YO: Hoy me desperté extrañamente molesto, incómodo, y un poco enfadado.

SOY: ¿Y sabes el origen de todo esto?

YO: No logré identificarlo. La sensación es como de no saber bien qué siento. Últimamente, con la tarea que estamos realizando, me siento como si no fuese yo… Me siento más sensible de lo común, pero a la vez apático. Sabes bien que mi día a día es moverme por mi propósito, y desde que comenzamos, mi propósito es día a día, y no a largo plazo. No estoy pensando en lo que debo hacer en un mes… Ni siquiera en mañana. Es raro en mí. Y hay algo dentro de mí a lo que esta circunstancia hace sentir irritable. Como si, sabiendo que podría dar más de mí, no lo doy.

SOY: No sólo estás atento a lo que los otros esperan de ti, sino que le das mucha importancia a lo que tú esperas de ti mismo.

YO: Bueno, considero que si estamos aquí para ser responsables de transformarnos y así transformar el mundo, tenemos que estar atentos a dar lo mejor de nosotros.

SOY: El problema es cuando aún no tienes nada que dar. Lo que los demás reciben de ti hoy, no es lo que estás dando, es lo que estás mostrando de darte a ti mismo.

YO: ¿…Cómo?

SOY: Este proceso que estamos viviendo es personal, y lo que escribes aquí, lo que hablamos, es tuyo. Y, por reflejo, los demás reciben, pero no estás dando, sólo estás reflejando, porque aún no tienes lo que has venido a entregar… Debes trabajarte primero. Y parte de esa entrega es recordarles a los demás que deben hacer el mismo camino.

YO: Me quita un peso saber que no estoy dando, sino reflejando… Aunque a la vez me pone en un lugar de comodidad…

SOY: El conflicto es el peso que te has puesto. La falta de tu padre en tu infancia construyó la idea de que el Universo es tu padre. Así, los objetivos que te marcaste en tu vida son cósmicos, no familiares. Al desligarte de los conflictos familiares, buscaste una familia mayor, la Humanidad. Al haber perdido la casa de tu infancia, convertiste a la Tierra en tu hogar. Al ver la distorsión del sistema de la Matrix, te cargaste la tarea de corregir los nudos de la Red Planetaria. Al ver las puertas cerradas en los corazones en tu escuela, decidiste proponerte abrir educativamente los Portales del Mundo, y al comprender que el conflicto está en la utilización de los sistemas, te propusiste enseñar sobre los sistemas de la creación… Y al negarte como guía, decidiste apuntar a trabajar para la Transformación Social del futuro. ¿No ves que cada gran decisión que has tomado es un gran peso, cada vez mayor sobre tus hombros? Apenas si puedes sostener tu propio cuerpo. ¿Cómo pretendes realizar tamañas hazañas y proezas si las creaste para no ver que los conflictos estaban mucho más cerca, en tu vida personal?

YO: Auch… Eso dolió… Es decir… Todo lo que hago, lo hago porque lo hemos acordado, por la historia que he vivido, y por las misiones que he planificado con todos los seres que conocí… ¿Por qué ahora decirme que es todo un invento mío para escaparme de mi propia responsabilidad?

SOY: Oh, no dije que sea un invento de escape, dije que te has adelantado a los hechos. Todo es perfecto, y son tus falencias y debilidades las claves por las cuales tu personalidad es útil para tu misión planetaria. Tus mayores debilidades son tus mayores fortalezas. Y por ello, es necesario trabajarlas. Lo que haces, es mostrar al mundo tu trabajo interno, no estás aquí para ser un maestro, sino un espejo. No estás para sentarte en una Cátedra y dar lecciones de vida, estás para ser un compañero de viaje.

YO: …Sí… Siento que quiero dar más de lo que puedo…

SOY: Y das lo que debes dar. El peso que te cargas sobre tu espalda, es sólo tuyo. Nadie te obliga a ponerte semejante responsabilidad, es sólo tu elección. Todos los seres que conoces, sólo te entregan las tareas, misiones, pasos a seguir, herramientas, tan sólo porque tú les dijiste que podrías con ello, no porque se te haya impuesto. Cada uno elige su propio destino, cada uno elige su camino, cada uno arma su propio bolso llevando lo que consideró necesita en el viaje y debe llevar a su objetivo. Los otros están allí, en cada dimensión, para ayudarnos a ti y a mí, a YO y SOY, a lograr llegar a la meta que nos hemos puesto. Y yo soy parte de este viajero que eres tú.

YO: El peso, a veces, hace que mis rodillas se doblen, casi en una sensación de renuncia, de resignación… Antes no me afectaba tanto como ahora… Pues antes sólo contaba lo que recordaba, y ahora, debo contar hacia dónde voy… Y eso es muy diferente.

SOY: ¿Por qué crees que es diferente?

YO: Porque contar el pasado y lo que uno recuerda no puede cambiarse, simplemente es, es un registro, datos, que pueden estar bien o mal, ser correctos o errados, pero son simplemente mis perspectivas de lo que viví. Es como, por ejemplo, cuando yo era un niño, y mi madre estaba discutiendo con sus tíos por la compra de la casa tras la muerte de mi abuelo, y yo estaba llorando porque mi conejito se había muerto. Ese momento, hoy, lo recuerdo con mucho peso en mi alma, porque siento que no hice nada, que sólo saqué a mi madre del foco. Pero a la vez, sé que sólo tenía 9 años, no podía hacer nada, y más aún, no entendía nada de lo que pasaba. Yo sólo recuerdo el dolor de que ese conejo se hubiera muerto, y recuerdo que la familia estaba en el comedor, discutiendo. Nada más…

SOY: Por lo tanto, no puedes juzgarte por no entender, por no ver esa otra parte…

YO: Y sin embargo, en cierta forma, lo hago. Y cuando puse toda mi disposición en comprar una casa, fue por ese momento. A veces son esas circunstancias las que definen nuestro presente. Lo que pasó, simplemente pasó, es lo que yo vi, yo simplemente podía ver al conejo, nadie puede juzgarme por eso, pero sí puedo juzgarme por lo que voy a hacer. Una vez que tomo consciencia de lo que sucedió, mi acción a futuro es juzgable, pues ahora soy responsable, y debo actuar en concordancia. Así, el futuro es más aterrador, porque cada paso que dé, depende ya de mi intención, y no de lo sucedido en el entorno.

SOY: La Culpa…

YO: ¿En qué sentido?

SOY: Culpa es el concepto de fallar, de no hacer algo bien. Normalmente hoy se relaciona con el hecho de hacer algo mal, de decir algo inapropiado, o actuar fuera de lo establecido, cometiendo un error que debe ser punible. Sin embargo, el concepto más antiguo de la Culpa no está relacionado al mal accionar, sino a la ignorancia en el momento de la acción. Los humanos se mueven por la culpa, reaccionan en sus vidas por medio de la culpa, como una forma de intencionar, de tratar de encontrar la armonía. “Fue mi culpa, y por lo tanto debo arreglarlo”. Esto genera un peso enorme, que doblega tu cuerpo. Y ese peso debilita los pilares que sostienen tu integridad: las piernas.

YO: Sí, siento culpa. Nunca creí que sentiría culpa. Y la verdad que es por lo que te dije… Antes no sentía culpa, porque no podía sentir culpa sobre cosas que habían pasado, que había vivido. No puedo sentir culpa por lo que soy, el producto de una historia espiritual, álmica y biológica. Cuando me dediqué a explicar lo que recuerdo, lo que aprendí en mis vidas, me sentía libre de culpa, sólo sentía una responsabilidad muy grande de continuar con lo que no pude seguir hace tanto tiempo, sabiendo que ahora había llegado el momento de retomar lo inacabado, la reconexión de la Red. Pero esta vida me propone un nuevo reto… Al terminar de cerrar lo que dejé incompleto hace 12000 años, es decir, en el cierre de este ciclo en el 2022, debo empezar a construir futuro. Y en cierta forma, es una nueva forma para mí, pues implica dar mi opinión sobre el presente. Y opinar, es como ver sólo el conejo, es imposible ser neutral. A veces me pasa, que intentando hablar sobre lo que debemos hacer hoy y hacia el futuro, no puedo dejar de lado lo que observo del mundo.

SOY: Y eso es inevitable, pues sólo tienes dos ojos, y ocupas sólo un lugar en el espacio siendo quien eres. El mundo, pues, será visto desde tu punto de vista.

YO: Pero puedo hablar contigo, y con otros seres que me ofrecen mayor neutralidad.

SOY: Pero no por ello, serás neutro. Un barco no puede zarpar en todas las direcciones a la vez en esta dimensión. Estás en la Tercera Dimensión, y aquí tienes que decidir un destino. Nosotros, desde otras dimensiones, somos los radares y torres de control que ayudamos a guiar, sabiendo dónde están las rutas, las tormentas, los otros barcos… Pero eres tú quien marca el destino, quien posee los controles del navío. Eres el capitán, no nosotros, y por ello, somos nosotros quienes tenemos que guiarte en tus decisiones, no en las nuestras. Allí está tu libertad.

YO: Y la tripulación… ¿Qué?

SOY: Ellos decidieron subirse al barco. Nadie les ha obligado.

YO: Aún así, me siento responsable.

SOY: Debes sentirte responsable, pero no el peso de la culpa. Debido a que sólo puedes elegir un destino, sólo puedes tener en cuenta ciertos factores, y no todos. En tu recorrido, atravesarás ciertas circunstancias que no suceden en otros mares, océanos, islas… Y eso no desacredita tu navegación. Cada barco tiene su propio recorrido, y todos comparten los océanos, el agua. No hay ningún barco que pueda en un mismo viaje tocar todos los destinos.

YO: Eso es lo que me hace sentir culpa… Creer que estoy guiando a todos sólo a mi destino, desde mi punto de vista. ¿Cómo logro ser neutral?

SOY: El barco no es neutral cuando navega a su objetivo, el barco es neutral cuando en el puerto les dice a todos: “Nuestro viaje será de esta manera, y con este destino, si buscan otro, hay muchos barcos más, todos serán útiles para navegar”.

YO: Entiendo, o sea, que pierdo demasiado tiempo culpándome por compartir mi visión, cuando sólo debo decir: esta es mi visión, pero hay muchas más…

SOY: La culpa es un sentimiento de quien actúa con Inconsciencia, y aquí estás demostrando abiertamente tu inconsciencia. La falta de desconocimiento de los otros caminos, los otros senderos, no te hace ignorante, lo que te hace ignorante es creer que no los tienes en cuenta. Es por estas cosas que te sientes desubicado en la materia. Estás acostumbrado a ver el Todo, y en esta vida, se te pidió que teniendo en cuenta el Todo, elijas un sendero.

YO: Me aterra, porque si hay algo que los humanos suelen hacer es nombrar y etiquetar los caminos. Hablando de futuro, será muy fácil que traten de buscar la palabra que defina lo que diré: comunista, neoliberal, iluminati, gurú, “vendehumo”, y tantas otras connotaciones.

SOY: Y jamás serás libre de las connotaciones de los demás, pues los otros tienen ojos y perspectivas. Todos siempre te juzgarán por lo que hagas, decidas o pienses, por cada paso, por cada respiración, siempre habrá un crítico desde su punto de vista. Pero es tu decisión ser libre de ellas. El consciente es libre de las críticas, y las toma como sugerencias que nutren sus capacidades de transformarse. El inconsciente las toma como una crítica y batalla personal, entrando en el juego de “quién tiene la razón”.

YO: Últimamente he sido muy inconsciente. Tratando de excusarme de lo que digo, reaccionando a las opiniones de otros ojos, pero hoy me di cuenta que no era por rabia, sino por culpa. Siento que si alguien no me entiende, es por mi culpa, por no saber expresarme bien. Que si alguien me dice que no sé algo, es mi culpa por no haber estudiado más para saberlo. Que si no caigo bien a alguien, es mi culpa por no ser más abierto. Que si me sugieren hacer las cosas de modo diferente, es mi culpa por no saber cómo… Y esto me lleva a mi propia familia. Siento que los problemas que recientemente han separado a mi familia son todos por mi culpa, por vivir en un mundo de sueños y misiones sin darme cuenta de las necesidades de los otros. O de sus puntos de vista… Siento que el hecho de haber perdido muchas personas en mi vida, fue sólo por mi culpa, por no haberme puesto en su lugar antes de tiempo, por no pensar en todos como debería… Y temo hacer lo mismo con todos, que no lo haga bien, que no me explique bien, que no llegue a cumplir mis cometidos y muchos se sientan defraudados, o incluso siento previa culpa al momento en que deba comenzar a dar mi opinión sobre el mundo actual y el futuro, en el que muchos estarán, seguramente, en desacuerdo… ¿Qué he de esperar…?

SOY:  Lo mismo se pregunta cada persona que busca la consciencia en la Tierra. ¿Cómo ser aceptado cuando diga mi verdad? ¿Me comprenderán? Y aquí está el gran reto: comprender que todos sois humanos, y que el error es la clave de vuestro crecimiento y aprendizaje. La consciencia fomenta reconocer la prueba y error como parte de la expansión, entender que cada humano es una perspectiva. La inconsciencia se muestra desde las posturas cerradas, en frases como “estoy en desacuerdo”, “no es así”, pues todas las frases puestas desde la negatividad y en oposición, defienden una postura. En cada conflicto hay dos miradas, y ambas deben responder con frases como “según mi visión”, “Desde mi perspectiva”, “yo creo…”, “yo sé que…”. De esta manera es que podemos construir, no desacreditando al otro, sino construyendo desde las visiones. Así, comprenderás que nadie tiene culpa de nada, pues todos necesitan ponerse en el lugar del otro. Se necesita de dos miradas para generar un conflicto, no sólo de una. Lo que uno provoca, genera ruido en otra, despertando sus distorsiones. Pero, en tanto dejemos de ver la culpa en unos u otros, para ver las visiones en unos y otros, reconstruyendo el hecho desde una perspectiva más amplia, podremos comprender que todos tenían razón. Simplemente, no podían ver la razón del otro. La culpa es un peso innecesario que los humanos se cargan y que no tiene ninguna productividad. Para identificar la culpa sobre una falta, identifica primero tu consciencia sobre ello. No temas a opinar, siempre y cuando sea reconociendo que las otras visiones no están en tu contra, sino a su favor.

YO: No hay sentido, pues, en la culpa, de la misma forma que un niño no puede tener responsabilidad ni culpa sobre los conflictos de su familia, en tanto ignore o sea inconsciente de un hecho.

SOY: Nadie nace sabiéndolo todo, y la mayor muestra de coherencia es reconocer que se desconoce la mayor parte de la realidad.

YO: “Sólo sé que no se nada”…

SOY: Reconoce en la culpa tu gran falta de consciencia sobre tu responsabilidad. Ser responsable no es hacer lo que los demás y el mundo esperan de ti; es brindar lo máximo que puedes dar de ti al mundo. “No le pidas Peras al Olmo”, suelen decir…

YO: Sí, entiendo… La gran responsabilidad es descubrir lo que yo tengo para dar desde mi humilde perspectiva, lo que puedo compartir de mí, y ofrecer al mundo desde mi visión, tomando las faltas, carencias, errores, críticas, como una forma de nutrir mi crecimiento. Es verdad, que uno no puede saberlo todo, pero puede aprender…

SOY: Todos hemos venido a aprender. Aquel que espera que alguien lo sepa todo no puede ser un gran maestro.

YO: Recuerdo cuando los profesores se enojaban en clase porque no sabíamos algo. Era paradójico que en lugar de querer enseñarnos, o de preocuparse sobre el por qué no lo habíamos entendido, se enfadaban porque no lo sabíamos.

SOY: ¿Y tú qué tipo de maestro eres?

YO: Pues… Ahora que lo pienso, sinceramente, sí. Me molesta mucho cuando hay personas que hacen preguntas que me parecen obvias…

SOY: No existen preguntas obvias. Quien hace una pregunta, es porque no sabe su respuesta. Dime, ¿Sabes decirme cuál es la masa gravitacional del Sol?

YO: … No…

SOY: Para un astrofísico debería ser fácil la respuesta.

YO: Entiendo el punto… Pero eso no implica que tenga que responderlas todas…

SOY: No, claro que no. Sin embargo, eso no quita que no te parezca obvio como para un profesor en clase le parecía obvia la respuesta que tú no sabías. Puedes ayudar a que el alumno encuentre la respuesta por sí solo, sin necesidad de darle la respuesta ni desmerecer la pregunta.

YO: Sí, entiendo… Son cosas que, seguramente nos pasa a muchos, por sentirnos presionados… O condicionados por el método de aprendizaje.

SOY: Las personas siempre se posicionan en uno u otro lugar: el que conoce y el que desconoce, el que sabe y el que ignora. La culpa es parte del desconocimiento y la ignorancia, pues al no saber, no responde, o falla, erra en su intento. Es menester, pues, de parte del maestro, ayudarle al alumno a encontrar la manera de hacerlo. Y la clave para lograrlo es reconociendo que todos estamos en la búsqueda, todos estamos aprendiendo. No puedes culparte ni culpar a otros por lo que se desconoce o ignora.

YO: Debo, pues, valorar lo que soy capaz de entregar a otros, e ir aprendiendo con honestidad de lo que no comprendo en tanto esté a mi alcance.

SOY: No necesitas conocer todo para saber, no necesitas demostrar nada a nadie. Hoy la sociedad ha hecho del conocimiento un peso y de la ignorancia una forma de vida. El reto radica en aceptar la ignorancia como un estado natural capaz de evolucionar mediante el aprendizaje, y el conocimiento como el enriquecimiento en el camino. Nadie es culpable si no entiende el porqué.

YO: ¿Y qué pasa con los que hacen las cosas mal sabiendo que son malas? Como la corrupción, los asesinatos, violaciones, etc.

SOY: También es la culpa del ignorante. Nadie que destruya una vida ajena o un equilibrio común puede ser consciente de lo que hace. No se puede definir dicho acto como “Conscientemente realizado”, sino “inconscientemente reaccionado”. Alguien que irrumpe el orden, es alguien que se ha distorsionado, y que necesita volver a encontrar el equilibrio. Volver a aprender lo que olvidó.

YO: O sea que la culpa es sólo una percepción personal, no un hecho externo. No se puede poner la culpa sobre alguien, sólo se puede aceptar ser culpable. Lo cual llega en tanto me siento inconsciente ante lo que he hecho. Y me libero de la culpa sabiendo que era algo que desconocía, y que debo realizar mejor aprendiendo nuevas formas.

SOY: “Quien esté libre de culpa, que lance la primera piedra”.

YO: Es un buen ejemplo para los que solemos criticar a otros sin darnos cuenta de nuestras propias falencias.

SOY: Todo ser vivo está en proceso de aprendizaje. Por ello, es importante aprender a respetar a los demás alumnos. No te sientas culpable de lo que no hiciste o de lo que pudiste haber hecho, hiciste lo que hiciste con las herramientas que tenías en ese momento, y seguramente ahora lo harías diferente. Tranquilo.

YO: ¿Y en relación al futuro?

SOY: No puedes pedir perdón por dar lo que surge de ti. Es decisión de los demás tomar o dejar lo que tienes para entregar. En tanto surja de tu corazón y coherencia, no tienes nada que perder, sólo que entregar y aprender. Libérate de lo que los otros crean o piensen de ti, sé tú mismo, y entrega lo que puedas en cada momento, y con el tiempo aprenderás nuevas cosas que te harán entregar nuevas perspectivas. Se llama Crecer. Nadie debe tener vergüenza de crecer, nadie puede sentirse culpable de ser un aprendiz. Uno debe sentirse orgulloso de ser alumno de la Vida.

YO: Reconocer esto quita peso sobre mi cuerpo. Mis piernas pueden relajarse, y mis rodillas flexibilizarse… Aún así, me da la sensación de que ser consciente y neutral es casi no tener el derecho de omitir opinión, y allí encuentro mi dicotomía: ¿cómo se puede ser neutral y exponer una opinión personal a la vez?

SOY: La neutralidad tiene una característica fundamental: aceptación. La Neutralidad es como el concepto frívolo de lo que llamas Amor Incondicional. Ser neutral no implica no tener opinión, sino aceptar la opinión de los demás. La misión de la neutralidad es exponer la aceptación a los distintos puntos de vista, sin estar en contra de ninguno. Tener una visión o perspectiva fuerte no está en contra de ser neutral, siempre y cuando no te posiciones en la dual idea de que la tuya es la única verdad y el otro está equivocado. Ser neutral es tener fuerte convicción, y abierto corazón a aceptar las otras convicciones.

YO: A veces se podría creer que para ser neutral, no hay que ni opinar, ni decir nada; que ser consciente es casi ser un monje de clausura.

SOY: Ser consciente es saber a dónde vas, ser neutral es no estar en contra de nadie en ese camino. Ser neutral es no alimentar a los enemigos, pues los mismos sólo existen en mis puntos de vista. Lo importante de dar tu opinión, es que la misma se convierta en acción, y ésta se vuelva un hecho coherente.

YO: Me libero, pues, de la Culpa, para ser neutral, aceptando mi ignorancia y poniendo la voluntad de aprender en el camino, sin temor a dar mi opinión, siempre que la misma esté impregnada de la responsabilidad de ser coherente en las acciones y los hechos.

SOY: Sólo así serás libre de toda culpa.

YO: Y en lugar de lanzar la piedra, la utilizaré como los cimientos para construir un hogar donde todos podamos vivir en armonía.

SOY: Reconoce tu inconsciencia, pues es la única vía hacia la verdadera consciencia. Pues sólo reconociendo tus debilidades y aprendizajes, trabajarás tus fortalezas convirtiéndote en maestro.

YO: Yo Soy Inconsciente en muchos aspectos de mi vida, y así, pongo toda mi intención y voluntad para convertirme en un ser plenamente Consciente.

SOY: Bienvenido a la Vida sin Culpa.