SOY: Cuando piensas en la Madre Tierra, en la Madre Naturaleza, lo primero que uno imagina es un bosque o selva repleto de vida. Y desde luego es porque son las plantas las que han hecho posible la existencia del mundo natural como lo conoces…

YO: Los árboles…

SOY: El fitoplancton. 

YO: Oh, las plantas del océano. 

SOY: El mundo Vegetal es muy amplio, y, por más que parezca alejado del mundo Humano biológicamente hablando, no hay otro reino con el que tengamos mayor relación directa que con éste. 

YO: ¿Por qué?

SOY: Como ya hemos dicho una vez, hace 4000 millones de años, comenzaron a darse las primeras formas de vida en los océanos. Ésta se valía de una acumulación de minerales, azúcares, entre los cuales se encuentran el sodio, calcio, potasio, cloro, sulfuro y fósforo, entrelazado a componentes vitamínicos y ácidos pantoténicos y fólicos. Estas estructuras se combinan entre sí con el objetivo de acumular energía, lo que permite la formación de la molécula de clorofila. El cloro, tiene la capacidad absorbente de la luz, concretamente en un rango frecuencial de 500 a 600 nanómetros, lo que le da a las hojas (fylon) su color verde (khloros). La clorofila es un pigmento constituido por magnesio (elemento fundamental para la captación de la luz) y una cadena fitol (alcohol) que es hidrófoba, es decir, que absorbe agua (hidrógeno y oxígeno). Este pigmento se encuentra en la estructura del cloroplasto, un orgánulo de las células eucariotas encargadas de producir los nutrientes, que en este caso, gracias a la clorofila, se producirán gracias a la energía de la luz, lo cual a estas células (cianobacterias), les da la propiedad de la “fotosíntesis” (transformación de la luz). En este proceso, la luz es traducida a energía, que permite al cloroplasto obtener las moléculas de hidrógeno y carbono provenientes del agua (Hidrógeno y Oxígeno), los minerales (Carbono) y los gases del ambiente (Dióxido de Carbono), para producir glucosa, útil para la nutrición y almacenamiento de energía. 

YO: Toma el hidrógeno de la molécula H2O (agua), y el carbono de la molécula del CO2 (compuesto gaseoso), y crea el “carbohidrato”. Y el oxígeno restante en ambos compuestos, es liberado al aire. 

SOY: La aparición de los carbohidratos, de la glucosa, permite la aparición de una membrana gruesa que contiene a los orgánulos y los elementos químicos y los nutrientes que producen, en su interior. Así, estas antiguas bacterias, comienzan a tomar un color verdoso capaz de acumular minerales y agua, nutrientes, en sus largos viajes por los desiertos oceánicos. Sin depredadores, estos organismos comenzaron a complejizarse y reproducirse, formando una masa errante de color verde que se desplaza por los océanos liberando toneladas de oxígeno a la atmósfera durante millones de años, hasta el día de hoy. 

YO: El fitoplancton…

SOY: Exacto. Phyton-Planktós, del griego: Vegetal Errante, extraviado. Es una estructura vegetal que no tiene raíz, y que se deja llevar por la corriente. Ocupa la mayor parte del planeta, viajando por todos los océanos, deslizándose hacia los polos donde se deja morir, zonas donde se acumulan en masa, y son visibles desde el espacio. 

YO: Esto es lo que da origen a las microalgas… 

SOY: Las primeras algas de la existencia. Las mismas empiezan a extenderse hacia las costas donde encuentran la seguridad de un eterno sol, y despliegan raíces para aferrarse a las rocas, a las arenas, y así dejar de ser desplazadas por las corrientes marinas. Pero las sequías y los cambios telúricos desplazaban las líneas de costa, bajando el nivel de los océanos, dejando a las algas abandonadas en medio de un desierto. Pero la capacidad de estas plantas de acumular reservas de agua y nutrientes, les hacía sobrevivir a estos largos periodos de escasez, lo que les habilitó a adaptarse a medios secos en la tierra, creando musgo, hierba,  helechos, enredaderas y coníferas, hace 3500 millones de años, momento en que algunas de ellas comenzaron a florecer por primera vez. Fue gracias a una extensa y prolongada glaciación, que, debido al congelamiento de los océanos, las plantas se extendieron por la tierra seca, mejorando su capacidad de captación de la luz solar, perfeccionándose hasta constituir miles de especies de la rama natural llamada Flora. 

YO: Pero, ya existía la Fauna, ¿no?

SOY: Sí, la misma apareció poco después del fitoplancton. 

YO: El zooplacton…  

SOY: Pero esa es otra historia. Las plantas, en su liberación de oxígeno, propiciaron la aparición de organismos que podían procesar el mismo como fuente de energía celular. En tanto algunas baterias comenzaron a fagocitar a aquellas que realizaban fotosíntesis para obtener de manera más directa el producto energético de nutrientes y minerales, las sobras de este proceso fotosintético les permitieron enriquecerse. Así, las plantas comenzaron a formar el sustento de toda vida existente en el mundo. Mediante el alimento y mediante la respiración, la Flora dio a la Fauna todo el sentido de su existencia. 

YO: Sin ella, no podemos obtener alimentos, vitaminas, nutrientes, y sin ellas no podemos respirar. Por eso nuestra relación es tan directa… 

SOY: El reino Vegetal es la Madre de toda vida animal, y nos nutrimos de sus dos senos: el alimento y el aliento.

YO: Les debemos la vida…

SOY: El Mundo Vegetal es el género “Plantæ”. Vegetal significa crecer y multiplicarse, y Planta significa estar firme, de pie. El Árbol genealógico del mundo Vegetal comienza con el Primoplantae (algas microscópicas), el cual se ramifica en Glaucophyta (unas 13 especies microscópicas) y Rhodophyta (unas 7000 especies diversas de varios tamaños), junto al grupo Viridiplantae, del cual surge una variedad mayor, que incorpora a la Chlorophyta (unas 8500 especies de algas verdes acuáticas) y la Streptophyta, grupo dentro del cual se puede encontrar a las Charophytas (plantas semejantes a las terrestres pero sumergidas en el agua) y las famosas y más reconocidas Embryophytas (todas las plantas terrestres). Estas últimas se subdividen en Briofitas (como el musgo) y Vasculares (las que pueden reproducirse por esporas o semillas). Existen alrededor de unas 300.000 especies de plantas en el mundo, y todas producen las bases para la vida. 

YO: Son el cuerpo de la Madre…

SOY: En un orden desde su origen, podemos decir que cada grupo de plantas ha ido procesando los nutrientes provenientes del reino mineral para procesarlo en la vida. Pensándolo de este modo, cada especie, ha logrado incorporar la memoria del planeta, y hacer algo increíble: transportarlo. 

YO: Sinapsis… Enviar datos.

SOY: Si los minerales son conductores o semiconductores de pulsos eléctricos, que se acumulan como datos, estos datos pueden volverse orgánicos si los mismos son procesados por las plantas. La fotosíntesis habilita que la información registrada en el reino mineral, pueda fluir en el reino vegetal, generando una red de pulsos que permiten el intercambio de datos. Lo que el fósforo había acumulado, lo que el calcio había registrado, lo que el silicio había guardado, ahora se intercambia, interactúa, conformando un nuevo enlace, un nuevo dato superador al anterior, con la capacidad de trascender. Crear Información a partir de Datos,  Sabiduría a partir del Conocimiento. 

YO: Generan la primera red orgánica de información…

SOY: Así, cada especie, funciona como una suerte de neurona, pulsando datos por las redes nerviosas del mundo. El Mundo Vegetal es el Sistema Nervioso Autónomo del Planeta.

YO: Wow.

SOY: Y por lo tanto, la Mente del mundo se mueve en ellos. Y de este modo, cuando los animales se nutren de distintas plantas, frutos, flores, desarrollan en su interior una nueva habilidad para procesar los datos de los minerales, mediante la reacción de neuronas, y así el pensamiento, la imaginación, la inventiva, la racionalidad.

YO: La Consciencia…

SOY: La habilidad de ser conscientes, se la debemos al reino Vegetal… Esa es la Consciencia Vegetal. Plantae, Primoplantae, Glaucofitas, Rodofitas, Clorofitas, Estreptofitas, Carofitas, Embriofitas, Briofitas, Hepáticas, Antoceros, Musgos, Pteridofitas, Licofita, Eufilofitas, Monilofitas, Equisetos, Helechos, Psilotopsidas, Marattiopsidas, Polypodiopsidas, Espermatofitas con semillas, Gimnospermas, Coníferas, Cícadas, Ginkgo, Gnetales, Magnoliofitas con flores, Monocotiledóneas, Dicotiledóneas. 

YO: ¿Y los hongos?

SOY: El llamado Reino Fungi, podría ser considerado dentro del mundo Vegetal, aunque no es así, ya que sus tejidos y estructuras base son más cercanos al mundo animal que al vegetal. Podríamos decir, que son un mundo intermedio, cuyas toxinas pueden ser nutritivas como alucinógenas o venenosas. Los hongos no realizan fotosíntesis, es decir, que no producen su propio alimento, sino que se nutren de otros elementos, comiendo materia orgánica como plantas y animales, es decir que son heterótrofos (comen varias cosas) a diferencia del mundo vegetal que es autótrofos (que se nutren a sí mismos).

YO: Entiendo…

SOY: Las plantas son la Consciencia del Mundo, tus pensamientos se nutren gracias al reino Vegetal, la red de información mental se extiende por el mundo gracias a este reino que ha logrado convertir los datos inorgánicos en información orgánica. Sin las plantas, no sólo no podrías encontrar alimento ni respirar, sino que tampoco podrías pensar, imaginar, razonar, idear, creer ni crear.

YO: Esa es la Consciencia Vegetal…

SOY: Las neuronas del mundo que conectan los datos de la Tierra. Abraza a un árbol y te conectarás a la información planetaria, y podrás comunicarte con el mundo.

YO: Eso hice en el 2012, y funcionó. Desde pequeño, mi tía abuela, Olga, me incitaba a hablar con las plantas. Ella hablaba siempre con sus rosales, con la enredadera, los limoneros. Les contaba sobre su día, sus emociones, les cantaba sus canciones favoritas, les preguntaba cómo se sentían. Naturalizaba tanto la comunicación con el mundo vegetal, que me incitó a mí a hacer lo mismo. Recuerdo ser niño y hablar con las plantas, sentir que de alguna u otra forma me respondían. Esto lo mantuve, incluso en la adolescencia, tiempo en que tenía dos amigos árboles, a los que siempre iba a contarles todo. Un roble en la escuela, y un eucalipto en un campamento de verano. El roble me escuchaba como amigo, el eucalipto me aconsejaba como maestro. Siempre mantuve una estrecha relación, pero vi su capacidad cuando en Agosto de 2012 me secuestraron en Paraguay. Es una larga historia, pero en resumidas cuentas, al parecer me metí en un sitio donde no debía, y los nativos me secuestraron con varios tipos de armas, machetes, flechas y escopetas. Estaba allí para realizar una activación en la montaña Guazú, donde al parecer había tráfico de armas, drogas y órganos humanos. En lugar de tener miedo, me enfadé mucho, pero cuando veía que las horas pasaban y ellos esperaban que el cacique en otra ciudad decidiera qué hacer conmigo, no vi otra opción más que relajarme y meditar. Eso hice, y vi la red de las plantas. Entonces, me acerqué a un árbol ante la mirada de los guardias, y me abracé a él por largo tiempo. Envié imágenes de películas de acción y aventura, como Indiana Jones, perseguido por nativos, o películas sobre secuestros, niños perdidos, o cosas así. Nadie sabía dónde estaba. Pero entonces pasó algo alucinante de lo que yo no estaba enterado. Mucha gente empezó a soñar conmigo, como si yo fuera un niño que se escapaba, o me veían atado, mal, triste, perdido, en peligro. Empezaron a escribir, a informar de lo que veían, y eso llevó a consultar al hotel si yo estaba allí, pero nunca había vuelto. Todos se movilizaron, y mi madre y abogado fueron a Paraguay a buscarme. Mientras indagaban qué había pasado, yo había cometido una imprudencia: durante la noche me escapé, caminando de puntas de pie por entre las tiendas de los indios, acariciando a los perros para que no ladren. Y me perdí en la niebla. Horas después encontré una finca donde me dieron de comer y llamaron a los militares. Y así volví a la ciudad, recuperé lo que me habían robado, y continué con mi viaje de Harwitum como estaba planificado. Pero siempre recordaré que fue el bosque quien informó a la Red, fueron los árboles quienes me ayudaron a expandir el mensaje. 

SOY: La unión entre la consciencia humana y la vegetal es fundamental para la trascendencia de la red planetaria. Reconoce la consciencia que se mueve en su mundo, y reconocerás la consciencia que vive en ti. Sé consciente de que cada verdura que comes, cada flor que ingieres, cada semilla y fruto, tubérculo y raíz, hoja y tallo, guardan en su interior los datos convertidos en información, que dentro de ti se volverán pensamiento. 

YO: Debo mi consciencia al mundo Vegetal, mi habilidad de soñar proviene de la luz de las plantas. 

SOY: Tu camino iniciático hacia la iluminación no es más que el legado Plantae de la fotosíntesis. 

YO: Yo Soy Luz.     

SOY: Y tu Red lumínica se ancla en las raíces de todo el reino Vegetal. Si buscas conectar, pues, la Red de Consciencia Planetaria, no tendrás otra opción más que hablar con las plantas, conectar con cada árbol en tu camino. Ellos te dirán qué hacer, pues ellos conocen lo que has de saber. 

YO: Yo Soy la Raíz de la Red. 

SOY: Que la Madre Flora te nutra con su Luz. Recibe de su seno el alimento y aliento que despierta la divinidad que yace en tu consciencia.