YO: Desde hace dos días que siento un extraño vacío, como sin fuerza, desganado. Como si nada de lo que estuviera haciendo tuviera sentido. Aún así, sé que lo tiene, la monotonía apaga la intensidad de los hechos, del propósito, despojándolo de contenido.

SOY: La natural pérdida de sentido. ¿Sabes por qué se da?

YO: No…

SOY: ¿De dónde viene la palabra “Sentido”?

YO: Me viene la palabra Sentimientos, que proviene de los Sentidos, los 5 sentidos: tacto, gusto, olfato, vista y oído.

SOY: Exactamente. Los 5 sentidos de tu cuerpo son las herramientas biológicas mediante las cuales el cerebro capta la información que le rodea por pulsos eléctricos, señales que recibe mediante los nervios que se ramifican en todo tu cuerpo, sobre todo en las terminaciones nerviosas de los sentidos. Así nacen los sentimientos, por las sensaciones que tu cerebro percibe del mundo exterior.

YO: Entonces los sentidos dan sentido a lo que percibo del mundo…

SOY: Y determinan lo que proyectas en él. Todo lo que tocas en el mundo queda registrado en tu cerebro como las delimitaciones del mundo externo. Todo lo que oyes te da balance para reconocer dónde te encuentras. Todo lo que ves te ayuda a percibir la profundidad y por lo tanto las direcciones en las que puedes moverte en el medio. El gusto te permite determinar qué es bueno y qué es malo de todo aquello que consumes del mundo exterior. Y el olfato te permite anteponerte a situaciones de riesgo o atraerte a circunstancias positivas, pues capta los olores de otros humanos y animales o gases del ambiente positivos o dañinos, lo cual perfecciona la intuición. Todo ello genera una imagen del mundo que te rodea, genera un diseño preestablecido, un mapa de la realidad, y la memoria se encarga de guiarte por los pasillos del laberinto de la realidad. Así es que podemos, mediante los sentidos, prever circunstancias a través de los olores, colores, sonidos, mediante el sabor o el tacto.

YO: Los sentidos dan “sentido” a mi vida. Delimitan mis caminos, a dónde voy, por dónde me muevo. Es un mapa mental, como un videojuego con un diseño establecido que se puede ir perfeccionando en tanto mis sentidos perciben nuevas cosas, pero sólo pueden agregar muros o pasillos y habitaciones a este enorme entramado de memorias. 

SOY: Este gran mapa mental diseñado por las percepciones del mundo externo, es lo que llamamos “el Sentido de la Vida”. En las lenguas latinas, Sentido viene de “sens”, que significa justamente “percepción”, “sentimiento”, “sentir”. En las lenguas sajonas nos basamos en el indoeuropeo “men”, que significa “pensar”, origen latino de la palabra “mente”, que ha dado el origen al inglés: “mean” (mentalizar), y de allí “meaning” (sentido). Así, para ambos orígenes lingüísticos, el sentido es una percepción construida por la mente, por lo que la misma recibe y construye a partir del sentimiento.

YO: Entonces, ¿qué sería darle un sentido a las cosas?

SOY: Darle un sentido a algo significa ubicarlo en el sitio que le corresponde dentro de este mapa mental preexistente. Localizar la lógica que posee en relación a todas las ideas y sentimientos preestablecidos por el mapa mental. Cuando algo tiene sentido, suele sentirse en la emoción, como si encajase dentro de los parámetros personales, diseñados tras milenios de herencia genética y de experiencia personal en esta vida como individuo. Así es que todo a lo que le dé un sentido, en realidad no lo tendrá por sí mismo, sino que lo tendrá sólo por el hecho de que mi mente lo siente. De allí que las verdades son subjetivas.

YO: O sea que buscar el sentido de la vida es una búsqueda personal, individual y no colectiva…

SOY: No existe un único sentido para la vida.

YO: Mi amiga me explicó un chiste de biología: “¿Cuál es el sentido de la vida? De 5 prima a 3 prima”. Es muy específico, pero es debido a que la construcción del ADN y ARN se da por estructuras de carbono, basadas en nucleótidos de carbono 5 conectados a un grupo fosfato y de carbono 3 conectados a un grupo hidroxilo, y es en ese orden y sentido de dirección en que las enzimas arman las hebras de ADN. O sea, el camino de la Vida, la dirección que la biología toma para generar toda la información de lo que somos.

SOY: El sentido es precisamente eso, una dirección. Los 5 sentidos configuran un armado, un mapeado de la realidad que nos permite encontrar el camino correcto. Es así como se organizan las estructuras de todo lo existente, las ideas que tenemos del mundo que nos rodea.

YO: Y… ¿Qué pasa cuando perdemos el sentido?

SOY: El Sinsentido es justamente el perderse en el mapa, no saber la dirección, perder la noción de las cosas, no tener un punto de referencia. Esto nos lleva a la pregunta que te hice: ¿sabes por qué se da?

YO: ¿Por qué?

SOY: Porque has ampliado tu mente, has visto más allá de lo que estabas acostumbrado a ver, te has salido del mapa, has volado sobre él, y ya no tienes referencias sobre las cuales basarte. Los 5 sentidos buscan incansables una forma de dar una dirección, de encontrar el camino en el laberinto de la mente, pero no pueden encontrar nada igual, nada conocido, es un nuevo terreno sobre el que hay que construir desde cero. La incapacidad de percibir caminos previos, estructuras preestablecidas, hacen que el cerebro no reciba las mismas señales nerviosas, y no sepa dónde ubicar las nuevas. Por lo tanto, siente vacío, no hay referencia alguna, y la sensación es de flotar, de no tener dónde aferrarse, sin eje, llevando a todo el cuerpo a sentir inseguridad, lo cual lleva al cerebro a un estado de letargo, una pequeña hibernación hasta que pueda recuperarse, construir algún muro, algún camino en el cual basarse. Y esa sensación suele confundirse con vacío y depresión. En realidad, estás reconstruyendo un nuevo sentido.

YO: Entonces, perder el sentido, el sinsentido, no es opuesto a encontrar el sentido, sino que es justamente lo que me muestra que lo he encontrado y mi mente se está adaptando a él!

SOY: Exactamente. El sinsentido es el síntoma del proceso de descubrir un nuevo sentido. Esto lo conoces también como “crisis existencial”. La primera vez que se pierde el sentido y se interpreta al mundo como un sinsentido, es cuando te sales de los parámetros culturales, y tienes un despertar espiritual. El mismo no tiene por qué ser relacionado a algo extrasensorial, puede ser simplemente haberse salido de la caja y ver que no tenía ningún sentido vivir en un sistema de trabajo de 8 horas diarias para tomarse unas vacaciones de 15 días en verano. Al principio se ve como una depresión, y luego comienzas a tratar de cumplir tus sueños. Y tienes un nuevo despertar, reconociendo que lo que buscabas afuera estaba dentro, y una nueva depresión viene, en que da la sensación de que todo lo que hice hasta ahora no tuvo sentido. En realidad, lo estás resignificando en otro nivel de consciencia. Y entonces te das cuenta que eres multidimensional, y tu propia personalidad pierde el sentido, ya no eres nadie, pues eres muchos más. Hasta que ves la multidimensionalidad como parte de un todo que no está separado, y la existencia misma pierde sentido. Cada vez que pierdes el sentido de las cosas, estás construyendo uno nuevo. Darle sentido a una realidad no es más que la comodidad de la mente encontrando una nueva zona de confort en la cual moverse con soltura. El salto hacia la transformación se da cuando salto al abismo donde pierdo la seguridad, donde ya no hay camino ni indicadores, donde se pierde el sentido. Pues ninguno de los 5 sentidos puede ayudarme a mapear mi contexto. Los 5 deben dejar de comparar todo con lo anterior para comenzar a percibir y diseñar uno nuevo. Entonces, es cuando de repente: ¡Eureka!, encuentras el sentido nuevamente.

YO: Es decir que, en cierta forma, el Universo no tiene sentido, sino que está compuesto de todos los sentidos posibles.

SOY: Lo que has dicho tiene sentido, pues es un sinsentido, jejeje.

YO: Comprendo, darle sentido a las cosas no es más que una forma de avanzar, de encontrar un terreno, de generar un propósito, una dirección para la vida; pero la vida cambia, se adapta, se expande, y cuando hacemos lo mismo, nuestra mente pierde el sendero anterior, pierde el sentido para construir uno nuevo. Así, jamás podré encontrar el verdadero sentido de las cosas, pues el sentido sólo se crea de percepciones, no de realidades.

SOY: Por ello, atrévete a vivir el sinsentido, para poder realmente comprender el sentido de las cosas. No temas a perder el sentido, a sentir ese pequeño paso de la pérdida del mismo, pues es ese el instante en que realmente estás dándole sentido a tu existencia.

YO: Me permito, pues, darle sentido al sinsentido, y así trazar los destinos eternos de mi mente, diseñando los propósitos de mi vida.