YO: Haber visto la existencia de nuestro ser como un mar de vibración lleno de olas que dejan ver la frecuencia, me lleva a pensar que los chakras (esas ruedas energéticas), son como los torbellinos del mar, trombas marinas, donde las olas aceleran su vibración cayendo en espiral hacia el centro, y expulsando al siguiente la información procesada.

SOY: Es una forma de entenderlo. Recuerda, las claves fundamentales para entender esta existencia son: 1) El universo es un continuo de vibración, como un océano. 2) El agua representará la vibración, que es el Espacio. 3) Las olas representarán la frecuencia, que es el Tiempo. 4) La onda de vibración posee un aspecto trino: longitud, amplitud y frecuencia. La longitud de onda será la distancia entre las crestas de las olas. La amplitud de onda será la profundidad o altura de cada cresta convexa o cóncava. La frecuencia de onda será la cantidad de veces que se reproduce este patrón por segundo. Una ola no es sólo la parte superior, sino también la inferior. La fuerza descendiente de la ola es la que empuja la siguiente cresta por inercia, así se generan los oleajes. Así, cada cresta en su ascenso y descenso, es un atributo de potencia del mar. Un motor de movimiento, un centro de energía cinética, es decir, lo que en sánscrito llamáis “chakra”.

YO: Es como si cada ola en el mar fuera un chakra.

SOY: Lo es. Y en el mar de la existencia, aquellas olas que vibran en cierta armónica trinidad, con una longitud, frecuencia y amplitud de onda adecuadas, son las que permiten ver el oleaje a la distancia, y por lo tanto, lo llamas la realidad material. Pero la potencia es una energía invisible. Por ello se conoce como el alma. Recuerda que la palabra alma en español proviene de “ánima” en latín, que da raíz a las palabras “animado” y “animal”, es decir, aquello que se mueve. Los chakras no son cosas separadas de la materia. Son justamente el aspecto energético de la materia que se mueve en cierta armonía capaz de manifestar el aspecto visible de un cuerpo físico. Esto muestra que los chakras no son entidades separadas, sino órganos de un mismo ser, que se entregan energía entre sí, que se empujan y generan fuerza. En esta imagen, podemos comprender que una ola asciende hacia lo alto por la presión de la anterior. Esto le permite ver con claridad un panorama amplio del horizonte, tomar consciencia de dónde se encuentra, como quien se eleva por encima del maizal para ver todo el cultivo. Y luego, esta ola consciente desciende con toda su potencia hacia la depresión de la ola, empujando a la siguiente a subir. Así es como las ondas positivas y negativas son útiles en el avance de la energía.

YO: El chakra Corona se ilumina, y luego baja su vibración para entregar esta fuerza al Tercer Ojo para que pueda ver todo con profundidad y despierte. Entonces su vibración desciende para pasar esta potencia al Laríngeo, el cual expande su verdad a todos, y luego desciende en el silencio entregando la fuerza al Corazón que se pone al servicio amoroso, para luego volver al amor propio hacia lo interno, entregando la potencia al Plexo que extenderá todos sus vínculos y redes, hasta que vuelve hacia dentro bajando su vibración para encontrar al Yo, al Ser, entregando la energía al Sacro; el cual comenzará a crear con toda esa potencia, hasta que entrega el producto y baja su vibración para que el Raíz reciba la fuerza del oleaje siendo capaz de manifestar, lo cual al soltar lo manifestado construye la historia que me hace avanzar en la evolución por las Rodillas, que al convertirse en historia pasada, entrega la fuerza a los Pies, donde cumpliré mi Propósito… Y así sucesivamente, el circuito se repite una y otra vez, de arriba abajo, y de abajo arriba. Y… ¿Cuándo se forman las trombas de mar?

SOY: Cuando comienzan a activar los centros de poder y los chakras se convierten en generadores de energía en lugar de ser sólo una reacción.

YO: Es decir que en la vida, normalmente, los centros de energía funcionan por reacción e inercia, por las fuerzas que nos van moviendo, pero cuando comenzamos a volvernos plenos y conscientes, las corrientes negativas y positivas se vuelven torbellinos, creando la fuerza energética de los chakras como las trombas de agua en el mar que impulsan el oleaje absorbiendo la información del anterior y generando energía propia expulsando potencia hacia el siguiente.

SOY: Se puede decir que en el plano inconsciente los chakras no son chakras, porque no poseen forma de ruedas, sino de olas en medio de un mar, sin fuerza propia más que la que reciben de los otros. Cuando uno se vuelve consciente genera su propia fuerza, y las fuerzas negativas y positivas dejan de ser un subibajas para convertirse en una espiral generadora de fuerza. Pero ninguno de los dos movimientos es malo o bueno. Simplemente son diferentes formas en que se expresa el mar.

YO: Claro, o sea que no es que todos tenemos que estar al 100% con los chakras girando constantemente, sino que ambas funciones son útiles. Reconocer las olas con sus subidas y bajadas nos ayuda a ver que somos parte de un todo, y que por lo tanto debemos encontrar el equilibrio en ese todo, recibiendo y entregando energía en el oleaje de la vida. Mientras que hay momentos en que debemos ser autosuficientes y generar potencia para crear un nuevo movimiento, sintonía, crear otra dirección y nutrir al oleaje de nuevas corrientes, y así generamos trombas, que son los chakras activos al 100%.

SOY: Y esas trombas no son eternas, duran un periodo, hasta que han logrado “cambiar la corriente”. Iniciar un nuevo paso, camino, alineado con lo generado desde uno mismo.

YO: Entiendo. O sea que son motores.

SOY: Son como las ruedas del tren. ¿Qué sentido tiene que giren eternamente si no puedo bajarme en ninguna estación?

YO: Tiene lógica. Son transportes de energía, no destinos.

SOY: Son las potencias que despiertan atributos para tu camino. Cada uno entrega algo diferente, un combustible único y especial para avanzar, dándote fortalezas y mostrándote tus debilidades, y ambas te movilizan. Cuando reconoces este mecanismo, abrazas tus fortalezas y debilidades, te permites sentir la depresión, no como una caída sino como el proceso de hibernación de plantas y animales. Desde el punto de vista de aquel que busca la constante felicidad, el invierno puede parecer triste, depresivo, incómodo; pero la verdad es que sin el invierno, las plantas no podrían recuperar sus fuerzas para florecer en primavera.

YO: Y… ¿Qué me impediría avanzar en este proceso?

SOY: Muchas cosas, pero sistémicamente lo que los detiene es dar vueltas sobre sí mismos. Crear una corriente circular y cerrada sin salida.

YO: Como las que se crean en el océano Pacífico que arrastran basura creando una isla de residuos…

SOY: Cuando se producen estas corrientes, los marineros menos experimentados pueden quedar atrapados, perderse en el mar, y caer en las trampas de las corrientes cerradas, basurales del mar. Como verás, todo lo que anda suelto, lo que fue descartado por la energía fluida del mar, es atrapado por estos centros de energía donde las cosas se estancan y vuelven a repetirse.

YO: Es un mismo chakra que queda cerrado en su propia historia…

SOY: Por ello, son las ideas de la Historia las que impiden avanzar en armonía en este circuito de atributos oceánicos.

YO: El camino que nos habíamos trazado a lo largo de la historia se vuelve una cárcel energética…

SOY: Los hechos y circunstancias de la historia de cada individuo son las olas que mueven sus vidas. Si ciertos acontecimientos han generado un peso, un karma; algo de lo que no puedo salir, dejar de pensar, soltar, y que arrastro a mi presente, los mismos generarán un circuito cerrado en el que las potencialidades se han convertido en residuos, y esa basura circula una y otra vez. La mantengo a flote por el temor a soltarlo.

YO: Serían aquellas cosas que nos han pasado en la vida y que no hemos sabido enfrentar, asimilar, tomar lo necesario y seguir adelante, y que por el contrario, siguen tan presentes en nuestra vida como si estuvieran pasando ahora mismo, empujándonos hacia atrás, impidiéndonos salir de círculos viciosos.

SOY: El pasado se vuelve un vicio, y no te permite avanzar en tu camino.

YO: ¿Por qué pasa esto?

SOY: Por las olas de atributos. Recuerda que venimos del chakra Raíz donde tus oleajes se componen de aquello que has despertado en ti como debilidades y fortalezas. Las fortalezas empujan hacia adelante el resto de las olas, pero cuando te niegas a volver a caer, la misma contrafuerza de querer mantenerse siempre en los atributos positivos hace que el conjunto pierda fuerza, y en lugar de generar una depresión equilibrada, la misma se precipite hacia los fondos abisales del océano. Esto genera una reacción opuesta a la esperada, rompiendo el circuito de oleajes y convirtiendo al mar en un lago plano como un espejo. Sin movimiento, los barcos no avanzan. Pero esas fuerzas inferiores y de depresión se mueven en las aguas frías de lo profundo, creando corrientes cerradas, haciendo que los residuos, en lugar de distribuirse por el mar, se acumulen en un mismo sitio. Por un lado esto es negativo, pues no permite avanzar, y por el otro es positivo, pues te permite ver todos tus conflictos acumulados en un mismo lugar. Así puedes trabajarlos mejor.

YO: O sea que debo analizar esos grupos residuales de información estancada, normalmente relacionada a hechos que me mantienen sintiendo y pensando en el pasado, en frases como “debería haber hecho otra cosa”, “lo que podría haber sido si…”, “habría actuado de otra manera”, “mi vida habría sido diferente”… Todos los condicionales.

SOY: Pero a su vez, tienes que reconocer aquellos circuitos de los que has logrado salir, pues te mostrarán cómo lo has hecho, y que puedes salir de ello. Haz tu lista, y llámale “HISTORIAS”, y anota en una columna aquellas cosas que te han permitido AVANZAR y en la otra columna aquello que te mantiene en RETROCESO.

YO: Hice mi lista, y pude notar algo que me llamó la atención. Todo aquello que ha sido un peso, que considero lo más doloroso o pesado de mi historia, es justamente lo que me ha permitido avanzar en la vida. Y lo que consideraba positivo en mis recuerdos, es justamente lo que aún sigo padeciendo. Por ejemplo, la muerte de mi abuela, la pérdida de una parte de mi familia, la separación de ciertas amistades, e incluso de otra vida, siendo Sigurd hace 900 años habiendo perdido la fe y sufrido todo lo que sufrí… Noté que todo ello me ha liberado mucho, me ha permitido ser libre, avanzar, crecer, vivir más en mi presente. Y sin embargo, todo lo que siento por aquel amor perdido en Suiza en 2018, y mi vida como Shiw con su misión de hace 12000 años, las dos siendo cosas que amo y me hacen sentir bien, son las que aún siguen presentes en mí y que representan lo que no me deja seguir adelante hasta que no termine con sus ciclos… ¿Por qué es esto? Que aquello que creo me hace bien es lo que no me deja avanzar…

SOY: Porque te aferras a lo hermoso que fue, y la grandeza de lo que podría haber sido, a la ilusión de la utopía. Y mantienes la esperanza de que un día puedas volver a vivir estas circunstancias de nuevo. No siempre lo que nos tira hacia el pasado es lo que pesa con dolor y angustia. “Todo tiempo pasado fue mejor”, se dice, y esa es una de las claves que hace que la mayoría de los humanos, en lugar de avanzar, se estanquen en las ideas de lo que fue. Sin juicio, pues, sin considerar que algo es malo o bueno, anota qué te mantiene viviendo en el pasado, y qué te hace avanzar al futuro. Y reconoce que nadie avanza con los dos pies al mismo tiempo. Un pie a la vez. Mientras uno avanza, el otro apoya la fuerza detrás para que el cuerpo no colapse. Así puedes entender que muchas veces levantar el pie para avanzar significa haberse desapegado de ciertas circunstancias para poder salir adelante, pero ese momento es de debilidad hasta que puedas nuevamente poner el pie sobre la tierra y afirmarte en un nuevo sitio de seguridad. Mientras tanto, el pie anclado en el pasado, es el que sostiene todo el ser que avanza. De esta manera puedes comprender que todos funcionan, que siempre es bueno tener un punto de apoyo en el pasado para construir futuro. Por ello, reconóceles, y así sabrás cuáles son tus firmezas en el camino de la vida.

YO: Esto quita mucho peso… Pues lo distribuye…

SOY: Sé libre, un paso a la vez…