YO: Ayer me sentí un inútil. No podía hacer nada, me siento agotado, cansado, y me da rabia esto.

SOY: ¿Por qué?

YO: Porque no entiendo la razón de sentirme así, me parece una falta de respeto a mi ser y al mundo. O sea, está bien que hay cuarentenas planetarias y por más que quisiera hacer otra cosa sería imposible, y tendremos que acostumbrarnos a no poder hacer muchas cosas por al menos un año más, pero a pesar de ello, yo estoy bien, tengo todo, y aún así, me siento inútil. Y me enfada. Ayer me recosté afuera, en el pasto, mirando la pirámide frente a mí, su sombra en todo caso, y por encima, entre las palmeras, veía las estrellas. Me sentí triste por un momento, desganado, sin fuerzas. Y me pregunté: ¿qué es lo que va mal para que te sientas así? Busqué, busqué y busqué dentro de mí algo que me hiciera darme cuenta qué es lo que me hacía sentir mal, ¿y sabes qué encontré?

SOY: ¿Qué?

YO: Nada. Fui a mis conflictos amorosos, que sería lo que más me afecta siempre a mi alma… Pero no, todo estaba bien, no había rencores, no había resentimientos, y tampoco es que sintiera una gran necesidad de estar con alguien. Pensé en las tragedias familiares, en las cosas que pasaron, en las que pude haber sentido culpa, pero no, no había emoción allí tampoco, ni pena, ni tristeza… No había nada. Fui a mi misión planetaria, y dije: ¡cuántas cosas tengo que hacer! ¿Qué me falta? Y no… Nada. No me falta nada, ya está todo, todo va en marcha, sólo tengo que pasar por ello. ¿Problemas económicos? No. Problemas con amigos… No, y los que he tenido ya no me pesan. Estoy viviendo como jamás lo hubiera pensado, demasiado bien… A veces me siento culpable, y digo: no debería estar pasándola tan bien cuando hay otros que la pasan mal. Y luego me pregunto: ¿se supone entonces que debo sufrir sólo por una cuestión moral que no es práctica? Y me relajo sabiendo que hay mejores formas de ayudar a los otros que sufriendo yo para sentirme un igual. Entonces miro todos los regalos que la gente me ha hecho, todo lo que tengo para hacer, para pintar, diseñar, dibujar, tocar el piano, y lo pongo todo en la mesa, y no me sale nada. Voy al gimnasio porque quiero estar bien con mi cuerpo, y cada vez que voy salgo deprimido, al contrario de lo que todos me dicen que pasa en el gimnasio, me siento triste y agotado. No entiendo ¿Sabes qué me produce irritación?

SOY: Supongo que el hecho de que no tienes nada de qué quejarte.

YO: Sí. Que no me puedo quejar. Y mi espíritu es el de un viejo ascendente capricorniano que considera que siempre hay que esforzarse. Antes me sentía bien, porque siempre había un problema que resolver. Mi energía tenía un propósito, una meta semana a semana que mantenía mi fuego encendido. Pero ahora no, ahora todo está demasiado bien. No puedo quejarme.

SOY: Necesitas unas buenas sacudidas. Quejarse viene de “quassiare” (indoeuropeo “Kwet”) que significa “sacudir violentamente”, o golpear el pecho, en el caso del inglés “complain”.

YO: Sí, necesito que me sacudan, que la vida me ponga algo de qué ocuparme y resolver…

SOY: Pero no.

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque la fuerza que buscas es para resolver lo que está fuera, y lo que necesitas ahora es resolver lo que está dentro.

YO: Pero no encuentro lo que es…

SOY: Tu mayor problema hoy es la falta de Voluntad, y esto se debe a una pérdida de energía. Aunque no lo parezca, has estado mucho tiempo, y aún lo haces, entregando demasiado a los demás, pero no a ti.

YO: Pero vivo bien, ¿qué más puedo pedir?

SOY: ¿Acaso ser rico es la forma de encontrar la felicidad?

YO: No…

SOY: ¿Entonces qué tonterías preguntas?

YO: Es verdad… Entonces ¿qué es?

SOY: Ante todas las cosas que has vivido, has permanecido callado, procurando la armonía propia de la consciencia y la neutralidad. Acumulando energía de acción, de respuesta. Has estado demasiado tiempo reservándote para no mandar a nadie al infierno. Has estado resolviendo conflictos que no pediste, has estado cumpliendo una misión por más de 260 días de una forma que no pretendías. Y has estado encerrado en un espacio que no buscabas, por más cómodo que sea, no es acorde a tus intenciones. Y encima, contra toda tu naturaleza, la vida te pide que duermas, y no hagas más que eso. Que aceptes lo que es, y dejes de pensar en lo que podría ser.

YO: No sabes lo que me molesta que me digan: estás haciendo demasiado, cuando yo siento que no hago literalmente nada. Me siento más inútil porque ni siquiera sé qué es lo que estoy haciendo.

SOY: Un enorme trabajo interior. Cada día que hablamos, es un mes de terapia. Y las terapias agotan. ¿De dónde crees que viene la energía del cuerpo?

YO: De las hormonas… Y de lo que comemos.

SOY: ¿De dónde crees que vienen las hormonas…?

YO: De las glándulas…

SOY: ¿Quién regula el funcionamiento de las glándulas?

YO: La Hipófisis… El cerebro.

SOY: ¿Quién regula cada señal eléctrica para que las glándulas funcionen, los músculos se muevan, la energía se expanda?

YO: El cerebro… La médula, las neuronas…

SOY: Las cuales procesan información, datos, todo el tiempo. La mayoría de ellos, son rutinarios. Quien ejerce una vida rutinaria, en un trabajo rutinario, donde hay actitudes mecanizadas; el cerebro sólo toma información previamente estructurada, lo cual habilita el resto de la energía a hacer tareas extra en donde encuentra cierto placer al ver nuevas sinapsis realizarse. Sin embargo, tras una terapia, el autoanálisis implica constante funcionalidad del cerebro para interpretar y conectar muchos datos que exigen demasiada energía, agotando las reservas para el resto del cuerpo. Porque no es interpretación mental, o ejercicio físico, sino asimilación emocional. ¿Sabes cuál es la diferencia?

YO: Supongo que el mental ordena datos como cuando estudiamos, y el físico es mecánico al accionar… El emocional debe ser más intenso.

SOY: La emoción es la que administra los impulsos y pulsos del ser, la emoción realiza los puntos de inflexión que determinan cambios en los sistemas internos, reconfiguración constante. El emocional, el alma, regulan pues, todas las energías entre el físico y el mental, y cuando haces análisis de ti mismo, redescubriendo verdades de tu ser, cambiando tu vida interiormente, reconfigurando los circuitos mentales, tu cuerpo se agota más que si hicieras ejercicio, pues necesita tiempo para absorber y asimilar.

YO: Por ello estoy tan cansado… Todo el tiempo…

SOY: Tómalo como un año sabático, en que tu alma está reconfigurando todo tu ser, y encima, entregando la energía a los demás invitándolos a hacer lo mismo. Ten en cuenta, que cuando te pones al servicio de los demás en una entrega diaria, estás depositando toda tu energía vital a muchos, más compartiendo lo que sientes. La gente normalmente se protege de esto, y por ello, al decirlo y abrirte tanto, muchos lo ven como coraje.

YO: Es verdad, ¿por qué se considera Coraje y Valentía exponer la vida interna y personal?

SOY: Coraje viene de la palabra “kerd”, del indoeuropeo, significando “cubrir, ocultar”. La misma etimología da origen a Corazón, aquello que está oculto, cubierto. Coraje, podría decirse, es un sinónimo de Coraza.

YO: Pero, ¿por qué se convirtió en una palabra que define un atributo ariano de enfrentar las cosas con valentía?

SOY: “Poner el pecho”, “poner el corazón en algo”. Cuando se actúa desde la defensa, impulsado por el corazón, poniendo el pecho ante los problemas, es un simbolismo de avanzar con el escudo para proteger lo oculto y abrirse camino. Como la coraza o escudo de los antiguos guerreros, que ocultándose detrás, pujaban en el frente de batalla para abrir camino a los arqueros y espadachines. El pecho es ese escudo natural que protege al corazón, oculto detrás de la coraza. Por ello, quien enfrenta la vida poniendo el pecho, es considerado alguien con coraje. Y lo que fascina a los demás de estos guerreros que se abren paso en la batalla, es su valentía, su bravura para enfrentar las fuerzas externas, protegiendo lo que los otros simplemente prefieren ocultar. Aún así, el coraje está también relacionado a la autodefensa, a actuar impulsivamente para protegerse de algo antes de ser atacado. Un individuo corajoso, valiente, hace atributo del machismo (valiente: wir= fuerza masculina, virilidad), aquel que defiende u oculta algo. Actuar con coraje no siempre es un atributo positivo de avance, sino también de quien oculta y ataca para defender aquello que no quiere mostrar a los demás y considera preciado o su debilidad.

YO: Y eso agota… Estar al pie de batalla… En la primera línea, así como defenderse todo el tiempo de lo que no quieres sacar a la luz. ¿Pero cómo hago para enfrentarme a mí mismo? O sea, esta rabia que siento ante mi aparente inutilidad, esta extraña depresión… ¿Qué es?

SOY: Permíteme contarte una historia. En el principio de todas las cosas, existía una divinidad masiva e invisible llamada Caos. Del mismo, sus partes se unieron para dar origen a la primera divinidad femenina, Gea, la diosa madre de la tierra, quien dio a luz a su propia pareja, Urano, los cielos. Ambos engendraron a las divinidades conocidas como Titanes, Cíclopes y Gigantes, que poblaron el cuerpo de Gea. Pero estas dos últimas criaturas en nacer, fueron horrendas y deformes, por lo que Urano las negó como sus propios hijos, encerrándolos en las profundidades del útero de la madre tierra. Gea, ofendida por esto, pidió a los Titanes que se vengaran de Urano, y el único que se ofreció a hacerlo fue Saturno (Cronos), el dios del Tiempo. Gea proporcionó armas a su hijo Titán, y en el momento en que Urano se posicionó sobre Gea para fecundarla, Saturno se acercó y cortó los testículos de su padre, despojándolo de todo poder, para ser él quien gobernase ahora por sobre los titanes. Urano, perdió toda su virilidad, su hombría, y entró en pánico y depresión. Sus testículos fueron arrojados al mar, y con la espuma, dieron origen a Venus Afrodita, diosa del amor y la belleza. Pero la sangre que cayó sobre la tierra, dio origen a Eris, la discordia, quien se manifestó en las llamadas Erinias, criaturas horrorosas que los romanos conocían como Furias (Furiae). Las mismas eran criaturas femeninas con serpientes en sus cabezas, ojos rojos de sangre y uñas como garras, quienes encarnaban la sed de venganza. Para no atraer su presencia, los pueblos helénicos les llamaban “Euménides”, es decir, las benefactoras, de esta manera, se cubría su voracidad con la intención de que las mismas defendieran de los malos actos castigando a los asesinos y ladrones. Las hermanas Furias, se llamaban Alekto (ira), Megaera (celos) y Tisífone (venganza). Las tres buscando a través del tiempo vengar las vergüenzas de su padre.

YO: Aha… ¿Y esto qué tiene que ver con el coraje?

SOY: Tiene que ver con tu inutilidad. Urano es el mundo de las ideas, y Gea es la manifestación en la realidad. Los Titanes son los atributos y potenciales, de los cuales Cronos es la transformación, dada por el paso del tiempo. Cuando el mundo de las ideas deja de ser quien domina al mundo real, le permite a los vivos ser manifestadores de sus propios sueños, libres de crear, y por ello, cuando el Tiempo destruye las ideologías, lo único que quedan son los actos del aquí y ahora, manifestados en el amor y la belleza de Venus. Sin embargo, los preconceptos y prejuicios del mundo de las ideas, se siguen manifestando, creando discordia en el mundo del amor. Las ideas de lo que pudo haber sido, enfrentan a la realidad, lo subjetivo frente a lo objetivo, con “coraje”, defendiendo las intenciones ocultas de volver a dominar el mundo. El mundo de las ideas se vio castrado, perdió su fuerza, y con ella su poder. El poder de ser quien tiene el dominio, el poder de decidir, pues ya no importa lo que piense, su vida depende de lo que ha sido manifestado, de lo que existe, de lo objetivo, de lo que es, y ya no de lo subjetivo y lo que imagina. Así, sumido en esta decadencia, no encuentra la forma de manifestarse con consciencia, y su energía vital se convierte en alimento para las tres Furias.

YO: Wow…

SOY: Furia, proviene de “furor”, que a su vez, surge de “fervor” (del indoeuropeo “bhreu”, que significa pozo, aludiendo a los pozos freáticos de donde se extraen aguas subterráneas, o los pozos termales donde las aguas hierven. Hervir, efervescencia, son términos surgidos de esta palabra. Furia, es la descripción de las aguas hervidas del inframundo infernal. Relacionadas a los fuegos internos de mundo o del ser, es la sangre que hierve por las fuerzas internas de la kundalini, del poder que surge de los genitales. Allí nace el poder de la creación, de la manifestación de toda realidad. Y es la mente, las ideas, los conceptos, los que indican a los genitales cómo crear esta energía y por qué. Cuando no hay nada que pensar, cuando no hay dónde dirigir esta energía en consciencia hacia algo nuevo, el cerebro enviará señales de ideas preconcebidas, preconceptos, nacidos por prejuicios, que encenderán el fuego del ser, pero que el mismo se verá incapaz de comprender a dónde dirigirse debido a haber perdido su fuerza, su consciencia. Al no encontrar la utilidad de sus ideas ante una realidad que no esperaba, se siente inútil, y por ello, explota en todas direcciones en forma de las 3 Furias. Primero, la Ira, una emoción surgida de la acumulación de un amor que no se puede compartir, que no se sabe cómo entregar. Luego vienen los Celos, compararse con otros, “cómo lo hacen bien”, mejor, o por qué no pueden obtener algo que parecen haber perdido por su incapacidad. Y por último, la Venganza, tomar acción de manera impetuosa, imponiendo su verdad sobre la de los demás, venciendo al falso enemigo creado en sus preconceptos.

YO: Wow… O sea que la inutilidad que siento, proviene de no poder manifestar mis ideas debido a que el mundo me presenta una realidad que no esperaba, y por lo tanto, al no poder aplicar mi energía en lo esperado, la energía vital, mi kundalini, se expande a los lados con fogonazos que hierven mi sangre, provocándome una de las tres Furias. Y es verdad, pues, he sentido mucha rabia, conmigo mismo, he sentido esa furia, aunque no sabía explicar por qué. Normalmente es por alguna situación externa…

SOY: Tu Inutilidad es la versión interna de lo que externamente llamamos Impotencia. Ver algo que sucede fuera y que nos parece injusto, pero que no poseemos poder para actuar sobre ello. Esto produce furia.

YO: O sea que la furia que manifestamos en muchos casos, siendo desde la ira, o desde los celos, o desde la venganza, están relacionadas a un mal manejo de la kundalini.

SOY: Y ese mal manejo de la kundalini se produce por un exceso de Coraje, es decir, de ocultar la verdad del mundo interno en una coraza de virilidad o valentía; de cerrar el corazón, por miedo, por culpa. Y ese ocultamiento, esconde un trauma, un prejuicio o preconcepto por algo anterior, algo vivido con anterioridad que nos ha dañado, o una razón por la que hemos dañado.

YO: ¿Cómo corrijo la Furia en mí?

SOY: Primero, haciéndote consciente de aquello que ocultas, de la verdadera emoción o idea que tratas de proteger dentro de ti. Segundo, identifica dónde sientes que has perdido el poder, y cuándo fue la primera vez que lo perdiste. Esto te llevará al origen de la idea que te mantiene atrapado en tu incapacidad de crear, de manifestar, de sentir. Allí se esconden tus prejuicios, preconceptos. Recuerda que la furia que expresas afuera es sólo tuya, es tu propia energía sin consciencia, sin poder ser gestionada y sin propósito. Así, el Tercer paso será replantear la situación, repensar las actitudes que tomas ante la vida, llevando consciencia al porqué de las corazas que creas.

YO: En mi caso siento que la realidad que me envuelve, estar fijo en Egipto, me pone incómodo, como si encontrarme aquí me mantuviera en una prisión… Y es por mi preconcepto de que en realidad debería estar viajando, moviéndome. ¿Cómo transformo esto? Sabiendo que todo está bien aún así.

SOY: Viaja con la mente, reconstruye el camino, recréalo de una forma diferente. Realiza el sendero, de una manera inesperada, pintando, dibujándolo… Escribiéndolo. Lo que tienes dentro de ti, está estancado en tu mente como una idea preconcebida que necesita replantearse. La furia que habita tu cuerpo es la inconsciencia o falta de conocimiento de la energía que posees, de las razones por las cuales no la has utilizado. Un individuo deja salir libre su furia cuando no puede contener más la lógica, cuando no hay reflexión, cuando no encuentra el punto de inflexión y se ve incapaz de flexibilizarse ante la realidad que le rodea. Esto le lleva a quebrarse, o lo que es peor, a quebrar a otros en su arrebato.

YO: Tengo que comprender, pues, que la rabia que siento conmigo mismo, puedo llegar a proyectarla en otros. Que la culpa que siento por lo que hice o no hice, se puede proyectar en otros culpándolos de manera vengativa y corajosa. Que esta energía puede ser utilizada para algo nuevo, sin tener que estar ligado a lo viejo.

SOY: Te daré un consejo… Libera la ira, libera tu furia.

YO: ¿Cómo?

SOY: Grita, descarga, libérate, rompe algo, pero hazlo solo. Descarga toda la tensión, vomita la energía, y vuelve a comenzar. Cuando lo hayas hecho, duerme, descansa. Y al despertar, replantea la idea, habiendo sacado las furias de ti.

YO: Siempre pensé que nunca había sentido realmente ira, o celos, o sed de venganza, pero ahora que lo dices, no tiene por qué ser tan literal, entiendo que muchas veces siento estas tres cosas en aspectos sutiles de mi vida, pero al no expresarlo por tomar consciencia, estas energías se mantienen en mí, pesando, llevándome a la depresión.

SOY: Arrastrándote al pozo freático, a los abismos de la Tierra y sus aguas internas y oscuras. Recuerda que la energía que sientes como furia, es la misma que te impulsa a crear. Si dejas que la furia tome tu vida, sólo destruirás lo que has creado, pero si le das a tu furia una razón, un propósito, te volverás creador.

YO: Unir a Urano y Gea, a través del Saturno, creando a Venus, y utilizando las furias de Eris para encontrar coraje en mis actos.

SOY: Uniendo Cielo y Tierra a través del Tiempo, creando belleza y amor, utilizando tu ira y rabia para dar sentido al pulsar de tu corazón.

YO: Ya sé, pues, de dónde viene mi rabia, es de mi impotencia, de ver que la realidad es lo opuesto a lo que buscaba para mi vida, pero reconozco que lo que juzgo hoy, es lo que yo creé para mí en mis actos en el ayer. Me juzgo a mí mismo, cuando debo comenzar a encenderme.

SOY: Enciende tu fuerza, dirígela con consciencia, y transforma tu furia en coraje, transforma tu discordia en el latido de tu corazón.