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oct25

Silencio y Sonido

Laríngeo

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Física

Yo Equilibro

SHe: Yo Soy la Evolución Coherente

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YO: La Plenitud nació del Vacío. Así, pues, el Todo nació de la Nada. Y si el Todo está compuesto de Vibración, entonces siguiendo la lógica, la misma surgió de lo Estático. En la mayoría de las culturas se dice que lo primero que surgió en el Cosmos fue un verbo, un nombre, un canto, una palabra, a la cual los humanos llamamos Sonido, es decir que el mismo debe haber surgido del Silencio. Pero en la física, el Sonido no se produce por sí mismo, necesita de dos objetos que en su interacción generen ondas para poder sentirse un sonido. Entonces, ¿cómo pudo haber surgido el sonido, el verbo, la vibración, de algo que no existe, de algo intangible?


SOY: Como ya hemos dicho, todo parte del concepto que tienes de las palabras Nada, Vacío, Silencio y Estática. Recuerda, habíamos dicho que Nada viene de la palabra “Nacida” en latín. Vacío viene de “Vacare” que significa “que no está ocupado”, Estática viene de “Stare” que significa permanecer en un lugar quieto y fijo. Silencio viene de “silere”, y significa simplemente callarse o desde una visión indoeuropea, con el concepto “sei”: dejar, en este caso de expresar. Estas palabras en ningún caso niegan a su opuesto, sino que expresan una forma en que la esencia puede manifestarse. Es difícil expresar algo sin tener su comparativa para reconocerle. Los humanos, en su afán de dualizar la realidad, ponen los conceptos duales uno contra el otro como enemigos u opuestos extremos que no pueden tocarse entre sí, lo que les rompe la cabeza a la hora de decirles que uno nace del otro. Y la razón por la que esto sucede es porque el Universo es un continuo, no tiene inicio y final. Lo único que posee la apariencia de inicio y final es la expresión física del mismo, la que puedes percibir con tus sentidos. Sin embargo, lo que hace existir a ésta, no tiene nada que ver. Como explicamos ayer: la física describe las leyes del cosmos desde la visión atómica hacia el macrocosmos, pero no puede explicar las leyes del microcosmos que compone al átomo, pues se escapan de la física, son “metafísica”.


YO: ¿Cómo entenderlo, pues?


SOY: Que así como no existe el Todo, tampoco existe la Nada.


YO: Wow, espera un momento. Si el Todo, lo físico, es una construcción esquemática a partir de leyes metafísicas sin esquema, y aceptamos, pues, que todo lo que existe es sólo una mera percepción mental de cierto orden entre partículas, entonces deberíamos tomar en consideración que ese mundo extraño e irreal es el verdadero. O sea, la Nada es lo que da origen a las cosas, y por lo tanto, es lo único real mientras que lo otro es perceptivo.


SOY: ¿Y qué es la Nada?


YO: Nacimiento, tú lo dijiste, de donde vienen las cosas.


SOY: ¿Y cómo surge la Nada?


YO: Es como la pregunta “¿Quién creó a Dios?”… No tiene respuesta.


SOY: Todo tiene una respuesta si existe la pregunta.


YO: ¿Hay un origen entonces?


SOY: Para ciertas cosas, sí, para otras no.


YO: El Universo es un continuo entonces. O sea que la Nada nace del Todo, y el Todo de la Nada.


SOY: Uróboros. La serpiente que se muerde a sí misma. Lo que interpretas como inicio y final, como todo y nada, no es más que los aspectos de un continuo.


YO: ¿Y qué es ese continuo?


SOY: ¿Sabes lo que es un caleidoscopio?


YO: Un instrumento que hace ver formas geométricas variantes según lo gires…


SOY: “Kalé eidós scopiós”, del griego: “ver hermosas formas”. En tanto gires el instrumento cilíndrico, verás las figuras cambiar. A veces parecerán caóticas, pero cuando encuentran su ubicación nueva aparecerán figuras armónicas que te mantendrán maravillado. El cerebro está programado para encontrar orden en las cosas, y cuando lo encuentra, se relaja. Todo el tiempo, su trabajo es tratar de ordenar lo incoherente para encontrar armonía. El humano ha basado su civilización en esto, mediante la forma de contar cuentos, con un principio, nudo y desenlace; lo ha hecho en la arquitectura mediante la estructura, la construcción y los acabados; lo ha hecho en el arte mediante la mezcla de colores, las capas, los detalles; en la música con sus momentos de melodía, tensión y resolución… En el proceso, el cerebro se encuentra bajo presión, desarrollando, forzándose a adaptarse. Y cuando la obra está terminada, le contempla, se relaja. Cuando oyes una canción, y la misma se corta en el momento de tensión, tu cerebro se volverá loco tratando de terminar la nota de resolución para sentirse complacido. Por ello, los humanos a lo largo de su vida buscan cosas que les produzcan esa descarga de endorfina y morfina que droga al cerebro haciéndole sentir que lo caótico toma orden constantemente. Por ello vuestras mentes son atraídas a videos, sonidos y frases cortas que lleven a un momento de tensión y a una pronta resolución. Como lo que maravilla en un caleidoscopio, en que el caos y el orden se suceden uno tras el otro casi instantáneamente. La deformación de algo para convertirse en otra cosa se llama “anamorfismo”.


YO: Vi la obra de un escultor, Matthieu Robert-Ortis, que hace esculturas extrañas que, dependiendo de dónde las mires, toman una forma u otra, pero en el trayecto que recorres para buscar la otra forma, todo es caos, un entramado de alambres sin sentido. Siento desesperación al ver esa parte, y cuando encuentro las figuras, hay un momento de receso, como si todo quedase quieto, como si el tiempo se detuviese contemplando esa imagen.


SOY: Así es el Universo. El momento de caos, es el momento de la creación, donde nada tiene sentido, donde buscas, donde te desarrollas, donde descubres, donde desesperas, donde expresas, donde el cerebro da todo de sí para encontrarle el sentido a las cosas, al Todo, a la Existencia que se manifiesta. Y entonces, cuando lo descubre, cuando encuentra la armonía, la perfección, se detiene, se relaja, queda estático, perplejo ante lo que ve, maravillado. Ya no piensa, el cerebro duerme, porque al fin entendió, y ahora sólo tiene que dejarse llevar, sentir, contemplar. Ese instante, todo el ruido que oía, en las preguntas, en las explicaciones, en la conversación, se vuelve silencio. Todas las formas que veía e interpretaba, como un rompecabezas, tocando cada una de sus piezas, ahora se vuelven contemplación. Ese es el instante en que lo entiende todo, es cuando se aparta de la voluntad de ser y contempla lo que simplemente es. Maravillado, en el silencio, en el vacío, en la nada de poder ver la armonía del todo.


YO: Oh!!! creo que lo comprendí ahora, no son cosas aparte, claro, ni siquiera es una madre que tiene un hijo, sino ¿quién creó a la madre? Es siempre la misma madre pariéndose y criándose a sí misma hasta volverse madre de nuevo. El momento de ser madre es de quietud, de tranquilidad, calma, donde todos los sentidos dejan de estar alertas a la vida y se pasa a enfocarse únicamente en el interior, en prepararse para generar vida, existencia, el todo. La Nada es sólo el instante de quietud y contemplación de la existencia previo a su expresión, expansión y experiencia.


SOY: Ahora, pues, entenderás lo siguiente. El Silencio no generó el Sonido, la Vibración, sino que el Silencio es todos los sonidos en armonía, encontrando tanta armonía entre sí que lo único capaz de expresar es silencio. El Silencio es el verdadero catalizador de una Orquesta. Los sonidos son sólo comprensibles y asimilables por los silencios que hay entre ellos. Los silencios son más importantes que el sonido mismo, pues en el silencio asimilas todo lo que ha vibrado, te vuelves cada vibración. Y cuando te has vuelto ellas, es cuando puedes volver a expresar un nuevo canto.


YO: Por eso es tan importante aprender a escuchar.


SOY: Escuchar la acción física de cuyo equivalente espiritual es meditar, que es el equivalente cósmico de la armonía, que es el equivalente universal del vacío. Lo que llamas Sonido es sólo una de las tantas expresiones de lo que conoces como Vibración. Cuando oyes la expresión “El Sonido viaja a tal o cual velocidad”, es otro de esos consensos, pues no es verdad. El Sonido no es algo aparte que se mueve por el espacio, el sonido es la manifestación de la vibración del espacio. Todo Vibra, es otra Ley del Universo. La Nada misma es la unión de todas las vibraciones, y cuando todas las fuerzas de vibración se suman, no puedes escuchar a ninguna, pues ninguna está sobre la otra.


YO: “La suma de todas las fuerzas es igual a 0″… La unión de todos los sonidos es igual a silencio.


SOY: Silencio, pues, no es la ausencia de sonido, sino la unión de todos en armonía. Lo único que hace posible sentir el sonido es la sensibilidad y capacidad de tu oído interno de vibrar, y esa vibración es interpretada por tu cerebro como sonido por los pulsos eléctricos generados por el pequeñísimo hueso “martillo”.  O sea que el sonido no existe fuera, el sonido existe dentro.


YO: “Si un árbol cae en medio de un bosque sin ningún humano a kilómetros de distancia para oírlo: ¿hace ruido?”.


SOY: No. Sólo genera vibración. La araña lo sentirá de una manera, el mono de otra, la lombriz de otra, las plantas de otra, los pájaros de otra forma. El árbol no hace sonido al caer, pues el sonido de un árbol cayendo se produce sólo por nuestra capacidad auditiva. El silbato para un perro es un sonido agudo que llama poderosamente su atención, y sin embargo, un humano no lo oye. ¿Implica eso que no existe ese sonido agudo? Claro que no. Pues los Sonidos son sólo vibraciones captadas por ciertos individuos según su evolución.


YO: Una vez leí que el llanto de un bebé es especialmente irritante para sus propios padres, más que para otras personas, pues de esa manera una madre o padre pueden reconocer a la distancia si algo le pasa a su bebé y no a otro. Nuestros cuerpos se ajustan a ciertas vibraciones para poder captar su vibración. Esto explica también por qué resonamos con ciertas informaciones y con otras no.


SOY: Cuando el oído se prepara para escuchar cierta vibración, entonces esas palabras se oirán con claridad. Si el oído aún no está listo, entonces no habrá comprensión.


YO: El otro día, en una de las charlas, expliqué la importancia de escuchar, de hacer silencio para entender antes de preguntar. ¿Tiene que ver con esto?


SOY: Claro. El arte del silencio, de la meditación, de la escucha, son claves para entender las formas. Es una de las prácticas meditativas más intensas: aprender a escuchar, hacer silencio cuando el otro habla, aún si no está de acuerdo o si no me interesa lo que dice, pues quiero saber otra cosa, a veces puedes perderte las respuestas porque estás buscando en otra sintonía. Aquellos que en silencio escuchan al otro, tienen más habilidad de comprensión, más amplitud de percepción, y por lo tanto más posibilidades de encontrar respuestas. Pues en el silencio se hallan todas las respuestas, incluso las que no puedo escuchar. Por ello la meditación en silencio es una clave para descubrir las respuestas dentro de ti. ¿Lo entiendes?


YO: Sí, muchas veces se dice: “medita, la respuesta está en ti, haz silencio”, o ese tipo de cosas, pero a veces no se entiende por qué ni cómo. De esta manera creo comprender la importancia. El Silencio contiene todas las respuestas, las cuales no podré escuchar con atención y claridad si me encuentro en Ruido exterior e interior. Y el Sonido, pues, es la fuerza focalizada, expresada a partir de esa escucha. Tras el entendimiento, me lanzo a una nueva búsqueda, a un nuevo aprendizaje, manifestando, creando una vibración nueva.


SOY: Es importante entender, pues, que no es sólo el silencio la respuesta, pues el mismo sólo se encuentra debido a la suma de sonidos. Por ello, la expresión de la palabra, del canto, de las verdades, de librar lo que está dentro, crea los caminos para encontrar la armonía, como en las esculturas que describiste.


YO: Soy, pues, sonido y silencio, pues soy vibración aún si no puedo oírlo, pues todos los sonidos están en mí, y debo sintonizarme con ellos, o prestar atención en silencio para oírles.


SOY: Allí entras en la constante cósmica.


YO: Soy el canto universal, soy el silencio cósmico.

TAREA

EN BREVE

CÓDIGO

UNDECATETO: Al llegar a la capacidad de ser el Divino, se reconoce el Creador, y se observa como Creado. Imagina, pues, una célula, que proyecta todo su potencial generando una nueva: mitosis. El proceso de división de una célula, de una esfera en otra idéntica, un espejo en el cual pueda contemplarse, proyectarse, observarse, sentirse, vivirse, compartir, el Dios y la Diosa, el Patrón y la Matriz.
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