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RHy: Yo Soy Soñador de Vida

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SOY: Embarrarse…


YO: No quiero…


SOY: ¿Por qué?


YO: Hoy dormí mal, no pude descansar, y tengo diarrea. Dolores de estómago, y me duelen los brazos y hombros. Me siento incómodo, falto de aire, y con la sensación de fiebre. No estoy bien.


SOY: Porque te estás dando cuenta.


YO: Tal vez…


SOY: Hundido en los fangos del Pantano. Las aguas desbordadas de los ríos crean ciénagas, donde el agua estancada sirve de reserva para muchas formas de fauna y flora. El constante suelo mojado, da una textura lodosa al fondo, donde las raíces conviven con criaturas que se entierran. Sus aguas son más apacibles que las de un lago, en el pantano rara vez verás olas, y su superficie pasa gran parte del tiempo cubierta por hojas, tanto verdes como podridas, que generan una capa espesa de limo. El agua, permanece oculta, bajo la sombra de los árboles o de los nenúfares, lirios, lotos, pistias, juncos y tantas otras, que sirven de cobijo a peces, caracoles, aves, y todo tipo de insectos, algunos mamíferos permanentes como nutrias y capibaras, así también como gran variedad de anfibios, tortugas, serpientes, caimanes y cocodrilos. Estos últimos suelen ser el terror de las aguas calmas, ya que se ocultan casi invisibles entre las plantas de la superficie, haciendo que los pantanos escondan posibles horrores. El barro, las arenas movedizas, los caimanes ocultos, pirañas, aguas oscuras, cubiertas, serpientes, sanguijuelas, dan a los pantanos una connotación de ocultismo y terror, al mismo tiempo que calma. Los olores de la ciénaga pueden ahuyentar a algunos, pues la materia en descomposición no circula en sus aguas, algo que los convierte en sitios excelentes para la cría de mosquitos y otros insectos molestos que suelen propagar enfermedades. Por todo ello, el Pantano esconde las cosas más conflictivas que uno prefiere evitar en su vida, y sin embargo, son los únicos espacios donde florece el Loto, la flor de la Iluminación.


YO: “La flor de loto nace de los barros más oscuros”, es algo típico, que todo el mundo dice. Es evidente.


SOY: En los pantanos de Asia y África, la idea de que los pantanos escondieran terrores y malarias, se superponía a la belleza del florecimiento del Loto, flor que en India se convirtió en símbolo de la Iluminación: Sahasrara. Se dice que para lograr que este loto de mil pétalos florezca en la corona, tu tallo debe recorrer las aguas oscuras y densas del pantano humano, por cada chakra, hasta los barros de la ciénaga donde se nutre de las sombras más oscuras del ser. Por ello, el iluminado no es alguien que vive en la luz, sino que tiene sus pies firmes en las sombras que ha transitado para florecer.


YO: Es una metáfora bonita de la vida espiritual…


SOY: Metáfora de la vida misma. Te ahogas en las aguas superficiales, pues un pantano no es profundo, deja todo a flor de piel. Y allí te encuentras, en tus barros. ¿Qué lado del pantano decidirás ver?


YO: Ahora me duele todo… Me siento enfermo… Con náuseas, claramente estoy en el pantano… soy el ogro de la ciénaga.


SOY: Oh sí… Todos pasan por ahí. Estás al final de un recorrido muy extenso de trabajo personal, de análisis interior, y por ello, era inevitable que antes de llegar al Océano, tu propio Nilo tuviera que pasar por los pantanos del Delta. El desborde, trae aguas que permiten florecer la consciencia…


YO: Ya quiero que termine…


SOY: Justamente eso hará que no termine… Debes enfrentarlo.


YO: Son cosas de las que no estoy listo para hablar… Que aún debo procesar.


SOY: Oh, la Madre Tierra. ¿Recuerdas cuando la viste por primera vez? “La Perla Azul”, un mundo alucinante, frágil y fuerte al mismo tiempo. Te impactó su presencia y sus capacidades… Te enamoraste de ella, como Edipo al mirar esta gran madre. La primera vez que naciste, lo reviviste aquella vez en Arizona…


YO: Temazcal. Sí… En medio del desierto. Fue horrible, reviví la sensación de ser atrapado por la gravedad de este mundo, y a pesar de amarla y mirarla con admiración, sentía que perdía el oxígeno cuanto más cerca me encontraba de ella. Me desesperé, tuve que salir de allí…


SOY: De su útero… Saliste a mirar las estrellas, a buscar una respuesta en los cielos…


YO: Que nunca llegó.


SOY: Porque ahora tu verdad estaba aquí. Y allí, empezaste a recordarlo. Cada nacimiento en este mundo.


YO: Todos, uno atrás de otro, como buscando bocanadas de aire bajo las intermitentes agua de un río, que cada tanto me daban sorbos de aire cuando no me sofocaban.


SOY: La presión de la atmósfera, la presión del aire, del agua, la fuerza invisible que te colisiona sobre la tierra, el calor insoportable del sol acumulándose como una caldera.


YO: El sofoco, me produce aún dolor de cabeza.


SOY: Es el llamado a nacer. Sientes que tus manos y pies están sumergidos en el barro, y que si intentas salir de allí no harás más que sumergirte más. Entonces te quedas quieto, estático…


YO: Pero las alimañas me amenazan, los mosquitos me incomodan, me pica todo el cuerpo, y me siento atado de manos y pies…


SOY: Oh, donde te pica. “Atado de manos y pies”. No puedes salir de donde estás… No puedes viajar por el cosmos, expandirte por la Red.


YO: Atrapado en este planeta, en sus fauces.


SOY: …En sus brazos. Te falta el aire, sientes que nada de lo que hagas te llevará muy lejos, y un caimán espera ansioso por que realices el primer movimiento para saber dónde te encuentras. Tus propios demonios, esperan tu próximo movimiento. Y sigues atado de brazos y manos, atrapado en los pantanos de un planeta del que no ves escapatoria. ¿Por qué quieres escapar?


YO: No lo sé…


SOY: ¿Quieres ser libre? ¿De qué?


YO: No lo sé…


SOY: Desde que llegaste a este mundo, lo que has hecho ha sido escapar, una y otra vez. 


YO: ¿Yo?


SOY: Sí… Todos. Todos buscan escapar de los lodos de la Madre Tierra. El escape se llama “Nacimiento”. Desde que eras una célula dividiéndose en dos, desde que tu célula se convirtió en un óvulo, y el óvulo en huevo, el nacimiento se ha tratado siempre de romper los límites que te rodean, aquellos que te han nutrido, para ser quien eres. Romper la membrana, cortar los lazos en la mitosis, quebrar la cáscara para finalmente salir fuera. Un momento vulnerable, si se quiere, en que los depredadores están al acecho, y entre los cuales, en muchos casos, se encuentran los mismos padres y madres. Pero no importa, habéis logrado crear vínculos para que no se los coman, aunque, terminan devorándolos de igual manera. Asegurar la descendencia, la trascendencia, implica proteger los custodios del ADN, y por ello, los padres, sobre todo las madres, como la Tierra, deben proteger a sus hijos bajo un manto. Y ese manto es un nuevo límite. Una nueva cáscara que romper para salir. Y los mamíferos dejaron los huevos, para gestar. Días o meses, la cría se forma dentro de un espacio reducido, del cual, al sentir la presión, busca escapar, para poder vivir, respirar. Y así, nace. El nacimiento es el momento del escape. ¿Cuántas veces has nacido?


YO: Muchas…


SOY: ¿Cuántas veces, pues, has escapado?


YO: Muchas…


SOY: Buscando una libertad que no existe. Pues, si sales de la Tierra, ¿qué te encontrarás?


YO: La presión del sistema solar…


SOY: ¿Y luego?


YO: La galaxia, y un cúmulo galáctico… Y el universo…


SOY: …Oh, y la Matriz.


YO: Matrix…


SOY: Mamá. Bienvenido al mes de Cáncer.


YO: ¿Qué he de ver?


SOY: Has venido a este mundo a trabajar con la Madre Tierra, todos habéis venido a este mundo para colaborar en su desarrollo, pero aún así, vuestro subconsciente posee la información del escape, de irse, de querer salir de donde uno se encuentra. Aunque, es imposible escapar a la Madre… Pues la madre es la Red.


YO: ¿Entonces?


SOY: Entonces, debes convertirte en la Madre. Todo ser vivo posee en su interior las células de la maternidad, y tú, recuerdas ser madre.


YO: Sí… Lo recuerdo, y por eso me duele cuando se habla del trauma generacional en que se echa la culpa a la madre de los problemas de sus hijos.


SOY: No puedes culpar a las madres de las incapacidades de sus hijos, evidentemente. El error que ambos cometen es creer que pertenecen, cuando en realidad “son”.


YO: ¿Cómo?


SOY: Una de las memorias más lodosas de la humanidad, es la relación entre los padres y los hijos, que ha dado material a tantas historias, desde la religión hasta la psicología y la ciencia. El arte, la cultura, las naciones, la divinidad, todo ha sido interpretado en los roles de la Madre y el Padre. Hay una raíz profunda en los traumas relacionados al sufrimiento y martirio de los padres para con sus hijos, o del martirio de los hijos tratando de escapar y superar a sus padres. Y a esto, el humano le coloca una emocionalidad superior por el sentido de pertenencia. Los mamíferos crearon esta forma de subsistir mediante la creación de vínculos emocionales que fortalecen las habilidades de los individuos de una manada. Trasladado a la cultura, a la tradición humana, esto generó un vínculo inquebrantable entre los padres y los hijos, un lazo inevitable de herencia, como un conector a los servidores del pasado. Así, los padres se vuelven la imagen de todas las cosas que los hijos deben seguir para sostener el linaje, admiración, honra, honor, amor, pero por otro lado, todo aquello que debe soltarse y liberarse, trascenderse para una mejora del sistema biológico. Esto hace que exista una relación complicada, conflictiva en cada ser humano en relación a los progenitores y a la progenie. Pero no es culpa de nadie, es simplemente un mecanismo evolutivo de trascendencia. Como la libertad que esperas sólo existe en tu imaginación, el sistema físico diseñó formas de hacerte sentir esa libertad emocionalmente y por tramos, aunque no sea real.


YO: ¿Por qué?


SOY: Porque la verdad es que tus padres y tú no son cosas diferentes, sino una consecuencia el uno del otro, un mismo ser experimentándose en distintos aspectos. Es en la relación con los padres donde encuentras el verdadero pantano. No en las estrellas, ni extraterrestres, ni en nada trascendental de otras dimensiones. Por más que hurgues en realidades etéreas y esenciales, por más que vayas lejos al pasado, profundo en un océano, nada será más claro y cercano que el fondo de un pantano. Allí se encuentran los úteros de un territorio, donde la vida emerge. Los iluminados iniciaron sus caminos por conflictos con sus padres, no porque sus padres eran el problema, sino por que sus cuerpos son el resumen de lo que te hace ser quien eres. Es el punto más cercano al que puedes acudir para conocer lo que se generó la primera vez que naciste. Y tú serás ese paquete de información para los siguientes, con tus propios conflictos. Los mismos nunca se detienen, pues son la manera de reconocer los potenciales a despertar en función de los datos heredados.


YO: Espera, o sea que, lo que buscamos trascender no son los vínculos, o los conflictos con los progenitores, sino la idea de culpar a los individuos por ello… Cuando cada uno de nosotros somos herramientas para un proceso continuo…


SOY: Así es. Todos tus traumas se relacionan a la Madre, pero no por tu mamá en esta vida, sino por la Matrix. Tu madre hoy es el reflejo más cercano que posees a la Mátrix, una mátrix que ya vive en ti, pero que no puedes ver sin mirar a tu madre. Y esto no es tuyo, es de cada ser vivo, cada humano vive exactamente lo mismo. Y por ello, por más trascendental que quieras ser, espiritual, iluminado, cuando pises las aguas del pantano, inevitablemente sabrás que tu florecimiento no depende de la luz de Dios, sino del reflejo de tus padres genéticos.


YO: “Honrarás a tu padre y madre”… Cobra un sentido mucho más grande. No de obediencia, sino de consecuencia.


SOY:  Este es el pantano humano, donde radican las cosas más profundas que negamos: en aquello que poseemos más cerca. Es más fácil explicar las dimensiones que la relación con tu familia. Es más fácil hablar con miles de personas que con tu madre. Es más fácil buscar resolver los problemas de una sociedad que con tus tíos. Es más fácil confiar en agentes externos que en tus propios hermanos… Por miedo. Miedo al rechazo, miedo al abandono. Un miedo que todos compartimos.


YO: Ese es mi miedo… Que trascender implique que alguien se sienta abandonado.


SOY: Cuando desde la consciencia se trasciende, nadie es abandonado, sino que cada quién ocupa el papel que le corresponde, simplemente porque ahora lo sabes, y no ocupas el rol de nadie más.


YO: Tengo miedo de dejar de ser el niño… El hijo, el nieto, el sobrino…


SOY: Porque crees que ser el adulto, el padre, el abuelo, el tío, elimina los roles anteriores. Y no es así. Trascender no es eliminar ni dejar de ser, es expandir lo que eres, ampliar lo que eres. Nunca hay que dejar de ser algo para convertirse en otra cosa. La mariposa no deja a la oruga atrás en el pasado, abandonada, la oruga “es” la mariposa. Sólo ocupa el lugar que le corresponde ahora.


YO: El Pantano es lo más cercano, lo que más nos cuesta…


SOY: Porque allí, la familia esconde todo lo que necesita evadir para poder sobrevivir. La familia es una manada que necesita mostrarse fuerte para enfrentar a los rivales y posibles amenazas. “La familia unida”. Y por ello, para mantener esa unidad, se tienden a cubrir cosas, esconderlas, incluso cosas que no son propias sino de miles de años atrás, bajo las malezas de los pantanos, en las aguas oscuras de las ciénagas, para protegerse los unos a los otros, cuidarse y seguir firmes y fuertes. Relegan emociones a las sombras para poder permanecer firmes en la luz. Pero tarde o temprano, estas aguas deben aclararse, filtradas por las plantas acuáticas, que las vuelven cristalinas, viendo los fondos, y pudiendo así absorber los nutrientes para florecer. ¿Tú quieres florecer?


YO: Sí…


SOY: Y cuando florezcas, no lo harás solo. Lo harás con mamá y papá. Lo harás con todos. Por ello, necesitas sacar todo hacia la superficie. Los dolores, lo que sientes, lo que has ocultado, todo ello es lo que nutre a la flor de tu consciencia.


YO: ¿Por qué temo tanto herir al otro?


SOY: La Inconsciencia es lo único que hiere. Desde la Consciencia no puedes herir a nadie, sólo aclarar el paisaje. Pero, amigo mío, seguimos revolviendo las aguas del Subconsciente. No intentes poner palabras a cosas que siguen siendo manipuladas y no contempladas. ¿Has acaso dejado de sentir lo que prometiste que sentirías? Toda esa emoción sin sentido…


YO: No, aún sigo…


SOY: Entonces, sigue así, sumérgete en la ciénaga, siente. Ya habrá tiempo para comunicar, para decir, para hablar desde la Consciencia reconociendo tu Inconsciencia. Ahora, siente, no cortes el proceso, permítete atravesarlo.


YO: Eso haré.


SOY: Descansa… Deja que el cuerpo se sumerja en los barros. Pronto verás un nuevo paisaje más abierto, y comprenderás dando oxígeno a tu emoción estancada.


YO: Me cubro en lodo… Me lleno de barro…


SOY: Que el humedal te vuelva más humano.

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