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Física

Yo Puedo

Sï: Yo Soy el Camino al Centro

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YO: Me acosté pensando en la incondicionalidad, y en si soy realmente incondicional o no. En cierta forma, pienso que para un humano es muy difícil ser incondicional, porque hemos nacido y nos hemos nutrido a partir de un entorno totalmente condicionado. Básicamente, somos el resultado de las condiciones, y por más que nos esforcemos, nuestro ser siempre tendrá la necesidad de algo, lo cual estará condicionado.


SOY: La principal condición de todas no es emocional… Es buscar el equilibrio para gastar la menor cantidad de energía posible. Ayer aprendiste algo de ello… En tu clase de biología molecular.


YO: Ah, sí, que básicamente toda la vida se ordena con el objetivo de reposar la mayor cantidad de energía: descansar. Es decir, esto sucede a nivel atómico, donde un átomo ordena sus partículas, tanto  neutrones como protones y electrones, de una manera armónica en la que no necesita mucha fuerza para moverse, y cuando se une a otro átomo formando un enlace, el átomo con mayor carga negativa, es decir con mayor número de electrones, tomará o compartirá los electrones del otro átomo, y así se ordenan las moléculas, tratando de ocupar todos los espacios. La forma más cómoda y que gasta menos energía es la estructura del Tetraedro. Por eso las bases de la vida, como el Agua y el Carbono se ordenan de esta forma, así tienen mayor reposo.


SOY: O sea que no sólo tú buscas comodidad, sino que lo hacen incluso cada uno de tus átomos en tu cuerpo y a tu alrededor.


YO: Sí, en cierta forma, para poder encontrar ese orden y acomodarse confortablemente, los átomos comparten electrones, formando estructuras moleculares. Así, si uno tiene 7 electrones y se siente desequilibrado, otro átomo con 3 electrones le dará el que le sobra, quedando así dos átomos de 8 y 2 electrones respectivamente. Equilibrio.


SOY: Dar y Recibir. Ese intercambio fundamental de la naturaleza está condicionado.


YO: ¿A qué?


SOY: A la falta de algo o la sobra de algo. Está condicionado a la búsqueda del equilibrio. Hasta los átomos saben que para encontrar el equilibrio, uno tiene que dar algo al otro o abrirse a recibir algo del otro. El desequilibrio se encuentra cuando este intercambio es forzado, rompiendo átomos y dejando protones sueltos por ahí sin nada… Solitos.


YO: Ah! Sí, eso es lo que aprendí. Un átomo necesita de un protón y un electrón como mínimo, el protón con carga positiva y el electrón con carga negativa. Este último gira alrededor del protón como un planeta alrededor del Sol. El hidrógeno, por ejemplo, tiene un protón y un electrón, y es normal que el mismo sea unido a otros átomos ya que sólo posee una única cosa que dar. Pero si el otro átomo, en lugar de compartir, se lo arranca, el protón queda solo…


SOY: ¿Y qué pasaría?


YO: Pues, a mayor cantidad de protones sueltos, el compuesto se vuelve más ácido. Y cuanto más ácido se vuelve, es más nocivo para la vida, provocando la muerte. Tina me explicó que esto es lo que se llama el “pH” de un compuesto, alimento o de una célula.


SOY: Ahora bien… Piensa que el átomo de Hidrógeno y el átomo de Carbono son personas, y las llamaremos María y José. María tiene un hermoso corazón sensible, y un atributo que es su voz, tiene una hermosa voz y una perfecta elocuencia a la hora de comunicar (1 electrón). Cuando José la escuchó hablar, se enamoró inmediatamente. Porque José no tiene una voz potente, pero sí tiene otros atributos, que atraen a María. José es inteligente, fuerte, protector, emprendedor, estudioso y buen lector (6 electrones), pero tiene un corazón muy conflictivo, pues no encuentra lo que realmente quiere en la vida. María ve en José alguien que pueda proteger su sensible corazón, y que dé contenidos interesantes a su capacidad de comunicar. Y José ve en María esa capacidad de compartir elocuentemente, algo que él necesita, pues todo lo que sabe está oculto tras sus complejos, timidez y desorganización. Así, por separado, se sienten perdidos, desesperados en una búsqueda estresante. Hasta que, de repente, se produce el chispazo, y se enamoran, sienten la atracción de sus atributos, y los potenciales y las necesidades de cada uno se unen para crear Vida. De su unión, surgirá un proyecto o un hijo, la base de la vida orgánica, e incentivarán a todos los demás a enamorarse también creando una enorme sociedad creadora de vida. Esta historia, es la misma , tanto para dos humanos como para dos átomos. Ambos tienen algo que dar y algo que necesitan, y cuando se encuentran dichas necesidades, se unen. Ahora bien… No siempre es así. Puede pasar que, en lugar de que José se enamore de María y busque unirse a ella, simplemente opte por aprovecharse de su habilidad y utilizarla para su beneficio. Tomando así su capacidad de comunicar haciéndosela propia de su Ego, y abandonando al sensible corazón de María, quien devastada se ve sola y sin voz, entrando en una profunda depresión que le lleva a vivir una vida tóxica.


YO: O sea que cuando hablamos de parejas o relaciones tóxicas, es igual que hablar de átomos que se roban capacidades, electrones robándose potenciales entre sí, utilizando a los otros, destrozándolos al punto de que el “pH” se va por las nubes, acidificando la relación, el ambiente.


SOY: Las personas son sólo una aglomeración de átomos… ¿Por qué actuarían de forma diferente? Al complejizarnos, hemos convertido en emoción la energía de los electrones, hemos convertido en potenciales y arte las cargas positivas y negativas de las partículas, hemos convertido el intercambio de electrones entre moléculas en economía social y en romanticismo. Hemos convertido el concepto de cadena molecular en sociedad, hemos transformado el equilibrio atómico en ética y moral, hemos convertido la búsqueda de electrones en la búsqueda de la felicidad y estabilidad, y a la carga atómica la convertimos en necesidades y voluntades. Así, a la unión entre los átomos, la llamamos amor.


YO: Wow… Es tan increíble como frívolo verlo así…


SOY: No es frívolo, para nada, eso es una visión emocional y romántica desde la perspectiva paternalista o matriarcal humana. En realidad, es hermoso, es la belleza que une la lógica del micro y el macro cosmos. A lo que voy con esta explicación, es que desde la base de la vida, en los átomos y sus partículas, existen las condiciones. No es un invento humano, es un proceso de la naturaleza. Todos buscamos algo en los demás que no tenemos, y todos tenemos algo que los demás necesitan. Aquí, el inconsciente buscará apropiarse de eso que busca y que está en otros, en tanto el consciente buscará compartir en equilibrio respetando que lo que el otro me entrega es un préstamo, no una propiedad. Los seres, al enamorarse, buscan apropiarse del otro, pues consideran que dicho potencial que el otro posee es lo que me completa: “sin el otro no soy nada”, ¿recuerdas que lo hablamos?


YO: Sí…


SOY: Y si la falta del otro implica un vacío en mí, entonces cuando desaparezca buscaré cosas que llenen ese vacío que ha dejado. Y hay varias formas. Lo normal, es buscar otros átomos de Hidrógeno…


YO: ¿Cómo sería eso?


SOY: ¿No has notado que cuando una persona deja una relación con alguien, suele buscar personas muy semejantes a la anterior para relacionarse?


YO: Ah sí, lo típico de repetir la misma historia, una y otra vez con los mismos personajes…


SOY: Pues, aquí tienes una respuesta más sencilla que el funcionamiento del “karma”. La respuesta es que tú eres un átomo con 6 cargas negativas (atributos), unido a 4 átomos de hidrógeno (4 individuos muy queridos en tu vida), que te entregan 4 atributos más, pero uno de ellos se va, y ese vacío te hace buscar alguien semejante que ocupe su lugar. Esto es una cadena constante en la vida.


YO: Pero… Visto de esta forma, todos dependemos de todos, todos estamos condicionados a los demás.


SOY: ¿Y qué pretendías?


YO: No sé… Ser yo mismo… Ser libre…


SOY: ¿De qué?


YO: De la condición… De depender de otros…


SOY: ¿Y por qué dependes?


YO: Por lo que acabas de decir… O sea… La necesidad del otro, lo que me hace querer al otro, ¿es sólo una cuestión de llenar espacios? De qué sirve entonces todo lo que hablamos y aprendemos de ser nosotros mismos, de encontrar el potencial interior…?


SOY: Dime… Un átomo de carbono que se encuentra solo, ¿puede crear Vida?


YO: No…


SOY: Entonces… ¿Siendo tú solo, crees que llegarás a algún lado?


YO: No… Necesito de todos los potenciales de la vida…


SOY: Porque aquí hay algo que debes entender y discernir. Pregunto, la libertad que buscas y el potencial de desarrollo de tu ser, ¿está basado en las teorías de quién? ¿Es acaso tu visión de la espiritualidad basada en la libertad de los ideales de la Revolución Francesa? ¿O son más del tipo del “Mito de la Caverna” de Platón? ¿O tal vez se relacionan más a Adam Smith y su libertad económica capitalista? ¿Eres antropocentrista como Ptolomeo o heliocentrista como Copérnico?


YO: Uff, qué preguntas… No lo sé. Es decir, ahora que lo pones así, claro, solemos basar la espiritualidad en relación a perspectivas humanas, a visiones de hechos históricos. Cuando hablamos de ser libres o de descubrir el poder interior, inevitablemente seguimos pensando en que somos individuos… Pero…


SOY: …Pero no lo eres, a la vez que sí lo eres. Dime… Cuando ves el agua, ¿ves cada uno de sus átomos? ¿Vas contando los hidrógenos y los oxígenos? ¿O simplemente dices: Agua?


YO: Agua…


SOY: De igual manera que cuando ves la Tierra dices “Humanidad”, y no te pones a mencionar a los 8 mil millones de personas, ¿verdad? Porque reconoces que los humanos son un único ser, y los individuos son sus átomos, con sus necesidades, con sus enlaces entre sí, funcionando armónica y orgánicamente, todos buscando encontrar el equilibrio entre lo que poseen y lo que necesitan. Podrás así comprender, que los grandes anhelos de la humanidad provienen de verse separados, de creerse individuos aparte. En realidad, no es así. Que cada átomo posea lo que otro necesita, no les hace vivir vidas separadas, sino que hace reconocer que no importa dónde se encuentren en el mundo, aquellas otras partes estarán dentro del conjunto, aunque no estén conmigo, son parte de mí. Cuando hablamos de reconocer el potencial, no hablamos de que cada humano tiene todo el potencial para hacer todo por sí solo, reconocer el potencial es comprender y aceptar lo que tengo y de lo que soy carente, y saber que otro, es decir, otra parte de mi gran ser, posee lo que necesito. Y si comparto el potencial de lo que soy, tarde o temprano ese otro átomo vendrá a mi, pero si me oculto en el no reconocimiento de lo que soy capaz, esas otras partes nunca me verán.


YO: Es decir, no pensar en que cada individuo es todopoderoso, sino vernos como un organismo conjunto en que cada uno tiene algo que aportar, allí está nuestro potencial, eso es valerme de quien yo soy. Y si lo hago, descubro la capacidad de crear como conjunto, como lo que somos todos en unidad.


SOY: Ese es el concepto de la interconectividad del Yo Soy. No es el individuo, es la potencialidad de cada individuo unida al conjunto. Por ello, hay condiciones, porque nada ni nadie puede hacer esto solo. Tú mismo no podrías hacer esto solo; necesitas de la mayor cantidad de personas posibles para lograrlo, porque cada una de las personas que te escucha y siente, tiene su historia y potencial particular, que se activa al unirse al tuyo.


YO: ¿Y los que sienten ese vacío?


SOY: Otra de las formas de afrontar ese vacío que soléis tener en la humanidad, es tratar de llenarlo con objetos en lugar de personas, y esto sucede cuando vuestro ser se interpreta a sí mismo como incapaz de entregar o recibir nada, cuando pierde la capacidad de conectividad, que llamamos “Amor” y se convierte en falta de amor propio. La desvalorización de los potenciales, electrones, lleva a que vuestro átomo se una a cadenas poco orgánicas, como en el caso de que un Hidrógeno busque desesperadamente llenar ese vacío en el Carbono sumándose a un átomo de Oxígeno, creando así una cadena interminable de materia inorgánica llamada: Alcohol. ¿Cuántas personas se vuelcan al alcohol ante una crisis amorosa? ¿No te parece muy atómica esta respuesta? Básico. Las adicciones en general son provocadas por la falta de interconectividad, por creer que no son capaces de dar más de sí a otros ni de recibir, por lo que suman una nueva herramienta a la ecuación, que destruye la vida. La adicción a las drogas, a la comida, a comprar, todo ello busca llenar un vacío. En lugar de exaltar lo que se posee, se pone el foco en lo que falta. Si brillas en lo mínimo que tienes, lo que necesitas llegará a ti. Ley de Atracción. No se basa en desear, se basa en Ser.


YO: Esa falta de amor es la que daña nuestro Ser, que en nuestro cuerpo, es el Plexo, es decir, el Páncreas.


SOY: Claro… Cualquier enfermedad en el Páncreas hace referencia a una falta de amor, o de capacidad de nutrirse, de dar valor a lo propio, de ser incapaz de conectarse a los demás. Pancreatitis, Cáncer de Páncreas, Diabetes. Todas ellas, en sus variantes, hablarán de las necesidades y carencias. Pues es el Páncreas quien genera la glucosa, base fundamental de la nutrición del cuerpo, de hacerle sentir completo, vital, con recursos para actuar y ser uno mismo.


YO: Recuerdo que me explicaron una vez que las personas con depresión o falta de amor suelen buscar comer mucho chocolate, cosas muy dulces, porque les falta “dulzura” en sus vidas, amor.


SOY: Como tu abuelo…


YO: Sí, la falta de amor de su familia le llevó al vacío desde la niñez, haciéndolo diabético. Algo hereditario, cuando se trata de una familia que ha vivido la falta de amor generación tras generación.


SOY: ¿Y tú cómo lo llevas?


YO: Bueno… Mucho chocolate, la verdad… Jeje. Cuando anoche pensaba en el vacío, me di cuenta de que a esa persona que tanto amo, la amo porque realmente tenía algo que ninguna otra persona logró, llenar esa parte vacía en mí. En mi corazón, esa fuerza que me hacía sentir que estaba completo. Como dos átomos, de hidrógeno y carbono, que pueden crear vida. Pero cuando ese otro átomo pasó por detrás y lo arrebató, la falta de su electrón dejó en mí ese vacío, que es el único que no logro llenar aún.


SOY: No tienes por qué llenarlo.


YO: Pero… Es la cadena, no?


SOY: El querer es el problema.


YO: ¿En qué sentido?


SOY: Cuando sientes amor y te sientes pleno, todo está en equilibrio, como los átomos, las partículas se relajan gastando la menor cantidad de energía posible. Esa estabilidad resonante se llama Armonía. Y al perder una parte, se crea disonancia, por lo tanto, Caos. Así, la plenitud se convierte en necesidad, y el Amor se convierte en Querer. “Yo quiero sentir lo que sentía”, “Yo le quiero a él / ella”. “Yo quiero cumplir mi misión / propósito”. “Yo quiero ser libre”… Etc. Y el querer nos lleva a aceptar cualquier cosa que haya en el camino con tal de llenar el vacío, entonces el querer se vuelve una adicción. La búsqueda de tapar el vacío no nos deja ver lo que hay alrededor de él. Nuestros potenciales. Todos los seres poseemos un vacío en nuestro interior, el error es querer llenarlo. El vacío se comparte, no se llena. El vacío es lo que nos recuerda que somos parte de un todo, es lo que nos conecta con nuestras capacidades, es lo que nos permite sentir Amor. Si nuestro ser estuviese lleno, pleno, nunca podríamos conocer más, descubrir más, realizar el camino, el descubrimiento. ¿Entiendes por qué él te mostró la más grande plenitud y el más grande de los vacíos? No para que lo llenes con un amor narcisista que llamamos “ámate a ti mismo” ante su ausencia, sino para que descubras que puedes hacer mucho más, sentir mucho más, ampliarte, crecer, expandirte y amar mucho más de lo que crees. El Amor propio se descubre en la consciencia de aquello de lo que soy capaz a partir de mi vacío. Todos estamos unidos, nadie se va o desaparece, sólo se ubica en otro lugar, y buscándole, encuentras más capacidades de ti. Así como la ausencia de tu padre en tu vida fue el regalo que te unió al Universo y la Libertad del Ser, la ausencia de este Amor de tu vida es el mayor regalo para encontrar el Amor en Todo.


YO: …Me quedé sin palabras…


SOY: Al fin… Un poco de silencio viene bien.


YO: …


SOY: …


YO: …Entonces… ¿Qué es la Incondicionalidad?


SOY: ¿Sabes esta sensación que te produce cuando buscas información sobre un tema en internet y de repente hay 150,372 artículos y páginas, de las cuales lees 7 u 8 y ya te saturaste de información?


YO: Sí, el mal de este tiempo, la sobre-información…


SOY: Cuando ves que hay millones de perspectivas de un sólo tema, te das cuenta de que no hay una verdad, sino millones de visiones distintas. Entonces, dejas de buscar la verdad, y empiezas a nutrirte de las perspectivas de cada uno para crear dicha Verdad. En lugar de buscar el amor de tu vida, encuentras el amor en varios a lo largo de tu vida. En lugar de comprar una enciclopedia, vas a la biblioteca a leer diferentes libros. En lugar de estudiar una carrera universitaria, viajas haciendo cursos por el mundo. Dejas de buscar una Verdad porque reconoces que nadie tiene razón, pero todos pueden nutrir esa verdad, y enriquecer nuestra visión de la misma.


YO: Dejo de esperar que una persona llene mis vacíos, y me nutro de lo que otros tienen para entregarme y yo para darles…


SOY: …En ese momento, te liberas del concepto de la condición, y te vuelves incondicional. No cuando eliminas las condiciones, sino cuando aceptas todas sin encadenarte a ninguna. Por ello, el vacío que muchos sienten, es la clave a la Incondicionalidad, pues sin vacío, no serías libre en la búsqueda de más perspectivas.


YO: Y todas ellas me ayudan a encontrarme a mí… A descubrir el potencial que tengo para compartir… No para mí sólo, sino para el Yo que soy en el Todo.


SOY: Eso, amigo mío, es el Amor Incondicional del Yo Soy.


YO: Gracias por esto…


SOY: Gracias por ser. Disfruta el vacío, y no temas a Amar. Recuerda, el chocolate no es para todos los días…


YO: Si… Lo sé…


SOY: Sigue amando lo que amas, simplemente deja de quererlo.


YO: Lo amo, y así, me amo. En libertad… No necesito amor, pues Yo Soy Amor…

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

NOTA: DO= “Ut queant laxis…” (Para que aflojen…), comienza el poema de Pablo el Diácono (s. VIII) en que canta el himno a San Juan Bautista, del cual el monje Guido d’Arezzo tomó las primeras sílabas para determinar las 7 notas musicales en la Edad Media. “Ut” se convirtió en la fonética espejada “Do”, la cual es la primera de las 7 notas debido a ser la única escala que no posee alteraciones. En las escrituras anglosajonas la numeración era alfabética, colocando a esta nota como la letra “C”. La misma resuena con el chakra Centro Inferior, Siendo el sonido de la Unidad, en el interior de la Tierra.
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