YO: Comienza la semana del Cuerpo Físico en el mes de la constelación de Libra, y al pensar dentro de la pirámide en qué cosas deberíamos trabajar hoy, pude ver la imagen de un cuerpo humano entrecruzando su información de un hemisferio cerebral a otro, todo el cableado de lo que nos hace pensar, sentir, hacer. Me recordó a la imagen que decidí poner en este post. Los dos hemisferios del cerebro, derecho e izquierdo, sostenidos cada uno por un dios: el del Sol, Horus, y el de la Luna, Thot. El día y la noche, lo visible y lo invisible. El hombre en el medio, recibiendo la bendición de ambos dioses en forma de agua de vida y poder, y ambas cascadas cruzándose entre sí. A la izquierda de la persona se encuentra Horus, la luz, el Sol, la lógica, lo visible y tangible del mundo exterior, lo objetivo, que desde su fuente de energía nutre a su lado opuesto en la derecha, bañando todo el lado derecho del hombre desde la cabeza hasta los pies. Y a su derecha, Thot, la Luna, la noche, lo ilógico, la imaginación, lo subjetivo, el mundo interno, lo invisible e intangible, nutriendo con su agua de vida a todo el lado izquierdo del hombre, desde su cabeza a los pies. A diferencia de la imagen de la balanza que vimos en el emocional, el cuerpo físico muestra la interconexión de los dos lados de una manera mucho más práctica. No son dos opuestos que buscan el equilibrio entre sus pesos, sino que son dos sistemas que se interconectan en redes, las cuales unas dependen de las otras para funcionar. El Hemisferio Derecho del cerebro controla el lado izquierdo del cuerpo, mientras que el Hemisferio Izquierdo controla el lado derecho. He aprendido a lo largo de la vida, que la gente interpreta al hemisferio derecho como el ilógico, el creativo, el femenino, en tanto el izquierdo es el lógico, analítico y masculino. Pero… ¿qué es realmente la lógica y la ilógica? ¿Cómo pueden formar parte de un mismo sistema, si en su palabra indican básicamente que una de ellas implica la ausencia de la otra?

SOY: Ambas contienen la misma palabra: “logos”, que proviene del griego, y significa “pensamiento, idea, argumento, razón y principio”. El concepto “ikós” del final de la palabra significa “relacionado a”. La letra “i-” viene de “in-” que se refiere a “no”, la falta o negación de algo. Por lo tanto, Lógico es aquello que se relaciona al pensamiento y la idea, en tanto Ilógico es aquello que no se relaciona al pensamiento o la idea.

YO: ¿Y eso qué sería?

SOY: El Sentimiento, la emoción, el impulso, la acción parasimpática e inconsciente.

YO: Qué forma rebuscada de decirlo… ¿No sería más fácil buscar la palabra sentimiento?

SOY: Esa es la palabra Sinestésico, del griego “syn aestesis” (con la sensación). Lógico y Sinestésico, hacen referencia a las dos formas en que el universo funciona: por Pulso e Impulso. El Pulso surge de una energía inicial, que lo origina todo. Esa fuerza, es una percepción en la existencia. Todo lo que existe lo hace por un pulso de percepción. Esta idea llevó a los antiguos a la lógica de que todo lo que existe no existe por sí mismo sin la idea de lo que es, y lo único que puede darle forma a esa idea es el pensamiento lógico, una mente capaz de generar la conexión de los conceptos hasta darle claridad. Por ello, Thot pensó: para que todo el cosmos tenga lógica, pues, es inevitable pensar que hay una mente que lo une todo dándole orden. Y pronto llegó a la conclusión de que no podría existir un ser fuera de ese todo que contuviera a la mente para dar lógica, pues implicaría que la construcción del mismo estuviera basado en otra lógica mental superior. Es decir, que el punto final al entendimiento que da sentido y orden a toda la existencia no es un ser pensando, sino el pensamiento en sí. Es la Mente.

YO: La primera ley Universal.

SOY: La única ley Universal. Pues de ella nacen todas las demás. Es así que los estudiosos de las enseñanzas de Thot, a quien los griegos llamaron Hermes, empezaron a hacerse conocidos como “aquellos relacionados al dios Hermes”: los Herméticos. Este grupo fue un círculo de estudiosos cerrado, que comenzaron a llamar al Universo como La Mente, la Idea, igual que lo hizo Platón al estudiar a Hermes: el mundo de las Ideas. En griego, esto hizo que se entendiera que todo lo que existe es un pensamiento, el agua es una idea, la tierra es un concepto, el cielo es un pensamiento, las estrellas son ideas, los animales son ideas, los dioses son ideas… Esto dio origen al concepto de “el Logos” como divinidad filosófica. El Logos y sus diferentes “logós” son las divinidades idearias que han dado lógica a la existencia desde la Mente, el pulso de creación.

YO: ¿Y el impulso?

SOY: Es la reacción generada de la idea. Como cuando se te ocurre una idea y te lanzas a manifestarla, luego llegará el momento de hacer la revisión: ¿fue la correcta? ¿Funcionó? ¿Qué obtengo de ella?

YO: Integrarla…

SOY: Y la manera de hacerlo es “con sensaciones”. Las sensaciones son algo nuevo para la Mente, pues la mente trata de interpretar eso que vuelve a ella, trata de darle forma. El impulso es la reacción al pulso de la mente, pero es algo que vuelve de una forma diferente, como un eco distorsionado en una caverna extraña y profunda. A la mente le cuesta interpretar el sentimiento que ha creado, y trata de catalogarlo para comprenderlo. Así, los filósofos entendían que todo lo que no fuera directamente del Logos, sino una reacción sensorial de él, se llamaría “In-Logos”, Es decir, “ilógico”. Lo oculto, lo invisible, lo que no puede entenderse, lo que debe sentirse.

YO: Los 5 sentidos…

SOY: Estos sentidos dan un nuevo “sentido” a la mente. Le permiten a la Unidad entender su potencial.

YO: Como quien cambia de idea después de las experiencias. No porque las entienda sino porque las vivió.

SOY: La vivencia, la experiencia, el “vivir para creer” es una de las estructuras básicas entre el mundo sensorial y el mundo mental, entre el “ilogós” y el “logós”. Si la mente universal fue el pulso para la creación de ideas y pensamientos que diseñaron el sentido de la existencia, es la existencia, la vida la que le dará un nuevo sentido a lo que la mente ha creado mediante el impulso.

YO: O sea que el universo es mental, pero necesita inevitablemente del impulso físico para poder decodificar la mente mediante la emoción.

SOY: Simbiosis. Como las flores necesitan a las abejas para crear miel, el espíritu necesita al cuerpo para generar alma. Allí está el balance de ambas, la conexión, la divinidad.

YO: ¿Y por qué los dos hemisferios cerebrales entonces se dividen las tareas entre ellos y entrecruzan sus funciones con el cuerpo?

SOY: Igual que el polo norte y el polo sur, con sus hemisferios en la esfera terrestre, el cerebro necesita también un balance magnético para equilibrar sus funciones. Todo en el universo es polar para poder crear. Sin embargo, ¿divides el planeta en árboles por encima y desiertos por debajo?

YO: No, todo está interconectado… Hay árboles y desiertos en ambos hemisferios, hay frío y calor en ambos, hay mares en ambos…

SOY: Porque la división no es literal, es sutil. Desde luego que en el sur del planeta hay más agua, más océanos, lo cual te muestra que el sur encarna el hemisferio derecho, creativo, mientras que en el norte hay más tierras, lo cual muestra más lo visible, lógico, el hemisferio izquierdo. Pero ambos interactúan. Las corrientes oceánicas, frías y cálidas, intercambian la información cruzándose entre sí por debajo de los mares. Esto permite el balance en todo el cuerpo. Así, la distribución es equilibrada. Que ambos hemisferios interactúen de esta manera genera mayor capacidad de reacción y coordinación a la hora de moverse en un mundo físico de tercera dimensión.

YO: O sea que cuando decimos “se me cruzaron los cables” para referirnos a cuando uno se pone loco, en realidad que los cables estén cruzados es la clave del equilibrio.

SOY: Por ello, más allá de la dualidad aparente de nuestros cuerpos, dicha dualidad no existe en términos de conectividad. La coordinación y el balance que logramos al saltar, caminar, correr, girar, escuchar, bailar, interactuar con el medio; todo ello es gracias a la capacidad del cuerpo de intercambiar información lógica e ilógica.

YO: Entonces, lo que dices es que las personas lógicas necesitan de la ilógica para poder descubrir las bases de su lógica.

SOY: La clave de toda ciencia es la imaginación. No puedes describir sin imaginar, no puedes desarrollar sin visualizar lo inexistente. No habría lógica sin la sensación, sin la sinestesia. Y por otro lado, no existiría la sinestesia, la ilógica, lo inexplicable, sin la capacidad de la mente de abrirse a la posibilidad de que lo sensorial y extraño se exprese. Pues al final de cuentas, todo lo inexplicable es parte de la imaginación, y la imaginación es una idea nacida del Logos.

YO: He oído que hay personas que llaman al “Logos” como al diablo, como un ser macabro que controla la existencia.

SOY: Si es lo que su ilógica les hace sentir del Logos, pues vivirán ese aspecto. La razón histórica por la cual algunos pueden conocer al Logós como algo diabólico es siempre la misma: la Iglesia. Igual que a los librepensadores los llamaron herejes, a los magos y científicos les dijeron hechiceros, a las sacerdotisas y alquimistas les llamaron brujas, a las otras religiones les dijeron paganos y a las ceremonias de fertilidad les llamaron ritos, también a los herméticos les llamaron diablo. Obviamente su dios Logos sería Satanás.

YO: Claro…

SOY: Semántica e Historia.

YO: Entonces, para poder encontrar balance en mi vida, debo comprender que vivo entre lo lógico y lo ilógico como una forma de construir realidades.

SOY: No existe otra forma. La mayor fuerza de transformación del mundo es la imaginación. La imaginación es la mente lógica dándole una herramienta a la ilógica para construir su mundo soñado en forma de realidad.

YO: Así, no debo tener miedo de vivir en un cuento, en la imaginación, sino atreverme a vivir mis cuentos, mis historias, mi imaginación, para que pueda demostrar que puedo hacer lo imposible.

SOY: Tú eres el vívido Sueño del Universo. Atrévete, pues, a vivir tus propios Sueños.