YO: El plexo solar está definido por las emociones, pero sobre todo por los vínculos emocionales, las interconexiones que un ser tiene en relación a los otros. Hemos hablado en su momento de que los vínculos que tenemos con el mundo externo construyen lo que llamamos personalidad y que constituyen lo que conocemos como el Ego en el interior, el Yo, lo que hace o diferencia a un individuo de otro. Describimos en su momento lo que son los aspectos del Ego, pero me pregunto ahora… Si los vínculos emocionales son los que generan la personalidad que nutre al Ego, entonces, ¿el Ego es una construcción del alma?

SOY: El Universo es Vibración, y las ondas de esta vibración han dado lugar a la energía. Por lo tanto, desde el punto de vista de lo ya creado, podríamos decir que el Universo es Energía. Todo está interconectado por vínculos energéticos porque todo es energía. Nosotros, a esas interconexiones les llamamos enlaces magnéticos de energía positiva y negativa, pero ambos son energía al fin y al cabo. Es decir, que no existen vínculos de energías, sino una misma energía interactuando con sus aspectos. ¿Entiendes la diferencia?

YO: Creo que sí. Como lo hemos descrito en su momento en relación al mar, los distintos tipos de energía son corrientes de agua cálida o fría que interactúan creando torbellinos, oleaje, pero a pesar de dividirlo conceptualmente, no dejan de ser el mismo mar, las mismas aguas.

SOY: Exacto. Es la misma agua manifestando diferentes aspectos de sí, que interactúan para generar un movimiento. Así, lo que llamas vínculos energéticos entre diferentes personas, no son lazos separados que se unen con individuos separados, sino que son corrientes que interactúan con un mismo organismo que se ha expresado en distintas partes. Como tu propio cuerpo, teniendo diferentes órganos que interactúan entre sí. La clave de que cada órgano, músculo, nervio; todo lo que está en ti funcione armónicamente, no está en el trabajo en equipo, sino en la noción de que todos son uno: tú. Cada célula que se ha dividido en tu cuerpo no interpreta a la otra como una diferente, sino como una extensión de sí misma. Esto les permite interactuar sin dificultad entre sí. Por ello no hace falta que el corazón se ponga de acuerdo con el bazo para purgar la sangre, o que el cerebro se reúna con el intestino para decirle lo que necesita. La interconectividad de todos hace que todos sepan lo que es necesario al conjunto, pues funcionan como unidad. El concepto de vínculos entre personas es igual. Cada persona es una célula en un cuerpo único llamado Humanidad, e interactúan entre sí por naturaleza; son llamadas a intercambiar datos para expandirse, ya sea biológicamente, emocionalmente o intelectualmente. Sin embargo, con la percepción de que los aspectos de un ser son más bien las cosas que separan a los seres, la humanidad ha creado el concepto de “vínculos emocionales” para entender la interacción orgánica de los grupos. Así, cada célula humana desarrolla una herramienta específica para realizar dicha interacción, de igual forma que las proteínas y enzimas de una célula se especifican en tareas concretas. A eso le llamamos Personalidad. Y el conjunto de todos estos atributos de una célula, es conocido como el Ego.

YO: Hablamos de que el Ego no es algo malo, sino justamente esa construcción de atributos que permiten a un individuo interactuar con los demás seres a su alrededor, como una suerte de armadura que nos separa de los otros, afianzando lo que somos en un tiempo y espacio concretos. Así, el Ego es entendido como un mecanismo de relacionamiento y autorreferencia. Sin embargo, los conceptos del ego pueden ser tomados negativamente. Si el ego, pues, es una construcción energética del alma, ¿qué puede hacer el alma para tener un ego equilibrado?

SOY: Encontrar la utilidad de su Egoísmo y de su Egocentrismo.

YO: Las dos cosas que todos tratan de evitar, dices que deben ser equilibradas más que erradicadas. ¿No?

SOY: En un Universo que recicla la energía, erradicar o desechar son ideas absurdas. Ego significa “yo” en latín y griego. “Centrismo” viene de “centro”, es decir que significa la habilidad del Yo de posicionarse en el Centro de las cosas. Mientras que “Ismo” viene del griego “movimiento”, es decir la habilidad del Yo de trasladarse de un sitio a otro, salirse del centro para moverse alrededor. Dime, si tú existes por la consciencia del Yo: ¿qué te quedaría hacer si erradicas a ambos conceptos?

YO: …Claro… No me quedaría nada. No existiría. Si niego el Egocentrismo básicamente estoy diciendo que lo que debo hacer es salirme del centro, moverme a otra posición, e inevitablemente estaría siendo Egoísta. Pero si niego al Egoísmo, lo que estoy diciendo es que debería quedarme quieto en mi centro, en mi eje, lo cual me llevaría inevitablemente al egocentrismo. Es un sistema sin salida, no tiene escape, es paradójico.

SOY: Vaya trampa. ¿No? Es decir que no existe nada que puedas hacer en la existencia que no sea estar en el centro o moverte del centro, con lo cual, la única escapatoria es dejar de existir.

YO: Claro… El vacío haría que no esté en el centro, ni en ningún lugar…

SOY: Por ello, cuando una persona se encuentra en la búsqueda de la esencia real de la existencia, debe enfrentarse inevitablemente a la Nada, al Vacío, pues es el único “sitio” desde el cual se puede tomar una perspectiva neutra de la existencia misma.

YO: “Dejar de existir para poder ser”. Es bien paradójico…

SOY: Es cuántico. ¿Sabes qué significa “Cuántico”?

YO: ¿De mecánica cuántica? No, no lo sé.

SOY: Significa: “¿cuánto?”.

YO: Es… ¿Una pregunta?

SOY: La física no tiene idea de cuál es la mínima cantidad de energía generada por las más ínfimas radiaciones de la existencia, no se sabe, no se puede medir lógicamente. Entonces, se planteó la pregunta: “¿cuánto?”, que en latín se dice: “quantum?”.

YO: ¿O sea que la física cuántica, la base de nuestra revolución científica actual y fundamento de nuestras tecnologías inteligentes, cimientos del futuro, está basadas en la duda e incerteza de la misma física?

SOY: Exacto. El Universo es una paradoja en sí misma. Por ello no puedes ser determinante a la hora de conceptualizar algo en malo o bueno, en todo y nada. Volvamos, pues, a estos dos negativos conceptos humanos de los que paradójicamente quieres escapar, y no puedes hacerlo. Y vamos a entenderlo desde la primera célula que se dividió en tu cuerpo por proceso de meiosis. Meiosis viene de las palabras griegas “meion” (menos) y “-sis” (acción), es decir: dividir, restar, partir al medio. Se utiliza para referirse a la división de una célula diploide (que tiene dos cromosomas: de papá y mamá), en otras células haploides (que tienen un solo cromosoma cada una). Esto es el origen de un ser vivo individual y único. La primera célula es un todo en sí mismo, es un centro, único. Por esto, esta célula se llama Egocéntrica. Al producirse la división celular, el potencial central se desplaza multiplicándose, generando el movimiento expansivo que llamaremos células Egoístas. Tu vida surgió desde el egocentrismo y se hizo posible por el egoísmo.

YO: Es como… Loco, pensar que todo ser vivo nació desde la autorreferencia…

SOY: Y lo puedes corroborar en base a algo muy natural: lo único que el organismo busca es sobrevivir, tratar de permanecer unido y a salvo el mayor tiempo posible. Todo tu cuerpo funciona de manera egoísta y egocéntrica. Biológicamente tu cuerpo te defiende de lo externo, y genera todas las necesidades en función de saciar al Yo: comer, dormir, placer, diversión, los 4 pilares de la supervivencia. Lo que básicamente requiere un niño y que está a cargo del cerebro más antiguo en el centro de nuestra cabeza, al que llamas “reptiliano”.

YO: Todos tenemos un reptiliano dentro que nos recuerda las necesidades básicas y que nos hace egocentristas en la búsqueda de saciar las necesidades personales, y egoístas en la intención de buscar expandirse para obtener mayores recursos para uno mismo sobre los demás.

SOY: Eso es la naturaleza biológica. Luego, aparece la cultura, el alma, la emoción, la noción de que se asegura la supervivencia en el trabajo en conjunto, en una familia, en un grupo, en una sociedad, compartiendo valores, vínculos, en el intercambio. Así, los vínculos emocionales son otra forma en que el ser sobrevive con mayor seguridad, en que se da cuenta de que lo que antes hacía por miedo a morir, ahora lo hacer por amor a vivir: come compartiendo con los demás, duerme con los seres amados, encuentra placer en hacer el amor, y se divierte con los seres queridos. Es aquí cuando el Egocentrismo y el Egoísmo llegan a tomar una connotación negativa, pues se dice: “pensar en ti mismo no te ayudará a llegar muy lejos, debes pensar en los demás”.

YO: “Ama al prójimo como a ti mismo”.

SOY: Así se fundamentan las tradiciones religiosas que unifican a los pueblos como una sola fuerza.

YO: ¿Pero, eso está mal?

SOY: Oh no, eso es perfecto. Si no fuera porque en ese trayecto destruyeron la idea del Ego hasta hacerla añicos, pedazos, destruyendo así la integridad y atributos de cada individuo que compone la comunidad. Un cuerpo ha logrado su gran capacidad de vivir gracias a las capacidades internas de cada célula de despertar su propio potencial. Es allí cuando comienza el siguiente paso: el proceso mental o espiritual del ser. Aquí la Mente se da cuenta de que el alma ha estado dedicando su vida a la interconectividad con los otros para sobrevivir, perdiendo el centro y la fuerza vital propia. Así, empieza el camino de retorno al centro, la búsqueda del eje del ser, la meditación, la autorreferencia, esta vez con mayor consciencia, no desde las necesidades básicas reptilianas, ni de la necesidad de pertenencia del sistema endócrino, sino desde la capacidad de la materia gris de ver la neutralidad, de racionalizar al individuo dentro del grupo. Y para decorarlo filosóficamente, le deja de llamar “Egocentrismo” y le dice “Esencia”; deja de llamarlo “Egoísmo” para conocerse como “Empoderamiento del Ser”.

YO: Pero son lo mismo…

SOY: Claro que son lo mismo, sólo que en una octava superior de consciencia. O mejor dicho dos octavas superiores (pasando lo biológico y lo emocional). Allí encuentra al espíritu, y reconoce al Egoísmo como al pronombre: “Yo”, y al Egocentrismo como al verbo: “Soy”.

YO: Nosotros dos… Yo Soy. Entonces, Ambos conceptos entre los que solemos debatirnos en la vida, no son impedimentos sino etapas en el desarrollo del ser.

SOY: Exactamente. No puedes luchar contra tu pasado o tu presente, sólo puedes tomarlos como bases, herramientas y sustentos de tu futuro. La pregunta sería: ¿qué futuro esperas construir? ¿Seguirás basándote en las necesidades del cuerpo, o en los vínculos del alma? ¿O irás más allá y utilizarás esas necesidades y vínculos como herramientas para la consciencia de tu espíritu?

YO: Estamos aquí para la Consciencia, ¿no?

SOY: Entonces vuelve al Centro, y cuando te hayas reubicado en él, en la esencia de tu Yo, expándela al mundo en tu movimiento espiralado. Así, desde la consciencia, te liberarás de los pesados preconceptos de tu Ego, para convertirlos en las cualidades de tu Ser.

YO: Yo soy Centro, yo soy Movimiento.