YO: Tal vez éste sea uno de los temas de los que más cuesta hablar libremente… Pues todas las culturas más extensas a nivel planetario mantienen cierto pudor al hablar de estas partes del cuerpo, de los genitales.

SOY: Bueno, es normal cuando alguien quiere escaparse de su realidad…

YO: ¿En qué sentido?

SOY: Los primeros humanos no creían en Dios, creían en lo que veían, en la magia de la naturaleza. Le llamaban “la Madre”, quien entregaba todo a disposición, en el mundo está todo lo que necesitamos, sólo hay que buscarlo. Ponerse un objetivo, unir fuerza de Voluntad, y accionar, avanzar. Y en el camino encontrarás lo que necesitas o buscas. Así, la divinidad estaba entendida en las plantas que daban sus frutos, en los animales que daban sus productos y compañía, en los minerales que daban hogar y herramientas. Y en las estrellas, los ancestros les protegían. A pesar de los peligros diarios, existía una enorme seguridad de que se vivía en el paraíso, que ya todo estaba aquí, en este mundo. Hasta que en un momento, ciertos filósofos y religiosos miraron al Cielo, y pensaron que tal vez esa divinidad estaba en la bóveda celeste, en el Sol, la Luna y las Constelaciones. Así crearon las historias de los dioses, y contaban las hazañas de los mismos en los cielos. Esto enamoró a los humanos, haciéndoles desear algún día poder vivir con los dioses en los cielos, ser como ellos. Así surgieron las corrientes de pensamiento de que al morir, en lugar de volver a la naturaleza, podríamos vivir eternamente en ese lugar ideal junto a los dioses que veíamos en los cielos. Hasta que un día uno dijo: “Es un error pensar que todos los dioses tienen razón, pues todos viven muy mundanamente, como los peores humanos con sus deseos y necesidades básicas. Esto no puede ser, tiene que haber pues uno que les regule a todos, un dios sobre ellos: el Sol”. Pero alguien refutó esta teoría, diciendo que no, que había mucho más, que era el espacio entre la estrellas, aquello que no podemos ver es el verdadero Dios, al que debían aspirar. Y, desde esa visión, es muy fácil decorar de atributos a algo que no los posee. Así, los humanos dejaron de mirar los atributos de la naturaleza y llenaron de atributos preconcebidos a Dios, a su imagen y semejanza, según sus creencias de cómo debía ser este Dios imaginario. Entonces, todos querían vivir con él, pues, todos sus sueños se harían realidad. Pero había una condición: “para llegar al Cielo, había que abandonar lo mundano”. Básicamente, dejar la naturaleza, abandonar a la “Madre”.

YO: Casi como el primer gran divorcio de la historia en términos divinos. Por esto los humanos empezamos a negar nuestra parte natural y animal.

SOY: Exactamente. En el afán de buscar la iluminación en el Paraíso invisible de un Dios ideal, rechazaron todo lo que les hacía humanos. Es decir, directamente se consideraba un error haber incluso nacido en este mundo, casi como un castigo, como el padre que los echó de su casa y les puso condiciones para volver.

YO: Entiendo… Por ello, se niega la zona del Ombligo hacia abajo, porque el ombligo es casi un sello de lo mundano, de haber tenido que nacer, lo que “nos ata a la Madre”.

SOY: Y para llegar al Padre, había que cortar el cordón umbilical, sólo así encontraríamos confort entre sus brazos.

YO: Muy patriarcal todo…

SOY: Bueno… Son ciclos de la historia.

YO: Entonces así la mayoría de las culturas negaron el sexo, bloquearon sus genitales, y básicamente originaron todos los traumas de la humanidad.

SOY: Como hablamos en el chakra Base, los genitales son el motor que hace arrancar la maquinaria del cuerpo, haciéndola avanzar hacia el plano espiritual. En tanto el Sacro se encarga de generar el combustible energético, el chakra Raíz absorberá esta energía para catapultarse a lo alto…

YO: Kundalini… La serpiente de luz, la espiral de energía que se enciende en nuestro chakra raíz para iluminarse en la Corona.

SOY: Y para activar esta serpiente de luz, se necesita conocer muy bien el motor, limpiarlo, purgarlo, reconocerlo, utilizarlo con propiedad. Es un motor que la humanidad ha oxidado, desgastado, ensuciado, maldecido, que lo ha arrastrado al punto de llamarlo “las vergüenzas”.

YO: Y esto se ha heredado generación tras generación. La represión de la sexualidad ha sido la raíz de grandes males, como los traumas, las violaciones, la opresión de la mujer, el control patriarcal, la violencia…

SOY: Porque un motor lleno de combustible, acelerando pero sin avanzar, se quema, y puede encender fuego a todo el coche. Imagínate acelerando el motor pero estando estacionado. Más gente se sube al coche, más pesa, más esfuerzo, y cada persona nueva que se sube le pone más combustible, emociones, conflictos, alimento energético, pero no avanza, nunca sale. Porque mover este coche de su estacionamiento es considerado “una vergüenza”, contraproducente a la civilización religiosa y moral que sólo busca llegar a los brazos de un Dios que se ha inventado…

YO: Sí, es duro… Pero también hay que entender que en la búsqueda de trascender, de querer ser mejores, la imagen de Dios es como ese ideal idílico, ese héroe griego, Rey de reyes, Padre, que todos desearían tener o ser, con el cual desearían vivir… Y eso ayuda a querer mejorar en la vida, ya que sus reglas para entrar a su casa, son básicamente la moral y la ética que forma los pueblos.

SOY: Sí, comprensible tal punto de vista desde lo conceptual, si no fuera porque los hechos muestran lo contrario. Nunca se habían cometido tantos pecados juntos como desde la aparición de los monoteísmos ideológicos. Pues los mismos guían a las personas a buscar el cielo como máxima realidad, despreciando así la tierra como su prisión, creyéndose superiores a todo lo relacionado a lo mundano, dividiendo las clases sociales, las razas entre las inferiores y superiores, los conocedores por encima de los aprendices, los hombres por encima de las mujeres, y los niños por debajo, y bajo ellos las niñas. Los animales y las plantas como meros regalos de Dios, productos sin alma para que el humano use a su merced y voluntad.

YO: Claro… Sin contar que se han producido más guerras, muertes y violaciones de todos los tipos durante la expansión de las religiones monoteístas que en cualquier otro momento de la historia…

SOY: Los grandes avances de la Humanidad se dieron durante los periodos de la historia en que los humanos volvieron a mirar a la Madre, a la naturaleza, en que volvieron a abrir su sexualidad, a “renacer”.

YO: El Renacimiento, pues, empezó a ser una de las claves que despertó de nuevo los conceptos de igualdad, arte, naturaleza, humano como agente natural y no divino, lo que llevó a la búsqueda del estudio natural, de la ciencia, la recuperación de las repúblicas y libertades…

SOY: Cuántas cosas pueden lograrse cuando nos liberamos de la imagen de que lo divino está en el Cielo, y reconocemos la sacralidad de lo Mundano. Pues ese “Dios” que llamáis, ha creado la naturaleza a su imagen y semejanza.

YO: Así que volviendo a mirar hacia abajo, a honrar nuestras “raíces”, es que podemos florecer.

SOY: Como un hermoso árbol con firmes raíces.

YO: Esto llevará su tiempo, ya que estamos justo hoy en un periodo de la historia humana de transición, en que la represión explotó en libertinaje.

SOY: Demasiado tiempo habéis reprimido este chakra y sus órganos. Es normal. El flujo de la energía en un cuerpo es como un río con enorme fuerza que fluye hacia el mar. Las lluvias crean los arroyos del Sacro, que se unen cayendo con fuerza en las cascadas del chakra Raíz, el cual da potencia al recorrido de la vida, por los senderos rocosos que moldean el Ser, hacia los valles fértiles del Corazón, llegando a los poblados con sus comerciantes en la garganta, nutriendo los templos de los filósofos y palacios de los políticos en la Pineal, abriéndose en un bello Delta expandiéndose en los templos de la Divinidad. Como el Nilo.

YO: “Ater Tumti”… El Cielo en la Tierra, como le decíamos…

SOY: Pero ahora, toda esa belleza se detuvo, las lluvias cesaron, y se construyó una enorme represa en medio de su recorrido, en su ombligo. La fuerza de las aguas se detiene ahora en un enorme lago, y sólo un fino hilo de agua llega hasta el mar. En la época de lluvias, ya no corre el agua con libertad, y es regulada por la “civilización”. Esto permite que más y más pueblos se extiendan por donde antes el agua generaba enormes territorios fértiles, y rompen la naturaleza como un cáncer a lo largo de la médula espinal. Ahora, supón que, un día, llueve tanta agua que la represa no logra sostener tanta fuerza, y colapsa. Se resquebraja, se rompe, y una gigantesca ola comienza a arrasar con todo a su paso hacia el mar reclamando el territorio que le pertenecía. La humanidad se encuentra ahora en la cresta de esta ola, de una represa que se ha roto. Toda la energía sexual está arremetiendo con su fuerza en distintas maneras.

YO: Pero algún día se estabilizará…

SOY: Llegará a su normalidad, en tanto no se siga luchando por crear muros y represas. Así, la crecida del Nilo será natural, como siempre lo fue.

YO: Es normal, pues, que hoy estemos viviendo uno de los periodos más sexuales de la historia…

SOY: A mayor cantidad de humanos, más energía.

YO: ¿Y cómo hago para regularla?

SOY: Primero entendiendo lo que es la Sexualidad. De la cual se tiene un concepto errado. Hablando desde el plano energético, este centro raíz es el que nos conecta con las fuerzas positivas y negativas, motores generadores de la explosión energética. A nivel Físico, se relaciona a los Ovarios y los Testículos, creadores de las hormonas que originan la materia base de la vida. Los testículos producen las hormonas andrógenas, de las cuales la más conocida y presente es la testosterona, la cual incentiva la creación de los espermatozoides. Y los ovarios, producen la progesterona y estrógenos, los cuales preparan a los óvulos y útero para la gestación. Y a su vez, las terminaciones nerviosas y venas del pene y el clítoris estimulan la activación de esta energía. Allí, de igual manera que en el perineo y terminaciones nerviosas anales, se generan las descargas energéticas enviadas desde el cerebro y la Hipófisis, desde la espiritual Corona, que incentivan a la reproducción, con el fin de manifestar al espíritu en la materia. Así, la estimulación sexual se vuelve una forma de atraer la energía emocional y espiritual hacia la materialización. Sexo viene de la palabra latina “secare”, que significa cortar o dividir. Es la forma en la que se conocía la diferenciación de los dos géneros biológicos: hombre y mujer. Podríamos, pues, entender que en el sexo hay dos formas de canalizar la información: una hacia el interior y hacia abajo (femenina) y otra hacia el exterior y arriba (masculina), lo cual genera el equilibrio de ambas fuerzas creadoras, no como opuestas sino como complementarias. Y también nos da la opción de entender que estas mismas fuerzas pueden moverse desde los planos denso y sutil. El plano denso sería desgastar la energía sexual por una necesidad momentánea, y el plano sutil sería utilizarla con un propósito.

YO: ¿Cómo podría entenderse mejor?

SOY: Pues la densa es egoica. Lo único que busca es la satisfacción personal, la descarga de una tensión acumulada, de una energía sin propósito más que la del deseo personal. La sutil, implica un compartir, ya sea a nivel del alma y el espíritu con el cuerpo, o con otra persona, buscando las sensaciones y el sentimiento.

YO: O sea que la espiritualidad sutil no es como la sagrada, que sólo se utiliza para la Kundalini y la conexión con el espíritu.

SOY: Oh, no, claro que no. La Kundalini y el Tantra son doctrinas espirituales, pero no naturales de la tierra. Las visiones sutiles y densas se refieren a la forma en que se vive la sexualidad en el día a día, en tanto el Tantra y el Kundalini Yoga son tareas específicas del aprendiz espiritual que busca trabajar con la energía de su cuerpo para alcanzar el mundo espiritual. Pero no te entusiasmes con ello. Si aún tienes vergüenza de tus genitales, no pretendas encontrar la iluminación.

YO: ¿…Cómo?

SOY: No puedes pretender utilizar la energía sexual para llenar tus ideales de iluminarte. Como siempre hablamos, los humanos tendéis a las modas, a creer que si ahora utilizan estas herramientas, podrán avanzar más rápido a nivel espiritual porque han integrado el chakra base. No. Primero debéis estar en paz con estos órganos. ¿Viviste un abuso? ¿Haz abusado de alguien? ¿Te violaron o violaste? ¿Te prohibieron hablar de sexo y te dijeron que es sucio? ¿Tienes adicción sexual? ¿Lo crees un tema tabú? ¿Te da vergüenza siquiera leer la palabra sexo o masturbación? ¿Sabes lo que es sentir un orgasmo? ¿Te juzgaron por tu inclinación sexual? ¿Tienes miedo de decir lo que te gusta? Respóndete todas estas preguntas, trabaja sobre tus traumas, sobre tus represiones, y cuando te sientas lo suficientemente libre, entonces empieza el estudio del tantra, y luego, la kundalini.

YO: Claro, lo más importante es primero sentirse cómodo uno mismo con el tema sexual. Yo mismo he pasado por todas esas etapas, bueno, no todas. Nunca viví ningún tipo de represión ni abuso, pero sí tuve mucha vergüenza de mis genitales. Desde pequeño recordaba más vidas siendo mujer que hombre, y el hecho de tener pene y testículos me hacía sentir muy mal. Mucha vergüenza. Más aún al tener que reconocer que me gustaban los hombres, algo que por mucho tiempo creí que estaba mal, no por que me hicieran pensar eso en mi familia, sino por dos cosas: las burlas en el colegio que me hacían sentir muy triste e inseguro de mí mismo, así como el hecho de que creía que sólo me gustaban los hombres porque seguía confundido con las memorias de haber sido mujer. Tardé años en aceptar mis genitales y mi sexualidad, pero no por la sociedad, sino por no saber diferenciar si era una característica de esta vida o herencias sin limpiar de otras vidas. Lo que me lleva a preguntar… ¿Nuestras elecciones sexuales, son cuestiones kármicas?

SOY: Todo es karma, todo es acción y reacción. Sin embargo, como siempre he dicho, el karma no es malo, es un aprendizaje que puede convertirse en maestría, en dharma. Para volverse maestro, no se elimina el aprendizaje, se integra. Así, karma y dharma son complementarios, no opuestos. No hay que eliminar karma, hay que integrarlo. Y para hacerlo, uno debe darle un propósito, entender un por qué, darle una utilidad.

YO: Aún si no tiene que ver con la reproducción… Hombre y mujer.

SOY: El sexo habla de la separación de los géneros en los dos biológicamente reconocibles. La Sexualidad habla del intercambio energético entre el femenino y el masculino. No hace falta reproducir aquí, se puede tan sólo producir. En latín, la palabra para estar juntos, no implica sexo, implica “ir juntos”, que viene de las palabras “cum” (con) e “itum” (del verbo “ir”, haber ido), lo cual llamáis “coito”. La sexualidad es compartir, es unir fuerzas energéticas. Ya sabes, sólo hay que identificar si es densa (egoica y desde la necesidad) o sutil (compartida y desde el amor).

YO: Entiendo… Una vez dijiste que lo más importante es aprender a vivir la sexualidad con uno mismo antes que con los demás.

SOY: Así es, pues al conocer tu propia energía, sabrás lo que estás compartiendo. Es fundamental esto, pues en las relaciones sexuales se suele perder mucha energía si no sabemos cuidarla. Y cuidarla significa reconocerla, saber que existe, saber cuál es tu capacidad de generarla de nuevo.

YO: ¿Y cómo hago?

SOY: Pues aprende a controlar tu energía sexual. Imagina que la semana es tu cuerpo, y que cada día es un chakra. Habrá, pues, un día de los 7 (o los 10 en el caso del calendario atlante) que corresponderá al chakra raíz, y uno de sus aspectos será la naturaleza sexual de tu cuerpo. Ese día, debes dedicarle un momento a tu sexualidad. En las mujeres esto ayuda a destrabar canales energéticos a lo largo de todo el cuerpo, además de regenerar células durante el orgasmo, por la descarga eléctrica que las mismas reciben. En los hombres, hace que los testículos y próstata se mantengan activos como un músculo que hay que ejercitar, o pueden atrofiarse, produciendo enfermedades y bloqueos energéticos que desencadenan en rabia, ira, malestar. El resto de los días, debes usar esa energía para algo creativo. Pinta todos los días un poquitito de un mismo cuadro… Medita 5 minutos llevando la energía de tus genitales a tu cabeza, con la imaginación con tus manos mediante profundas respiraciones… O sal a caminar, sólo a observar. Pequeños actos donde focalices tu energía. Así, en el momento del coito, podrás hacer lo mismo, llevar el foco de esta energía hacia la cabeza con profundas respiraciones, lo cual no sólo prolongará más la relación, sino que además generará más energía, y en lugar de acabar cansado y habiendo sentido que has perdido vitalidad, la habrás recuperado, teniendo aún mayor fuerzas para hacer más cosas en el día y la semana.

YO: Buen consejo de parte de un espíritu que nunca ha tenido sexo… jejeje…

SOY: Bueno… Pero he descargado en mí muchas experiencias de muchas vidas en muchos mundos…

YO: Eso es verdad…

SOY: Por lo tanto, ya sabes… El Poder del Espíritu radica en la potencia de tus Genitales. En tanto les sepas valorar como las raíces que son, tu árbol florecerá más que nunca.

YO: Como decíamos aquí, en Khem: “Wix Ur-haya’myur: El Sexo es la puerta a la Iluminación”… Y el preámbulo al Caos si se hace desde la inconsciencia.

SOY: Inspira, y vuelve a la Madre Naturaleza, pues es la única forma en que llegarás al Cielo.

YO: El orgasmo cósmico…