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oct20

Mamá y Papá

Rodillas

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Emocional

Yo Equilibro

Fu: Yo Soy el Flujo del Tiempo

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YO: Volví a leer el texto de ayer, pues me di cuenta que no sabía lo que había escrito, y me di cuenta que cuando hablamos de sociedad, de universo, de espiritualidad, de política, siempre volvemos a la base de la madre y el padre. He oído a lo largo de mi vida a muchas personas que estudian en la consciencia, la espiritualidad, el desarrollo del individuo, en muchas áreas; que describen que el origen de todo conflicto de una persona surge de sus progenitores. Me chocó mucho esa idea por mucho tiempo, porque es como echarle la culpa a otros de todos tus males. He oído decir que tener un hijo es casi un acto de egoísmo, pues no piensan en si el ser quería nacer o no, pero yo recuerdo haber elegido nacer y haber elegido a mis padres, o sea que, ¿es realmente un acto egoísta? ¿Por qué solemos poner en nuestros padres la culpa de todo lo que somos?


SOY: Porque somos por los padres. El origen de una persona es biológico. La unión de un espermatozoide y un óvulo generan una descarga de energía que conforma un chakra, una rueda energética por la cual descienden energías resonantes, que a lo largo de 9 meses conformarán a un individuo. La energía que llega a este individuo, lo que llamas Alma, proviene de distintos caminos energéticos, tantos desde los padres, a lo largo del árbol genealógico, como por el entorno, que filtra dicha energía. El espíritu se manifiesta en cada pulso, en cada división celular, pues es la vibración la que permite dichas meiosis y mitosis. Así se compone un ser, la vibración intercambiando energía que se unifica en un vórtice material que se multiplica en forma de fractales hasta crearte. Debido a que la vibración es muy fácil de interferir, todo lo que suceda en tu entorno, cada cosa que haga tu madre sobre todo, condicionará la energía con la cual estarás siendo formado. Así es como tus padres condicionan lo que eres. Al nacer, sus palabras condicionarán tu vocabulario, limitando tu capacidad de expresar y comprender ideas a un idioma específico, en una cultura, tradición y moral específica, toda fundamentada en lo que comes y cómo lo comes. Las emociones, deseos, enfados, distorsiones, alegrías, frustraciones, todo lo que tus padres sientan, lo imitarás por la simple necesidad natural de ser aceptado por el grupo, por el clan. Es algo natural en todos los seres vivos. Los pájaros aprender a volar viendo a sus padres hacer lo mismo, sin escuela, simple imitación. Los humanos son iguales más allá de su intelecto. Así es como la forma de hablar, de hacer, de sentir, de enfrentarse al mundo, será una imitación del entorno.


YO: Pero, ¿Y la propia personalidad?


SOY: Siempre está. La esencia real, la de cada individuo, es como la pulpa de una fruta, mientras que la cáscara es todo lo que absorbe del exterior. A veces despierta más lo interno y se sobrepone a lo externo de tu ser, pero la verdad es que lo interno busca protegerse con las herramientas heredadas. Es como si tus padres te dieran una armadura de batalla para la vida: tu madre te dará un escudo (con el cual te protegerás), y tu padre te dará una espada (con la cual te defenderás). En cada movimiento que hagas en tu vida personal, la energía generará ruptura en patrones frente a ti, como cuando te abres camino en el agua, en el mar. Tu fuerza empuja las aguas, pero sientes su fuerza pujando contra ti. A eso le llamas crisis, conflicto, o simplemente reto. Y para sobrepasar dicho reto, usarás tu armadura de personalidad, con el escudo y la espada. Por ello, cuando empiezas a querer avanzar más a lo profundo del mar, sientes que la armadura te pesa. Y te preguntas: “¿en qué momento me puse tanto peso encima?”. Para nadar, el escudo y la espada te retienen, te hunden, y te preguntas quién te los dio, y por qué los sigues llevando si ahora el entorno es diferente. Porque en las montañas y llanuras rústicas y duras de la vida física, el armadura te defiende, la espada te libera de enemigos, pero en el camino del fluir, en el mar, en el océano, todo ese peso te ahoga. Es ahí cuando recuerdas: “¡Ah, la espada es de mi padre y el escudo es de mi madre, y ambos me regalaron esta armadura que ahora no me deja avanzar y me ahoga en el mar de la consciencia!”.


YO: Bastante gráfico…


SOY: Y allí, en la desesperación te dices a ti mismo que debes liberarte del peso que tus padres han puesto sobre ti. El karma, el dolor, la pesada herencia recibida, las creencias, patrones, dependencias, la lucha, los prejuicios, todo eso viene de mamá y de papá.


YO: Entonces… ¿Qué hago?


SOY: Tienes dos opciones. La primera es librarte de ambos soltando la armadura, la espada y el escudo para que caigan al fondo del océano. Esto te permitirá nadar, pero cuando llegues al otro lado estarás desprotegido y jamás podrás recuperar lo que perdiste en el fondo oscuro del subconsciente oceánico.


YO: Con lo cual lo que llamamos “liberarse” lo estaríamos tratando hoy más como “librarse”.


SOY: Ambas surgen del mismo origen etimológico: “liber” (quien no está atado a nada), pero uno recuerda la cualidad de volverse libre, y el otro se refiere a la cualidad de hacer fuerza para soltarse de las ataduras. En el primer caso, el proceso es sutil y armónico, el segundo es forzado y doloroso.


YO: Todo lo que he oído de “liberarse” de los patrones de los progenitores entonces es más librarse, deshacerse de lo que nos han dado para poder nadar con tranquilidad y libertad. Pero, como bien decías, esto me dará problemas al llegar al otro lado, ya que me encontraré desprotegido totalmente.


SOY: Así es. Hay una gran verdad en los conceptos de padre y madre: dos de sus células han dado origen a las millones que te componen hoy. Tú eres tu padre y tu madre. No puedes librarte de ellos, pues no sólo viven en ti, tú eres ellos.


YO: Claro… Es mucho más profundo, pues nos vemos como individuos separados, pero es como pensar que las manzanas que penden de un árbol no son el árbol, cuando en realidad son una extensión de él y en su interior están las semillas que replicarán al mismo árbol… Entonces, si no puedo deshacerme de ellos para avanzar… ¿Qué hago?


SOY: Esa es la segunda opción. Volver a la costa, ir hacia atrás.


YO: Es… Lo opuesto a los pensamientos normales de avanzar hacia adelante, no?


SOY: Cuando debes saltar una grieta grande, ¿te paras en el borde y estiras la pierna para ver si llegas?


YO: No, tomo distancia para poder correr y tomar envión para saltar con fuerza.


SOY: O sea que vuelves hacia atrás. ¿Entiendes la lógica? Igual que para saltar hacia arriba te inclinas hacia abajo, para saltar hacia delante necesitas buscar fuerza hacia atrás. Cuando estás con tus padres no ves bien los patrones. Cuando te alejas de ellos comienzas a verlos con claridad. Y aquí hay dos tipos de personas: los que se enfadan con los padres por todo lo que le hicieron y tratan de sobrepasarlos y librarse de ellos, o están aquellos que viéndolo todo con perspectiva deciden volver y honrarlos, devolviéndoles la espada, el escudo, la armadura en forma de un abrazo. Esta última forma no sólo te quita un peso de encima de tu cuerpo, sino también de tu alma. Pues tu energía se honra a sí misma en tus padres.


YO: “Honrarás a tu padre y tu madre”… Que es honrarte a ti mismo.


SOY: “Ama a tu prójimo como si fueras tú mismo”… Pues lo eres.


YO: Retroceder no siempre es malo, es la clave de poder salir adelante con más fuerzas.


SOY: Entonces reconoce a tu madre y a tu padre. Hay una incesante lucha entre estos dos conceptos. Como dijimos ayer, esta dualidad genera conflictos, hembra y macho, mujer y hombre, positivo y negativo, noche y día, luna y sol, matrix y patrón. Se han dualizado hasta el punto de verlos opuestos.


YO: Cuando son inevitablemente complementarios.


SOY: Mamá y Papá no sólo son de las palabras más pronunciadas en la historia por una persona, así como las primeras para la mayoría, sino que además vienen de raíces que recuerdan a los tejidos del Universo, a la madre y padre celestiales. La primera madre que todos tenemos es la Matrix Divina, el útero creador que genera todas las redes y sistemas que dan forma a la existencia. El primer padre que todos tenemos es el Patrón Divino, llamado también la “Ley”, que dictamina los senderos dentro del tejido de la Madre. Es decir, las misiones, los destinos, las intenciones y propósitos. Si la madre dice el “qué, por qué y cómo”, el padre dice el “dónde, con quién y para qué”. Desde el origen de la creación misma estamos todos determinados por los conceptos de madre y padre aunque no sean biológicos. Por ello, estarás determinado inevitablemente durante toda tu existencia por tus padres, pues no son individuos, sino conceptos de la energía que permite tu manifestación. Positivo y Negativo.


YO: ¿Y qué pasa con los que no tienen padres?


SOY: Eso es ridículo. Todos tienen padre y madre. Les conozcas o no les conozcas, viven en ti. Y a veces hay padres y madres que tejen nuestro cuerpo, y otros padres y madres que tejen desde el alma, y otros desde el pensamiento. Pero ambas energías estarán siempre presentes en ti desde todos los niveles, no puedes decir nunca: no tengo padres o no les conocí. Cada vez que te miras al espejo, allí están. Cuando miras a los que te han criado, allí están.


YO: ¿Y qué pasa con los matrimonios del mismo sexo, en que tienen dos madres o dos padres?


SOY: Primero, el matrimonio existe sólo en parejas heterosexuales.


YO: ¿Por qué?


SOY: Lo dice la palabra: “matri-monio”, que viene de “matri” (madre) y “monio” (una sola). Matrimonio define al hombre que se casa con una sola mujer que será madre. Simple.


YO: Entonces no existe el matrimonio homosexual… ¿No?


SOY: No. Existe la Unión de Personas. Así de simple. Biológicamente todos tienen un padre y una madre, pero como dije, en alma, todos pueden ser madres y padres, pues más allá del cuerpo físico, una madre es quien da nutrición, amor, contención, y un padre es quien da protección, guía, enseñanza. ¿Piensas que estos conceptos son exclusivos de la mujer o del hombre?


YO: No, porque tanto uno como el otro pueden hacer todas esas cosas.


SOY: Pues simple, desde el alma, todos pueden ser madre y padre, más allá del género sexual. Tú no has tenido padre. ¿Por qué?


YO: Recuerdo haber decidido no tener padre antes de nacer. Me dije que el momento llegaría cuando sea mayor, y por ello hasta los 27 años decidí no conocerlo.


SOY: ¿Cuál es tu relación con tus padres?


YO: Mi madre me tuvo a sus 17 años. Estuvo sólo esa vez con mi padre. Nunca más se volvieron a ver. Mi padre había negado que yo era su hijo. A mi madre no le importó. La primera vez que recuerdo el alma de mi madre fue allá por el año 600 o así de nuestra era. Ella era un general del Ejército Árabe, hombre claro. Recuerdo haber visto su fortaleza y presencia, y por mi mente sólo cruzaba un pensamiento: “cuando llegue el momento, quiero que él sea mi mamá”. Siempre vi en mi madre los aspectos femenino y masculino, era mi padre y mi madre al mismo tiempo. No pude haber elegido mejor a nadie para este rol en mi vida. Durante muchos años he oído personas decirme constantemente: tienes mucho que sanar del vínculo con tu madre, hay una dependencia muy grande, tu madre maneja tu vida emocional, tienes que separar tu vida de la de ella, su carácter no te permite avanzar. Oí tantas cosas de personas que sólo tenían cosas que decir de mi madre. Su carácter es tan fuerte que me protege constantemente, y muchas veces, cuando he tenido problemas con algunas personas, en lugar de proyectar en mí en conflicto, hacían a mi madre culpable de lo que pasaba. Ella es claramente el escudo de mi vida, pero todo eso que decían las personas sobre mi madre y cómo debía liberarme de ella estaba equivocado. Pues con el tiempo me di cuenta de que era yo quien había elegido estar protegido bajo sus brazos. Yo busqué a ese General Árabe, yo le pedí que me cuidara por sentirme débil ante la Humanidad a la que debería enfrentarme en esta vida. Yo era el único irresponsable que tenía miedo de defenderme a mí mismo. El peso que ella cargaba era el suyo y el mío. Yo no debía liberarme de mi madre, de mi vínculo con ella, lo que realmente debía hacer era liberarla a ella de mi peso. Y luego me di cuenta de lo que me dices: “¿a qué se refiere la gente con liberarse del vínculo de la madre?”. Pues, lo que puedo ver es que todos tienen el mismo dilema en distintas áreas. ¿Alguien realmente se libera de algo en su vida? Liberarse de los padres, sobre todo de la madre, es como querer dejar de respirar para no morir. Ayer lo explicaste muy bien: “El oxígeno nos mata en cada respiración oxidando la sangre, destruyendo las células. Cada respiración es una lucha por sobrevivir, y sin embargo, lo que nos da la vida es lo mismo que nos consume”. La madre es como el oxígeno. No debes liberarte de la respiración, debes aprender a respirar.


SOY: Excelente. Lo has entendido. La dependencia de los vínculos no se sana al cortarlos, sino al distenderlos. Cuanto más te quieras alejar, habrá  más tensión en las cuerdas de los vínculos, pero cuanto más te acerques, las cuerdas se relajarán. Eso se da cuando te das cuenta que el armadura de tu madre es lo que te hizo vivir hasta hoy, es lo que te protegió y dio todo lo que necesitabas hasta que aprendiste a defenderte por ti mismo. Allí es cuando honras todo lo que supo hacer por ti, y allí es cuando lo sanas, cuando dejando de necesitarle, puedes al fin abrazarle y amarle sin dependencias, más cerca que nunca. Incondicionalmente.


YO: Por ello hay que volver hacia atrás para dar el gran salto. Hoy tengo con mi madre la mejor relación en años. Siento equilibrio. Compañía. Como ser uno con ella.


SOY: ¿Y tu padre?


YO: Mi padre estuvo ausente hasta que supe que debía volver a estar en mi vida. Sin embargo, su ausencia fue su mayor regalo. Gracias a que no estuvo presente en mi vida, pude mirar al cielo y encontrar a mi verdadero Padre: el Universo. Los padres enseñan, marcan destinos, patrones, caminos, y en su ausencia, fue el Universo quien me mostró los caminos, que son infinitos, y en lugar de seguir un patrón limitante en la vida humana, me vi todopoderoso e infinito. Mi padre me entregó el Vacío, un hermoso regalo que algunos sé que sufren.


SOY: Para muchos, la ausencia del padre, la negación del mismo, es una frustración y trauma muy grandes, pues buscan sobrevivir en la Tierra mirando al horizonte en lugar de mirar las estrellas. Es normal, es ser humano. El humano busca ser reconocido por los progenitores para ser aceptado en el clan. Que uno o dos de ellos no le reconozcan le hacen sentir desnudo ante los depredadores. Sin la espada.


YO: Cuando le conocí me dijo unas frases que nunca olvidaré: “A un tipo de 27 años no puedo darle cariño, aunque sea mi hijo. No me interesa de dónde venimos, quiénes somos ni a dónde vamos. Yo voy viviendo mes a mes haciendo lo que se puede”. Parecen palabras horribles, ¿pero sabes qué? Para mí fueron liberadoras. No había expectativas ni dependencias, de parte de ninguno de los dos, me recordó la importancia de vivir en el presente y dejar de pensar en el sentido de todas las cosas, volviendo al vacío y la duda. Sus horribles afirmaciones fueron un regalo liberador para mi consciencia.


SOY: ¿Qué te han entregado ambos?


YO: Sus apellidos lo dicen todo, relatan todo lo que me han entregado. “De Stefano”, el apellido de mi madre, viene del griego “Stefanós”, que significa “Coronado” y “Victorioso”. Y por parte de mi padre: “Bide”, del euskera (vasco), que significa “Camino”. Camino Victorioso, Camino a la Corona. “Yo Soy el Caminante que se encuentra en la Corona del Mundo”. “El Camino de Norte a Sur”.


SOY: Eres ambos en ti.


YO: Hoy tengo la mejor de las relaciones con ambos, hasta hemos pasado las fiestas juntos en mi casa comenzando este 2020. Empecé este camino hacia el YO SOY con la firmeza de ambas rodillas, con el equilibrio de mis dos pilares aquí y ahora, mis dos árboles dando sus frutos.


SOY: Así honras a tus padres, pues, mientras te alejas hacia el horizonte a emprender tu propia aventura, te encuentras cada vez más cerca de ellos.


YO: Entonces, sigo usando su espada y escudo… Pero desde otro lugar.


SOY: Pues has pensado fuera de la caja. No sólo es absurdo querer cruzar nadando un océano con armadura, sino que también lo es querer cruzarlo nadando. ¿Cuál es la solución lógica?


YO: Conseguir un bote. Jeje…


SOY: Así navegarás por el mar de la consciencia, honrando a tus progenitores, utilizando sus herramientas, pero sabiendo que en las olas del espíritu puedes dejar el peso a un lado y disfrutar del viaje.


YO: Yo soy mi madre, yo soy mi padre. Yo Soy. Gracias papá, gracias mamá…


TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

SEXTETO: Todo ser compuesto por estos elementos contiene en sí 6 atributos que le hacen ser una entidad. Estos 6 son las bases trinas del camino de lo positivo y de lo negativo. La forma de verles es dos tetraedros combinados: un Merkaba. Aquel que señala arriba es la energía positiva, con sus 3 atributos de base que le ayudan a anclar: sonido, luz y forma. Mientras que el que apunta hacia abajo, es el negativo, con su base trina hacia los cielos, atributos que le ayudana a despertar desde la densidad: voluntad, sabiduría y amor.
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