YO: ¿Qué es una creencia?

SOY: Creencia viene de Creer, que se origina del concepto latino de “tener fe”, “pensar que algo es posible”. Así, Creencia viene de “creentia” con su sufijo “-ntia”, que es “la cualidad de pensar que algo es posible”. O en inglés “belief”, que proviene de las raíces sajonas “galaubyan”, y significa “mantener lo querido”. Así, ambos conceptos implican sostener durante el tiempo aquello que nos hace sentir que algo nos mueve, que es posible, algo que deseamos, estimamos, queremos o amamos. Si creer es un acto personal de un individuo en una circunstancia específica de tiempo y espacio, la creencia es un acto colectivo que trasciende tiempos y espacios, es decir, que atraviesa generaciones y va más allá del individuo. Son conceptos que adoptamos y heredamos.

YO: O sea que todos originamos una creencia al creer en algo, la cual pasamos a las futuras generaciones… ¿No?

SOY: Mira el cielo y dime qué color ves.

YO: Celeste… Casi blanco.

SOY: Y dime, qué sientes al verle.

YO: Amplitud, abierto…

SOY: Así, en tu mente, el color celeste y sobre todo los más claros, estarán relacionados a la amplitud y lo abierto. Y cuando a tus hijos le hagas mirar el cielo, les dirás: “mira qué celeste hermoso, qué amplio es el cielo”. Y maravillado en la contemplación, tus hijos te mirarán e imitarán la emoción, relacionando naturalmente al cielo con el color celeste y lo amplio.

YO: O sea que lo que yo observo y parece real, es algo que creo, en realidad.

SOY: Claro… El cielo no es ni amplio ni celeste. Alguien, por más celeste que lo vea, seguramente dirá que el cielo es azul. Cuando es raro ver el cielo azul si te pones a pensarlo bien, pero les han enseñado a decir que el cielo es Azul. Además, el concepto de cielo no existe, ya que lo que ves es sólo la luz del sol refractada sobre los átomos de nitrógeno, oxígeno y argón. Los cuales se acumulan por presión, así que alguien podría pensar que más que amplitud, es casi una prisión de presión.

YO: Entiendo… Depende de lo que percibo.

SOY: Depende de lo que obtienes en tu observación, pero la emoción es lo que esperas que sea. Tu cuerpo necesita la seguridad de que lo que ves sea así. No puedes explicarlo, sólo puedes sentirlo. Por ello, se basa en la fe. Puedes saber ahora que el cielo lumínico que ves en realidad no existe; es sólo un espejismo atómico. Sin embargo, no sentirás los átomos, sólo sentirás la relación entre tu cuerpo y lo observado. La Emoción. Y esa emoción es con la que transmites a los demás tu mirada… La compartes porque tienes “fe” en ella, en lo que ves. Porque es difícil para un humano aceptar que nada de lo que ve o en lo que cree realmente existe. La mente necesita puntos de referencia, concreción, para poder existir. Por esto nos forzamos por creer en lo que vemos y sentimos por más que de algún modo sepamos que no es real. Así, la mente se aferra a lo que percibe, y al transmitirlo, va más allá del individuo, se convierte en un concepto, y termina por ser una creencia.

YO: Entonces, en cierta forma, todos somos constructos de creencias, nadie puede escaparse de las creencias porque son el resultado de la percepción del mundo.

SOY: Eres el resultado de miles de creencias, que no sólo tienen que ver con mandatos familiares religiosos o machistas, sino que también con la mirada del mundo, lo que nos gusta comer, lo que nos divierte, los hobbies, lo que nos interesa saber… Todo son creencias. Y no está mal tener creencias, nos ayuda a tener herramientas previas, a no tener que construirnos de cero en la visión del mundo; nos entrega capacidades innatas para percibir. Piensa bien, que un grupo humano en la prehistoria, había desarrollado la habilidad de cazar mamuts para sobrevivir. Entonces, la única manera de hacer que la tribu sobreviviera era transmitir la creencia de que sin mamuts todos morirían, porque ese animal tenía todo lo necesario para crear ropas, casas, herramientas, utensilios sagrados. Era la base de su divinidad, su alimento, todo. Así la creencia es una herramienta de supervivencia. Cada familia ha utilizado desde entonces la creencia necesaria para su trascendencia. Algunos han visto que sólo los hombres iban a cazar, y se creó la creencia de que sólo los hombres pueden trabajar. Otros vieron violencia en su familia, y cómo en la violación nacían más niños, y crearon la creencia de que la única forma de generar descendencia o de amar es con violencia. Otros vieron que la fe mantenía a todos unidos, y crearon la creencia religiosa para mantenerse en comunidad.

YO: Así se entiende que el significado de creencia sea aquello que quiero, o la cualidad de tener fe en que algo sucederá como es esperado. O sea que es importante entender que lo que nosotros hoy vemos como algo negativo que nos ancla, en el primer momento en que surgió, era la forma en que vimos que había resultados positivos, y les seguimos imitando generación tras generación porque daba resultados.

SOY: Hasta que dejan de darlos. Y allí es cuando surge la necesidad de liberarse de las antiguas creencias, y crear nuevas. Las personas a las que se les dijo que sólo Dios les daría cobijo, transmitieron la creencia y actitud de que Dios es lo único capaz de salvarnos, y sin darse cuenta repiten: “gracias a Dios”, “Oh Dios”, “Dios quiera” (que también en español suelen decir desde la lengua árabe como “Ojalá”= in-sha’a Alá), “Dios te bendiga”, etc. Aún si ya no son religiosos. Y cuando buscan liberarse de esto, rompen la creencia creando una nueva, proyectándola en extraterrestres, o maestros, o ángeles, o la ciencia, o la tecnología, o el arte… Pero la proyección continúa, pues la creencia es “pensar que algo es posible”, y todos, tanto ateos como religiosos, o espirituales y naturalistas, todos tienen la esperanza de que las cosas pueden lograrse, que algo puede pasar, cambiar, mejorar. Todos creen. Cuando una persona tiene una creencia que duele, que se repite y ha identificado, lo que necesita es crear una nueva creencia.

YO: Pero es casi como repetir el mismo error.

SOY: Si lo haces desde la inconsciencia, lo es.

YO: ¿Y cómo se hace desde la consciencia?

SOY: Liberando a los demás de tu creencia. Recordándoles que cada uno tiene su propio punto de vista, y que éste puede cambiar. Allí radica la clave. Una creencia es una forma de observar, de moverse por el mundo, de tener herramientas para actuar. Pero desde la Inconsciencia, la Creencia se detiene, nos detiene en el prejuicio, la preconcepción y la preocupación, todos los “pre”. Es decir, llegar a una conclusión antes incluso de iniciar la acción. Si en el Universo la clave de la existencia es la transformación constante, y esa transformación es energía en constante movimiento (y ya habíamos dicho que la energía es eterna, y a la eternidad la llamamos “Amor”), esto significa que una creencia que no se permite transformarse, pues, pone su foco en la visión de algo anterior y preconcebido, es una creencia que consume y densifica la energía de amor, generando rencor, odio, separación, conflicto y estructuras de patrones heredados. Para que una creencia sea útil, la misma debe ser flexible y hacer honor a lo que su propio nombre significa: “amar la capacidad de pensar que las cosas son posibles”.

YO: Entiendo. Es decir que no es cuestión de eliminar o liberarnos de creencias, sino que se trata de honrarlas por haber sido las que me trajeron hasta aquí, y tener la suficiente confianza en mí mismo como para transformar y actualizar esa creencia a mis tiempos y en mi contexto actual, a las necesidades de mi momento, a la percepción de mi entorno, pero a su vez, siendo capaz de permitir a los otros, a los futuros, crear sus propias creencias, libremente, para que no entren en conflicto con las propias.

SOY: Eso es Amor Incondicional. Respetar las creencias, pues todas son voluntades de que las cosas puedan suceder. Tener fe en que es posible, y puedo compartir esa fe, pero liberando a los otros para permitirles observarla con sus propios ojos.

YO: Así, puedo entender por qué los hijos suelen venir a romper los patrones de creencias de sus padres, y cuanto más conflicto y resistencia ponen sus padres, más dolorosa será la ruptura, pero debido a este conflicto, el patrón de creencias pasará igual, y los hijos repetirán lo mismo que sus padres. Esto es algo muy común que se ve en todas las historias de familia, cuando un niño fue presionado por sus padres en la infancia para ser un doctor, por ejemplo, incluso si él quería ser artista, y sufrió tanto que se dijo a sí mismo: “no haré lo mismo que hicieron mis padres pero con mis hijos”, aunque después, presiona a sus hijos para que sean artistas porque él no pudo serlo, cuando a lo mejor sus hijos quieren ser doctores.

SOY: Eso es transferencia por conflicto. Las creencias no se trascienden mediante quiebres y rupturas por conflictos entre las partes, sino por honrar y aceptar que esas eran sus creencias, y que debo generar nuevas amorosamente, con la consciencia plena de que las mías deben ser libres para los que vienen, permitiéndoles transformarse.

YO: O sea, reconocer que mi visión no es ni la más real, ni la más segura, simplemente es una más. No ponerme a la defensiva, sino en posición constructiva. Y… ¿Cómo lo hago?

SOY: Primer paso: Reconocer cuáles son tus creencias. Toma una hoja y un lápiz, pon de título “CREENCIAS / Chakra Corona Mental”. Debajo, divide la hoja en dos columnas, de un lado pon el título: NEGATIVO, y en el otro: POSITIVO. Y tómate un rato meditativo para anotar todas las creencias que posees y que consideras negativas, y del otro lado todas las creencias que posees y consideras que son positivas.

YO: ¿Y luego?

SOY: No hay luego hasta el próximo mes. Reconocer dónde están todas nuestras creencias es ya de por sí trabajo suficiente. Hay muchas, a veces ni nos damos cuenta de cuántas son. Algunas pueden ser muy simples como: “Yo creo que el cielo es Azul”, y otras muy complicadas como: “Yo creo que el Amor es celar y poseer al otro”.

YO: Perfecto, entonces, la tarea de todo este mes será analizar al detalle todos los conceptos posibles…

SOY: Durante la semana del Mental Reconoceremos nuestras creencias. Durante la semana del Emocional Identificaremos cómo nos sentimos en ellas. Durante la semana Física Manifestaremos una nueva creencia.

YO: Perfecto… Voy a hacer mi lista, y las meditaré esta noche.

SOY: Analiza cada creencia, sé sincero contigo mismo. Este es un paso fundamental para poder posteriormente encontrar el equilibrio con el propio Ser.

YO: Es la parte más densa y personal… Pero sé que podremos hacerlo.

SOY: Bienvenido al tiempo de los detalles, que te hacer ser quien eres.

YO: Yo Analizo mis Creencias.