SOY: Enfrenta tus miedos y debilidades, y encontrarás tus potencialidades.


YO: Yo Soy el Potencial, yo soy el fruto del miedo que ha creado mi vida. Yo Soy Equilibrio buscando ser Justo.


SOY: Y en mí hallarás la Justicia Divina.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

VIBRACIÓN “H”: Entonces, el espíritu toma un nuevo suspiro, y comprende que todo lo que vibra, también debe brillar. La segunda H es Het, la contemplación, proceso que surge con el sentir, con el relacionarse, con el permitirse ser atravesado por todo y atravesar el todo a su vez, quien irradia en todas las direcciones del tiempo manifestándose en todos los espacios, es el momento del suspiro del alma.
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