YO: En mi corazón se encuentra el centro que pulsa todo lo que doy y lo que recibo, como un intercambio constante de energía. Dijiste que aquello que soy capaz de dar es mi herramienta con la cual soy útil y me pongo al servicio de los demás, cuando por el contrario, aquello que necesito recibir es la herramienta que me falta para completar mi servicio, aspectos en los cuales me siento inútil, pero que lo tienen otros. Si me abro a reconocer qué me falta, me abro también a la posibilidad de recibir lo que necesito. Esto es algo que, como dijimos ayer, nos cuesta mucho a los humanos…

SOY: Pues tenéis la creencia de que reconoceros inútiles para algunas cosas os hace tener menos poder. Como dijimos, desde la Revolución Industrial, se sembró la idea de que los humanos son herramientas para las fábricas; y las escuelas, fundadas en ese mismo periodo histórico, fueron diseñadas para crear mejores herramientas y más preparadas para esas fábricas. No personas. Esto generó la idea de que una herramienta, o persona, es útil o inútil, y si es inútil, se descarta en la cadena de fabricación. Por ello, surgieron dos conceptos muy viejos que se hicieron parte de la civilización: la Competencia y el Empoderamiento. La Competencia nos llevó a buscar quién tenía más capacidades, y por este motivo reconocer las debilidades o incompetencias era visto como una derrota o fracaso. Así surge el concepto de Empoderamiento, el cual nos recuerda que “Yo Puedo hacer lo que sea”. Ambos no son conceptos malos, pero lo son cuando se ve únicamente un aspecto de los mismos. Es como tener un enorme bosque frutal pero tú sólo puedes ver las manzanas, entonces decides talar todos los árboles que no sean manzanos para poderles ver mejor y sacar mayor beneficio sembrando sólo manzanas. Tarde o temprano, morirás de hambre, pues no se puede vivir sólo de manzanas. Esto muestra por qué tanto el capitalismo como el comunismo no funcionan, porque ambos monopolizan, productos o personas. El corazón es flexible y se adapta, integra, y es ilimitado. Pero sólo encuentra su capacidad ilimitada cunado reconoce que ese poder que busca, no radica en el individuo, sino en la capacidad del individuo de reconocer que el poder se encuentra compartido entre todos. No es la competencia lo que me hace más poderoso, ni la igualdad me hace más justo, sino que es la expansión lo que me hace más equilibrado. Aceptando mis debilidades, reconozco el poder en el otro, y abriéndome al otro, a pedir ayuda, reconozco la fuerza que genera la colaboración.

YO: Por este motivo, es sólo cuando acepto mis debilidades y fortalezas, cuando realmente puedo vivir en armonía con el mundo que me rodea, y no cuando me considero todopoderoso.

SOY: Ya eres todopoderoso, pero tu personalidad no lo es. La misma es sólo un pequeño aspecto, herramienta y cualidad de toda tu capacidad eterna, la cual va más allá del tiempo y el espacio. Tu poder trasciende tu persona, y engloba a la humanidad, en todos los tiempos.

YO: ¿Cómo se entiende esto?

SOY: Cuando tomas conciencia de que todo lo que existe es una proyección constante, y que todos los humanos son sólo aspectos de un mismo organismo que comparte la misma raíz, genética, historia, conformado por los mismos elementos, más allá del ADN, de las razas, de las capacidades, Todos sois carbono, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno, azufre, hierro, sales, etc… Entonces, entiendes que cada humano es un árbol en un bosque, o una roca en una montaña, que viven en simbiosis. Así, si uno necesita algo, el otro tendrá lo que falta para compensarlo. Pero si te cierras a esa posibilidad creyéndote separado, jamás verás lo que te están entregando. Ser Autosuficiente no implica no depender de nadie, implica vivir en equilibrio con todos. El problema es que hoy, en la creencia de separación, vivís más dependientes de los demás que cualquier otra especie.

YO: Al no reconocer nuestras propias capacidades, tratando de imitar las de otros que han sido exitosos, sin abrirnos con sinceridad a nuestras falencias, terminamos dependiendo aún más del medio. Estamos en cierta forma apegados los unos a los otros más que unidos.

SOY: La unidad se consigue con la fortaleza del individuo de reconocer que su poder es útil a otros y que el poder de los otros es útil a nuestras incapacidades. De otra forma, gastamos tanta energía en hacerlo solos creyendo que estamos separados, que al caer en la frustración acabamos por depender totalmente de objetos, situaciones o personas. Es justamente el resultado opuesto al que se busca. Al no haber armonía, hay estancamiento, como si las cuerdas y los acordes, al no reconocer su vibración y cómo ésta se complementa con la que está a su lado, tratasen de imitar a otras que resuenan muy bien, enredándose, dejando de sonar pero también impidiendo sonar a las demás, creando nudos que detienen la armonía, estancando la resonancia y creando lazos dependientes.

YO: Eso es lo que llamamos apego. El apego, pues, surge de haber fracasado en la búsqueda del poder personal, y delegar todas nuestras fuerzas en un agente externo. “Yo puedo, déjame que yo puedo”, se sustenta en la polaridad de: “sé que podré porque estoy aprendiendo”, y “sé que no puedo pero temo que me crean inútil”. Y en la segunda opción, al fracasar, caigo en la dependencia.

SOY: Todos nacemos con las potencialidades del cosmos dentro, y todos podemos despertar cualidades, habilidades, dones, pero algunos tendrán más facilidad que otros. Es decir que otros tendrán más dificultades. Pero todos podemos hacerlo. Tenéis la capacidad innata de lograr lo imposible. Y a este proceso se le llama Aprendizaje. Prueba y Error. Fundamentales para mejorar. El gran error en el proceso de aprendizaje, es el de ese alumno que considera que pedir ayuda es una debilidad, un fracaso, cuando en realidad, es clave para el aprendizaje. Si pides ayuda durante el proceso, nunca llegarás al fracaso, y tal vez, en lugar de depender del que sabe a la larga, encontrarás la alegría de reconocer que puedes hacerlo, porque no tuviste miedo ni vergüenza de reconocer que no sabías cómo.

YO: Ahora lo tengo más claro. No es sólo que en lo que soy inútil no hay arreglo… Sino que justamente reconocer en lo que soy inútil a tiempo, me ayuda a mejorar y volverme útil al recibir ayuda para poder hacerlo.

SOY: Clave fundamental del desarrollo del Ser.

YO: …Y… ¿Cómo hago con los apegos?

SOY: Todos los humanos, y muchos otros seres, están apegados a cosas, situaciones o personas. Los lazos que se generan en esas cuerdas de la resonancia entre todos, nos hacen depender de aquellas cosas e individuos que tienen lo que uno no tiene. El apego es el mal funcionamiento del dar y el recibir. Habiendo estado cerrado a recibir y sintiéndome falto de energía para entregar, no me queda otra que tomar esa energía en una fuente externa a la fuerza, como un virus, un insecto o parásito que absorbe la energía del huésped para mantener el funcionamiento interno. Esto lleva a adicciones, ya sea a drogas, alimentos, vicios, deseos, o circunstancias, acciones, emociones y personas.

YO: Entonces todo aquello a lo que me siento apegado, son las cosas de las cuales obtengo energía, aunque se gaste muy rápido debido a mi incapacidad de generar un circuito correcto de dar y recibir, de expresar y aprender, por ello vuelvo a repetir una y otra vez lo mismo…

SOY: Apego significa justamente “pegarse a algo”, como una garrapata en un perro. Aferrarse a lo que nos da lo que necesitamos para vivir, pero sin dar nada a cambio. Esto baja nuestra vibración, nos hace dependientes, nos detiene, nos enferma.

YO: ¿Y el desapego? Algo que tanto se habla en el mundo de la consciencia…

SOY: Como bien indica su nombre, es la capacidad de soltar, de liberarse de dicha dependencia. Pero hay que saber cómo desapegarse. Es un concepto del cual se suele hablar muy a la ligera, y se fuerza. Es decir, cuando se dice “soltar”, “desapegarse”, la persona se suele presionar internamente como entrando en un proceso de desintoxicación. Para los adictos a objetos, se habla de abstinencia, para los dependientes de alimentos, se le llama ayuno o dieta, y para los dependientes emocionales a situaciones o personas se le llama cuarentena, es decir, 40 días sin tener relación con dichos agentes.

YO: ¿Y funciona?

SOY: No, claro que no.

YO: ¿Por qué?

SOY: Tienes que ser sincero: ¿quién ha empezado una dieta para dejar las harinas y ha dado resultado? Bajo este mismo ejemplo, hay que reconocer el principio de reversión. Es decir, si durante un mes dejas de comer harinas, probablemente a la cuarta semana comas harina todos los días. Si tienes problemas con tu pareja y decides distanciarte o separarte, seguro volverás a entrar en una relación en la que te pase lo mismo. ¿Sabes por qué?

YO: …No…

SOY: Porque creías que el problema de tu dependencia era la harina o tu pareja. Y no es así. Es tu incapacidad de generar un circuito equilibrado en la energía de tu cuerpo. Es no haber tenido el coraje de reconocer tus falencias, tus incapacidades, lo que necesitas, tus debilidades. De no ir al pasado y enfrentarte al momento en que empezaste a ver la harina o tus parejas como una solución a tus problemas.

YO: Entiendo, es el típico efecto boomerang. Por más que lo lance y deje ir, volverá con la misma fuerza. Lo que falla no es lo que veo hoy, sino la energía que me vincula al sujeto. Debo ver mis carencias e inutilidades para saber por qué soy dependiente.

SOY: Por ello, tras el paso del corazón, al llegar al plexo, reconocerás que todo lo que acumulas en tu panza son los apegos, las cosas que tienes miedo de soltar, que no sabes cómo dejar ir. ¿Qué huecos intentas tapar llenándolos de cosas externas? Reconoce tus apegos, y sabrás dónde están los orígenes de tus necesidades.

YO: Debo hacer la lista, pues, de mis apegos y desapegos…

SOY: Debes anotar ambos para hacer consciente dónde están los nudos en tu dar y recibir, en el circuito natural de tu propia maquinaria energética. Pero no sueltes los sujetos a los que estás apegado. Cuando logres identificarlos, cambiando tu consciencia y actitud frente a ellos, simplemente se disolverán, y un día, desaparecerán. Soltar es un trauma, pues rompe y quiebra lazos. Piensa en esto: si las cuerdas de la guitarra son las que, habiendo perdido una de ellas la capacidad de sonar por sí misma en sintonía con las demás, deciden buscar su poder en otra de las cuerdas enredándose y deteniendo la vibración de todas, ¿cuál será la solución para desenredarla y volver a tocar la guitarra? ¿Acaso cortarías las cuerdas con una tijera?

YO: No, claro que no, porque ya no podría tocar la guitarra ni nada sonaría. Tendría que ajustarla, y afinarla.

SOY: Entonces, no sueltes ni cortes lazos a los que estés apegado. Pues eterna e inevitablemente todo está conectado en el universo. Para entrar en armonía, reconoce primero qué cuerda se anudó, ve al origen de la misma y ajústala. Naturalmente se soltará de la otra, y empezarán a sonar armónicamente.

YO: Lo puedo ver muy claro, sí… Toda la vida he creído que debía cortar con o soltar esos vínculos enfermizos que tenía con situaciones, cosas, personas… Pero la verdad es que no tenía que borrarlas de mi vida, sino encontrar el equilibrio, pues son parte de mí, y el único problema es que no podía ver que la razón por la cual me apegué es porque yo fui el que me desajusté, incapaz de administrar mi propio dar y recibir…

SOY: Allí entiendes lo que es el desapego. Entonces podrás identificar que las cosas de las que lograste desapegarte, son aquellas a las que les llevaste consciencia, entendimiento, claridad, y que en lugar de cortar, sanaste. Esas son las situaciones en que puedes volverte amigo de tus ex parejas, o comer pizza sin culpa en las comidas con amigos.

YO: Apego y Desapego…

SOY: Entonces, toma tu libreta, y escribe el título: LAZOS, y abajo dos columnas donde pongas los subtítulos: Apegos y Desapegos. Escribe en el primero, con total sinceridad, aquellas cosas, situaciones o personas a las que sientas estás apegado en este instante. Y en la otra columna, aquellas cosas de las que reconozcas que has logrado desapegarte, es decir, las cosas o personas en las que has encontrado equilibrio y de las cuales antes dependías. Sin juicio ni preconceptos, simplemente lo que es y tienes en ti. Debes reconocer, ya habrá tiempo para equilibrarlo y trabajarlo.

YO: Sí, comprendo. Así, pues, me dispongo a reconocer mis apegos.

SOY: Desapegándote en la bella y armónica melodía de la canción que resuena en el latido de tu corazón.