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Negación

Raíz

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Emocional

Yo Analizo

PHo: Yo Soy la Chispa que enciende el Cuerpo

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YO: Cuanto más analizo los aspectos mentales y emocionales que me constituyen, más me doy cuenta de todo lo que he estado negando en mí.


SOY: Porque volvemos a lo mismo de siempre: la supervivencia. Recuerda que tu ser proviene de una larga historia de evolución biológica y adaptación a un medio hostil. Desde que surgió el primer organismo unicelular, ha tenido lugar una incesante lucha por obtener recursos y sobrevivir en un medio en constante cambio. Esto generó que durante el proceso de transformación de los organismos multicelulares, más complejos, cada una de las células tuviesen una misión fundamental, que iba desde defender el sistema general hasta permitir la supervivencia en la mayor cantidad de tiempos y espacios posibles. Así, las células, buscando ahorrar energía para no morir, buscan la comodidad, el confort, la seguridad. Con lo cual, todo aquello incómodo, negativo, doloroso, se tratará de evitar al máximo, pues la transformación para sobrepasar estas circunstancias implica gasto de energía que el cuerpo no está dispuesto a desperdiciar.


YO: Es por esto que si un ser no logra escapar de un ciclo o ambiente tóxico y doloroso, lo convertirá en su medio natural, lo cual hace que muchas personas repitan o busquen situaciones incómodas para sentirse bien… ¿No?


SOY: Exacto. Y tanto por un lado como por el otro, es simplemente una reacción del cuerpo a aferrarse a una seguridad. La seguridad muchas veces no tiene nada que ver con estar bien, sino con lo conocido. El cambio es lo que cuesta energía, lo que rompe la estructura y nos hace sentir la muerte. Una situación negativa que se repite una y otra vez, es una situación estable por el simple hecho de que las células saben cuáles son sus respuestas mecánicas; pueden prever, y eso da seguridad y calma. Esto genera ciclos viciosos en los seres vivos, no sólo en los humanos, sino en toda la naturaleza. El ahorro de energía es algo que permite la unión de átomos y la formación de moléculas estables que dan forma a toda la realidad que vemos; es la base sobre la cual se fundamentan todos los organismos existentes. Estabilidad es justamente la habilidad de ser estable, de estar y permanecer, pues cambiar irrumpe el orden, transformarse genera crisis y un gasto de energía enorme, para el cual, en el caso de ser muy necesario, hay que ahorrar mucha energía. Por esto, la naturaleza, cuando necesita trascender en forma de metamorfosis o de reproducción, ahorra y consume mucha energía, comiendo y durmiendo el mayor tiempo posible, como lo hacen los reinos vegetal y animal.


YO: ¿Y el humano?


SOY: Hace lo mismo. En esencia, come y duerme, trabaja para sobrevivir, y trata de no enfrentarse a situaciones que le generen mucho esfuerzo personal para lograr algo. A menor esfuerzo, mayor estabilidad.


YO: Algo que la sociedad nos ha dicho que es malo.


SOY: No es malo… Pero es aburrido e involutivo.


YO: Aburrido, doy fe de eso. Pero, ¿por qué involutivo?


SOY: Evolución viene de las palabras latinas “ex” (salir, hacia afuera) y “volvere” (dar vueltas). El concepto es, entonces: avanzar dando muchas vueltas, rodando, desenvolviendo lo que estaba envuelto o enrollado, lo cual da origen a la palabra “Desarrollar”. Es decir, que aquello que evoluciona es aquello que es capaz de girar sobre sí mismo, avanzando, moviéndose por el espacio, girando y cambiando sus posiciones hacia delante. Así, aquello que permanece estático, no evoluciona. Se detiene, no hay nuevas perspectivas, no hay adaptación, y esto deteriora la capacidad de entrar en sintonía con un medio cambiante. Así, cuando el entorno le fuerce a transformarse, no podrá hacerlo, y morirá. Eso se llama “involución”.


YO: ¿Y la “revolución”?


SOY: “Re” es “volver a”. O sea que “Re-volucionar” implica volver a moverse un paso adelante tras un tiempo de estabilidad. Por esto se llama Revolución a los momentos de grandes cambios tras un periodo de un sistema rígido, sistémico, totalitario e igualitario. Todos los procesos de “volución” implican que en cada movimiento, cada paso, el ser toma algo nuevo del ambiente. Podríamos decir que el acto de evolucionar es abrirse a expresarse hacia una nueva realidad que nos lleve a vivenciar una nueva experiencia, lo cual nos entregará conceptos nuevos a integrar, los que nos darían la sabiduría para pasar a un nuevo nivel y trascender el anterior. Tomar o agarrar algo en latín se dice “prendere”, y la acción de agarrar algo se dice “aprender”. Lo mismo pasa con las lenguas sajonas mediante el concepto “liznanah” que da origen al inglés “aprender” (learn), que significaría “adquirir”. El Aprendizaje, pues, es el concepto de adquirir nuevas perspectivas y conocimientos del mundo en tanto me muevo por él. Pero el miedo a lo que puede pasar si gasto mi energía moviéndome sin saber lo que pasará, me hace buscar la zona de confort, y esa conformidad, que viene del latií “mantener la misma forma”, me lleva directamente a negar. Así, lo opuesto a Aprender, sería Negar el Movimiento.


YO: ¿O sea que la negación, en todos los aspectos de nuestras vidas, nos lleva a ver lo que no estamos pudiendo asimilar o trascender?


SOY: Dime qué niegas en tu vida y te diré lo que no sabes manejar en ella.


YO: Claro, a veces he notado que justamente las cosas que niego en mi vida son precisamente las cosas que no sé gestionar o manejar cuando aparecen; no tengo herramientas para trascenderlas.


SOY: Es común que una mente, una emoción o un cuerpo, traten de ponerse a la defensiva ante algo que se niega rotundamente, pues para los tres, ese concepto es dañino, irrumpe con nuestra estabilidad mental, emocional o física. Por ejemplo, dime, ¿qué es lo que niegas en tu vida?


YO: El rencor es una de ellas, la competencia es otra… La Ira y la Tristeza…


SOY: Bueno, podríamos decir que estás dentro de las expectativas de al menos el 80% de la población humana. Todos quieren ser felices, así que todos negarán la ira, la tristeza, el odio, y todas esas emociones que nos provocan inestabilidad. Sin embargo, cuando niego que esas emociones son parte de mí, cuando me niego a aceptarlas como parte de mi vida, cuando las rechazo o separo como si fuesen algo apartado del amor y la felicidad, o cuando las juzgo, lo único que estoy haciendo es darles más fuerza. ¿Por qué? Vamos a analizarlo con una situación global actual: el virus. Dime, ¿cuándo te haces inmune a un virus?


YO: Cuando me expongo a él…


SOY: Es decir que lo único que la cuarentena logra es que no se propague para que médicos y hospitales no colapsen. Pero la cuarentena no cura el virus, es sólo una medida para usar el servicio de salud de forma progresiva. Una persona que pase toda su vida protegiéndose de los virus, lavándose las manos todo el tiempo, hirviendo todas las aguas antes de beberlas, nunca tocando la tierra o caminando descalza, nunca saliendo si hace frío, cubriéndose todo el tiempo, tapando sus rostros, desinfectando todo lo que toca, será una persona fácil de ser exterminada ante una simple gripe, pues su sistema inmunológico no reconocerá ningún virus ni bacteria. El cuerpo se fortalece ante la exposición, pues el sistema inmune sabe contra qué lucha si lo encuentra. Así es como vemos muchas veces que los niños sucios que van por la calle se enferman menos o casi nada en comparación con los niños que nunca salen y están siempre limpios. De igual manera, a nivel emocional, una persona que se preocupa todo el tiempo tiende a enfermarse más fácil que la que se ocupa de vivir.


YO: Negar una emoción en mi vida pues, es como negar un virus. Negar una realidad es como negar una bacteria.


SOY: Cuando tu primera reacción ante una afirmación es la negación de la misma, debes hacerte la pregunta: “¿qué mueve esto en ti para que la niegues?”.


YO: ¿Y qué pasa con el concepto de negar la guerra, por ejemplo, o negar al control? Es decir, hay dos tipos de negación. Uno es Negar porque no lo queremos, y otra es Negar porque no lo reconocemos.


SOY: Lo que hace el primer tipo de Negación, el de “No me gusta, no lo quiero”, es entregarle poder a ese factor, como con el virus. Todo el mundo niega las guerras por disgusto. Sin embargo, ¿ha detenido esto a las guerras? Un gran ejemplo coherente de esto es Alemania. Este país ha estado involucrado en las peores guerras de la historia moderna y contemporánea. Sin embargo, todos allí estudian y hablan sobre las causas de esas guerras para entender que no debe volver a pasar, pero su método es contrario al de muchos países. No es un tema tabú, es un tema importante a discutir y reconocer en todo lujo de detalles. Si no lo conoces, no serás capaz de reconocerle en sus inicios, y para cuando te enteres, ya será demasiado tarde. La mayoría de los países no analizan o discuten la guerra, simplemente la estudian como un hecho histórico que es mejor olvidar. Se sabe que son malas, pero no se quiere analizar más al respecto. Las luchas tienen una raíz en situaciones que no tienen nada que ver con una lucha, sino con una crisis o depresión. La Segunda Guerra Mundial surgió por un conflicto económico en Alemania, no por racismo o supremacismo. No entender las causas y los procesos nos hace desconocer el porqué de las cosas. Así, cuando simplemente negamos por negar el hecho u objeto, sólo le estamos dando más fuerza a las posibilidades de que se repita. Un país con crisis económica empieza naturalmente a dividir al pueblo entre ricos y pobres, luego en etnias, y luego genera racismo, llevándolo a la lucha de razas y clases que acaban en una sangrienta revolución o golpes de estado y exilios. Es como ahora con el Coronavirus: la cuarentena no es la solución, la solución era un buen servicio de salud pública, libre y gratuita, más apoyo en todos los ámbitos científicos, médicos y de enfermería, leyes internacionales de consumo animal y bromatología. Lo mismo con un conflicto personal, al negar toda la historia de la familia. Ignorar las causas hace que siempre tengamos que reaccionar ante las consecuencias.


YO: ¿Y el Negar por no reconocer?


SOY: La inconsciencia tiende a asimilar que su punto de vista es el único posible. Cuando alguien te dice: “tú eres celoso”, y tu inmediata respuesta es “no, no lo soy”, estás evadiendo algo fundamental, que el otro por alguna razón lo ha visto en ti. El simple hecho de que te lo diga, merece un mínimo análisis. Tal vez es su reflejo suyo en ti, o tal vez es una verdad propia. Un espejo te ha reflejado algo que debes ver. Tal vez es sólo una manchita fácil de lavar de tu rostro, o tal vez es algo que nunca habías notado por ir muy rápido y no mirar con atención. Cada vez que te describan de una forma que no reconoces en ti, que niegas en tu ser, antes de decir “No”, hazte la pregunta: “¿por qué?”. 


YO: Uff… Eso nos haría analizarnos todo el tiempo…


SOY: Sientes que te agota, ¿no?


YO: Un poco…


SOY: ¿O sea que sientes que estás gastando energía y prefieres permanecer estable sin evolucionar?


YO: Bueno… Si lo pones así… No. Yo quiero evolucionar.


SOY: Entonces debes ser congruente. Cuestionarse es la clave del aprendizaje. Dejar de luchar contra lo que niego es la clave de la evolución. No luches contra los gobiernos mundiales, pon tu energía en construir uno nuevo. No luches contra la religión, simplemente aprende a vivir en libertad desde tu “yo soy”. No luches contra tu familia, crea una nueva. No luches contra tus emociones, simplemente siéntelas y reconócelas. Toda emoción es útil, y negarla es perder la capacidad de saber usarla.


YO: Entiendo.


SOY: El ejercicio de hacerse la pregunta es difícil al principio, como aprender a andar en bicicleta, pero cuando el cerebro se acostumbra y ejercita, todo ese proceso se realiza en un segundo. Si yo te digo ahora: “Tú eres egocéntrico”, ¿qué me dirías?


YO: Tal vez antes te habría dicho que no, pero ahora me tomo un segundo para pensar “¿por qué?”, y te digo que seguramente esa imagen se ve porque siempre subo fotos de mí, hablo de mí, explico lo que recuerdo, y todo se relaciona a mí siendo el centro de todo lo que hago. O sea que en cierta forma, sí, soy egocéntrico.


SOY: ¿Y qué harás al respecto? ¿Piensas que debes cambiarlo?


YO: No sé… ¿Debo cambiar eso cuando lo reconozco?


SOY: La siguiente pregunta sería: “¿Te es útil eso?”.


YO: Bueno… Yo diría que sí, porque mi proyecto de vida es el Yo Soy, y si no reflejo desde mí, sería hipócrita, y me gusta mostrar lo que hago y soy, me divierte. Creo que he tomado esa energía del egocentrismo para usarlo en pro de algo útil. Lo uso incluso como una herramienta que me sale de forma natural por ser del signo de Leo, con Venus en Leo y Marte en Leo… Es mi naturaleza.


SOY: Entonces lo que debes hacer es actuarlo desde la consciencia, y dejar de ser inconsciente. No siempre es necesario cambiar polarizando lo que niegas, sino concientizándolo. Allí radica la verdadera transformación del ser, dándole poder consciente a algo que negaba. Y la forma es reconociendo si eso que tenía dentro mío es útil o no.


YO: Esto me recuerda a que en la lengua Atlante Saytu, en el Nilo de hace 12000 años, las palabras “Sí” y “No” no significan afirmación ni negación. “Sí” se decía de varias formas pero la conceptual era “Ah”, que significa: “lo contempla mi espíritu”, y “No” (para la cual también existían varias formas, pero la conceptual era “Ush”), significaba: “ese camino aún no me lleva a evolucionar”. Es decir que nunca se negaba algo, sino que simplemente se decía que por ahora no se podía contemplar ese camino o posibilidad.


SOY: Ahora que lo entiendes, anota en tu libreta la pregunta “¿Qué emociones y sentimientos niego de mí?”. Es decir, ¿cuáles no puedo reconocer, y con cuáles me encuentro en la lucha? Analiza, reconoce, y empieza a hacerte las preguntas cada vez que alguien afirme algo que tú niegas: 1) ¿Por qué?… Y: 2) ¿Me es útil?


YO: Observo, pues, lo que mi espíritu contempla en mí, y reconozco los caminos que aún no puedo ver de mi evolución.


SOY: Alé “Ah Ush-kei” emenyati… Yan Amma es’ibrah” (Dí “Sí y No” en plena consciencia… Así el Yo Soy brillará en ti).

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

PATRÓN ESPIRITUAL: X= El sonido se expande desde el origen en forma de espiral, que amplifica su espectro en positivo, hacia afuera, para retornar en la esférica danza hacia el centro, contrayéndose en una espiral en negativo. La forma toroidal de esta eterna espiral de energías positivas y negativas moldean el balance del cosmos. El sonido X expresa esta forma, como una chispa encendiéndose en un fuego inmenso que consume todo en cenizas, y vuelve a empezar… kundalini.
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