YO: Hoy pensaba que no sé si mi Revolución Solar de este año me es buena o mala para la tarea que debo realizar…

SOY: ¿Por qué piensas eso?

YO: Bueno, teniendo en cuenta que la posición de los astros tiene un sutil efecto en nosotros desde que nacemos, dándonos herramientas para nuestras vidas, y que cada cumpleaños la nueva posición de los mismos nos da nuevas herramientas para los siguientes 365 días, los que me tocaron este año, no sé si me harán un favor o acabarán por destruirme y volverme loco. En primer lugar, el día que nací, el Sol estaba frente a la constelación de Leo, o sea que sería el centro de atención. La Luna se encontraba en Sagitario, lo cual me haría querer aprender viajando y mediante la diversión; y en el horizonte, al este, ascendía la constelación de Capricornio, que me recordaba que debía trabajar día y noche para superarme a mí mismo. Mercurio en Cáncer, lo que me da el carácter comunicativo de maestra de escuela, pero teniendo en cuenta que Marte, mi voluntad, y Venus, mi amor, estaban ambos en Leo, lo cual volvía todo aún más centrado en mí. Júpiter en Aries recordándome que mi misión de vida es el Yo Soy, y Saturno diciéndome desde Sagitario que resolveré mi karma de vida si viajo por el mundo. Pero este año, 2020, a mis 33, las herramientas con las que cuento, más allá de lo evidente, de mi Sol en Leo y mi Mercurio intacto en Cáncer, son la Luna en Acuario, lo cual me parece genial para estar un año solo y sin dependencias emocionales; con el ascendente en Piscis, también interesante en relación a estar conectado más con la meditación y el servicio; Venus en Géminis, me parece bien, porque me estoy comunicando todos los días con unas 4000 personas. Y Marte en Aries, genial para poner voluntad en mi Yo Soy. Y claro, Júpiter y Saturno en Capricornio… Es decir, con mayor trabajo sobre mí mismo y toda mi historia arraigado en un mismo lugar sin moverme de mi cueva, día a día haciendo lo mismo.

SOY: Entonces no veo el problema… Parece que es perfecto todo lo que te ha tocado para este año…

YO: Bueno… El problema es que no me siento yo. Más allá de que agradezco que el orden cósmico me haya entregado esta posibilidad de tener estas justas herramientas para mi año de cuarentena consciente, mi naturaleza (la que poseo desde que nací), se siente atrapada en una jaula. En primer lugar, encuentro mi estabilidad emocional en el viaje, en el cambiar de ambiente, y este año, como a toda la Humanidad, nos tocó encerrarnos.

SOY: Pero lo bueno de tener la Luna en Acuario, es que todo te da igual…

YO: Bueno, eso es verdad. No extraño a nadie, me siento bastante apático y neutral, tratando de aprender cosas que nunca había aprendido, pero disfrutando de estar solo. Lo que me cuesta es el ascendente en Piscis. Ahora que puedo ser consciente de estas cosas, comprendo mejor los cambios de humor según el año. Ya me preparé para tomarme un año bastante irregular y desordenado para mi gusto.

SOY: Como ascendente en Capricornio, estás acostumbrado a planificar, a estructurar, a pensar de qué mejor manera se pueden hacer las cosas en el futuro. Pero en este tiempo, es fundamental que te conectes con tu interior, con tu alma, sin saber qué pasará ni siquiera ese mismo día.

YO: El otro día lloré viendo una serie… Eso no es normal en mí. Estoy apático emocionalmente, pero cuando veo una injusticia se me mojan los ojos… Lo que sí he notado es que estoy mucho más conectado con mi mente y no tanto con mi cuerpo o la densidad del mismo como antes…

SOY: Perfecto… Y tu Marte en Aries te está dando la fuerza de voluntad que nunca tuviste para cuidar de tu cuerpo en ejercicio y alimentación…

YO: Sí, pero nunca estuve tan irritable en tan poco tiempo. Antes solía disimular cuando algo me molestaba… Ahora no.

SOY: El políticamente correcto Marte en Leo es inútil en tiempos en que debes sacar lo que está verdaderamente estancado en tu Ego.

YO: Tiene lógica. Creo que tal vez lo que más me está matando es el día a día. Con un Júpiter natal en Aries, busco que lo que hago todos los días en mi vida sea intenso y arriesgado para encontrarme a mí y mostrar esa búsqueda. Y Saturno en Sagitario que me dice: “soluciona tu problema en el Tibet. Ahora ve y soluciona tu karma en Noruega, ahora ve y enfréntate a tu historia en México…”. Por más doloroso que sea a veces, eso es lo que me hace crecer, sentir vivo y útil. Sin embargo, ambos están en Capricornio este año… Y… No sé… Estar observándome y juzgándome todo el día en cada acto para superarme pero quieto, en un mismo sitio, sin moverme, encerrado, es una dura estadía.

SOY: “Constancia”. Del latín “Con-Stan-tia”, que significa: aquello que permanece parado o estacionado en un largo periodo.

YO: Eso define mi sensación de locura. la Constancia es prácticamente lo opuesto a mí. Sinceramente lo digo, la constancia es algo que no me representa. Todo lo que me propongo lo dejo a medias, todo lo que hago lo transformo. He hecho y creado tantas cosas en mi vida, que muchas de ellas las he abandonado a los días de empezar porque “me aburrieron”. Algo que hace que mucha gente que me sigue no entienda realmente qué debe ser de mí. Mi Luna en Sagitario no logra sentirse feliz ni plena cuando algo lleva más de un mes. Y ahora, con Acuario me siento como si todo me diese igual. Antes, buscaba trabajar en algo todos los días, con objetivos que cumplir, agenda, propósitos, y mi Capricornio en ascensión se sentía feliz. Todos me decían que dejara de planificar, pero aún si los planes no salían como yo quería, me gustaba tener plan A, B, C, D y he llegado hasta el J a veces. Pero ahora, con Piscis, sólo puedo mirar a mis pies, y ver el paso a paso… Como si no hubiera mañana. No sé qué haré ni cómo lo haré, y en esa desorganización mental, sin embargo, todo es igual cada día.

SOY: Paso a paso. Allí está la clave. Este año tenía un propósito para la humanidad: Que los 8 mil millones de habitantes de la Tierra se detuvieran, quedaran encerrados en sus casas, y en lugar de mirar al futuro y correr planificando, tuvieran que vivir en la incertidumbre del caos Pisciano, en el constante “no entiendo qué será, qué pasará”, y despertar el paso a paso, día a día; concentrarse en las cosas más simples, y aprender a pensar en el otro, a estar al servicio del otro mientras me cuido a mí mismo. La gran práctica de la Constancia Humana dentro de la incertidumbre. Esto es una clave para prepararnos ante toda crisis, saber que no podemos pensar más allá de hoy, que hoy es todo lo que existe. La única forma de construir futuro es concentrarnos en el presente. Paso a paso. Tú, personalmente, debiste ser presionado por los astros para vivir este año de tal manera. Debes convertir estas herramientas en una virtud, no en una carga.

YO: Inspirar hondo, y disfrutar de cada día como el único, sin pensar mucho en lo que haré después.

SOY: Las cosas sucederán de una forma u otra. Lo que depende de ti, es la preparación que tengas para afrontar lo que pueda suceder. Es importante pensar en el futuro, sí. Es importante planificar, sí. Pero no se puede vivir en el futuro, no. Sólo se puede avanzar paso a paso. Y cada paso que des, es igual de importante, no importa si es corto o largo, lo importante es que sea firme. El símbolo de Piscis son dos peces, pero ambos representan los Pies. El lavatorio de pies del que hablamos en la semana emocional, aquí implica ahora dar el primer paso en este nuevo camino que he decidido empezar. Y para lograrlo, se necesita constancia. La constancia es la cualidad de seguir en el sendero, de no perderse, ni distraerse.

YO: Difícil la constancia con ascendente en Piscis…

SOY: Debes reconocer que la constancia que se te pide este año, es de carácter pisciano, y no capricorniano. Este año no te pide trabajar, ni realizar ningún propósito o proyecto. Este año te pide Soñar, Imaginar, estar al Servicio de la Meditación, de encontrar la fuerza interior, el rico mundo interno a través de la conexión del espíritu, de la magia, de la creatividad. El Yo Soy te pide que te sientes y no hagas nada. Contempla, libérate de la culpa de no estar obrando para nada. Pero no busques escapar, sino contemplar. Júpiter y Saturno en tu carta te están recordando que tienes un largo año en que cada día se parecerá al otro, y sin embargo, tu interior será cada vez más diferente. Estar en el mismo lugar te impide escaparte de la responsabilidad de continuar el camino. La Constancia es un atributo que has de ganar, integrar, practicar. Tu naturaleza busca hacer todo rápido, por que sabes en tu interior que en breve tendrás que irte a un nuevo sitio y no podrás seguir con ello. Ahora no. No te irás a ninguna parte. Cada día, será un paso. Tu único destino, es el tiempo, no el espacio. Este es el Portal del Tiempo.

YO: Creo que ahora acabo de entender algo… Cuando estaba escribiendo la Novela “La Gran Herencia”, me di cuenta de que todo lo que sucedía no pasaba en ningún lugar, sino en distintos tiempos… Entonces, la constancia en un mismo lugar, me permitirá conectarme a diferentes tiempos… ¿Es eso?

SOY: La constancia es la contemplación de todas las posibilidades de lo que ocurrió, ocurre y ocurrirá. Es tomar un lienzo en blanco y dar una pincelada cada día. Sin expectativas, simplemente dejándote ser. Y descubrir al final del año tu creación, en que podrás verte superado, habiendo sumado muchos matices. Enriqueciendo tu visión de ti mismo. La pincelada en cada día trae emociones, memorias, intenciones, que unidas en un mismo lugar cobran sentido, pues puedes verlas a todas. La última pincelada será del pintor que haya logrado unir todos los matices en la neutralidad.

YO: Lo que hoy veo como una especie de carga o peso, es en realidad mi nueva herramienta Sólo debo aprender a utilizarla, a aceptarla. Lo que somos y lo que recibimos son todas claves para construir nuestro Yo Soy. Si en lugar de correr, me siento a contemplarlas, podré ver su lógica, utilizándolas correctamente y día a día. Es como lo que me pasaba hace dos semanas: Empecé a ir al gimnasio y a los 5 días me sentía deprimido porque no lograba ver ningún cambio… La estúpida desesperación de creer que todo lo debo hacer en menos de 7 días porque al octavo me voy. La Constancia es olvidar los objetivos, y concentrarse en el proceso.

SOY: Disfrutar del proceso. De la Caminata. ¿Por qué haces todo lo que haces en la vida? ¿Sabes que cuanto más rápido quieras llegar al destino, más rápido llegarás a la muerte? Pues tu único destino real es morir, y cuanto más acelerado vivas, más rápido le encontrarás. Sólo piensa quién vive más: la tortuga o el conejo. Debes encontrar el perfecto balance entre vivir intensamente y poder contemplar ese viaje paso a paso. Si algo te ha enseñado la vida en estos últimos años, es que no importa el esfuerzo que pongas en que las cosas salgan como quieres, las mismas se transformarán. Y al ver que no suceden como esperabas, te frustrarás, porque pasaste tan rápido por el proceso de llegar, que no leíste ninguna de las señales que te decían: “camino sin salida”.

YO: Sí, puedo ver eso. Pero igual, si no fuera por mi intención de que todo se puede hacer, nunca habría hecho nada.

SOY: Oh, claro, eso se sobreentiende. Es fundamental activar, moverse, hacer, intencionar para que el motor energético empiece a ordenar todo. Pero si no le das tiempo al motor a calentarse y te olvidas de poner aceite a los engranajes, lo probable es que todo descarrile y nunca llegues a tu destino intencionado, convirtiéndose tu vida en un desafortunado accidente.

YO: Conozco esa sensación… Una vez quemé el motor de mi coche viajando a Rosario por esa misma cuestión. Entonces, practicar la constancia es permitirme observar cada paso que doy, y cómo lo doy. Saber si soy firme en mi camino.

SOY: Las grandes cosas no nacen en grandeza, sino que se construyen de pequeñas cosas. La pirámide es el conjunto de miles de bloques. Una casa se levanta con miles de ladrillos. No puedes decorar una casa que aún no ha terminado de construirse. Debes poner ladrillo por ladrillo, y hacerlo con mucho cuidado y dedicación, pues en el momento en que quieras hacerlo rápido para ver el resultado, sólo obtendrás fallas Luego, entrará humedad, se quebrarán los muros, y posiblemente sea tan débil que caerá toda la estructura. Por ello, pasar del plano del arquitecto al edificio acabado implica tiempo y dedicación con cada uno de los elementos que le compondrán. Cada día que te levantas, subes la pirámide, meditas y expandes, saludas a las mismas personas, te ejercitas, desayunas, escribes, luego te distraes, caminas, pintas, aprendes piano… Todo lo que haces, no es pasar el tiempo, es construir el tiempo. Cada pequeño paso que das se registra en tus células, y así, en tu energía, y de allí en tu subconsciente, el cual se convierte en el cemento que une los ladrillos, que le dan fuerza, que sujetarán la estructura a través del tiempo. La constancia no es siempre hacer lo mismo, sino que es hacer lo que se hace con el foco de la consciencia en ese aquí y ahora.

YO: Estar en el presente, “con los pies en la Tierra”, como se dice.

SOY: La pandemia global tenía un objetivo desde el plano espiritual: detenerlos a todos, hacerlos pensar en el día a día, en la muerte, en el control, en lo que habéis hecho con vuestras vidas. ¿Tenía sentido todo? ¿Sois realmente libres? ¿A dónde ibais y a dónde pretendéis ir? La Tierra necesitaba de vuestro silencio y meditación. Por ello, 2020 debía detener vuestras ansias de avanzar. Y como parece ser que los humanos no entienden otro método de aprendizaje más que el de la crisis, entonces el Universo os regaló el silencio acorde a vuestra forma de pensar y actuar. Ahora, siéntate y piensa en lo que has hecho. Toma consciencia de los destinos a los que te dirigías, piensa si vivías más en el futuro que en presente, si proyectas en “lo que podría ser” o en lo que “es”.

YO: Y doy un paso hacia mi nueva vida, paso a paso… Reconociendo la importancia de los mismos para construir futuro.

SOY: Disfruta de tus herramientas, son un regalo. Aprende de estar contigo mismo en un mismo lugar, mirando tu día a día repetirse, pero contemplando cada uno con una nueva perspectiva superadora a la anterior. Tú puedes… Esto es como la desintoxicación de un alimento, como cuando decides dejar el azúcar: el primer tiempo es doloroso, pues el hábito se volvió adicción. Y si pasas la barrera de la desesperación, encontrarás el balance, la calma, y la constancia.

YO: Podría decirse que lo que estoy haciendo, y estamos haciendo muchos, es entrar en un proceso de desintoxicación del tiempo y el espacio.

SOY: Esa es la clave. Desintoxicarse de vuestra percepción del Tiempo y del Espacio. Para entrar en la Eternidad.

YO: Así, pues, me pongo a ello. Y elijo ser Constante.